20

Para cuando Kihyun llamó a la puerta, Yoongi ya tenía a todos los cachorros listos para su tarde de cinema.

Había preparado una pequeña maleta sólo con las cosas más necesarias para los niños.

Un par de juguetes pequeños. Cajitas de jugo. Papillas de bebé. Golosinas. Botellitas de agua. Algunos pañales. Toallitas húmedas. Talco. Aceite de bebé. Las sonajas de Taehyung. Libros para colorear. Lápices de colores. Algunas prendas de ropa por si alguno se ensuciaba. Algunas frutas. Un par de libros de cuentos y el diccionario de bolsillo favorito de Namjoon. Otro par de zapatos deportivos para Hoseok. Banditas para heridas con dibujos de superheroes. Toallitas desinfectantes. Algunos pares de calcetines. Bufandas y suéteres por sí comenzaba a disminuir la temperatura. Y tal vez un par de medicinas por si alguno comía de más y necesitaba calmar su malestar estomacal.

Era una maleta ligera, después de todo sólo se irían un par de horas…

— ¿Vas a mandar a los niños a otro país? ¿O esta mudanza qué significa? — Se burló Kihyun tan pronto Yoongi abrió la puerta de cristal con la maleta en un brazo y Taehyung en otro recostado en su hombro.

Yoongi rodó los ojos irritado.

— Cállate Kihyun, todo lo que hay dentro es sumamente necesario para los cachorros. — Se defendió Yoongi con un gruñido y con un asentimiento saludó a su cuñado que permanecía parado detrás de su hermano.

— Ahora soy Kihyun. Ya no más Kiki. Eres un manipulador de primera, Yoongi. Sólo eres amable y cariñoso conmigo cuando necesitas algo. — Bufó el omega entre dientes.

Yoongi prefirió ignorarlo y fijó su vista en Taehyung, comprobando su pequeño gorrito con orejas de gatito. Terminando de arreglarlo antes de tener que ponerlo en los brazos de su estresado hermano.

Kihyun seguía refunfuñando por lo bajo, pero no podía importarle menos al alfa. Porque el bebé le mostraba la sombra de sus primeros tres dientitos en una radiante sonrisa de tiernas encías rosadas.

Y Yoongi estaba satisfecho y feliz con saber que esa sincera sonrisita iba dirigida exclusivamente a él.

— Llevaré esto a la camioneta. — Informó la voz de Shownu y Yoongi asintió distraído. Pasándole la maleta de los niños sin apartar la vista del cachorro más pequeño.

Terminó de ponerlo más bonito y besó su rechoncha mejilla para hacerlo reír.

Y también fue inevitable para Yoongi no corresponder la sonrisa con una aún más brillante que la que le fue regalada.

— Papá, por favor dile a señor omega que traeremos un par de golosinas para él y para bebé. — Ofreció Namjoon con una sonrisa y pasó a su lado para recibir su beso de despedida.

— Yo le diré, cachorro. Diviértanse. — Dijo Yoongi arrodillándose junto a él.

Namjoon mostró sus hoyuelos en una tierna sonrisa y Yoongi besó su mejilla también. Acomodó las líneas de su camisetita de koalas y palmeó sus cabellos para hacerle saber que ya estaba listo para salir de casa.

Y aún si sabía que no encontraría nada, Yoongi olfateó discretamente entre los cabellos de su hijo en busca una nota que delatara su linaje. Pero sólo estaba su fragancia personal.

Nunca había nada sobre su género secundario sobre él. Tampoco en Hoseok lo había.

Yoongi lo sabía y estaba bien con ello, pero no podía evitar el impulso de su lobo por buscar sus aromas. Era un reflejo de su instinto aún si supiera del lazo roto con el que los niños habían nacido.

Yoongi suspiró resignado y sonrió cuando Namjoon depositó un pequeño beso en su mejilla antes de correr hacia los brazos de Kihyun.

— ¿Crees que a señor omega le guste el pay de cerezas? ¿O es mejor una rebanada de pastel de vainilla? — Preguntó Hoseok con repentina concentración y Yoongi frunció el ceño fingiendo pensar seriamente en una respuesta.

— Creo que deberías traer ambas y así yo podría comerme lo que Jin no quiera. — Susurró Yoongi en su oído, a modo de un travieso secreto que hizo a Hoseok cubrir su boca y ahogar una risita divertida.

El niño asintió eufórico y le miró cómplice cuando se despidió de él con un abrazo a él y un besito en la mejilla de Taehyung.

Yoongi vio como Shownu regresaba con Minhyuk colgado de su mano y desvió su total atención al último niño que quedaba por arreglar y despedir.

— Cachorro... — Llamó Yoongi con suavidad y Jungkook de inmediato alzó la mirada de sus manitas hacia él.

— ¿M-mi papi… ? — Preguntó Jungkook con un ligero temblor oculto pobremente en su pequeña voz.

Yoongi inhaló lentamente antes de responder.

— Prometo que estará bien. Él sólo necesita que salgan un poco para poder prepararles una sorpresa mientras no están. — Tranquilizó el alfa con una sonrisa. — Estoy seguro de que les va a encantar…

No estaba mintiendo, después de todo Yoongi aún tenía algunos regalos para darles. También podría preparar galletas una vez que estuviera libre y de esa manera consentirlos a todos con una noche en familia.

Eso estaría bien para todos. Su lobo agitó su cola con sólo imaginar la escena de todos reunidos en manada al pie de la chimenea.

Jungkook le miró por debajo de su flequillo azabache y asintió frunciendo sus diminutos labios rosados.

Si... — Susurró el niño mirando al suelo y Yoongi suspiró intentando borrar el rastro de tristeza en su pequeño rostro.

Él ansiaba ganarse la absoluta confianza de Jungkook. Poder darles seguridad y calor. Y sabía que poco a poco había avanzado con el pequeño cachorro. Sus ojos ya no lo veían con temor. O al menos no en la misma cantidad con la que destilaba cuando llegaron.

Jungkook de cierta manera lo aceptaba, comenzaba a confiar en él y Yoongi estaba feliz con ese lento pero constante progreso, porque sabía que ambos iban por buen camino.

Él quería convertirse en el padre alfa que claramente nunca tuvieron. Quería ser el soporte y pilar de esa familia.

Darles amor y enseñarles las cosas más básicas y absurdas que un papá pudiera enseñar. Lo más complejo. Escucharles y ser complice de sus travesuras. Cuidarles. Arrullarles en sus noches de pesadillas.

Él simplemente quería convertirse en su otro padre y ser parte de sus vidas.

Yoongi quería todo eso y no se iba a rendir hasta lograrlo…

El alfa apartó los cabellos de sus pequeños ojos y dio unas dulces palmaditas en su coronilla antes de continuar.

— Te prometo que voy a cuidar de tu papi y tu hermanito mientras tú cuidas de Taehyung en el cine. — Susurró Yoongi intentando llegar directamente al sobreprotector alfita cohabitando en el cuerpo Jungkook.

El niño sonrió sólo un poco y asintió aceptando la propuesta.

Y sin esperar más reacción de él en realidad, Yoongi se sobresaltó cuando el cachorro se lanzó hacia él y le abrazó en silencio.

Sólo un par de segundos y aún sin ceder por completo a su propia necesidad de muestras de cariño. Sin embargo lo suficiente como para hacer al alfa maduro aguar sus ojos y morder su labios para no jadear un sollozo.

Gacias. — Susurró Jungkook con mejillas sonrojadas y corrió hacia Minhyuk que le esperaba con una enorme sonrisa en el rostro.

— ¿Gigi? ¿Estás llorando? — Preguntó Kihyun con genuina preocupación interrumpiendole en su pequeño momento de conmoción consigo mismo.

Yoongi le apartó la mano de un golpe cuando su hermano rozó su mejilla húmeda con los nudillos.

Y aún si Shownu gruñó por lo bajo, Yoongi fingió no escucharlo.

Yoongi tenía más derechos sobre su hermano. Aún si este ya estuviera marcado y con cinco cachorros.

Y también porque en algún rincón de su mente, Yoongi aún se arrepentía de haber presentado a Son y a su hermano casi diez años atrás.

No iba a olvidar nunca la traición que Shownu cometió, cuando según él dijo que Kihyun era su pareja destina.

— Idiota. Me preocupo por tus frágiles y delicados sentimientos de alfa y tú me tratas así. — Recriminó Kihyun con cierto toque de burla y Yoongi gruñó ofendido.

— Cuida de ellos. — Ordenó el alfa en busca de desviar la atención de su conmovido corazón. — Te arrancaré la garganta si alguno regresa con un mínimo raspón. — Advirtió y miró de nuevo el rostro brillante del bebé.

Besó nuevamente su mejilla y lo llevó a los brazos de su hermano.

Kihyun en silencio lo tomó con experta facilidad y lo llevó a su pecho, sonriendo enternecido por el gorrito que adornaba el precioso rostro del bebé.

Había un brillo ilusionado en los ojos del omega que Yoongi pudo identificar como nostalgia. Y sólo en ese momento sintió un vacío en sus brazos al ni tener más el calor del cachorro sobre su pecho.

Taehyung de inmediato olfateó a Kihyun y se recostó en su cuello cuando reconoció la fragancia como alguien cercano.

— Cuídalos bien. — Pidió Yoongi de nuevo. — Tae acaba de comer. Y Kook no toma jugo de naranja, esos jugos son para Nam. Los de manzana son por si Tae no quiere tomar más fórmula, que por cierto ya vienen las medidas exactas para prepararlas. Para Hobi eché algunas cajitas de uva y durazno. Pero él mismo te pedirá el sabor cuando tenga sed.

— Astros Yoongi. Yo puedo con ellos. No puedo creer que me sigas tratando como un mocoso. Te recuerdo que tenemos la misma edad…

Yoongi bufó y esperó a que Kihyun terminara de quejarse.

Aún tenía un par más de indicaciones para que pudiera cuidar muy bien de sus cachorros…

  
   
   
  
   
  

  
   
   
   
   
Yoongi sintió morirse cuando su nariz detectó algo distinto en la fragancia de SeokJin.

Las pequeñas notas sugestivas que había percibido en el camino de regreso y cuando entró la primera vez a la habitación, ahora parecían haber tomado un poco más de fuerza.

Independientemente del instinto de protección y todo el amor que sentía por SeokJin, sentía deseo. Era alfa y sus instintos reaccionaban de forma natural a las feromonas de su omega. Pero la voz de su razón le pedía ir lento.

Aún existían todos los temores que poco a poco SeokJin lograba calmar de una u otra manera. Los recuerdos aún estaban presentes. Probablemente aún le perseguían en sueños. Los podía ver reflejados en las conductas temerosas que Jin adoptaba en ciertas situaciones de forma inconsciente.

Pero aún con todo eso, Yoongi no lograba sacar de su mente lo que su lobo quería hacerle a su omega.

Yoongi era más débil de lo que aparentaba. Y claro que lo sabía. Su lobo siempre había muy sido fuerte.

Sólo esperaba que su autocontrol lo fuera aún más.

Gimió angustiado cuando escucho leves jadeos salir desde la pequeña abertura en la puerta del baño en su habitación y prefirió detenerse antes de entrar y enfrentar la situación.

Era cobarde. Pero también creía ser un poco más inteligente.

Debía controlarse antes de actuar. De lo contrario no estaría tan seguro de propia fortaleza.

Inhaló fuerte e hizo una nota mental de visitar a su médico a la menor oportunidad.

Comenzaba a considerar que la sudoración excesiva en sus manos no era una conducta natural.

De hecho, Están seguro de que el temblor en sus rodillas tampoco lo era.

Entró por completo a su habitación y cerró la puerta con suma lentitud. Algunos segundos de más en los que aprovecho para disipar los pensamientos de su mente. Mojó con ansiedad sus labios resecos cuando echó el pestillo con un suave y característico “click”.

Yoongi necesitaba encontrar fuerza dentro de él. Seguridad y valentía.

Pero se sentía como un mocoso en su primera cita.

Comenzó a repetir en su mente que sólo necesitaba tomar aire antes de entrar al baño.

Pero en realidad sólo deseaba apoyo moral.

Con un último suspiro ingresó firmemente al amplio cuarto de baño. Sus miedos enterrados tan pronto vio a SeokJin recargado en el largo lavamanos. Utilizando como soporte un trozo del amplio mueble que ocupaba casi la totalidad del espacio en la pared.

El omega jugaba con el borde de su holgada camisa, una que Yoongi reconoció como suya tan pronto vio el estampado sencillo de letras negras al frente de la prenda blanca.

Era una de sus favoritas. Y verla sobre SeokJin le hizo amarla aún más.

No hicieron falta palabras para anunciar su llegada pues tan pronto el omega sintió su aroma, alzó el rostro y le miró a través del espejo.

Estaba aún más sonrojado que cuando le dejó y Yoongi tuvo que tragar duro cuando escuchó un bajo jadeo escapar de los gruesos labios carmín.

— T-tengo calor… — Dijo SeokJin aumentando el color en sus mofletes. Y bajando su mirada con vergüenza comenzó a acariciar su pancita a modo de distracción.

Sólo entonces Yoongi comprendió el verdadero mensaje oculto en esa frase.

Y de pronto se sentía idiota.

Ya le había dicho eso en la habitación y no lo había captado.

Y ahora que lo entendía tampoco sabía que hacer para disminuir su… “calor”.

— Prepararé la tina en un segundo… — Susurró el alfa bajo.

Caminó por todo el cuarto a pasos rápidos y algo ansiosos, acercándose hasta una de las esquinas donde la amplia bañera circular estaba.

Abrió la llave junto al borde de la misma y comenzó a templar el agua hasta que alcanzó la temperatura que quería. Un poco caliente para poder relajar los músculos de su omega. También leyó que el agua caliente era bueno para el embarazo. Así que ahora debía poner en práctica sus conocimientos.

Miró por encima de su hombro y reprimió una sonrisa al ver a SeokJin caminar hasta una de las repisas de la pared contraria, mirando los pequeños frascos de cristal con curiosidad. Tomando un par antes de dejarlos en el mismo lugar de donde los agarró.

— ¿Cuál quieres que usemos? — Preguntó Yoongi con más emoción de la debida y cuando vio las orejas de su omega arder de inmediato se golpeó mentalmente.

— No… l-las… s-son … l-los burbujas… Las. ¡Las burbujas!... son eso… olores. De burbujas… frascos… — Tartamudeó nervioso.

Cerró los ojos frustrado por sus torpes y nerviosos balbuceos y suspiró antes de poder continuar.

— Frascos de burbujas. Son varios aromas. — Pudo soltar por fin con algo de su perdida dignidad.

SeokJin asintió aún avergonzado.

— M-me gustaría probar este… — Susurró el omega bajo y tomó uno de los frascos con etiqueta roja.

Yoongi se alzó de su lugar y caminó hasta encontrarse con Jin, tomó el frasco que le ofrecía y sonrió cuando leyó la etiqueta.

— ¿Te gustan los frutos rojos? — Preguntó intentando olvidar su reciente humillación.

El omega asintió sonriendo.

— Si, p-pero me gusta más que esta tenga chocolate. — Dijo señalando la etiqueta con su índice. — Me gusta mucho el chocolate puro…

— Me gustan también… Los frutos rojos y el chocolate siempre van a ir bien. — Concordó el alfa sonrojandose sin razón.

Alzaron sus vistas y fijaron sus ojos en el otro.

SeokJin fue el primero en apartar la mirada.

Yoongi sonrió enternecido y regresó a la tina con el omega pisandole los talones.

Y aún si en su interior su lobo estuviera dando vueltas como cachorro hiperactivo, Yoongi intentó mostrarse firme y seguro frente a Jin.

Preparó la tina con todo lo necesario, dejándola a la mitad de su capacidad para terminar de llenarla con la regadera de techo una vez que entraran. También comenzó a activar un par de botones desde su celular para controlar el sistema de hidromasaje.

Una sola vez había utilizado la tina como se debía. Había estado demasiado estresado por la primera semana de clases de los mellizos y había optado por relajarse con un largo baño.

Después de despertarse casi tres horas después con el cuerpo entero arrugado y más pálido, había desechado la idea de utilizarla nuevamente.

Su hermano había sufrido un severo trauma pensando que había desaparecido del pueblo cuando no pasó por los niños al colegio.

Pero ahora, al ver la carita emocionada de su omega se dijo que con Jin podría hacer la excepción.

Haría todo con tal de seguir viendo esa preciosa sonrisa en sus gruesos labios...

Yoongi cerró los grifos del agua y miró orgulloso su creación. Las burbujas apenas comenzaban a formarse y las luces iluminaban cada bomba de jabón de forma suave. Sin embargo, cambió el color de las luces al interior de la tina por unas color púrpura. Estaba seguro que eso le gustaría más a Jin.

Su corazón latió con emoción y sintió su vientre tirar cuando una nueva ola de feromonas le golpeó. Cerró sus ojos por un segundo y prefirió no girarse para no “emocionarse” de más al mirar a SeokJin.

Intentando concentrarse en él, sacó la camisa de su torso y la lanzó hacia el suelo con un limpio movimiento, sin preocuparse realmente en dónde había caído.

Después se encargaría de limpiar todo el desastre que dejaran...

  
   
  
   
   
   
   
   
   
  
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
  
  
  
  
  
 
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Si sienten que el capítulo quedó cortado. No están equivocados. Porque eso hice, exactamente.

Tuve que dividir el capítulo en dos porque quedaba demasiado largo. Así que si no me quedo dormida, subo el próximo en un rato más. Si me duermo, pues hasta mañana actualizo.

Muchas gracias por todo ♡

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