16

Con delicadeza pasó la yema de sus dedos por encima de las gruesas pastas expuestas frente a él.

Acarició sutilmente los bordes de los libros y suspiró. Sonriendo inevitablemente al sentir la peculiar fragancia de la inmensidad de libros acomodados en los estantes.

Era un sueño hecho realidad y no podía evitar sentirse emocionado.

Yoongi permanecía a su lado, arrullando a Taehyung sin quitar ni un segundo la mirada de él. Jin lo podía sentir. Sabía que el alfa aún tenía toda su atención puesta en sus reacciones.

Y se sentía nervioso.

La señora Kang cuidaba de Jungkook y los mellizos mientras ellos se adentraba en los pasillos en busca de algún libro.

No sabía cuánto tiempo habían pasado perdidos en los pasillos. Pero no había espacio en su mente para pensar en ello.

Se sentía dichoso. Quería llevarse todos los libros a casa.

A casa...

El pensamiento hizo que sus mejillas se encendieran y su pecho se calentara. Porque desde que fue arrancado de su madre jamás había vuelto a pensar en un sitio como su casa.

Hasta ahora.

Y no sabía si sentirse aterrado. Porque temía estar subiéndose demasiado al cielo y estar aferrándose a las estrellas que no le pertenecían. A un sitio que no le correspondía y jamás lo haría. Y que al darse cuenta de ello, de despertar del sueño cayera inevitablemente.

El dolor de su caída le mataría.

Pero no sabía qué hacer para detener la ilusión en su corazón...

- Mira. Esos nos pueden servir... - Dijo Yoongi detrás de él.

SeokJin giró su rostro y observó al alfa señalarle una sección de libros.

Sintió a su lobo encogerse totalmente sumiso cuando notó el tópico esencial de los mismos.

Yoongi acomodó con extremo cuidado y facilidad a Taehyung sobre su pecho y hombro, liberando uno de sus brazos para extenderlo y tomar uno de los libros que le había señalado.

- ¿Deberíamos llevarnos algunos? - Preguntó el alfa con el ceño fruncido y Jin sólo pudo sorber su nariz al intentar retener el repiqueteo en su interior. - Este es especializado en omegas varones. - Reflexionó Yoongi concentrado. Escaneando el tomo en su mano con detenimiento.

Y SeokJin ni siquiera se dio cuenta de que lloraba hasta que la cálida humedad resbaló por sus mejillas y tocó sus labios.

- Creo que este está bien. - Continuó el alfa perdido en el libro. - Pero será mejor que llevemos todos los libros de embarazo que podamos... Nos llevaremos todos los que queramos. - Declaró el alfa y alzó su vista.

El omega quiso esconder su rostro, evitar que el alfa viera sus lágrimas. Que notara cuan débil y sentimental era.

Pero fue imposible cuando Yoongi jadeó al verle.

- ¿F-fui muy... - Preguntó el alfa con miedo. - Q-que... l-lo lamento. Yo no quiero presionarte... Jin por favor perdóname. No quise hacerte sentir incómodo...

El omega parpadeó confundido y se atrevió a mirar a Yoongi, su pecho oprimiendose al ver el pálido rostro del alfa deformado en culpa. Sus cejas preocupadas y sus oscuros ojos repentinamente opacos.

Su lobo chilló dentro de él.

- N-no quise presionarte. Perdóname. Por favor... - Susurró el alfa de nuevo y Jin comenzó a negar.

- No se... t-te disculpes. - Murmuró el omega. - No me haces sentir incómodo... ni presionado. - Se atrevió a decir - Yo... j-jamás en mi vida me había sentido... tan seguro y tranquilo... - Murmuró con el corazón en los labios.

Y Yoongi al instante que le escuchó, pareció soltar una pequeña preocupación de su mirada.

Parpadeó lentamente hacia él.

- ¿Entonces ocurre algo con el cachorro? - Preguntó el alfa con miedo. - ¿Tienes algún malestar? - Su preocupación era palpable y el omega no pudo evitar sentirse culpable por ello.

No podía explicar lo que sentía, pero estaba seguro de no querer seguir viendo el brillo apagado en los cautelosos ojos de Yoongi.

- No... Yo me siento bien... - Dijo SeokJin con nula firmeza.

- Puedes decirme lo que sientes y lo que piensas. - Se atrevió a decir Yoongi. - Dime todo lo que quieras y desees... o lo que no te gusta...

Jin inhaló lentamente antes de encontrar su voz.

- N-no sé qué siento... - Confesó SeokJin en un jadeo ahogado - E-es demasiado e-en tan poco tiempo. - Soltó con dificultad y alejó la mirada del alfa.

SeokJin se estaba cansando de sí mismo. Quería dejar de llorar. De sentir miedo.

Ya no quería ser tan débil.

Pero no sabía qué debía hacer para dejar de estar atemorizado.

- Jin... - Suplicó Yoongi bajo.

- E-estoy bien... - Quiso tranquilizar Jin - Perdón por esto... Es sólo... m-me pongo muy sensible. L-l lamento... - Continuó y alejó el rastro húmedo de sus ojos.

Juntando fuerza desde el núcleo de su alma para mantenerse firme. Sin llorar ni avergonzar a Yoongi.

Sabía que estaba siendo molesto y lo que menos quería era incomodarlo.

Si lo molestaba incluso los niños pagarían por ello. Se irían de ahí y no quería ser el causante de ello.

Los cachorros se pondrían tristes y no podría soportarlo.

- Jin no... - Jadeó Yoongi. - No te disculpes. Está bien llorar. Está bien estar enojado también. No reprimas nada de lo que sientes. Ya no tienes que ocultar nada... Ya no.

La mano libre de Yoongi tocó dulcemente el costado de su brazo. Casi como si fuese una suave caricia provocada por el viento.

Jin podría haber confundido el roce con un beso del astro rey.

Porque la calidez sobre su piel se sentía como los primeros rayos solares de primavera. Como el suave cobijo del sol después un largo invierno gélido.

El dulce calor después de una larga noche a solas.

Y SeokJin no quería más que seguir sintiéndolo.

Recibir calor de Yoongi. Su aroma. Sus abrazos. Que todas las caricias que tuviera se las diera a él.

Que Yoongi fuera lo primero que recibiera al despertar y lo último que viera antes de dormir.

Tenerlo en sus sueños. En sus fantasías y en su realidad.

Tenerlo día a día. Noche tras noche a su lado.

Junto a él sosteniendo su mano...

- N-no sé si todo esto es real... - Susurró SeokJin tembloroso. - No sé si... no sé si lo merezco...

Admitir sus sentimientos era difícil. Y le era un más decirlos en voz alta.

Le aterrorizaba liberar todo el nudo de emociones atoradas en su garganta. Porque todo lo que había sufrido en esos años le mantenía asustado. Temeroso y aún con miedo de ver su propia sombra.

Se sentía roto y débil.

Y no quería hacer más que acurrucarse y llorar. Gritar y liberar todo.

Soltar las cadenas que aún arrastraba. Liberarse de ellas y ser libre.

Su mente aún se sentía encadenada...

Yoongi deslizó su mano por el delgado brazo del omega hasta llegar al final de la extensión.

Acariciando la muñeca de Jin con dulzura, su dorso y dedos. Buscando palabras para explicar el mundo de emociones que tenía sólo por y para él.

La galaxia entera que Jin representaba para él.

- Es real Jin. Esto es real. - Dijo Yoongi atreviéndose a entrelazar sus dedos con los de él. - Tú y los niños merecen el universo entero... Merecen ser felices y ya nunca más tener miedo.

SeokJin agachó su rostro intentando detener su sollozo. Su corazón vibraba y estaba seguro de que el alfa podía escuchar los erráticos latidos de los cuales él era totalmente responsable.

Tampoco podía ocultar la pequeña y tímida sonrisa asomándose lentamente en sus esponjosos labios.

- Y yo te pido me dejes contribuir en su seguridad y felicidad... - Susurró el alfa llevando la mano hasta sus labios para presionar el más dulce de los besos. - Déjame permanecer a su lado...

Jin frunció los labios reprimiendo la enorme sonrisa que ya no podía ocultar. Sus mejillas ardiendo y su corazón galopando.

La felicidad acumulándose en su interior le estaba llenando de una manera que ni siquiera podía explicar.

La calidez de las emociones. El brillo de la ilusión. De la esperanza y amor. Todo eso era algo completamente nuevo para él.

Y no podía hacer más que tomar todo lo que podía.

Porque quería atesorarlo en su corazón por siempre y sentirlo por el resto de su vida.

Que hasta el último latido de su corazón fuese esa mezcla de amor la que estuviera junto a él. Y que al partir fuesen todos esos lindos recuerdos lo que lo despidieran de esta vida.

Que lo acompañaran hasta que que tuviera que comenzar otro ciclo. Otra vida y otra historia.

Otro camino que lo llevase de nuevo a él.

Porque ahora estaba seguro de que sus vidas anteriores las había pasado con Yoongi.

Su lobo se lo decía.

La manera en la que su corazón latía cuando le tenía cerca, el reconocimiento de su lobo. La devoción de su omega hacia él era algo que le decía que llevaban toda la existencia de sus almas, juntos. Unidos como uno solo.

Que se habían perseguido en todas las vidas hasta encontrarse.

Porque era su destino. Ellos eran su destino.

Y jamás se podía escapar de él.

Jin ahora lo sabía.

SeokJin sabía que ya no podría alejarse de Yoongi.

No podía ni quería hacerlo...

...

Las voces provenientes de la entrada es lo que les había hecho volver hacia ahí.

Con algunos libros en brazos, SeokJin y Yoongi regresaron con los niños mayores y la señora Kang.

El lobo de Jin se encogió un poco al ver que dos personas más habían llegado. Una joven pareja platicaba con la omega mayor, claramente se conocían y SeokJin comenzaba a sentir una mezcla de pánico y ansiedad reconstruirse en su mente y cuerpo.

Era extraño. La reacción de su omega era un poco distinta. Y no pudo evitar caminar un poco más cerca de Yoongi, buscando consuelo y seguridad en él.

- Sr. Min me alegra verlo, no sabíamos nada de usted desde hace semanas. - Dijo un joven chico de forma suave. Sus facciones eran dulces y delicadas. Su voz cálida y su sonrisa encantadora.

Era hermoso y SeokJin comenzó a sentirse inseguro.

Su aroma omega comenzaba a molestarle.

Y no tenía ni idea de qué era esa ácida sensación alojándose en su garganta.

- Los habitantes ya preguntan por ustedes. - Continuó diciendo el joven omega.

Yoongi inhaló de forma lenta y le miró brevemente antes de responder.

- He pasado todo este tiempo con mi familia. No he tenido oportunidad de visitarles. - Dijo el alfa simplemente. No era grosero, pero tampoco había la habitual dulzura con la cual se dirigía hacia con ellos.

Eso debía hacerle sentir mejor, pero SeokJin sentía a su lobo repentinamente ansioso. Celoso y agitado.

Intentó cubrir su abultado estómago con los libros. No quería que ellos vieran su pancita.

No quería que vieran a su bebé.

Así que SeokJin intentó desviar el rostro, girandolo hacia los niños o cualquier otro punto en ese lugar. Estaba poniéndose nervioso. Tenía calor y comenzaba a sentirse cansado.

Quería tumbarse sobre algo suave. Acurrucarse y dormir. Un sitio alejado de la pareja recién llegada.

SeokJin también sentía la mirada de la señora Kang y los ojos curiosos del otro omega también posados brevemente en él.

Tal vez esperaban alguna sonrisa o una mirada.

Pero SeokJin no tenía ánimos de mirarle. Sólo quería alejarse de ellos y volver a la habitación de Yoongi.

Sus sentidos se estaban despertando, su aliento comenzaba a quemarse con más rapidez en sus pulmones y sentía sus manos comenzar a sudar.

No sabía qué le estaba pasando.

- Kihyun es quien nos mantiene informados de su bienestar, señor Min. - Dijo de pronto la mujer que acompañaba al omega.

Ella era beta. Su aroma simple lo revelaba. Era tal vez un par de años mayor que el joven. Su fragancia era demasiado sosa pero no desagradable.

Pero aún SeokJin sentía sus seguridad flaquear.

Quería regresar. Ya no quería estar ahí.

Necesitaba acurrucarse en algún sitio. Esconder su vientre de ellos. Que no olieran la fragancia de Yoongi. Que no olieran la suya.

Necesitaba alejarse de esa pareja. Sólo necesitaba el aroma de Yoongi y el de los niños.

Necesitaba poner a todos a salvo. Junto a él. Para protegerlos y mantenerlos calientitos...

- Kihyun y mi cuñado también me ha estado pasando los informes respecto a todos ustedes y el desarrollo local. - Respondió Yoongi con un tono ligeramente cortante.

- Sí, él mismo nos lo ha dicho. Nos dijo también que usted y los niños permanecerían alejados por un buen tiempo. - Dijo el joven omega con una pequeña sonrisa. - Y ahora entiendo porqué.

La sonrisa del omega recién llegado se amplió de forma sugerente y Yoongi tuvo que carraspear para evitar que sus mejillas se colorearan.

- Tal vez en unos días vaya a asegurarme personalmente de sus avances. - Prometió el alfa con recobrada seguridad.

SeokJin comenzó a inhalar un poco más, buscando con cierta desesperación el aroma de Yoongi.

No sabía qué le estaba pasando, pero de pronto sentía que necesitaba enterrar su nariz en la curvatura de su cuello.

Pero no podía atreverse a hacer ese tipo de acciones. No tenía permiso. No era correcto que lo hiciera.

Una pequeña ola de calor comenzó a ascender por su columna vertebral. Sus manos picaban por aferrarse al cuerpo de Yoongi. Por tirar de él y acercarlo aún más a su lado.

Tragó con dificultad y miró el rostro dormido de Taehyung, su esponjosa mejilla presionada en hombro del alfa. Su boquita semiabierta y su piel sonrojada.

Debía concentrarse en su bebé y no en la falta de oxígeno en sus sistema. Tampoco en el repentino temblor de sus piernas.

Debía tranquilizarse. Controlar lo que sea que le estuviese pasando...

Sintió un caliente líquido descender con lentitud por su nariz y discretamente pasó el dorso de su mano por ella.

Suspiró y recogió la rojiza humedad que salía de sus fosas nasales. Limpiando la fina hilera de sangre antes de que pudieran notarlo.

Estaba sangrando nuevamente y no quería preocupar a Yoongi porque intuía que él probablemente se alertaría por ello.

Giró su rostro hacia un lado y vio un pequeño pañuelo ser ofrecido por las delgadas manos de la señora Kang. Le sonrió con torpeza e inclinó su rostro con respeto. Tomando el suave pañuelo con timidez agradeció por lo bajo y de inmediato lo pasó nuevamente por sus fosas, limpiando la sangre antes de que el alfa pudiera notarla.

- Yoongi. - Llamó la omega mayor - Creo que es mejor si van a casa a descansar. - Dijo ella llamando la atención del alfa.

SeokJin ocultó el pañuelo manchado detrás de él, metiendolo discretamente en el bolsillo trasero de su pantalón antes de alzar el rostro y atreverse a mirarlo.

Yoongi le escaneó con detenimiento y sus ojos casi de inmediato se encendieron alertas.

No podía entender con exactitud lo que pasaba con su compañero, pero el alfa sabía que algo andaba mal con él.

- ¿Jin? - Le llamó con cautela.

El omega le regaló una tímida sonrisa intentando mantenerse firme. Sin mostrar el temor que había en su sistema ni la abrumante ansiedad de su lobo que crecía con alarmante rapidez.

- Vayan a casa. - Insistió la omega mayor.

- ¿Jin? ¿Quieres que regresemos a casa? - Preguntó Min con dulzura y el omega mordió su labio inferior.

Asintió lentamente, un par de veces antes de tragar con fuerza, inconscientemente acercándose un paso más a él.

Yoongi asintió también con rapidez y humedeció sus labios con repentina ansiedad.

- Cachorros, es hora de despedirse. - Llamó y los niños de inmediato corrieron hacia ellos.

La señora Kang comenzó a acariciar el rostro de los tres niños. Despidiéndose de ellos y susurrandoles dulces palabras antes de besar sus coronillas.

Yoongi permaneció atento a las reacciones de Jin, buscando alguna señal de incomodidad. De dolor o algo más.

Y no podía nombrar lo que sentía, pero su alfa de pronto estaba ansioso por estar en su hogar. Por tener a su familia en un sitio seguro y conocido. Alejarse de todos los aromas a su alrededor y aspirar únicamente el de su omega.

Podía sentir la incomodidad en el aroma de SeokJin. Habían sido demasiadas emociones y experiencias en ese día. No podía seguir presionando más a su omega.

Debía cuidar de él y de los niños.

La beta y el joven omega intercambiaron un par de palabras con los niños también antes de acercarse a los mayores.

- Me alegro mucho por usted, señor Min. - Dijo la beta con sinceridad. - Nos hace muy feliz ver que por fin se ha dado una oportunidad...

Yoongi asintió en silencio y meció el cuerpecito dormido de Taehyung como una forma de distracción.

Aún no sabía lidiar con que los demás supieran de su vida personal. Le resultaba difícil asimilar el hecho de que esas personas quisieran agradecerle lo que él hacía por ellos.

Yoongi nunca había pedido nada a cambio.

- Yoongi, SeokJin... - Les llamó la omega mayor y ambos giraron sus torsos hacia ella de inmediato. - Vayan con cuidado. - Les dijo con una cálida y dulce sonrisa que no dudaron en corresponder.

- Gracias abuela Kang. - Dijo Yoongi con absoluta gratitud y la anciana asintió encogiéndose de hombros.

- Sólo esperen aquí mientras voy por una bolsa, ahí pueden guardar los libros para que no tengan que cargarlos en los brazos. - Dijo ella alzando el tono de su voz. - Las tengo en la bodega trasera pero mis rodillas ya me duelen al caminar... o tal vez alguien podría ayudarme y traerlas para no tener que caminar...

La beta junto a ellos pareció reaccionar y se adelantó un paso, ofreciéndose con rapidez para ir en busca de la bolsa prometida. El joven omega sin dudar le siguió.

- Cuando lleguen a casa tomen una larga ducha y pasen tiempo juntos... a solas... - Sugirió la anciana con un guiño coqueto tan pronto las dos figuras se alejaron.

SeokJin sintió sus mejillas encenderse al instante. Su interior contrayéndose en una extraña sensación al imaginar las palabras sugeridas. Y parpadeó rápidamente para alejar los pensamientos que comenzaban a formarse en su cabeza...

- Abuela...

- No me agradezcan y sólo escuchen a esta vieja. - Interrumpió ella - Yo sé lo que es bueno para esta etapa de gestación.

Yoongi presionó sus labios juntos al reprimir su sonrisa. Aún estando seguro que sus ojos delataban la diversión que esa conversación le traía.

Podía sentir la inocente vergüenza brotar de su compañero.

- Cariño, - Continuó dirigiéndose a SeokJin. - Dejate consentir, no te reprimas ningún antojo o deseo ¿De acuerdo?... Y tú Yoongi deberías comenzar a alimentarlos mejor. - Le dijo con cierto reproche. - Más pasteles. Helado. Chocolates. Tienen que fortalecer a ese cachorrito. Ese bebé tiene que nacer muy sano y rechoncho. Con piernas gruesas y mejillas abultadas. Porque estoy seguro que será igual de hermoso que tú, SeokJin... - Soltó ella firmemente y Jin tembló totalmente conmovido.

- Prometo que los voy a consentir, abuela. - Aseguró Yoongi - Me encargaré de protegerlos con mi vida, también...

Ella sonrió ampliamente y asintió. Satisfecha de escuchar esas palabras y de ver los rostros de los dos.

Sus expresiones reflejaban más de lo que podrían decir o explicar con palabras.

Y sus ojos eran la más viva muestra de ello.

- Espero que puedan regresar pronto. - Dijo ella con ilusión. - Quisiera verlos más seguido...

- Abuela, recuerda que la fiesta de los mellizos es la próxima semana. Nos veremos ahí... - Dijo Yoongi suavemente y la mujer abrió los ojos con sorpresa. Como si de pronto lo hubiera recordado.

- Entonces es mejor que se vayan ya. - Apresuró ella. - Comiencen a crear su nido. Refuercen su lazo. Utilicen ese nido desde hoy para que el día de la fiesta no haya complicaciones de ningún tipo... los mantendrá tranquilos.

SeokJin parpadeó aturdido y frunció el ceño con confusión. No entendía a qué se refería la omega.

O porqué siquiera debería crear un nido...

- ¿Un nido?... - Preguntó Yoongi igual de confundido.

- ¿Qué es un nido? - Intervino Hoseok con repentina curiosidad. Mirándolos fijamente con ojitos interrogantes.

Los tres adultos de inmediato perdieron la capacidad del habla. Habían olvidado por completo que los tres cachorros estaban junto a ellos.

Y ahora era demasiado tarde para arrepentirse de sus palabras.

Ninguno de los tres adultos tenía idea de qué decir para responder con simpleza las dudas del cachorro.

- Yo hace poco leí que los nidos son lugares para que nazcan los bebés. - Respondió Namjoon con orgullo.

- Si... ahí... se cuidan a los cachorros recién nacidos... - Explicó la omega mayor no muy convencida.

- ¿Entonces el bebé ya va a nacer? - Preguntó Hoseok a cambio. Sus ojos abriéndose con emoción y sus dientitos mostrándose lentamente al sonreír con alegría.

- No. Aún faltan algunos meses... - Respondió Yoongi ligeramente nervioso.

- ¿Entonces para qué más sirve un nido? - Preguntó Namjoon con el ceño fruncido y SeokJin parpadeó aturdido.

Él tampoco sabía para qué servía. Nunca había hecho uno...

- Para descansar. Y SeokJin necesita descansar... - Explicó la señora Kang con ligera urgencia.

- Entonces yo también quiero un nido para dormir. - Soltó Hoseok con decisión y emoción.

Yoongi comenzó a ahogarse con su tos.

- Cachorros, creo que ya es hora de irnos. - Cortó el alfa con incomodidad.

No quería tener esa conversación con ellos. Aún eran muy pequeños para saber la función de los nidos.

Eran unos pequeños cachorros aún.

- ¿Puedo tener un nido yo también, papá? - Preguntó Namjoon con ojitos brilloso y Yoongi casi gruñó ante la simple idea.

- ¿Qué les parece si mejor comemos helado al llegar a casa? - Ofreció Yoongi con cierto toque de desesperación.

Los niños asintieron con entusiasmo olvidando el tema del nido por el momento. Incluso Jungkook que se había mantenido en silencio.

La señora Kang y Yoongi suspiraron aliviados al ver a los niños enfrascarse de nuevo en otra conversación. Diciéndole al pequeño alfita los sabores de sus helados favoritos. Sólo entonces Jungkook comenzó a balbucear un par de torpes respuestas.

- Deberían leer estos libros hoy mismo. - Les dijo la mujer señalando los tomos que SeokJin apretaba entre sus brazos.

El omega asintió, sabiendo que debía aprender cuanto antes sobre el desarrollo de su bebé.

Con Jungkook y Taehyung jamás tuvo la oportunidad de leer sobre su crecimiento ni las etapa de su desarrollo. Dongsun jamás le había llevado a un doctor o le había proporcionado información sobre gestación.

SeokJin había tenido que aprender a soportar sus síntomas y ocultar sus malestares.

Con Jungkook tuvo que aprender sobre la marcha.

Sin embargo estos últimos días todo era distinto. Comenzaba a tener síntomas que jamás había padecido.

Y su instinto le decía que era debido a Yoongi.

Era el primer embarazo que pasaba cerca de su compañero. De un alfa que su lobo aceptaba totalmente...

- Tampoco tengas miedo en buscar ayuda en los demás Yoongi. - Continuó la omega. - Las experiencias de Kihyun u otros omegas pueden servir para entender los cambios que ambos van a experimentar.

Yoongi asintió y mordió el interior de su mejilla sin decir nada.

No tenía palabras para refutar. Tampoco la valentía para aceptarlo.

Porque sabía claramente que la abuela tenía razón.

Debía recaudar toda la información que pudiera sobre un lazo y un embarazo.

Debía aprender sobre comportamientos, síntomas y demás para contrarrestar los efectos. Ejercicios y todo lo relacionado a ello.

Y sólo entonces Yoongi comenzó a entrar en pánico. Porque se dio cuenta de que no tenía ni las mínima idea de qué hacer si algo salía mal. Tampoco sabía qué etapa debía estar cruzando SeokJin o el cachorro.

No sabía absolutamente nada sobre embarazos.

Porque él jamás había estado tan cerca de un omega gestante...

Y no podía arriesgarse a cometer un error.



















......................................................

Capítulo dedicado a NatykookL

Lamento no haber actualizado antes, pero es que esta semana estuvo un poco pesada en la universidad.

Sin embargo este fin lo dedicaré a actualizar mis otras historias.

Espero les haya gustado el capitulo ♡

¿Algún comentario? ¿Duda?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top