12
Cuando el timbre en la cocina comenzó a sonar, Yoongi supo de inmediato de quien se trataba. Sin necesitar ver la pequeña pantalla sobre la pared sabía que su cuñado había llegado con las cosas que le había encargado.
Dejó de cortar los vegetales y limpió sus manos en el delantal amarrado a su cadera, quitando los restos que pudieran haberse quedado en su piel y retiró rápidamente la prenda antes de dejarla sobre la encimera.
Bajando la flama de las hornillas se dirigió a la puerta principal y observó a Shownu esperar detrás del cristal con algunas bolsas en una mano y uno de los mellizos colgado de la otra. Su cuñado decía un par de cosas a Jooheon quien le miraba con semblante adormilado y sobre sus hombros el pequeño Minhyuk miraba divertido su labor, enorgullecido de tirar de los oscuros cabellos de su padre con insistencia y sin ser reprendido. La sonrisa traviesa en el rostro de su sobrino hizo a Yoongi bufar una risa.
Minhyuk era idéntico a Kihyun.
Yoongi se acercó a la puerta y Shownu de inmediato levantó el rostro, sonriéndole ligeramente con un asentimiento de cabeza al tenerlo de frente.
— ¡Tio Gigi! — Chilló Minhyuk al instante que la puerta fue abierta y Yoongi alzó los brazos para quitarlo de los hombros de su padre. Sonriendo al sentir la tan conocida efusividad de su sobrino al saludarle.
— Iré por Changkyun y el resto de las cosas — Informó Shownu y le pasó las bolsas de su mano.
Yoongi aferró el cuerpo de su sobrino a su cadera y recibió las cosas que su cuñado le ofrecía con la mano libre, sin despegar la mirada del pequeño rostro del cachorro que le abrazaba con cariño.
— Minhyuk puede ir caminando. — Ofreció Shownu de forma baja y el niño se aferró más al cuerpo de su tío con el ceño fruncido en una clara mueca de desagrado al escucharlo.
— ¿Quieres caminar? — Preguntó Yoongi con una ceja alzada y el cachorro de inmediato comenzó a negar con un puchero disgustado. — Si. Eso creí.
Shownu soltó una pequeña risa al ver la interacción pero no dijo más. Sabía que Yoongi siempre consentía en demasía a sus hijos y estaba bien con ello, los niños lo amaban y Yoongi a ellos.
Por eso agradecía que Hoseok y Namjoon hubieran llegado a sus vidas. Ver a Yoongi sonreír después de todo lo que había ocurrido, había sido como la calma después de la tormenta. La ilusión que Yoongi había perdido la recuperó con ese par de niños...
Y aún con una sonrisa, HyunWoo vio a Jooheon con los ojos cerrados dormitando aún si se encontrara de pie, así que dio unas pequeñas palmaditas en la parte superior de su cabeza y el niño de inmediato despabiló un poco antes de notar a su tío frente a ellos y mostrar sus hoyuelos en una tierna y pequeña sonrisa.
— Tío Yoon, ya tengo hambre... — Se quejó Jooheon con un puchero y Yoongi sonrió al ver el peculiar saludo de su sobrino.
— Estoy preparando la comida. Vamos dentro y te sirvo un poco ¿De acuerdo? — Ofreció a cambio y el niño talló sus ojitos asintiendo.
Shownu esperó a que Jooheon tomara un trozo del pantalón de Yoongi con sus manitas para avanzar, y cuando vio que Min ingresaba a la casa con sus dos cachorros se dirigió de vuelta al coche, en busca de su otro hijo y el resto de las bolsas.
— ¿Señor SoJin sigue aquí? — Preguntó Minhyuk olfateando con curiosidad al entrar al amplio recibidor.
Yoongi inevitablemente sintió sus labios estirarse en una sonrisa, su lobo irguiéndose orgulloso al escuchar el nombre de su compañero ser dicho.
Su pecho se inflaba de sólo pensar en él sonriendole con timidez.
— Si, él estará aquí por un buen tiempo. — Respondió con ilusión, intentando pensar que ese tiempo fuera un "por siempre". — Kihyun me dijo que te llevaste bien con el pequeño Jungkook. — Continuó, intentando ocultar su emoción y distraerse con algo más.
Porque no estaba muy seguro de poder controlar la boba sonrisa que se dibujaba en su rostro cada que pensaba en su compañero y tampoco quería demostrar el estado en el que entraba al pensar en él.
— Sip. — Respondió el niño distraídamente y comenzó a picotear su hombro.
Yoongi le dejó y siguió caminando hasta la sala con Jooheon aferrado a su pantalón y dejando las bolsas sobre la mesa de centro el niño mayor de inmediato le soltó para subirse a uno de los sillones, mirando a Minhyuk que comenzó a removerse en su regazo para ser bajado de igual forma.
— ¿Quieren ver la televisión? — Preguntó Yoongi y ambos niños asintieron sonriendo y aplaudiendo.
Min dejó al menor junto a su hermano y ambos niños comenzaron a acomodarse en el sofá con repentino entusiasmo, mirando con interés la enorme pantalla situada encima de la chimenea.
Yoongi tomó su teléfono celular y encendió el televisor desde ahí. Ajustando el volumen del programa infantil que rápidamente captó la atención de sus dos sobrinos.
— No supe qué tipo de peluches comprar. Así que los niños eligieron estos. — La voz de Shownu sonó a sus espaldas y Min giró su torso sólo para ver a su cuñado con un buen puñado de bolsas en sus manos y a Changkyun tambaleándose y cargando con dificultad dos peluches que cubrían parte de su rostro también.
Su sobrino llevaba en su regazo un enorme conejo de color rosado de cejas altanera y un peluche en forma de corazón con lo que parecía, un cuerpo revestido en un traje azul con círculos amarillos.
— Esos están bien. — Dijo Yoongi sonriendo con repentina emoción.
A los cachorros les iban a encantar sus regalos.
— Sobre los libros... — Soltó Shownu y se inclinó a tomar los peluches del regazo de su hijo.
Yoongi alzó una ceja para hacerle saber que le escuchaba y comenzó a desempacar los cuadernos de dibujo y lápices de colores que venían dentro de las bolsas.
— No pude pasar a la biblioteca. — Continuó el mayor — Kihyun sigue molesto y tuve que limpiar la cochera antes de recoger a los mellizos del colegio. — Dijo con un toque apesadumbrado y Yoongi quiso burlarse de él.
— Ya se le pasará, hyung. — Tranquilizó reprimiendo una sonrisa —Y está bien. — Dijo — Tal vez Jin quiera conocer la biblioteca...
Y tal vez dejó que su sonrisa se ampliara con el simple hecho de pensar en llevarlos al centro del pueblo. Su pecho vibró en satisfacción al imaginar la felicidad de los cachorros y la del omega mismo al caminar por las modestas calles de su aldea.
Y comenzó a formar un plan para invitarlos esa misma tarde. Necesitaba mostrarles todo sobre ellos...
— Bien... — Dijo el mayor — ¿Él ha mejorado? — Preguntó y la sonrisa de Yoongi vaciló por un segundo.
— No mucho. — Susurró al no estar seguro de poder controlar el timbre de su voz — Pero ya habrá oportunidad de hablar bien con él.
Shownu asintió pensativo y entregó tres pequeñas y coloridas cajitas de jugo de frutas a sus tres hijos.
— Sólo no lo presiones. — Aconsejó después de unos segundos y Yoongi asintió con un pesado suspiro.
— No lo haré.
Tragó con fuerza el nudo formándose en su garganta, intentando alejar la incómoda sensación alojandose en su pecho al pensar en la situación en la que se encontraban. Se sentía en un punto ciego cuando su lobo sólo quería desmembrar para proteger.
Su manada había aumentado y corría peligro así que no pensaba bajar la guardia en ningún momento.
— ¿Y dónde está?... — Interrogó Shownu al olfatear ligeramente el lugar, ensartando las pequeñas pajitas dentro de las bebidas de los niños.
— Arriba. — Respondió Min — Los mellizos durmieron con él. No pude apartarlos — Dijo incapaz de reprimir lo que ello le provocaba — Deben seguir dormidos... — Vio la hora en su reloj dándose cuenta de que se encontraban cerca del mediodía.
— ¿Encontraste algo del alfa? — Preguntó Shownu por fin, mirando fijamente todos y cada uno de sus movimientos.
La mandíbula de Yoongi de inmediato se cerró y sintió un gruñido formarse en su pecho, aferrando con más fuerza de la necesaria los artículos que sostenía en sus manos.
— Nada. — Escupió — Pero aún así preferí no llevar a los cachorros al colegio. — Dijo al intentar disfrazar la amargura que subía como espuma por su boca.
— Tal vez deberías comunicarlo a la aldea. Así todos podremos ayudar. — Sugirió Shownu y se alzó de su lugar.
Observó los musculos tensos en su cuerpo y avanzó hacia a él, dispuesto a sacarlo de la periferia visual y auditiva de sus hijos por si comenzaba a maldecir o gruñir por la furia contenida.
Min simplemente bufó y giró su cuello en un sólo movimiento que hizo tronar sus articulaciones con un sonido seco. Necesitaba poner a salvo a su familia cuanto antes...
— No. — Gruñó — Primero quiero saber más de ese hijo de... — Shownu carraspeó y le tomó del brazo al tirar de él hacia la cocina con fuerza.
Yoongi se tragó las palabras y se dejó arrastrar, mirando a los niños absortos en los dibujos animados que bailaban dentro de la pantalla.
— Debes tranquilizarte — Advirtió Shownu y el otro alfa suspiró pesadamente.
Miles de palabras se arremolinaban en su garganta, quería gruñir y maldecir. Sólo así su interior podría liberar un poco de la tensión que venía arrastrando desde días atrás. Su fuerza contenida comenzaba a irritarlo y sus colmillos ardían de sólo pensar en la mierda de alfa que era ese tipo.
Sólo quería tenerlo de frente y hacerle pagar todas y cada una de las cicatrices en su omega y del miedo infundado en el pequeño Jungkook. Porque se había atrevido a lastimar a SeokJin y a los cachorros y alguien como él no tenía merecido siquiera un castigo menor a la muerte.
— Lo voy a encontrar. — Soltó gruñendo.
Era más que una amenaza. Era una promesa y la iba a cumplir.
— La investigación ya se abrió. — Dijo Shownu y palmeó su brazo torpemente en un inútil intento de hacerle recuperar la completa consciencia humana. — Kihyun y yo nos encargaremos de darle seguimiento personalmente.
— Eso no me deja más tranquilo. — Gruñó — Necesito encontrarlo yo mismo. — Escupió amargamente.
Sintiendo la piel de sus palmas rasgarse al enterrar sus uñas en su carne. Intentando frenar el odio que amenazaba con hacerle estallar.
Se sentía a nada de salir en busca de ese tipo. Rastrearlo. Cazarlo. Porque sólo hasta que su garganta estallara entre sus dientes, se sentiría tranquilo y satisfecho.
Sólo hasta entonces todos estarían bien.
— Pues debes conformarte con eso. — Le cortó Shownu de inmediato — Tu prioridad es que tu omega y el bebé se recuperen por completo. — Sentenció de forma baja y Yoongi chasqueó la lengua.
— Mi prioridad es cuidar a mi manada. — Corrigió en un bajo gruñido — Y eso haré. — Declaró firmemente.
Shownu suspiró y titubeó un poco antes de asentir.
— Entonces cuenta conmigo, también. — Dijo palmeando su hombro.
Estrechó su hombro y los dos se miraron a los ojos. Viendo a ambos lobos a flor de piel. Resplandeciendo amenazantes en cada fibra de sus pupilas. Porque sentían la inevitable amenaza y casi podían oler el peligro en el ambiente, flotando como un susurro de batalla hasta ellos.
Y ninguno de los dos tenía miedo, porque estarían preparados por si él los encontraba primero.
— Gracias hyung. — Soltó Yoongi de forma ronca y con absoluta sinceridad.
Y Shownu asintió una vez más con una efímera y sincera sonrisa asomándose por sus gruesos labios. Siempre protegerían a sus familias a toda costa.
Y una vez que sus nervios redujeron y sus lobos se tranquilizaron un poco, ambos permanecieron en absoluto y total silencio sin saber qué más decir o hacer. Repentinamente incómodos por la situación.
— Yo iré a cocinar... — Murmuró Min de forma incómoda después de carraspear y retroceder un paso.
— Sí... Yo iré con los niños...
...
— A mi me gusta mucho el de vainilla pero Joonie quiere que sea de chocolate. — Se quejó Hoseok con ojitos exageradamente "tristes".
Y Jin sonrió al ver el pucherito formándose en los labios de Hobi al explicarle "el gran problema" que tenía. Así que continuó acariciando la pancita de Taehyung con una de sus manos, dejando que Hoseok liberara su pequeña frustración con él.
— ¿Y por qué no dos pasteles? — Sugirió el omega al acariciar los cabellos revueltos de un adormilado Namjoon con su mano libre.
El pequeño no se había despegado de su lado en toda la noche. Y SeokJin descubrió que su aroma había logrado hacerle dormir toda la noche entera sin ningún problema.
Y eso de cierta manera le hacía sentir satisfecho y feliz.
— Porque nos gusta compartir pero Joonie sólo se come el betún. — Explicó Hoseok haciendo un adorable mohín que Jin quiso apretar con sus dedos.
— Entonces puede ser de vainilla y el betún de chocolate. — Propuso simplemente y el niño le miró como si le hubiera revelado el más grande y sorprende secreto del universo.
— ¡Si! —Chilló con emoción, hincándose sobre la cama para dar unos pequeños saltitos.
— Sólo espero que este año el pastel no quede chueco... — Reflexionó el niño con repentina seriedad y SeokJin frunció el ceño intentando saber con exactitud a qué se refería. — Papá nos hace nuestro pastel siempre. — Explicó Hoseok con un toque de orgullo y el corazón del omega dejó de funcionar.
El simple hecho de imaginarse al alfa preparando algo para los cachorros le hacía derretirse por completo, su mente haciéndole una dolorosa jugada al visualizarlo concentrado en la decoración de un pastel de cumpleaños. Y tal vez eran las hormonas o el sentimentalismo propio de su estado, pero algo cálido en su pecho se alojó sin intención de abandonarlo por un buen rato.
— ¿Usted sabe hacer pasteles? — Preguntó Hoseok con curiosidad y Jin no resistió el impulso de acariciar su mejilla, provocando una enorme sonrisa al cachorro.
— Sí... — Admitió en un susurro y los ojos de Hobi se iluminaron aún más. — Y... Y sí su papá me lo permite yo puedo ayudarle a hornear su pastel... — Se atrevió a decir con nerviosismo.
Sabía que se estaba tomando demasiadas libertades, no dejaba de reprenderse por su excesiva confianza, debía detenerse antes de molestar a Yoongi. Antes de enfadarle y hacerle perder la paciencia que había demostrado hacia ellos.
Pero su lobo le decía que ese alfa era distinto, no era igual a Dongsun. Tenía que repetirse que él no estaba ya con ellos. Que no podía lastimarlos porque ya estaban "a salvo".
Y era tan grande la desesperación y miedo en su interior que se aferraba a esa idea. Rogando a la luna a cada minuto, que le concediera la oportunidad de una nueva vida. De comenzar lejos con sus bebés. Donde nadie pudiera seguir lastimandolos.
— Papi... — La voz de Jungkook le hizo girar su rostro hacía él y encontrarlo frotando sus ojitos con insistencia al intentar alejar por completo el sueño de él.
— Buenos días... — Canturreó Jin dulcemente peinando los oscuros y sedosos cabellos de su cachorro.
Jungkook se dejó y miró embobado a su papá, absorbiendo cada detalle de su rostro con devoción. Mostrando sus dientes al sonreirle ampliamente sin poder reprimir más su amor hacia él.
— Hambe. — Dijo de forma baja y señaló su pequeño estómago.
Jin acomodó la camisetita sobre su torso y asintió, acercándose a besar su mejilla sonoramente.
Se alejó de su cachorro y miró de vuelta a Hoseok, quien le miraba con una sonrisa expectante.
El omega de inmediato se fijó en los cabellos del niño repentinamente revueltos. Los mechones en todas las direcciones posibles, como si hubiera peleado con algún gato salvaje a muerte. Y Jin no pudo evitar sonreír nuevamente por la enternecedora imagen que le dio el cachorro. Dándose cuenta que se había despeinado él mismo para recibir la misma sesión de mimos que le había dado a su bebé.
Así que con gusto, Jin dirigió su mano a las hebras de Hoseok y comenzó a peinarlo también, escuchando al niño suspirar de forma melosa cuando cerró sus ojos. Jin continuó peinandolo con esmero y dulzura, y al finalizar, besó su esponjosa mejilla de igual forma, sonora y dulcemente. Suspirando cuando el cachorro también lo hizo.
Se separó de él y le vio sonreírle con todo el rostro. Desde sus ojos que desbordaban alegría e ilusión, hasta sus labios que de tanto estirarse mostraban ambas hileras de sus blancos dientes.
SeokJin podría mimarlo todo el día si su recompensa sería siempre esa sonrisa...
— Hobi, ¿Podemos salir? — Le preguntó de forma baja y el niño se acercó más a él por instinto.
— ¿A dónde? — Dijo inclinando su cabeza hacia un costado con curiosidad. — ¿Al pueblo? ¿O al parque de diversiones? — Preguntó con repentino entusiasmo.
— No... — Detuvo SeokJin con mejillas calientes — De... De la habitación... — Dijo un poco avergonzado.
— Oh si, si. — Asintió frenético — ¿Ya tiene hambre? — Se bajó de la cama de inmediato — Papá ya debe estar cocinando...
Jin se quedó helado al escuchar eso y su omega se encogió dentro de él al pensar en el alfa cocinando para ellos.
Con cada segundo que pasaba dentro de esa casa se daba cuenta que Yoongi era totalmente distinto a todos los alfas que había conocido. Y tenía miedo de conocerlo más, porque eso significaba que caería total y perdidamente por él.
Y no podía permitirse tal cosa.
No cuando sus cachorros le necesitaban, y no cuando él no tenía nada que ofrecerle a ese alfa...
...
Con un suspiro de valentía, SeokJin giró la fría perilla de la puerta, con extrema lentitud y su corazón golpeando duramente contra su pecho, a pesar de que su lobo le decía que no debía tener miedo era inevitable no sentirlo, por eso aferró a Taehyung más a su pecho, porque de esa forma podía sentirlo más cerca y protegido.
Ofreció una de sus manos a Jungkook pero él negó un par de veces y giró su rostro hacia atrás, dirigiendo su vista hacia Namjoon, quien caminaba detrás de ellos con su pijama de koala.
Jin entendió a qué se refería su cachorro al ver los pasos torpes y adormilados de Namjoon, y no pudo evitar sentir una oleada de orgullo al ver a su pequeño alfita sacar su lado protector a pesar de ser más pequeño que el otro niño que jugaba torpemente con sus manitas.
SeokJin había descubierto esa actitud cuando el cachorro se sentía observado o nervioso. Siempre desviaba su atención y comenzaba a distraerse con algún movimiento de sus manos para liberar el nerviosismo que le dominaba. Usualmente bajando la mirada y jugando con sus propios deditos.
Y SeokJin lo descubrió con facilidad, porque él realizaba lo mismo cuando se sentía nervioso.
Tendió la mano hacia Namjoon y el niño la miró confundido antes de alzar su rostro y verle a los ojos. Mostrando los dulces pozos de sus mejillas al sonreírle y tomar su mano en un rápido movimiento. SeokJin sintió a su lobo chillar de alegría y emoción al ver la sonrisa del cachorro protagonizar la escena. Jamás en toda su vida se había sentido así y deseaba aprovecharlo todo el tiempo que pudiera permanecer con ellos.
Hoseok y Jungkook se adelantaron y comenzaron a liderar el camino. Jin les siguió temeroso, escuchando algunas voces a la planta inferior, se mantenía alerta pero no distinguía claramente lo que decían. Siguieron avanzando, intentando olfatear y captar aromas, sin embargo nada ajeno a los niños y la fragancia de Yoongi llegaba hasta él.
Tae se irguió un poco para mirar a su alrededor por unos instantes, sólo para volver a acurrucarse en su cuello, pegando su pequeña naricita sobre su piel y aspirar con afán. SeokJin sentía sus manos sudar pero lo ignoró, no tenía porqué tener miedo. Su mente se lo repetía una y otra vez. Debía confiar. Ya no estaban en peligro...
Siguieron bajando las escaleras y SeokJin se detuvo al final de las mismas cuando captó una oleada de distintos y nuevos aromas. Unas pequeñas risitas se escuchaban y de inmediato buscó a los ocasionantes de las mismas, dirigiendo su vista hacia una enorme e impresionante pantalla transmitiendo un programa infantil.
Dos pequeñas matas de cabello sobresalían de uno de los sofás y el interior de Jin automáticamente se relajó al ver que se trataban de unos cachorros no mayores a siete años.
Sin embargo, unos pesados pasos hicieron eco cerca de ellos y SeokJin se quedó helado al ver al enorme hombre que se dirigía hacia ellos. Un alfa definitivamente. Su fuerte aroma y musculosa construcción se lo gritaban.
Y el pánico comenzó a apoderarse de él, sintió sus rodillas temblar bajo su propio peso pero se mantuvo firme, escaneando el espacio antes de tomar una decisión. Buscando vías de escape o a Yoongi.
Ese alfa los podía lastimar con un simple movimiento de mano y él era el único que podía proteger a todos los cachorros de la habitación...
Namjoon de pronto le soltó la mano y SeokJin jadeó duramente al verlo caminar hacia el alfa. Apartándose de su lado sin darle oportunidad siquiera de respirar.
Jin apegó más el cuerpecito de Taehyung por instinto, como si intentara esconderlo dentro de su piel y protegerlo a toda costa de cualquier peligro que pudiera surgir. Y no se dio cuenta que temblaba hasta que escucho su propio gimoteo bajo y agudo. Uno que jamás se había escuchado soltar.
El alfa le miró confundido y pareció relajarse al instante en que vio su abultado abdomen. Sin embargo SeokJin llevó la mano hacia su hinchada pancita y la cubrió con la palma abierta. De forma protectora y celosa.
No se iba a acercar a ellos...
Y tal vez hubiera comenzado a gruñir para amenazarlo y advertirle que no se acercara, pero el aroma de Yoongi le distrajo y sintió a su lobo desesperado por acurrucarse en el regazo de Min.
— Jin... — La gruesa voz de Min exhaló su nombre y el omega automáticamente siguió el sonido.
Saliendo de la cocina venía Yoongi, con las manos detrás de su espalda, atando los cordones de un delantal y mirándole fijamente.
Los músculos de Jin de inmediato se relajaron pero se mantuvo en su lugar. Y algo pareció encenderse en el cerebro de Yoongi, el reconocimiento cruzó sus facciones de pronto y chasqueó la lengua al correr hacia él con una mueca de disculpa.
— Perdóname Jin... No tengas miedo. — Suplicó — Él es el compañero de Kihyun... — Susurró Yoongi de forma baja.
Y SeokJin se apegó más a él por instinto, buscando su calor y aroma para terminar de apaciguar su aterrado interior.
Sintió la presión de una cálida mano sobre la suya y bajó la vista hasta su vientre, viendo la grande mano de Yoongi presionar contra la suya, acariciando su dorso dulcemente con su áspera piel en un tierno roce que le hizo suspirar tranquilo.
Sólo entonces el omega se permitió respirar tranquilamente, porque Yoongi estaba junto a él, sosteniendo su mano y protegiendo al bebé en su vientre. Su calor le transmitía mil y un sensaciones y su aroma le envolvía como una gruesa manta en el día más helado de invierno. No había peligro si miraba dentro de sus ojos. Su aspiraba su fragancia y sentía su piel.
Y porque cuando tenía a Yoongi cerca, olvidaba sus miedos y dejaba que fuera su presencia lo que se apoderara de su mente y corazón.
Y aunque supiera que estaba mal, que tal vez le mataría cuando Yoongi se diera cuenta de su poco valor y le alejara, también sabía que no podía controlar más sus sentimientos. Porque se sentía perdido y Yoongi parecía sostener sus piezas rotas con sólo mirarle.
Y tal vez sólo en ese momento, SeokJin rogó a la luna que le permitiera disfrutar de ello sólo un poco más. Sentirlo cerca e imaginar que le importaba a alguien.
Sólo un poco más hasta que pudiera ser capaz de alejarse de él y no volver nunca más...
.........................................................
Ya soy libre por fin y comenzaré a actualizar con frecuencia. Muchísimas gracias por esperar y mandarme mensajes ♡
Otra cosita, ¿Tienen Zepeto? 🤔
Les dejo mi código y nos podemos seguir mutuamente ♡♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top