11
La sonrisa de Yoongi era tan brillante que creía poder iluminar el pueblo entero sólo con ella.
Su corazón se sentía caliente y su lobo estaba tranquilo. El tener a SeokJin durmiendo en el sofá de su oficina le tenía simplemente maravillado. Sus rasgos relajados y sus gruesos labios ligeramente separados le dejaban saber que él se sentía seguro. A su lado y con todos los cachorros acurrucados junto a su cuerpo, durmiendo igual o incluso más profundamente que SeokJin.
Yoongi permanecía en silencio. Inflando su pecho orgulloso al haber sido capaz de regresar la paz a su omega, aún si supiera que fuera efímera y que probablemente Jin volvería a presentar otra crisis como esa.
Sabía que habían dañado a su compañero, veía el dolor con el que había sido obligado a vivir y se sentía inútil al no saber qué hacer para borrar sus heridas.
Debía ser cuidadoso, paciente y aceptar cualquier cosa que el omega decidiera. Tenía que hablar con él. Ofrecerle su vida entera esperando que la aceptara.
Porque Yoongi mantenía la esperanza de ser aceptado aún con su condición y dos cachorros.
Porque la luna los había unido por una razón y Min estaba seguro que era para ser el noble guardián y protector de SeokJin y los pequeños cachorros.
Él los cuidaría con su vida misma…
Sus mellizos se aferraban al cuerpo del omega con sus bracitos y SeokJin los protegía con los suyos. Intentando abarcar a Jungkook también, que se había unido a la siesta cuando el omega y los niños ya permanecían dormidos.
Yoongi habló con el cachorro y le explicó los cambios que estaba sufriendo. Le dio galletas de avena para tranquilizar a su lobito y caminaron un poco dentro de la casa. Ofreciéndose a ayudarlo y escucharlo cuando lo necesitara.
Jungkook aún se mantenía renuente pero el mayor sabía que había progresado al no haber recibido tantos gruñiditos de su parte, permitiendole también tomar su manita cuando caminaban por los rincones de la cabaña.
Debía ir con calma y sin apresurar las cosas. El cachorro cargaba demasiado sobre sus pequeños hombros y Yoongi no podía soportar el miedo que ocultaba en sus ojitos. De verdad esperaba que algún día Jungkook llegara a quererlo aunque fuera sólo un poco…
Unos pequeños gimoteos adormilados sacaron a Yoongi de su cavilación y alzó el rostro de inmediato. Encontrándose con un dormido Taehyung removiendose y puchereando sobre el pecho de SeokJin.
El alfa se mantuvo alerta, dispuesto a actuar a la más mínima señal, esos gimoteos sólo eran la amenaza de un potente llanto que estaba a punto de soltar.
Taehyung comenzó a inhalar y exhalar cada vez con más fuerza cuando comenzó a abrir sus ojitos, mirando con un pronunciado puchero el rostro profundamente dormido de su papá. Yoongi de inmediato se alzó de su lugar y caminó el último metro que lo distanciaba de ellos, acercándose con cautela para no asustarlo ni despertar a los demás.
El pequeño labio inferior del bebé comenzó a temblar y talló sus ojitos con un bajo llanto comenzando a formarse en su diminuto pecho, sin embargo al sentir el aroma le Yoongi le hizo voltear curioso y observarlo con lágrimas a punto de escurrir a chorros por sus redondas mejillas.
El alfa tendió sus brazos hacia el bebé con una pequeña sonrisa y el pequeño de inmediato alzó los suyos esperando ser cargado y arrullado por él.
Yoongi lo tomó con extremo cuidado y dejó brotar su fragancia en exceso para relajar más a Jin cuando quitó al bebé de su pecho, rogando para que no despertara y siguiera descansando en ese sitio. Yoongi aferró al bebé contra su pecho y acercó más su camisa al rostro de Jin, dejándola por debajo de su mandíbula para llenar la falta de calor que le había sido quitada.
Y el alfa no pudo evitar soltar un pequeño sonido satisfecho cuando el omega se relajó al instante que inhaló su aroma. Sonriendo de forma casi invisible al acurrucarse más en el calor de los cachorros mayores.
Taehyung comenzó a sorber su naricita un poco más tranquilo y Yoongi acarició la pequeña espalda con lentitud hasta que el bebé se calmó por completo, manteniéndolo en su pecho al mecerlo con dulzura y regresar de vuelta a su silla frente al sofá soltando por fin el aire que había retenido.
Taehyung comenzó a jugar con su oreja, tirando de ella con sus pequeñas manitas, soltando agudas risitas cuando veía al alfa hacer muecas por la sensación que le provocaba.
— Cachorro, me vas a arrancar la oreja… — Susurró Yoongi de la forma más baja que pudo.
Quejándose falsamente con el bebé que simplemente mostró sus encías y sus primeros tres dientes en una amplia sonrisa que lo derritió totalmente.
Yoongi comenzó a reír de forma baja y siguió meciendo al bebé. Taehyung no tenía intención de dormirse de nuevo, pero el alfa estaba bien con él balbuceando y mordiendo su hombro ocasionalmente.
Por primera vez en esos últimos días su lobo se sintió casi completamente tranquilo. Tenía a su manada frente a sus ojos. Bajo su cuidado y con el miembro más pequeño golpeando su rostro con los puñitos.
Todo estaba bien.
…
Cuando SeokJin abrió los ojos se encontró con la mejor escena de su vida.
A Yoongi jugando y cantando de forma casi inaudible con su bebé más pequeño.
Podía sentir su corazón llenándose de algo que jamás había sentido. Le asustaba, pero no quería dejar de sentirlo.
Sabía que eso lo mataría cuando tuviera que alejarse del alfa, pero quería disfrutar de ello mientras pudiera.
Aún si al marcharse le matará de forma lenta y dolorosa…
— ¿Qué quieren comer? — Preguntó el alfa de pronto y Jin dejó de acariciar el rostro de un adormilado Namjoon.
— ¿D-disculpe? — Tartamudeó SeokJin con torpeza.
Seguro de no haber escuchado bien. Porque no tenía sentido que el alfa le preguntara eso. O tal vez él ya tenía hambre y quería comer…
Pero en todo caso le hubiera mandado a preparar comida para él y sus cachorros…
— Debes tener hambre… — Explicó Yoongi y Jin negó. Su cuerpo estaba acostumbrado a recibir poco alimento. Podía pasar horas sin probar un solo bocado.
— Le di un poco de galletas a Jungkook… — Continuó el alfa y Jin miró a su cachorro aún dormido — Espero que no te moleste…
— ¿Moles… ? ¡No! — Negó el omega y de inmediato bajó el tono de su voz. — Y-yo no tengo cómo agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros… — Balbuceó con el corazón en la mano.
— SeokJin, yo haría todo por ustedes. — Dijo Yoongi mirándolo fijamente y el omega creyó haber muerto por sus palabras.
Sonaban reales. Tan sinceras que su omega se inclinó dentro de él. Aullando con alegría. Como si hubiera esperado escuchar esas palabras.
Como si supiera que algún día tendría que escucharlas…
— Y-yo no tengo cómo pagarle… — Murmuró con un nudo en la garganta y el alfa comenzó a negar.
— Yo no te pido nada. Sólo déjame cuidarlos… Déjame ganarme su confianza y protegerlos… — Suplicó y SeokJin sintió sus ojos humedecerse con miles de emociones revoloteando debajo de su piel.
— Yo no sé siquiera cómo debo llamarlo… — Murmuró Jin a cambio.
Soltando lo primero que su cerebro fue capaz de formular. Porque no parecía real.
Y tenía tanto tanto tanto miedo.
Le dolía pensar en sentirse seguro sólo para que le arrebataran todo.
Que tuviera todo sólo para perderlo de golpe.
Ya no quería sufrir. Ya no lo soportaría…
— Llámame Yoongi… No tienes que usar honoríficos conmigo a menos que quieras. Tampoco tienes porqué referirte a mí como si fuese un extraño... — Dijo casi con dolor y SeokJin bajó la mirada intentando asimilar todo.
Dongsun nunca le había permitido decirle hyung, era demasiado vergonzoso para él que su omega le llamara de esa forma. Decía que no merecía hablarle como si fueran iguales. Incluso tampoco podía llamarle por su nombre. Era “alfa” y punto.
Debía hablarle con respeto y sólo cuando se lo permitiera. SeokJin aprendió a tratarle así en poco tiempo.
Siempre le dio el trato que el alfa le ordenó, porque sus mejillas ardían cuando incurría alguna falta de respeto.
— Usted pu… Tú… Tú puedes llamarme Jin… — Soltó con dificultad.
Sus labios y mejillas ardiendo al decir aquello. Como si fuera algo prohibido que contrarrestaba el dolor de su corazón.
Y el alfa sonrió. Su rosadas encías mostrándose orgullosas al omega, demostrando la felicidad que escuchar aquello le decía.
Sólo hasta entonces SeokJin se permitió sonreír también…
— ¿Qué te gusta hacer? — Preguntó el alfa con entusiasmo y SeokJin tuvo que poner a funcionar su cerebro de nuevo.
Leyendo las palabras de los labios de Yoongi. Envuelto en la calidez y tranquilidad que su rostro le transmitía.
— Me gusta estar con mis cachorros. — Respondió el omega de inmediato.
— Pero cuando tus cachorros juegan o duermen ¿Qué es lo que tú haces? — Intentó el alfa de nuevo y SeokJin meditó la respuesta un segundo. Intentando controlar también el repiqueteo dentro de su pecho.
— Cuido que no hayan manchado algo que no sea de ellos o mío.— Dijo simplemente y los ojos de Yoongi resplandecieron en algo que no pudo entender.
— ¿Y qué más haces? — Insistió el alfa y Jin comenzó a jugar con sus dedos.
— H-hago mis labores de omega. — Respondió sintiéndose nervioso.
Como si confesara algo que fuera incorrecto. Temiendo de pronto por la reacción del alfa.
— ¿Labores de omega? — Inquirió Yoongi nivelando el tono de su voz. Segregado más aroma para calmar el temblor que comenzaba a sacudir el cuerpo de SeokJin.
— Y-yo… Cocinar, limpiar la casa, educar y cuidar a los bebés… — Respondió en un susurro.
— Oh. ¿Eso es exclusivamente para omegas? — Inquirió Yoongi con amargor en la garganta.
Cada vez sentía más odio acumularse al alfa que dañó a SeokJin.
— Un alfa no debe hacer nada de eso. — Dijo Jin con pesar, su lobo rechazaba ese pensamiento. Pero Dongsun siempre se lo dejó claro.
— Entonces también soy omega. — Dijo Yoongi y SeokJin le miró sin entender — Yo hago todo eso y no he perdido mi linaje. — Explicó con un encogimiento de hombros — Creo que sigo siendo tan alfa como siempre.
En ese instante SeokJin creyó que casi podría arrodillarse frente a él. Sintiendo una inmensa admiración y algo más por él.
Porque se dio cuenta de que la luna le había permitido encontrarse con el alfa más maravilloso de todo el universo…
Y con una pequeña sonrisa bajó la mirada, sus mejillas ardiendo bajo los oscuros y brillantes ojos del alfa.
— ¿Te gusta cantar? ¿Bailar? Pintar? — Preguntó el alfa intentando no perderse en el rostro del omega salpicado en el más hermoso sonrojo que había visto en su vida.
— Siempre me ha gustado hornear — Admitió de forma baja — Cuidar el jardín y leer… — Dijo en un susurro, peinando los cabellos de Jungkook y Hoseok con sus dedos.
Y el alfa se mantuvo en silencio, escuchandole y esperando que continuara. Como si escuchar su voz fuera alguna droga para él. O una trampa que lo tuviera perdido y sin posibilidad de escapar.
— Mi madre me enseñó a leer y amaba hacerlo, ella siempre me llevaba libros… — Confesó con su voz quebrándose.
La extrañaba y su corazón aún sangraba al saber que probablemente nunca más la volvería a ver.
— ¿Jin?... — Preguntó el alfa con preocupación la ver su rostro oscurecerse en repentina tristeza.
Pero el escuchar su nombre susurrado de esa manera hizo a SeokJin soltar por un momento sus preocupaciones y miedos. Dejar que su dolor se anestesiara con la presencia de Yoongi.
— ¿Podría quedarme aquí por el resto del día? — Soltó SeokJin antes de siquiera pensarlo.
Yoongi parpadeó aturdido y asintió automáticamente.
Él estaba dispuesto a llevarlo a otro planeta si se lo pedía.
— Tu aro… E-el aroma a alfa me hace sentir bien… — Explicó y mordió sus labios intentando callar sus pensamientos.
Sintiendo su rostro y orejas arder al igual que su palpitante corazón.
— ¡Mi habitación huele más a mi! — Gritó Yoongi de inmediato y SeokJin alzó el rostro con sus labios estirándose. — Bueno… Yo… — Titubeó con sus pálidas mejillas sonrojándose — P-por mi ropa… Y… — Calló y parecía a punto de querer golpearse a sí mismo — Uh… Y-yo duermo ahí… — Continuó y carraspeó ligeramente incómodo — Y yo soy alfa… Mi aroma es más fuerte ahí.
…
Yoongi bajó las escaleras golpeándose la frente por ser tan estúpido. Se sentía como un tonto adolescente en su primera cita.
Y ni siquiera había comenzado a cortejar a Jin.
Tenía que aprender a cuidar su boca antes de hablar. Podía asustar al omega o a los cachorros por su imprudencia verbal.
Sin embargo el ver al omega aceptar su sugerencia sonrojado le había hecho sentir mejor.
Ambos estaban igual de nerviosos y avergonzados por cosas tan simples.
Pero eso era una buena señal…
Y no podía controlar la agitación emocionada que su lobo tenía dentro de él. Ya se veía moviendo la cola como un perro doméstico.
Pero es que saber que SeokJin se encontraba viendo televisión en su cama rodeado de todos los cachorros le hacía sentirse ilusionado.
Porque tal vez algún día cercano, esa sería una actividad natural y cotidiana.
Sacudió su cabeza intentando concentrarse en su tarea. Debía preparar algo para comer. Algo que impresionara al omega y a los niños. Algo saludable y rico. Pero debía ser rápido y no muy complicado.
El pánico comenzó a apoderarse de él y sus habilidades culinarias parecieron desaparecer cuando se encontró en la cocina. Su mente en blanco aún con las puertas de la alacena completamente abiertas.
Suspiró frustrado, gruñendo con molestia al azotar el gabinete con fuerza. Tomó su teléfono celular y marcó con rapidez un número. Esperando con “paciencia” hasta que la línea se abrió.
— Hyung. — “Saludó” y recibió un sólo sonido gutural del otro lado. — ¿Qué cocinabas cuando Kihyun esperaba a los trillizos? — Preguntó y Shownu de inmediato comenzó a decir un listado de diversos platillos. Tanto dulces como salados.
El alfa de su hermano era alguien que gustaba de lo simple y sin complicaciones. Y en contraste, Kihyun siempre fue de paladar sumamente exigente y poca paciencia.
Si aún se mantenían unidos era porque Shownu debió haberse esforzado en preparar algo altamente decente.
— Shownu hyung, una cosa más. — Dijo después de escuchar algunos consejos por parte de su cuñado. — Necesito que me traigas algunos libros de la biblioteca central. También cosas de jardinería.
— ¿Qué tipo de cosas? — Preguntó Shownu confundido.
— Flores. Plantas. Semillas. Abono. Fertilizante. Macetas. En colores llamativos y tamaños pequeños. Para que un omega y cachorros puedan usarlos.
— Mañana iré a comprar las demás cosas, ¿Necesitan algo más?.
— No hyung. Sólo los peluches y cuadernos de dibujo. — Respondió de forma baja. — No quiero que se sientan presionados.
— Bien. Mañana pasaré a tu casa después de recoger a los mellizos.
— De acuerdo.
— De acuerdo. — Respondió Shownu de igual forma y cortó la llamada.
Yoongi suspiró y abrió un cajón para ponerse un oscuro delantal antes de cocinar. Tenía dos cosas en mente y debía hacerlo rápido.
Tenía que cocinar para que todos se alimentaran, y después iba a investigar los alrededores de la cabaña.
Debía encontrar rastros del lobo intruso. Porque tenía una sospecha de quién podría ser y no le gustaba ni un poco la idea.
No iba a permitir que se acercara.
Iba a encontrar a ese tal Dongsun y hacerle pagar todo antes de que pudiera acercarse siquiera un poco a su manada...
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Espero les haya gustado el capítulo♡
Leo todos todos sus comentarios, muchísimas gracias por todo, de verdad ♡
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