POV de Peter

Era Viernes por la noche, y T/n estábamos acurrucados en el sofá de su salón con Brooklyn 99 sonando muy bajo de fondo. tenía un brazo puesto sobre mi pecho y su cabeza escondida en mi cuello. Cuando empezó a adormecerse, el brazo con el que rodeaba sus hombros empezaba a jugar con su pelo. Mencionó cómo le gustaba eso cuando era pequeña.

Finalmente se durmió, aún en mis brazos, viéndose tan guapa con sus suaves rasgos tumbados a mi lado.

Sujetarla así era la mejor sensación del mundo, bueno además de besarla. Dios era increíble. Este primer beso después de tantos años había sido muy necesitado. Sus labios se sentían igual que cuando teníamos 10 años. Suaves, dulces y llenos de pasión. Tenía mariposas como nunca cuando la besaba. Sólo pensar en ella y desde que nos besamos hace unas horas sigue dándome mariposas. Nos besamos unas cuantas veces en este rato, de lo que puedo presumir. La quería tanto. No sólo sus besos, pero a ella. Pero, sí, también a los besos. Besarla de nuevo era increíble.

Giré la cabeza del episodio de Jimmy Jab Games de Brooklyn 99 y miré a T/n. Estaba roncando un poco lo que era la cosa más jodidamente adorable que había oído y visto. Sonreí. Todo se sentía tan bien.

Entonces me llegó un mensaje de May

-¿Dónde estás? Se está haciendo tarde

-Lo siento estoy en casa de T/n volveré pronto.

No quería dejarla, pero tampoco quería que May me pateara el culo. Me levanté con cuidado del sofá, poniendo almohadas en el sitio en el que había estado sentado para que T/n siguiera cómoda. Antes de irme, me agaché, le di un beso suave en la frente y le susurré te quiero.

Dejé su apartamento silenciosamente, asegurándome de no despertarla. Su madre y su padre seguían aún en el hospital.

De camino a casa, estuve sonriendo todo el tiempo que me balanceé. No podía dejar de pensar en ella y en lo mucho que la quería. No podía esperar a que nuestra relación siguiera creciendo.

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Después de abrir la ventana de mi cuarto, rápidamente me quité el traje, esperando a que May me interrogara.

Fui a la cocina a por algo de agua y segundos después May vino corriendo del baño hacia mí.

-ASí que estabas en la casa de T/n eh- Preguntó sonriendo.

-Eh, sí- Dije devolviéndole la sonrisa.

-¿Qué habéis hecho?

-Bueno vimos la tele y...nos besamos- Dije susurrando la última parte, debatiendo sobre si quería que May supiera lo de nuestra floreciente relación. Por supuesto lo escuchó.

-¡Dios mío! ¿Os habéis besado? ¿Cómo ha sido? ¡Espera no tienes que decirme que es raro! ¡Sabes que siempre he esperado que acabaseis juntos! ¡Por fin, ah! ¡Los dos sois tan adorables es que lo sé!- May soltó todo de una, sacudí la cabeza sintiéndome avergonzado.

-¡May!
-Lo siento, lo siento, es sólo que estoy emocionada por los dos! Más te vale tratarla bien- Se rió.

-Por supuesto que lo haré, es todo para mí. Buenas noches.

-Buenas noches...¡tortolito!

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Tu POV

Ahora mismo estaba en la cocina haciéndonos el desayuno a mi madre y a mí. Había vuelto bastante tarde del hospital, pero dijo que todo estaba yendo bien por ahora, sacando a mi padre del coma. No podía ir a verlo aún, ¡pero tenía tantas ganas! Todo parecía estar poniéndose en su sitio. Voy a recuperar a mi padre y estoy enamorada del chico más increíble del planeta, y es un héroe.

Después de bailar por la cocina haciendo tortitas, sonreí todo el tiempo pensando en sólo cosas buenas ahora mismo. Empecé a darle vuelta a las tortitas, que no habían quedado tan buenas como las de Peter. Peter. Dios, estaba tan enamorada de él, ¡y no podía dejar de pensar en ese beso! Sus labios habían sido tan suaves en ese beso de la salida de incendios, y en los otros tantos que habíamos compartido anoche.

Giré mi tenedor. perdida en mis pensamientos con el chico que tiene mi corazón. Entonces, alguien llamó suavemente a la puerta de mi casa, lo suficientemente fuerte como para sacarme de mis pensamientos. Gruñí y fui hacia la puerta, ya echando de menos mis tortitas y los pensamientos sobre Peter.

Rápidamente abrí la puerta queriendo terminar con el asunto quien quiera que fuese. Entonces lo vi a él y mi humor cambió por completo. Estaba demasiado ilusionada viendo a Peter en mi puerta. Nos sonreímos ampliamente el uno al otro, sin palabras.

Él habló primero- Hola...te he traído esto- Dijo dándome un precioso y colorido ramo de flores.

Las agarré, tocándose nuestras manos un segundo.

-Wow Pete son preciosas. Gracias- Le sonreí, prácticamente llorando por su compasión.

-¿Así que qué te trae por aquí?- Pregunté.

-Bueno aparte de querer ver tu preciosa, eh, cara- Los dos empezamos a reírnos y continuó- No pero en serio, eres preciosa. De todas formas, había pensado, en ya sabes, ¿pedirte formalente que seas mi novia?

Me reí otra vez, era tan adorable y precioso con sus palabras y su preciosa cara.

Poniendo mi cara en su mejilla y acercándome a él, respondí- Por supuesto que seré tu novia, ¿Cómo podría decir que no a esto? ¿Tú siendo mi novio? Un sueño hecho realidad.

se mordió el labio inferior y me sonrió, poniendo su mano en mis caderas.

Los dos acercamos nuestras caras, captando el mensaje, y suavemente besándonos el uno al otro, por vamos a decir, una excesiva cantidad de tiempo.

-¿T/n eres tú?

Rápidamente me aparté de Peter para ver a mi madre frotándose los ojos.

-¿Eh, sí?- Respondí.

-Bueno, que forma más interesante de levantarse- Dijo.

Peter y yo nos miramos.

-Los dos besándoos, quiero decir. Por cierto, hola Peter buenos días.

-Sí, hola señora T/a. Sólo, ya sabe estábamos-

-Peter y yo estamos saliendo- Solté y Peter le puso el pulgar arriba casualmente a mi madre.

Mi madre sonrió- ¡Eso es adorable! Los dos habéis sido siempre tan cercanos. Esperaba que salierais juntos en algún momento. De todas formas voy a ayudarme a mí misma a hacer unas tortitas y os dejo solos.

-Gracias mamá.

Después de que se fuera, me giré hacia Peter y los dos soltamos un suspiro de alivio. Que te pille tu madre besándote con tu nuevo novio puede ser incómodo, pero era Peter. Y lo quiero.

-Creo que es hora de que te invite a una cita hecha y derecha. Así que T/n, ¿quieres venir conmigo a ver una película esta noche?

-Sí- Sonreí y lo besé una vez más.

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POV del narrador

May Parker os dejó a Peter y a ti en el cine local para tener vuestra primera cita como novios. Estaban echando en el cine Stand by Me.

Peter compró las entradas y tú la comida, palomitas y bebidas de fresa/arándanos. El cine no estaba muy lleno y cogisteis sitios perfectos para tener una buena vista de la pantalla.

Peter y tú disfrutasteis de vuestras palomitas y bebidas.

-No me callo, crezco, y cuando te miro, ¡vomito! ¡Agggggh!

Los dos os echasteis una buena risa durante esta escena, icónica. Te lo estabas pasando tan bien con Peter, tan tan bien. Estar en una cita con él era como ninguna otra en la que habías estado. Era educado, adorable, cariñoso y una luz en tu vida. Estar con él se sentía tan bien y tan perfecto. No querías que fuera de ninguna otra forma.

Peter se lo estaba pasando genial contigo, por supuesto. Estaba tan feliz de estar contigo y de quererte completamente y abiertamente. Llamarte su novia, el amor de su vida, y su mejor amiga.

Apoyaste tu brazo en el reposabrazos que había entre tú y Peter, esperando mentalmente que cogiera el no tan obvio mensaje. Unos segundos después, apoyó su brazo en el reposabrazos, vuestros lados tocándose.

Se puso difícil para los dos concentraros en la película, los dos teniendo mariposas revoloteando y con los corazones a tope, sin saber lo del otro, aún así.

Debería simplemente cogerla de la mano, estamos saliendo- Pensó Peter.

Debería a lo mejor cogerle de la mano primero- Pensaste.

Peter empezó a hacer el primer movimiento, lentamente alzando su mano sobre la tuya. Notaste esto desde tu campo de visión y lentamente diste la vuelta a tu mano. Después de lo que se sintió como minutos, la mano de Peter finalmente hizo contacto con la tuya. Entrelazó sus dedos con los tuyos, apretándolos ligeramente. Tú también los apretaste. Vuestras manos quedaban tan bien juntas.

Y ahí estabais los dos. Cogidos de la mano, en una cita en el cine, y estando enamorados. Tan enamorados. Sin querer que nada cambiase. Queriendo quedaros así para siempre.