3 días después de la mudanza

El ático era increíble. Era enorme y elegante, pero aún así tenía un toque divertido, definitivamente estaba a un nivel superior de tu apartamento de dos habitaciones. Pepper dijo que Tony había comprado el sitio como una manera de ser un apoyo más cercano para Peter y tu familia. Si fuera necesario. Pepper era increíble. Era como tu familia y era tan cariñosa contigo. Te abrazaba cuando lo necesitabas y te daba espacio también. Y Morgan, la pequeña y dulce Morgan, era muy animada y te hacia sentir como parte de la familia. Era como la hermana que nunca tuviste, y te encantaba. Las tres pasasteis este duro momento juntas.

Esta mañana que te levantaste era una particularmente difícil. No habías dormido apenas, y cuando lo hiciste, te levantabas de vez en cuando con pesadillas. Aún quedaban restos de lágrimas en tu cara de la mitad de la noche. Habían pasado un par de noches desde que te mudaste con las chicas. Tu pelo estaba hecho un desastre y no te habías cambiado de ropa. Te quedabas casi todo el tiempo en tu habitación nueva y le habías preguntado a Pepper si ella y Morgan podían pasar a tu habitación para pasar tiempo contigo cada vez que lo necesitabas. Lo estabas afrontando de la mejor que podías, y no pasaba nada. 

Sabías que en un punto tendrías que pasar página. De la desaparición de tu padre, de la muerte de tu madre, del chasquido y del Blip. Así que esta mañana, aunque era duro salir de la cama, lo hiciste. Y estabas orgullosa de ti misma, y sonreíste. Son los pequeños pasos los que importan, te quedaste de pie en la oh-que-suave alfombra y estiraste, mirando por la gloriosa pared de cristal en un lado de la habitación. Las vistas eran espectaculares, amabas tanto la ciudad. De nuevo, sonreíste agradecida de tener a alguien como Pepper que te daba comodidades. Era una mujer tan fuerte y cariñosa.

Te miraste en el espejo del baño, sorprendida al ver tu reflejo. Tu pelo estaba aplastado, los ojos oscuros, con la piel llena de granos y un pijama ancho. Te mordiste los labios y asentiste con la cabeza a tu reflejo del espejo y dijiste,

-Voy a estar bien.

Suspiraste y dejaste tu habitación para ir a la extravagante cocina donde Pepper estaría probablemente haciéndoos el desayuno a las tres. asaste por el frío y largo suelo de madera del pasillo hasta la cocina. Como esperabas, allí estaban. Pepper estaba delante de la vitrocerámica haciendo tortitas y Morgan estaba sentada en la isla de cocina, con ceras en la mano, concentrada en el libro de colorear de los vengadores.

-Hola- Susurraste lo suficientemente flojo como para que te oyeran. No habías estado muy habladora los últimos días.

-¡Oh T/n buenos días! ¡Estoy haciéndonos unas tortitas!

-Gracias- Sonreíste- ¡Buenos días Morgs!

Morgan sonrió- ¡Buenos días T/n! ¡Mira! ¡Mira! ¡Estoy coloreando a la tía Nat!

Te sentaste en la silla de bar a su lado viendo la foto. Era Natasha Romanoff en acción, perfectamente coloreada por Morgan.

-¡Wow es adorable Morg!- La animaste. La niña sonrió, aún con sus pijamas de Hello Kitty.

Pepper fue y puso platos de tortitas en frente de vosotras, dándoos a cada una un beso en la cabeza después.

-Gracias Pep, lo agradezco mucho, bueno esto, todo- Dijiste.

-El placer es mío, solo estoy aquí para ayudar.

Pepper entonces puso dos platos más de tortitas, uno para ella y...¿otro para alguien más quizás?

-¡Ahh odio esto!- Morgan gritó.

-¡¿Qué?! Odias las tortitas- Empezaste a hacerle cosquillas y a desordenarle el pelo- ¡Cómo puedes odiar las tortitas tonta!

-No- Se rio- Noooo odio cortarla solo me quiero comer mi tortita ¡pero no puedo cortarla T/n!

-Te ayudaré.

Cortaste las tortitas de Morgan mientras te miraba intentarlo. Pepper se sentó en frente de Morgan, sonriéndoos a las dos y de cómo os reíais

-Hey! Ese baño está super bien- Dijo una voz más grave, entrando en la cocina.

Miraste arriba para ver al chico de pelo rubio oscuro tan familiar señalando al baño del pasillo y sonreíste. Harley.

Te devolvió la sonrisa- Hola T/n, me alegro de verte.

Te levantaste y lo abrazaste. Se sentía tan bien ver a otra persona conocida,

-Hola Harley, yo también me alegro mucho de verte 

Puso un brazo de forma cursi alrededor de tus hombros cerca de la isla de cocina.

-Se me olvidó decírtelo- Pepper se aclaró la garganta- Harley ha venido de visita.

-Está bien, me alegro de que esté aquí- Sonreíste entre los cuatro.

-Yyyyyyyyyyy hablando de visitas-

El sonido de un portazo en la puerta principal cortó a Harley.

-Creo que está aquí- Harley se puso cara a cara contigo- Estoy seguro de que has echado de menos a Peter así que

Peter. No habías hablando con él desde vuestra pequeña discusión, antes de que tu madre se...bueno. No es como si te hubieras olvidado de él. Nunca te podrías olvidar de Peter. Es solo que no era la primera cosa que se te venía a la cabeza después de todo lo que había pasado. Pero lo echabas de menos otra vez.

Agarraste la chaqueta de Harley, esperando nerviosa a que Peter entrara en la cocina. Giró la esquina y allí estaba, parecía tan roto y desaliñado. Tenía cortes notables en la cara y en las manos. Miró el contacto entre tú y Harley, de lo que Harley se dio cuenta.

-Uhhhh, os dejaré a los dos...a ello- Dijo Harley, frotando tu mano antes de soltarla. Se fue hacia el salón con Pepper y Morgan dejándoos a Peter y a ti a solas. En silencio.

Hablaste primero.

-Peter.

-Hey, hola T/n- Tartamudeó.

Ese maldito apodo- Pensaste. Amabas que te llamara así.

Los dos os quedasteis ahí, a unos cinco o seis pies de distancia, mirándoos el uno al otro y confusos sobre lo que deciros. Pero entonces dijiste las palabras que quería y necesitaba oír.

-Te he echado de menos.

-Yo también te he echado de menos. Lo siento tanto, s-siento mucho que te haya pasado esto. Siento no haber estado ahí para ti. Y sobre todo siento haber sido un completo capullo- Exclamó Peter.

-Estás aquí ahora, eso es lo que importa, y yo también fui una gilipollas. Lo siento- Empezaste a llora- Estoy tan confusa, y, mierda ¿Pepper es mi madrina? ¿Y mi padre puede ser el malo? ¿Y mi madre ya no...está? Me sentí tan perdida estos últimos días y siento no haber llamado. Y otra vez siento lo de la pelea, no debería haber dicho esas cosas.

-Los dos dijimos cosas que no deberíamos T/n

Asentiste y fuiste a donde estaba Peter con los brazos abiertos dándote el abrazo más reconfortante y suave del mundo, algo que necesitabas desesperadamente de tu amante. Sí, Pepper estaba ahí para ti pero dudabas de que te quisiera así tan pronto, saber que te habías convertido en su hija tenía que ser mucho que asimilar.

Peter pasó sus manos por tu espalda, solo mostrándote amor en cada toque.

-Te quiero, aún después de esa noche y ahora más que nunca- Peter susurró.

-Yo también te quiero. Me haces sentir como en casa. Me siento como en casa. Te necesitaba y estoy tan contenta de que estés aquí.

-Yo también me alegro de estar aquí. Te quiero tanto.

Y durante lo que se sintió como si fuera para siempre, Peter alzó su cabeza y te besó. Habías olvidado como de adorable era besar a Peter Parker otra vez. Algo que no sabías que necesitabas. Empezó lento, y luego cogisteis movimiento, necesitando tanto esto. Sus manos en tu pelo, se sentía como el cielo. Tus manos exploraron su cuerpo y juró que si no fuera porque estaba en la cocina de Pepper se hubiera derretido. Este chico estaba tan enamorado de ti y besarte era la mejor cosa del mundo. Era apasionado y erótico, pero se cortó cuando Peter gruñó.

-Probablemente no deberíamos hacer esto aquí, la señora Potts se volvería loca si se enterara de que lo estamos haciendo en su cocina- Dijo Peter y los dos os reísteis. Esa preciosa risa suya y tuya. Casa.

Peter se apartó del abrazo agarrando tu mano- Vamos a comer tortitas con la familia.

Aunque, lo que ninguno de los dos sabíais, era que Harley estaba fisgoneando. Estaba preocupado por ti, y sintió como que tenía que asegurarse de que estabas a salvo, constantemente Confiaba en Peter, pero estaba preocupado por ti y sentía algo.