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¿ B A I L A S ?

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Charlie se acercó y tomó mi cintura, yo regresé la mirada y tomé sus mejillas con suavidad, sintiendo su rasposa barba.

—Ya me dijiste lo que sentías en el pasado— acercó su rostro al mío— dime qué sientes ahora.

Separé un poco mis labios.

—No lo sé— dije en un susurro.

Ambos nos mirábamos directamente a los ojos y de vez en cuando los labios. Sentí su respiración combinarse con la mía.

—¿No?— Negué un poco— ¿quieres que te bese?

Había tanta tensión entre ambos. Las piernas me temblaban y mi corazón se aceleraba a cada segundo.

—Sí— mi voz salió como un suspiro al momento que cerraba mis ojos.

Sus labios se unieron lentamente con los míos y fue mejor de lo que hubiera imaginado nunca.

Me apegó más a su cuerpo mientras me besaba con deseo y necesidad.

Nos separamos para recuperar el aliento. Ambos sonreímos.

—Creo que gané, Freddie.

Charlie y yo miramos a los gemelos. Fred le pagó a su hermano, asintieron con la cabeza y se marcharon.

Charlie me abrazó con fuerza y me levantó un poco del suelo.

—Chicos, es hora— nos dijo Bill entrando a la cocina— Oh, lamento la interrupción.

Me separé de Charlie.

—Ya vamos— le dijo Charlie a su hermano.

Bill asintió.

—Al menos dejará de hablar de ti todo el día— dijo Bill mientras se marchaba.

Miré a Charlie esperando una respuesta pero este sólo trató de matar a su hermano con la mirada.

Besó mi mejilla y me tomó de la mano para salir del lugar.

La ceremonia dio comienzo. Fleur se miraba realmente hermosa con su vestido y Bill estaba más feliz de lo habitual.

Y yo me sentía realmente contenta de verlos a todos tan felices.  

Ya que Charlie era el padrino, debía estar hasta adelante. Por mi parte, tomé asiento junto a Hermione ya que Ginny también era dama de honor junto a Gabrille.

Cuando la ceremonia culmino, la fiesta dio inicio. Todo iba de maravilla.

Yo caminaba entre las mesas por si alguien necesitaba algo cuando alguien me jalo de la cintura.

Al parecer se le había hecho una costumbre hacer eso y francamente no me molestaba.

—¿Bailas?— me preguntó.

—¿Sabes bailar?

Rió ante mi comentario.

—Averigualo.

Sonreí y lo tomé de la mano.

Estaba casi segura de que Bill o su padre le habían dado algunas clases rápidas en estos días.

Era un momento realmente agradable, había olvidado todos mis problemas y todo en general.

Charlie tenía dos pies izquierdos, pero eso sólo hacía más divertido el momento y me servía para burlarme de él.