XIII
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
✧「 Capítulo trece 」✧
— ϟ —
—ADDS DEBEMOS HABLAR—COMENTÓ BARRY.
—Ya te dije que la Liga no me perseguirá más —repitió Adds.
—Eso dijiste la última vez —murmuró Ethan pasando por un lado de ellos.
—Tu cállate.
—Adds...
—No sé que más quieres que te diga, Barry —suspiró masajeando su frente, su cabeza comenzaba a doler—. Dime que quieres oír y lo diré.
—Prométeme que si vuelven a aparecer no me noquearas para ir a enfrentarte a ellos sola.
La rubia titubeó, mientras mordía su labio inferior.
—¡Adds!
—No puedo prometerte eso Rayito, lo siento —negó.
—Esto no va a salir bien —murmuró Caitlin. Ethan y Cisco coincidieron.
—Adds —repitió el velocista.
—Podrías dejar de repetir mi nombre —pidió frunciendo el ceño frustrada—. Es como si no supieras decir otra cosa.
—Debes prometerlo.
—No, no tengo. Yo no hago promesas que sabré no cumpliré al contrario de ti —lo señaló.
Sí, cambiaba la dirección del tema porque se estaba sintiendo repentinamente atacada. Y odiaba sentirse así.
—Estamos hablando de ti —le apuntó él—. No de mí.
—¿Qué te parece si mejor dejamos esto hasta aquí? —pidió cansada.
—¿Por qué simplemente no puedes prometerlo? —inquirió confundido.
—¡Porque no joder Barry!
—Adds...
—¡Ya basta, Barry! —gritó, soltándose del agarre que el velocista había tomado sobre su brazo—. Yo... lo siento —se disculpó al darse cuenta de la manera en que se había alterado y salió del cortex.
Barry suspiró, para luego salir tras ella. Caminó por los pasillos del laboratorio y cómo era seguro en el último tiempo, la encontró en uno de los balcones que tenía STAR Labs. En silencio se posicionó a un lado de ella, respetando su espacio y silencio.
—No puedo prometerlo porque... —Adds suspiró—. Porque tenerte ahí significaría dejar que me vieras matar personas. Y yo... no puedo dejar que veas eso —negó cubriendo su rostro avergonzada—. No hay otra salida para enfrentarme a ellos, porque es muerte para ellos o para mí y ustedes. Y tengo que hacerlo sola, porque soy la única capaz además de Ethan que puede asesinar sin tener remordimiento completo.
—Rayito... —murmuró Barry acercándose más.
—Lo cual es gracioso —comentó soltando una leve e irónica risa—. Porque te enamoraste de mí y voy contra todos tus principios, tu forma de ser. Se siente como si estuviera corrompiéndote —hizo una mueca.
—Me enamoré de ti hace mucho tiempo y algo como esto no va a cambiar mis sentimientos por ti —comentó tomando su mano—. Te conozco, y sé que muchas veces usas la apariencia de alguien que no es tu versión 100% original. Sin embargo sigues siendo tú.
—Cada vez más me doy cuenta de lo poco que te merezco —suspiró.
El velocista negó con una sonrisa, sintiendo un sonrojo en sus mejillas.
—Prometo no presionarte más con esto —aseguró Barry—. Pero debes decirme que fue lo que ocurrió.
—Bueno esa es una larga historia —murmuró.
—Tenemos tiempo.
Adds suspiró y se tomó unos segundos para intentar organizar sus pensamientos y luego comenzar a hablar.
—Cuando estaba en la Liga, con Ethan, destacábamos a pesar de ser los más nuevos en el lugar. Éramos más hábiles, más jóvenes, más vivaces —comentó—. Ethan y yo nos enteramos de la existencia de la Liga de las Sombras porque comenzaron a buscarnos, no comprendíamos porque, hasta que lo hicimos... era porque nos querían de su lado.
Barry solo la observaba en silencio, escuchando con atención todo lo que Adds decía y tendría por decir.
—No sabría responderte cual de las dos Ligas era más letal. Lo único que sé, es que ambas nos tenían bajo amenaza —murmuró—. Permaneceríamos en la Liga de Asesinos, ya estábamos ahí, pero la Liga de las Sombras estaba constantemente tras nosotros. Más en concreto Niara Asad, y su esposo Adbel. Eran un verdadero grano en el culo.
|Flashback|
—¿Quien mierda son ustedes? —inquirió Ethan a un lado de Adds, ambos tensando sus arcos hasta los dos desconocidos que los habían acorralados.
—Somos... futuros aliados —comentó la de capucha roja.
—¿Aliados? —repitió Adds—. Esa mierda no nos sirve. Díganos ya quienes son.
Ambas personas frente a ellos intercambiaron miradas para luego asentir y bajar sus capuchas.
—Somos pertenecientes a la Liga de las Sombras —habló la mujer—. Mi nombre es Niara Asad, heredera a la corona sombría —se presentó—. Y él es mi esposo, Adbel.
—Ajá —asintió Ethan sin mayor interés—. ¿Qué quieren de nosotros?
—Estamos buscando reclutas, jóvenes, como ustedes —comentó Adbel.
—No estamos interesados. Gracias —aclaró Adds.
—Aún no terminamos, Fatat Alnaar —le detuvo Niara—. Nosotros no recibimos un no por respuesta. No por lo menos sin recibir consecuencias.
|Fin del Flashback|
—¿Eran?
—Yo... nunca te lo dije pero en esos dos años que desaparecí, volví a la ciudad un par de veces —confesó—. Al ver que Ethan y yo no cedíamos a sus pedidos de ingresar a la Liga de las Sombras, comenzaron a enviar amenazas. El último de ellos fue un reto a duelo —mencionó soltando un suspiro—. Si ellos ganaban nosotros nos uníamos a la Liga, y si nosotros ganábamos ellos desistían de buscarnos y de enviar amenazas a nuestras familias —explicó.
Barry con su pulgar, dejó una caricia en el dorso de su mano, enviando un corrientazo de relajación a su sistema.
—Ganamos por poco, teníamos un as que ellos no conocían. Mis poderes —sonrió levemente creando una flama de fuego entre sus dedos—. Pero no desistieron, ya que para ellos nosotros no habíamos peleado con honor —tomó una breve pausa—. Así que Adbel viajó a Inglaterra y citó a Ethan. Y Niara me citó a mi en Central City.
—¿Y por qué fueron? —inquirió confundido.
—No era algo a lo que pudiéramos desistir, no cuando tenían amenazada a toda la familia de Ethan, y prontamente la mía.
—Ahora que lo mencionas —murmuró Barry—. Más de una vez me sentí perseguido, era como una...
—Sombra —completó ella con una sonrisa amarga—. Por eso su nombre.
—Tiene sentido.
—Cuando llegue aquí, Niara me enseñó unas fotos... —Adds siguió con el relato—. Ethan había perdido anticipadamente con Adbel, pero solo porque antes de su pelea Adbel asesinó a toda la familia de Ethan. Sus padres y su prometida... sin piedad alguna —susurró—. Fue horrible, realmente lo fue. Ethan estaba destruido, furioso, y ambos sabemos que ese es un sentimiento que puede lograr demasiado.
|Flashback|
—En serio deben parar esta mierda, Niara —advirtió Adds, de pie frente a la mujer.
—Sabes que es lo que deben hacer para que esto se detenga —señaló la mencionada—. Cada vez queda menos y todo dejará de ser solo amenazas. Por lo menos para ti.
—¿Qué se supone que significa eso? —inquirió, sintiendo la malicia en sus palabras.
—Sobre el basurero de a un lado tuyo, hay un sobre —indicó con una sonrisa bizarra.
Algo estaba mal, y Adds podía sentirlo. Con sumo cuidado tomó el sobre en sus manos y lo abrió lentamente, esperando a que algo ocurriera. Pero nada sucedió, por lo que aún, de forma cuidadosa y alerta sacó el contenido, el cual consistía en fotos.
—¿Q-qué...? —su voz flaqueó al hablar.
El corazón de Adds se encogió en su pecho, al igual que inconsciente su respiración se detuvo por unos segundos a la par que la ansiedad le comenzaba a carcomer. Aquellas fotos eran un terror, eran lo más bizarro y macabro que había visto en su vida y eso era mucho decir teniendo en cuenta la manera en que llevaba viviendo el último año.
—¿Qué mierda hicieron, par de desquiciados? —inquirió esta vez de forma furiosa, destrozando aquellas fotos.
—Esto es una advertencia —Niara se acercó unos paso—. Tienes cuarenta y ocho horas para darnos una respuesta.
—Son unos malditos enfermos —gruñó Adds, empuñando su arco.
—Eso no te servirá de nada, Adeline —negó Niara, haciendo referencia al empuñamiento del arco—. Cuarenta y ocho horas. Nos vemos en Rusia.
Y sin más Niara tiró una bomba de humo para huir tal como lo haría una sombra. Adds por su parte no tuvo tiempo de reaccionar, aún no podía salir por completo de aquel shock interno en el que había entrado al ver aquel horror de imágenes. Lo único que pensaba con claridad era que necesitaba ver con urgencia a Ethan. Y que debían detener ya a Niara y Adbel.
|Fin del Flashback|
—¿Qué ocurrió luego? —cuestionó de forma suave Barry.
—Los matamos, Ethan mató a Adbel y yo a Niara —confesó con naturalidad—. No podíamos seguir con aquel miedo y menos luego de lo ocurrido con la familia de Ethan. Sin embargo Niara era hija del dragón de la Liga de las Sombras, y no fue fácil —sonrió agriamente—. Ethan estaba destruido... no podía dejarlo tomar responsabilidad por sus actos, así que yo la tomé por ambos, envié un mensaje y tomé la responsabilidad de la muerte de Niara y Adbel.
—Y así fue como comenzó la caza contra ti —comprendió el velocista.
—Exacto —asintió—. Eso sí, yo no sabía que Niara tenía una hermana menor y menos que sería ella quien lideraría la caza contra mi —agregó—. Y menos que sería alguien a quien creía conocer —su gesto se ensombreció ligeramente.
—¿La conocías? —preguntó confundido—. ¿A la hermana de Niara?
—No, por lo menos hasta que se reveló contra mi la noche anterior —hizo una mueca—. Era Amelia, Barry.
—¿Amelia...? ¿Esa Amelia? —cuestionó sorprendido.
—Sí —asintió con pesadez—. Pero ya no debemos preocuparnos por ellos —le restó importancia—. A menos que Niara y Amelia tuvieran otra hermana o hermano menor —bromeó.
—Dios, Adds... —susurró Barry tirando de ella para abrazarle—. Sabes, probablemente ahora me haga un poco de sentido la actitud de Ethan —murmuró, sintiendo empatía.
—Nunca menciones esto delante de él —pidió Adds—. Ya sabes... es delicado.
—Lo sé —asintió.
¿Perder a tus padres y prometida por un par de desquiciados? Barry lo comprendía.
Adds suspiró y se acurrucó más contra el velocista, disfrutando de la cercanía mientras recostaba su cabeza en el pecho de él. En definitiva su lugar seguro eran los cálidos brazos de Barry.
Barry la vió, ahí, abrazada a él, sintiendo la comodidad de ella. Y no pudo evitar sonreír, porque finalmente las cosas estaban saliendo a su favor. Supo en ese instante que siempre valdría la pena luchar por Adds.
—Adds —el nombre de la rubia se deslizó con delicadeza por entre sus labios—. Yo... yo te a...
Adds supo en ese preciso instante las palabras que Barry intentaba decir. Y si, entró en pánico.
—Tal vez deberíamos ir al cortex —interrumpió con una pequeña sonrisa nerviosa—. Te alcanzó allá —indicó para luego salir corriendo.
Barry la vió marcharse mientras soltaba un suspiro. Al parecer Adds aún no estaba preparada para aquello a pesar de saber que ambos se sentían de la misma forma. Lo cuál hasta cierto punto no tenía sentido alguno, pero él lo respetaría.
—Santa tierra navideña —musitó Barry, recién fijándose en la decoración del cortex cuando volvió a entrar en este.
Aún faltaban algunos días para navidad, lo que le recordaba que aún debía buscar un regalo para Adds, era la única persona que faltaba en su lista.
—Es como si un elfo hubiera vomitado por todo el cortex —comentó ella—. Genial.
—Parace que la navidad en tierra 19 es igual a la nuestra —comentó Iris.
—Algunas tradiciones son multiversales —explicó H.R con un gorro navideño en su cabeza.
—¿Hay más información sobre Savitar? —cuestionó Barry, centrándose en el tema principal.
—¿O algún indicio de aparición de la Liga de las Sombras? —cuestionó por su parte Ethan.
—No, de la Liga nada de nada. Y de Savitar solo sabemos que es un Dios y que Barry es el único que puede verle —informó Caitlin.
—Alchemy es su sacerdote, y obtiene su poder de la piedra que usa para crear metas —indicó el velocista—. Si averiguamos que es eso tal vez podríamos pararlo.
—Veré si puedo hacer algo —articuló Cisco, levantándose de su silla—. Aquí hay un documento de la Universidad de Oxford del mito de un arma hindú llamada Brahmastra. "Artefacto increíble con poderes capaces..." no lo creerán.
—Crear metas —se adelantó a decir Barry.
—Crear meta-humanos —confirmó Cisco.
—Parece justo cómo la piedra de Alchemy —señaló Caitlin.
—Miren quien escribió esto —la imagen se proyecto en las pantallas y todos se voltearon a verla.
—¿Julian? —murmuraron ambos héroes a la vez.
Tras ello no perdieron el tiempo en imprimir una copia del documento y dirigirse hasta el laboratorio de ciencias forenses en el CCPD.
—Te quedó muy bien el lugar —comentó Barry, mientras él y Adds entraban a su antiguo laboratorio, ambos viendo a Julian de pie frente a los grandes ventanales.
—Allen, teníamos un trato —le recordó Julian—. Yo guardo el secreto de tu amiga y tu no te apareces por aquí
—Oh, cállate Julian.
—Adds... —mencionó con disgusto el británico.
—¿Aún te duele la nariz? —cuestionó con un puchero, mientras tocaba su propia nariz, haciéndole burla.
—Tuvieron que acomodarme el tabique nasal —masculló él.
—Debe haberle dolido bastante a tu ego decir que una chica de golpeó —se burló.
—¿Qué están haciendo aquí? —cuestionó con molestia.
—Necesitamos información sobre la piedra que usa Alchemy —comentó Barry.
—¿Y vienes a mi por qué...?
—Porque sabemos que buscaste sobre la piedra e hiciste una expedición en busca de ella.
—Parece que sabes mucho de ella —Barry le entregó un archivo—. Dinos todo lo que sabes sobre ella, y no volverás a saber de mí.
—Bien —aceptó—. Hace muchos años oí sobre la Brahmastra o como se conoce comúnmente, la piedra filosofal —comentó.
—Espera, ¿En qué momento Harry Potter entró al juego? —interrumpió Adds.
Julian le ignoró y siguió hablando.
—Es el primer objeto que dió poderes a los seres humanos.
—Como el Acelerador de Partículas —comparó Barry.
—Se perdió hace muchos años. Y me obsesioné tratando de encontrarla —confesó Julian—. Investigué todo lo que pude y para tristeza de mis padres usé mi futura herencia para financiar la expedición. Pero nunca la encontré, poco después de eso vine aquí.
La rubia le observó fijamente, para luego intercambiar una mirada con Barry.
—Ahora si me disculpan, tengo trabajo que hacer.
—¿En tú investigación escuchaste el nombre de Savitar? —preguntó Barry.
Julian se detuvo unos segundos antes de voltearse nuevamente a ellos.
—¿Cómo conocen ese nombre?
—Somos muy buenos investigando —sonrió Adds.
—Al parecer se sabe que Savitar fue el primer meta con velocidad. Eso es todo lo que se, Singh-Allen. Les sugiero que no pierdan su tiempo con esto. Sigan adelante.
—Bien —asintió Barry para comenzar a caminar a la salida.
Sin embargo se detuvo al ver que la rubia se quedaba de pie ahí, mirando a Julian de forma casi desafiante.
—Te sugiero que no... —Adds no pudo seguir hablando, ya que Barry cubrió su boca.
Algo le decía al velocista que había hecho bien. Puesto que Adds, a veces solo por fastidiar a alguien podía soltar cualquier tontería. Por lo que rápidamente la arrastró con él, fuera del laboratorio.
—¿Por qué no me dejaste decirle un par de cosas? —cuestionó frunciendo el ceño.
—Creo que ya tuvo suficiente con el golpe que le diste —rió Barry—. No me habías comentado eso.
—No porque luego me regañas diciendo que no debo ir golpeando a la gente —se quejó cruzando sus brazos.
Barry negó divertido. Adds era todo un caso.
—No sabía que te preocupabas por mi Adds —bromeó.
—Si lo sabías, idiota.
—Siempre tan romántica y cariñosa —ironizó.
Esta vez fue el turno de Adds para reír.
—Debo hacer algunas cosas antes de volver a los laboratorios —comentó Barry.
—¿Qué cosas? —preguntó curiosa, dando unos pasos más cerca de él.
—Necesitaré la ayuda de Jay para esto —explicó.
—¿Estás seguro? —preguntó cambiando su gesto a uno preocupado—. Digo... tu sabes porque lo digo.
—Estoy seguro —afirmó con una sonrisa—. ¿Sabes? Te ves muy linda cuando te preocupas por mí.
—Solo Barry Allen podría decir un cumplido como ese —Adds rió suavemente, sintiendo la cercanía entre ambos.
Barry acortó la distancia depositando una suave beso en los labios de ella, mientras posaba sus manos en su cintura, acercándole más a él.
—No puedes hacer eso —reprochó divertida en cuanto se separaron.
—Me dijiste que no había problema —le recordó.
—Siempre y cuando no estuviéramos en el CCPD —agregó.
—¿Y desde cuando estar aquí es un problema? —inquirió Barry confundido.
—Desde siempre, porque mi padre pasa dando vueltas por aquí y si nos ve tendremos que dar explicaciones que ni nosotros mismos tenemos —le palmeó el pecho con una sonrisa.
—Tienes razón —asintió, para luego cargarla en sus brazos y arrancar a correr de vuelta a los laboratorios.
— ϟ —
ADDS CAMINABA DE VUELTA A LOS laboratorios. Había pasado un buen tiempo en el CCPD haciendo un análisis a un criminal, ya que su padre se lo había pedido. También había ido de compras, puesto que quedaban solo unos días para navidad, sin embargo prefería hacer las compras antes de que todas las tiendas colapsaran. Pero según sus cálculos, Barry ya debía de haber vuelto y probablemente se estaba volviendo loco buscando información sobre Savitar.
—Hey, volviste —comentó apareciendo en el cortex—. Oh, hola Jay. Probablemente no me recuerdas porque estaba muerta en la línea temporal anterior pero soy Adeline Singh.
—Un gusto Adeline —le sonrió el mayor.
—Dime Adds, la única vez que las personas me llaman por mí nombre completo es cuando me van a regañar —bromeó, haciendo reír al mayor—. ¿Qué ocurre? —cuestionó al ver el rostro frustrado de Barry.
—Leí todo los libros sobre mitos hindú y todas esas cosas, y nada habla sobre Savitar —se quejó.
Adds suspiró y se acercó hasta él. Ya tenía un poco de experiencia en esos casos, puesto que desde que conocía a Barry Allen, él tenía esa clase de actitudes.
—Mira, los últimos dos años hiciste exactamente lo mismo que ahora. Perdiste la cabeza obsesionado con encontrar a Reverse Flash y Zoom, lo cual no te llevó a ninguna parte —acarició su mejilla—. Nada sacas comiéndote la cabeza con algo que no quiere ser encontrado, y menos en esta época.
Jay a las espaldas de Barry le indicó que siguiera hablando. El velocista mayor no había tardado en darse cuenta de la diferencia en cuanto Adds decía algunas palabras a Barry, él simplemente parecía ceder en todo.
—Faltan algunos días para navidad y resulta que en estas horas fui y compré demasiadas cosas —Barry rió levemente, sabía que Adds amaba comprar obsequios—. Pero me faltó el regalo de la persona más importante.
—¿Quién? —inquirió curioso.
—¡Adara! —señaló—. Así que tú me ayudarás a buscar el regalo perfecto para ella. Si no probablemente nos odiará de por vida.
Jay alzó sus pulgares, indicándole que estaba haciendo un gran trabajo.
—No lo sé —dudó Barry.
—Vamos, ve con tu novia. Ya habrá tiempo para buscar a Savitar —le alentó Jay.
—No soy su novia, aún, pero Jay tiene razón —apuntó Adds—. ¿Sí? Por favor —pidió observándole con un puchero.
Barry suspiró con una pequeña sonrisa naciendo en sus labios, para luego asentir. Adds no tardó en tirar de él fuera de ahí. Y no mucho después ya se encontraban en el centro comercial.
—¿Qué opinas de unos de esos peluches gigantes? —cuestionó Adds mirando las vitrinas de las tiendas—. ¿Será muy exagerado u ostentoso?
Barry ni siquiera estaba prestando atención a lo que Adds decía por estar sumido en sus pensamientos, y ella no tardó en darse cuenta.
—¡Barry! —reclamó.
—¿Qué? —preguntó sacudiendo su cabeza, intentando concentrarse.
—Te he estado hablando por minutos.
—Lo siento —se disculpó avergonzado.
—Solo... olvida todo lo que tenga que ver con Flash por una tarde ¿Sí? —pidió—. Sé que quieres atrapar a Savitar, yo también quiero hacerlo —aseguró—. El maldito te golpeó, y nadie golpea a mi chico a menos que yo lo permita —el castaño rió—. Pero no hay nada que podamos hacer por ahora. Así que concéntrate y busquemos un regalo para Adara, ¿Si?
—Bien —asintió, tomándole la mano—. ¿Qué era lo que proponías hace unos segundos atrás?
—Un peluche gigante ¿Qué opinas?
—No suena muy... ¿Exagerado?
—A esa niña le encanta lo exagerado —le recordó.
—Entonces creo que esta bien —suspiró—. No puede creer lo rápido que a pasado el tiempo.
—Lo sé. Ya estamos a nada de navidad —sonrió emocionada.
—Hablando de eso ¿Dónde pasarás las fiestas? —inquirió distraídamente.
—Resulta que Joe invitó a mis padres y madres a pasar la navidad en su casa —se encogió de hombros—. Así que no tendré que estar haciendo viajes de un lado a otro.
—Eso es genial —expresó con una sonrisa.
Adds le observó con una sonrisa divertida y una ceja alzada.
—¿Qué? —inquirió inocentemente.
—Sé que fuiste tú el de la idea.
—No tengo idea de que hablas —Barry negó evitando sonreír.
Ella rió y apoyó su cabeza en el hombro de él mientras seguían caminando en busca del regalo para Adara.
— ϟ —
—¿QUE PIENSAS ACERCA DE LO QUE DIJO JULIAN? —cuestionó Barry volviendo al cortex.
—No puedo creer que Julian sea Alchemy —musitó Adds, viendo la pantalla en donde podían ver al británico en una de las celdas—. Digo es un idiota, sí, pero no lo creí capaz de algo como esto.
—Sé que todos los malos fingen ser nuestros amigos aunque sean unos bastardos asesinos, pero... —habló Caitlin.
—Creo que sí miente, cree muy bien su mentira —opinó Cisco.
—¿Y qué pensamos de esta caja? —inquirió Barry.
—Da miedo —aclaró el pelinegro—, miedo como en Indiana Jones y la cara derretida.
Adds le dio la razón.
—¿Han podido saber algo de ella?
—No es nada —respondió Cisco.
—Es algo —debatió Barry.
—No, literal es nada —aseguró el ingeniero—. Hice todas la pruebas existentes que se me ocurrieron. Y ni una sola lectura, nada.
—Es como si la caja no existiera —apoyó Adds.
—Literalmente inexistente —dijo Ethan.
—¿Tienes momentos perdidos? —inquirió Barry abriendo la compuerta superficial de la celda de Julian—. Desmayos, horas que pasan y luego despiertas en un lugar distinto y no sabes cómo llegaste ahí.
—No —negó el británico.
—Miente —murmuró Adds a su lado, escondida bajo su traje y antifaz.
—¿No? —repitió como preguntó el velocista.
—No, ya me harté de tus acusaciones sin base y de tus teorías ridículas —reclamó Julian.
—Ugh, déjame golpearlo —pidió.
—Julian trato de ayudarte, pero debes confiar en mí —habló Barry tras la máscara de Flash.
—Lo dice un enmascarado —murmuró el forense con ironía.
—Tu también usabas una, idiota —habló Adds.
—Tiene razón —asintió Barry.
—¿Qué? No —negó—. No lo hagas —advirtió.
Sin embargo, Barry la ignoró, de todas formas retiró máscara de su rostro y se encaminó unos pasos dejando que la luz aclarara su rostro.
—Debí haberlo sabido —negó Julian con una risa sarcástica—. Debí adivinarlo. Las ausencias inexplicables, tu pasión por los metas. Tu aprobación por parte de la autoridad.
—Julian...
—¿Y quién es ella? —apuntó a Adds—. De seguro otra de tus raras amigas.
—A ella déjala fuera de esto —advirtió Barry.
—Está bien —asintió Adds, restándole importancia—. Somos un equipo, tú lo haces, yo igual —y sin más retiró su capucha junto al antifaz, y dió unos pasos adelante dejándose entrever.
—Deben de haberse burlado de mí —masculló Julian al ver el rostro de Adds.
—Debimos habértelo dicho antes.
—¿Por qué me lo dicen ahora?
—Porque debes confiar en nosotros, Julian.
—Eres Alchemy, y ni siquiera eres consciente de ello —explicó Adds.
—¿Has tenido lagunas temporales? —consultó nuevamente Barry.
—Sí —admitió.
Tras todo un evento ocurrido a causa de la caja con la piedra filosofal, todo el equipo se encontraba en el laboratorio de velocidad, y Julian frente a ellos estaba sentado en una silla con algunos cables conectados en su cabeza.
—¿Qué estoy haciendo aquí? —inquirió Julian.
—Cuando estaba peleando con Savitar él y Alchemy tenían la misma voz.
—¿Eso qué significa?
—No creo que exista Alchemy. Creo que es Savitar hablando a través de ti —explicó Barry.
Unas explicaciones más y Cisco terminó de preparar todo. El objetivo principal era lograr hablar con Savitar.
—Podrían pasar unos minutos antes de... —un grito por parte de Julian interrumpió a Caitlin, logrando que todos dieran un salto.
La mirada del británico se dirigió inmediatamente al velocista escarlata.
—Hola, Barry —saludó Savitar—. Ha pasado tiempo.
—Savitar —murmuró Barry.
—Ninguno de ustedes está arrodillado, es inteligente inclinarse ante una deidad —habló la supuesta deidad.
—A menos que seas el maldito Dios del Engaño, no pienso hacerlo —se negó Adds—. Porque déjame decirte, que tú no eres ningún Dios.
La mirada de Savitar se dirigió inmediatamente a la rubia, recorriéndola completamente con la mirada, al mismo tiempo que una pequeña sonrisa casi coqueta se mostraba en sus labios.
—Adeline Singh —murmuró, saboreando aquel nombre—. Sigues igual o incluso más preciosa de lo que recuerdo. Totalmente digna de una Diosa.
Ante aquello Adds se removió incómoda, e inmediatamente Barry e Ethan se pusieron delante de ella ambos con sus ceños fruncidos, disgustados con lo dicho por el supuesto Dios.
—Diosa de la muerte seré porque pienso asesinarte con mis propias manos —amenazó Adds, intentando hacerse paso tras la espalda de Barry e Ethan.
—Para ser un Dios debes hacer que la gente crea en ti —comentó Savitar.
—Nadie cree en ti —negó Iris.
—Deberías, Iris. Yo tengo el poder de la vida y la muerte sobre todos ustedes —informó.
—¿Cómo sabes tanto de nosotros? —cuestionó Caitlin.
—Porque los conozco Caitlin, Cisco, Joe, Iris, Wally, Ethan —su mirada pasó por cada uno de los presentes frente a él—. El falso Wells. Conozco sus temores, conozco sus debilidades, los conozco mejor que ustedes mismos. Y sobretodo conozco sus destinos.
Uno los traicionará. Uno caerá. Y uno sufrirá un destino peor que la muerte. Aquellas palabras dichas por Savitar no salían de la cabeza de Adds.
—Eso es lo que puedo decir sobre su condena eterna.
—¿Quién eres? —cuestionó Barry.
—Soy el futuro, Flash.
—¿Qué quieres de nosotros? —preguntó Adds, finalmente saliendo detrás de Barry e Ethan.
—¡Todo, todo lo que me quitaron lo quiero devuelta! —exclamó furioso—. Lo recuperare y luego los destruiré —su voz sonaba cargada en odio.
Adds dió un salto en su lugar. Por alguna extraña razón sentía un escalofrío recorrer su espalda a la cercanía de Savitar. Era muy extraño, algo que nunca le había ocurrido antes, o muy pocas veces le había sucedido.
—¿Y por qué no lo has hecho? —inquirió Barry, tomando la mano de Adds—. Si eres tan poderoso ¿Por qué no simplemente nos matas a todos ahora y terminas con esto? —la deidad guardó silencio, por lo que Barry siguió hablando—. Porque no puedes.
—Tu me hiciste esto, me atrapaste en la eternidad —mencionó Savitar—. Tu ser futuro. Tú me lo hiciste Barry. La era de mi revancha viene y mi libertad se acerca. ¡Sentirán mi ira, la ira de Savitar!
Y tras eso Barry no dudó en desconectar el aparato, haciendo que Julian volviera a la consciencia.
— ϟ —
BARRY, JUNTO A JAY HABÍA CORRIDO POR el anillo del acelerador, para que así el primero pudiera lanzar la caja con la piedra en la infinidad de la Speed Force. Por suerte aquello salió bien.
Sin embargo lo que ninguno esperaba era que con la explosión que se produjo al lanzar la piedra a tal fuerza de energía, Barry terminara varado momentáneamente en el futuro.
Un futuro con el peor final que el velocista escarlata podría esperar en su vida. Ver aquella imagen hacerse realidad nuevamente lo estaba volviendo loco. Y lo peor de todo era que ya habían pasado un día desde aquello y no dejaba de darle vueltas a la visión. Jay por su parte le había recomendado olvidar aquello ya que lo visto podía ser un futuro entre millones. Pero Barry simplemente no podía olvidarlo cuando en aquel futuro la perdía a ella. Otra vez.
Ahora le hacía sentido el cambio en el periódico del tiempo. Esa era la razón de porque ya no había ninguna Adeline Singh-Allen que abriera un centro de rehabilitación psicológico y psiquiátrico en el futuro. Porque Adds moriría mucho antes de siquiera intentar llevar la idea a la realidad. La acababa de ver morir otra vez frente a sus ojos. Y no podía dejar de preguntarse qué fue lo que hizo realmente mal para que el universo le castigara de esa forma.
Podrían haber pasado cuatro días desde aquello, pero desde el minuto uno, Adds supo que algo iba mal con Barry. Intentó incontables veces de forma sutil sacarle la verdad de lo que ocurría con él, sin embargo el velocista esquivaba o bateaba totalmente lejos aquellos intentos.
En esos momentos Barry actuaba aún más raro, ya que Wally quien ya tenía un traje para su alter-ego de superhéroe, había atrapado a un criminal con alguna especie de arma futurista, y Barry se había molestado de forma exagerada sin razones aparentes. Lamentablemente Adds no tuvo la oportunidad de nuevamente averiguar que le ocurría, ya que esa noche H.R re abriría los laboratorios al público como museo y debían prepararse.
Para la mala suerte del equipo, o más bien de HR, nadie había asistido a la reapertura del museo, y aquello había desilusionado totalmente a aquella versión de Wells, quien se había esmerado bastante en ello. Adds sintió pena por él, sabiendo que solo buscaba encajar y ser alguien, por lo que tenía pensado cobrar alguno que otro favor para que aquella idea del habitante de tierra 19 funcionara.
—Te ves preciosa —halagó el velocista, a su lado.
—Y tú te ves muy guapo —le sonrió—. Pero vas a decirme en este mismo instante que demonios te pasa —le apuntó.
—No sé de que hablas —negó intentando alejarse, pero en un rápido movimiento Adds lo retuvo.
—Barry, estoy hablando en serio —advirtió—. Puedes mentirle a todo el equipo pero yo te conozco más que tu mismo, y se que desde que arrojaste la caja a la Speed Force has estado actuando raro porque algo más ocurrió. Algo que no nos has contado.
El velocista suspiró y le observó con una inmensidad de emociones rebasándolo. Ya no le podía ocultar más la verdad, menos cuando se trataba de su vida. Por lo que tomó de su mano y suavemente tiró de ella para dirigirse hasta la bóveda del tiempo.
—Así que esta es la famosa bóveda del tiempo —comentó Adds observando el interior.
—¿Nunca has estado aquí? —inquirió confuso Barry.
—No.
Eso era algo nuevo. Ya que si bien recordaba Barry, en la línea anterior habían mantenido hasta relaciones dentro de aquel lugar. De lo cual se avergonzaba bastante.
—¿Por qué?
—Porque mi mayor miedo era ver el periódico —confesó avergonzada—. Ahora dime que hacemos aquí —pidió cambiando de tema.
Barry pasó su mano por el tablero del lugar, haciendo así que el periódico apareciera frente ellos. Adds cerró sus ojos inmediatamente. No quería verlo.
—Adds, está bien —susurró Barry, acariciando la mejilla de la rubia—. Lo que diga el periódico no define nada en nuestras vidas.
Cuantas ganas tenía de creer eso al cien porciento.
Los ojos de Adds se abrieron lentamente topándose con la suave mirada de Barry. Soltó un suspiró y dirigió su mirada hasta la proyección.
—¿Este periódico no estaba escrito por Iris West-Allen? —preguntó, sintiendo ligeramente un alivio en su pecho.
—Cuando lo vi por primera vez, si —asintió Barry—. De hecho es una larga historia.
—¿Por qué?
—Porque Iris nunca a sido la principal persona en dominar el futuro como mi esposa —Adds le observó confundida—. La primera vez que vi este periódico fue justo en el momento en que tu vida corrió peligro.
—No estoy entendiendo nada —confesó Adds.
—Lo que intento decir, es que tu eras quien predominaba en el futuro como mi esposa. Pero entonces moriste y el periódico cambió en ese pequeño pero significativo detalle...
—Significa que cuando morí Nanda Parbat, Iris pasó a ser quien sería tu esposa en el futuro —comprendió—. Espera ¿Yo iba a ser tu esposa? —cuestionó sin poder evitar dejar salir un deje de emoción.
—Luego reviviste y volviste a ser tu. Aquí —Barry señaló un titular—. Este titular decía, «Adeline Singh-Allen abre clínica de rehabilitación psicológica y psiquiatra» —comentó.
—Pero ya no dice eso —una mueca se formó en sus labios—. No estoy entendiendo nada Barry.
El velocista suspiró, intentando soltar la presión que sentía en su pecho. Adds lo notó inmediatamente, por lo que tomó ambas de sus manos, dejando caricias.
—Cuando cree Flashpoint esto cambio, en un principio me dije a mi mismo «Tal vez no abrió esa clínica, o si lo hizo pero no en esa fecha» —a ese punto los ojos de Barry se encontraban inundados en lágrimas—. Pero entonces cuando lancé la caja a la Speed Force terminé varado en el futuro y...
—Barr... —susurró Adds subiendo sus manos hasta su rostro, preocupada.
—Y vi como Savitar te asesinaba —Barry soltó un sollozo—. Vi como te perdía nuevamente. Todo porque nuevamente no fui lo suficientemente rápido para salvarte.
Adds soltó un jadeo de sorpresa, pero no tardó en recomponerse lo mejor que pudo para lanzarse a abrazar a Barry intentando reconfortarle. Inevitablemente sus ojos se llenaron en lágrimas. No por ella, ya que había hecho sus pases con el miedo a la muerte hace demasiado tiempo y era algo que no le preocupaba. Si no por su familia, tenía miedo por ellos, por Barry sobre todo, quien ya la había visto morir una vez y ahora lo había hecho nuevamente.
Podía sentir el dolor y el miedo dentro de Barry y era algo que rápidamente la comenzó a consumir. En ese momento comprendió la rara actitud del velocista, comprendió el porque aveces se perdía en las conversaciones de la nada. Lo entendía y le dolía porque era su culpa.
—Está bien —susurró ella—. Vamos, necesito que te calmes y respires conmigo —pidió.
Tomó unos minutos, pero finalmente Barry logró tranquilizarse, solo un poco, tal vez lo debido para que Adds no se alterará más de la cuenta.
—Siento no habértelo dicho antes —se disculpó—. Es solo que...
—Está bien —asintió interrumpiéndole, mientras dejaba cariñosas caricias sobre las mejillas, intentando evitar romperse a llorar—. ¿Cuanto... cuanto tiempo falta para que ocurra? —cuestionó sin poder evitar que la pregunta resbalara de sus labios.
—Cinco meses —susurró, sintiendo su corazón romperse al ver cómo las ilusiones de Adds se rompían frente a él—. Pero te prometo que haré todo lo posible porque eso no pase. No dejaré que ocurra.
—Espera —le detuvo, recordando algo—. ¿El ladrón que atrapó Wally tiene algo que ver con esto?
—En los titulares de la visión, aparecía él, decían que había sido capturado por mí así que creí que...
—Querías dejarlo libre, porque creías que con eso ayudarías a cambiar el futuro —comprendió dando unos pasos hacía atrás.
—Adds...
—No puedes hacer eso Barry —negó—. No puedes ir contra tus ideales y corromperte a ti mismo porque crees que si no haces lo que él futuro dice sobreviviré. Mi vida no vale eso.
—Claro que lo vale —se acercó nuevamente, observándole con incredulidad—. Y no me importa si tengo que dejar a un par de criminales sueltos para...
—No, este no eres tú —intentó persuadirle—. No puedes dejar de ser quién eres solo por mí, Barry. No puedes.
—¿No lo entiendes? ¡Tú eres parte de mi! ¡Haría cualquier cosa por ti! —exclamó desesperado.
Adds dió un salto en su lugar. Le estaba rompiendo verle así.
—No quiero vivir el resto de mi vida sabiendo que la persona más importante en ella dejó de ser quien era solo para salvarme —confesó dándole la espalda—. Porque si lo haces, no me lo perdonaría nunca Barry.
—No puedo perderte Adds —susurró Barry—. ¿No lo entiendes? Tú eres mi vida entera y ya te perdí una vez, y acabo de ver cómo te perderé nuevamente en cinco meses... Solo cinco meses. Yo no... no puedo joder, no puedo perderte otra vez —negó—. Se que el dicho de «No puedo vivir sin ti» suele ser erróneo, pero puedo asegurarte que aunque siga respirando, y sepa que te perdí, no podré seguir, y eso... te aseguro que eso no es vivir, no sin ti.
Adds sintió su corazón partirse aún más si aquello era posible. Rápidamente se dió la vuelta, perdiendo en la batalla de esconder sus lágrimas, y tomó con sus manos el rostro de Barry.
—Mira, estoy aquí, justo aquí frente a ti. No me estoy yendo a ninguna parte. Haremos esto, pero por favor prométeme que no dejarás de cumplir con tus deberes con esta ciudad por mí —pidió acercando sus rostros.
—Adds...
—Debes prometerlo —susurró frágil.
Barry guardó silencio durante unos segundos para luego asentir. Lo que fuera por ella.
—Lo prometo.
—Todo estará bien —intentó asegurar con una débil sonrisa.
— ϟ —
BUENO
ya saben porque la Liga perseguía a Adds, y también sabemos que Adds será quien morirá a manos de Savitar.
Igual siento que este capítulo estuvo del asco.
también olvidé por completo que ayer (unas horas atrás) era día de actualización, perdón ando re olvidadiza, but aquí esta.
Por otra parte Sabrina lanzó Skinny Dipping
so STREAM porque alto temazo
y por último, la actualización del sábado, está en duda ya que ese día estaré ocupada por temas personales, por lo que si se ha llegado a la meta el viernes publicaré ese día, de lo contrario ya no lo haría hasta el miércoles.
Cuídense, que tengan un hermoso resto de semana y fin de semana,, les tkm<333
[editado: 27/03/2022]
─𝙨𝙥𝙞𝙙𝙚𝙮𝙜𝙡𝙤𝙬
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top