VIII

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

✧「 Capítulo ocho 」✧


— ϟ —

     CAITLIN Y ADDS ACABABAN DE DEJAR a Barry y Cisco a solas en la enfermería, luego de asegurarse de que ambos héroes se encontraban en perfecto estado.

—Entonces... —comentó Cisco—. Sé que en estos momentos no es tan importante porque tenemos problemas más graves, pero ya sabes...

—Cisco...

—¿Qué demonios fue eso? —cuestionó finalmente el pelinegro.

—¿Qué cosa? —preguntó confundido Barry.

—Conmigo no te hagas —advirtió—. Ahora dime que fue eso que vimos Caitlin y yo allá afuera.

—Hablas de...

—Del beso, sí —afirmó.

   Barry se sonrojó ligeramente, comenzando a balbucear.

—Yo... no lo sé, amigo—murmuró—. No hemos hablado respecto a eso.

—¿Es la primera vez?

—No, digo, hace unas horas ocurrió... y ella me besó —comentó, aún sorprendido—. Fue ella, Cisco. Y dijo que no se arrepentía de haberlo hecho.

Tras eso, ambos salieron de la enfermería para así dirigirse a la habitación donde Wally se encontraba siendo monitoreado, para verificar su estado dentro de aquella crisálida que le rodeaba.

Sin embargo en cuanto salieron de la enfermería, Barry notó inmediatamente la silueta de Adds merodeando por el cortex, por lo que le indicó a Cisco que se adelantara en lo que él se acercaba a Adds, quien se había dejado caer sobre una silla.

—¿Qué ocurre? —cuestionó Barry hincándose frente a ella.

—Es solo que... no soy la hermana de Wally y menos su madre o padre, pero es difícil ver eso —murmuró apoyando sus codos sobre sus propias rodillas y su rostro entre sus manos—. Es hasta un poco aterrador —admitió.

—Lo sé —murmuró el velocista.

—Lo siento, estoy haciéndote sentir mal —se disculpó Adds—. Esto no es tu culpa, Barr —se apresuró a decir.

—Por más que me digas eso no dejaré de pensarlo, lo sabes ¿No? —cuestionó el jugando con sus propias manos.

—Lo sé —ella hizo una mueca.

—Adds... creo que debemos hablar.

—¿Sobre qué? —cuestionó.

—Ya sabes, por lo de hace un rato —murmuró él de forma casi nerviosa.

—¿Estás seguro de qué quieres hablar de ello justo ahora? —preguntó Adds alzando una ceja.

—¿Sería muy egoísta decir que sí? —inquirió, alzando una de las esquinas de sus labios.

—Un poco, tal vez —Adds asintió con una pequeña sonrisa divertida.

—Yo...

—Quieres asegurarte de que aún no me he arrepentido ¿No? —le sonrió.

—Sí —susurró avergonzado, mientras seguía jugando con sus propias manos.

—Bueno, no he cambiado de opinión —informó—. No me arrepiento de haberte besado, Barry.

—¿Por qué? —cuestionó curioso—. Tú dijiste que querías que fuéramos solo amigos.

Adds mordió levemente su labio inferior nerviosa. Lo que diría podía terminar muy bien, o muy mal. Preferiblemente la primera.

—Porque... porque quiero intentarlo, Barr —murmuró por lo bajo.

—¿Hablas en serio? —preguntó sorprendido, tras unos segundos de observarla en silencio.

—Hablo en serio —asintió con una pequeña sonrisa avergonzada asomándose en sus labios.

Barry sintió un peso levantarse de sus hombros. Su mente por un instante solo se centro en repetir las palabras dichas por la rubia.

Con una sonrisa ligera se puso de pie y estiró una de sus manos hasta Adds. Ella sin dudarlo la tomó poniéndose de pie, y tras intercambiar una pequeña sonrisa se encaminaron hasta la habitación a un lado del cortex.

— ϟ —

—¿QUE PASA AQUÍ? —CUESTIONÓ UN confuso Joe West al entrar a la enfermería y ver que Wally seguía dentro de la crisálida.

   Todos los presentes le miraron extrañados, sin entender a qué se refería.

—Hola, Joe —saludó Barry.

—¿A qué te refieres? —cuestionó Cisco con una tablet en sus manos.

—Caitlin fue a la comisaría —explicó el detective—. Dijo que Wally había salido de esa cosa.

—Ni siquiera la vi salir —murmuró Iris confundida.

   Barry y Adds intercambiaron una mirada preocupados, por lo que él primero sin dar aviso salió corriendo de la habitación. No tardó en volver, sin muchas buenas noticias entre manos. Caitlin había ido a la comisaría y se había llevado a Julian con ella.

—¿No saben por qué se llevó a Julian? —cuestionó Adds.

—No. Pero lo más importante es que no saben que es Caitlin —comentó Barry—. Así que debemos encontrarla antes de que ellos lo hagan.

—Savitar —habló H.R—. ¿Qué sabemos de este Savitar?

—Primero debemos hallar a Caitlin —coincidieron Adds y Barry.

—Bien, encontramos a Caitlin ¿Y luego qué hacemos? —preguntó Iris.

—No lo sé. No está pensando con claridad —murmuró el velocista.

—Se está convirtiendo en Killer Frost —recordó Cisco—. Justo como en la vibración.

—No sabemos eso aún —negó Ethan.

—Su madre dijo que mientras más usara sus poderes, más rápido se convertirá en Killer Frost —señaló el latino—. Y salvarte de Savitar debe de haberla llevado al límite.

—Bien, podemos solo concentrarnos en buscar a Caitlin —pidió Adds—. Luego hablaremos de efectos colaterales, poderes y toda esa mierda.

—¿Y cómo lo hacemos?

—No lo sé. Traté de rastrear su celular y el de Julian, pero debió destruirlos —supuso Cisco.

Adds se precipitó a empujar al latino de su lugar para comenzar a teclear en los ordenadores de forma apresurada, al mismo tiempo que H.R proponía sus ideas.

—Pregunta, ¿Cómo atraparon a Capitan Cold? —cuestionó H.R con una sonrisa—. Estuve leyendo sobre él, y es un tipo astuto.

—Usamos un satélite para buscar rastros ultravioleta... —Cisco se detuvo mientras caía en cuenta de a que se refería H.R—. Entiendo...

Cisco hizo un ademán de mover a la rubia de su lugar, para así ponerse a trabajar en lo recordado por HR, pero ella le detuvo.

—Ya lo hice —se adelantó a decir.

—¿Qué? —preguntaron confundidos.

—¿Por qué no nos dijiste antes? —preguntó Cisco.

—Quería que vieran que H.R si puede ser de ayuda —se encogió de hombros—. Ahora silencio —murmuró mientras seguía tecleando algo—. Está en un almacén de comida congelada.

Al mostrar las grabaciones en vivo del lugar, lograron ver claramente a Caitlin junto a Julian.

—Aísla la señal para que nadie más lo vea —comentó Cisco.

—Ya lo hice.

—Sigan viendo lo que hace con Julian, yo iré —habló Barry.

—¿Qué hay de... —Barry ya se había ido dejando su típica brisa al correr— mí?

En segundos lograron ver al velocista llegar al lugar, apareciendo en el punto de visión de las cámaras. Y tras un intercambio de palabras con Caitlin y escuchar a Julian de fondo diciéndole que acabara con ella, Barry ya cansado de su compañero de trabajo optó por noquearlo de un golpe.

—Bien, voy a decirlo —murmuró Adds—. Eso fue malditamente sexy.

Todos de dieron una mala mirada y ella alzó sus manos disculpándose. Hasta cierto punto estaba tratando de aligerar el tenso ambiente.

No, no lo entiendes. Quiero que Alchemy me ayude —confesó Caitlin.

¿Ayudarte a qué?

¡Necesito que Alchemy me quite mis poderes! —exclamó finalmente la castaña.

—Oh, Cait... —susurró Adds, sintiendo su corazón encogerse.

No sé si funciona así —Barry comentó lastima.

No lo sabes.

que te queremos —aclaró el velocista—. Y haremos todo lo posible por ayudarte. Hemos pasado por muchas cosas como para dejarte ahora.

   Caitlin volteó la mirada pensando en lo dicho por el velocista.

Por favor, déjame ayudarte —pidió Barry.

¿Así cómo ayudaste a tu madre? —cuestionó Caitlin—. ¿O a Wally? ¿A mí?

   Killer Frost estaba de vuelta.

Sigues jugando con la vida de todos. Nosotros afrontamos las consecuencias de tus equivocaciones —encaró la castaña—. Algunas cosas que rompes no se pueden volver a unir.

—Puedo arreglar esto —aseguró Barry.

¿Así cómo arreglaste a la familia de Cisco? —cuestionó Caitlin—. No le dijiste a Cisco que fue uno de los más afectados. O Adds. Aunque ella fue una ganancia para ti ¿No es cierto?

   Barry intentó hablar pero fue detenido por la castaña, quien sin dudarlo le interrumpió para soltar la verdad de Flashpoint.

¿Escuchaste eso Cisco? Dante estaba vivo, saludable y feliz hasta que Barry creo Flashpoint. Su regreso lo mató —confesó.

   Adds abrió su boca con sorpresa, e inmediatamente, sin dudarlo posó una de sus manos en el hombro de su mejor amigo, intentando darle apoyo.

Oh mierda... pensó.

¿Quieres que revelemos el pequeño secreto que le ocultas a tú querida Adds? —preguntó Caitlin nuevamente.

   Adds volteó su mirada a la pantalla, al igual que el resto de los presentes en el cortex. Sentía la intriga y el temor recorrer cada centímetro de su sistema.

—Cait...

—Estabas muerta —confesó Caitlin sin siquiera dudarlo—. Todo Flashpoint es tu maldita culpa ¿Sabes? Porque Barry te revivió a ti y como consecuencia terminó acabando con la vida de Dante y dándome poderes.

   Adds abrió su boca con estupor, e inconscientemente retrocedió tres pasos sintiendo las miradas de todos sobre ella. Sintió que el aire abandonaba sus pulmones, y rápidamente su mente comenzó a trabajar en una infinidad de problemáticas y escenarios.

   Ni siquiera fue consiente del momento en que la policía, y los sonidos de disparos de sus armas se hicieron presentes en la bodega y eran transmitidos por las pantallas. Solo podía pensar en lo que se le acababa de confesar, por más egoísta que sonara.

— ϟ —

BARRY ESTABA HERIDO, Y ADDS ERA CONSCIENTE de ello, pero aún así se veía incapaz de reaccionar para ir y cerciorarse de que el castaño estuviera realmente bien.

   La verdad era que a Adds no le sorprendía el hecho de haber muerto en la línea temporal anterior. En primer lugar porque no era la primera vez que sucedía, y en segundo era algo muy probable teniendo en cuenta el estilo de vida que llevaba y al tipo de cosas que se enfrentaba cada día. Sin embargo no dejaba de sorprenderle como el viaje hecho por el velocista diera por resultado la muerte de Dante, Caitlin a punto de convertirse en Killer Frost y a ella viva nuevamente. Algo que tenía claro y de lo que nunca duraría era que Barry era incapaz de sacrificar una vida por otra. Ese no era su Barry.

   Por otra parte le preocupaba lo herido u roto que debió de haber estado Barry para haber hecho tal cosa. Estaba consciente de que era bastante probable que la historia de muerte de Henry seguía permaneciendo intacta. Pero la pregunta de como había muerto ella se reproducía como un bucle en su cabeza a la par que maquinaba distintos escenarios.

   De igual forma en algún punto de su tormenta mental, el recuerdo de aquel día en que había vuelto a pisar los laboratorios también se hizo presente. El como Barry corrió a ella, abrazándola y llamándole «Amor»... Todo se había vuelto tan complicado y doloroso en segundos.

—Hey —Barry llamó con suavidad, en cuanto puso un pie en aquel lugar.

—Deberías estar descansando —le reprochó Adds.

Barry no dijo nada, solo tomó asiento a su lado y guardó silencio durante unos instantes. Tal vez tanteando la reacción que Adds tendría ante su cercanía.

—Lo siento —murmuró finalmente.

—¿Por qué no me dijiste antes? —cuestionó Adds, en una especie de susurro.

El velocista nuevamente se mantuvo en silencio durante otros segundos, viéndose incapaz de responder.

—Adds...

—¿Sabes qué? —lo interrumpió—. No quiero oírlo —negó—. No ahora.

—Adds... —él intentó acercarse.

—Debemos concentrarnos en buscar a Caitlin. Porque ella está perdida... y necesita ayuda.

Y sin mas salió a paso apresurado de ahí. Estaba huyendo. Al parecer en el último tiempo, aquello era lo único que sabía hacer bien. Huir... y evitar sus problemas. Le aterraba pensar que todo podía descarrilarse aún más, y ya no quería más de eso en su vida.

Otra cosa que temía en esos momentos, era el no saber cómo mirar a la cara a Cisco. ¿Qué le diría? «¿Lo siento?» Aquello no le traería a Dante de vuelta. Aquello no haría el intercambio de vidas nuevamente. Aquello no enmendaría el error por el cuál ella estaba con vida nuevamente.

Sus pies le guiaron al cortex, y en cuanto entró a este, lo primero que vió fue a Ethan, quién no dudó en abrir sus brazos para recibirla entre ellos dispuesto a darle todo el apoyo que sabía Adds necesitaba.

Tenían dos posibles direcciones de dónde se podría encontrar Caitlin. Ahora debían dividirse cinco personas en dos direcciones.

—Iré a Hawthorne —declaró Cisco.

—Iré contigo —se apresuró a decir Adds, sin ser consciente de las palabras que acababa de soltar.

—Yo iré a Truman —mencionó H.R.

Ethan y Joe se apuntaron a la misma dirección que la variante de Wells. Parecía justo que ellos tres fueran juntos cuando ninguno tenía poderes a comparación de Cisco y Adds.

   Tras cambiarse a sus trajes, ambos meta-humanos se subieron a la camioneta de los laboratorios en completo silencio, y se dirigieron a la locación.

—Lo siento —habló finalmente Adds—. Todo esto...

—No es tu culpa —se adelantó a aclarar Cisco.

—Pero...

—No Adds —le cortó nuevamente—. No dejaré que te culpes por algo que no estaba en tus manos —el pelinegro se volteó a observarla—. Esto no es tu culpa.

—¿Y por qué se siente como si lo fuera? —cuestionó con voz frágil.

Odiaba tanto sentirse así, y odiaba aún más el como su sistema no acataba las órdenes que enviaba para mantenerse firme.

—No lo es —negó Cisco—. Una parte de mi se alegra de que Barry haya hecho ese viaje porque estás aquí, con nosotros —guardó silencio unos segundos—. Pero por otra parte...

—Tu hermano murió —asintió Adds—. Lo siento. Dante podía ser un idiota, pero no merecía morir.

—Lo sé —asintió Cisco envolviéndola en un abrazo—. Te quiero, Adds. Eres como mi hermanita pequeña, y honestamente no sé que haría sin ti.

—También te quiero Cisco. Gracias por ser ese hermano mayor que nunca pedí, pero siempre quise —murmuró Adds.

   Una alarma interrumpió el abrazo de ambos. La alarma anunciaba que Caitlin se encontraba en la casa que a ellos les correspondía vigilar. Por lo que de forma inmediata, tras limpiar sus lágrimas, ambos se terminaron de preparar para bajar en busca de Caitlin.

—¿En serio? —preguntó Caitlin en cuanto los vió llegar frente a ella—. ¿Trajeron sus juguetes? —cuestionó al ver los guantes de Cisco y el arco de Adds.

—Espero que no lleguemos a eso —comentó Cisco.

—Claro que no —los ojos de la castaña volvieron a tomar aquel gélido color que dominaba Killer Frost.

—No te dejaremos Caitlin —hizo saber Adds.

—Queremos ayudarte.

—Solo una persona puede ayudarme —negó Caitlin.

Se refería a Alchemy.

—Él no te ayudará —aseguró Adds.

—Oh, ¿Y tú si lo harás? —cuestionó la doctora observando a la meta-humana con molestia—. Esto —se señaló a si misma, haciendo referencia a sus poderes—, es en gran parte tú culpa.

Adds sintió una pequeña punzada en su pecho. La culpabilidad solo incrementaba. Sin embargo intentó recordarse que aquella persona frente a ella no era su mejor amiga, si no una gélida persona que intentaba ser ella.

—Mi nombre es Killer Frost.

—No, tu nombre es Caitlin Snow —corrigió Cisco.

—¿Caitlin Snow puede hacer esto? —se burló para así lanzar dos estacas de hielo en dirección de ambos meta-humanos.

En un rápido movimiento Adds colgó el arco en su espalda y lanzó una esfera de fuego derritiendo así la estaca que iba en su dirección. Cisco no tardó en esconderse tras un árbol para esquivar la estaca en su dirección, al mismo tiempo que intentaba persuadir a Caitlin para que volviera a recobrar la conciencia.

En aquel instante un característico y conocido rayo hizo presencia. Al ver aquello Caitlin no tardó en desplegar una fluida neblina de frío que terminó por congelar el pavimento, logrando así que el velocista resbalara y cayera directo al suelo.

—¿Cómo está tu pierna? —le preguntó con sorna al velocista.

Barry no perdió la oportunidad y golpeó las piernas de la castaña, haciendo así que ella cayera de lleno a su lado en el suelo.

—Lo siento, Caitlin —se disculpó Barry.

—Eso fue frío, Flash —admitió ella—. Pero esto lo es más.

Con rapidez Caitlin se movió y se posicionó sobre Barry, acercó sus rostros y le besó, comenzando a transferir frío al sistema del velocista.

No lo iba a negar, al ver aquello Adds sintió una fuerte punzada. Después de todo se trataba de la persona de quien estaba enamorada y su mejor amiga.

—Muy bien, Frost —murmuró Adds, intentando concentrarse—. Necesito a mí mejor amiga de vuelta.

   Luego de eso lanzó una esfera que separó a Caitlin de Barry, alejándoles el uno del otro.

   Acercándose unos pasos, ella se hincó posando una de sus manos en el pecho de Barry, para así transmitir un poco de calor corporal al castaño.

—Comienza a vibrar —indicó en cuanto vió a Cisco salir tras Caitlin.

   No les costó mucho más poder atraparla, ya que Cisco creó una distracción, y con esto Adds pudo lanzarle un sedante a Caitlin, mandándola a dormir.

— ϟ —

EN AQUEL MOMENTO, TODO EL EQUIPO SE encontraba en las tuberías. Mientras veían a Caitlin dormir dentro de una de las celdas atenuadoras de meta-habilidades, en espera a que la mencionada despertara. Cosa que no tardó en hacer.

—Creo que necesitaba dormir un poco —comentó von voz gélida mientras se ponía de pie—. Gracias chicos, ya me siento mucho mejor —aseguró—. Bien, ya me pueden dejar salir, prometo no lastimar a nadie.

Todos le observaron en silencio, dando a entender que no creían nada de lo que la castaña decía.

—Son más inteligentes de lo que creí —murmuró Caitlin—. Fue un golpe duro, niño vibrante. Me dolió.

—No quería herirte —aseguró Cisco, con una mueca.

—Eres patético —se burló.

—No, tú eres patética creyendo que eres mejor siendo esto —la señaló Adds.

—Veo que sigues viva —comentó con gracia Caitlin.

Barry y Adds hicieron una mueca al igual que todos los presentes. Aquello no sólo calaba en lo más profundo de la integridad mental de Adds, si no que también lo hacía en la de Barry, al igual que en la de Cisco.

—Alchemy no puede ayudarte —garantizó Barry—. Pero nosotros sí, lo prometo.

—¿Cómo se lo prometiste a Eddie? —cuestionó Caitlin—. ¿O a Ronnie? Para ser un héroe Flash, dejas que mucha gente muera.

—Esta no eres tú, son tus poderes hablando —murmuró el velocista—. Estás enferma.

—Estoy rota, Barry —corrigió sentida—. Pero, ¿A ti qué te importa? Tienes a Adds, tendrás tu final feliz...

—Las cosas no son tan fáciles para nadie, Cait —interrumpió la rubia—. Todos lo estamos pasando mal, en distintos ámbitos, pero aún así permanecemos juntos, porque somos familia.

Sin embargo la castaña la ignoró y siguió hablando, intentando negociar.

—Pueden dejarme ir, y los dejaré que sigan con sus tristes y miserables vidas.

—No, no te abandonaremos —se negó Barry.

Aquellas palabras parecieron molestar aún más, ya que los ojos de Caitlin volvieron a encenderse en aquel gélido color característico en su parte de Killer Frost.

—¡Tu me hiciste esto! —exclamó Caitlin golpeando el vidrio, a la par que la compuerta comenzaba a cerrarse.

Adds suspiró apoyando su cuerpo en una de las paredes de las tuberías.

—¿Tienes idea de cómo revertir esto? ¿Cómo podemos recuperarla? —Barry le preguntó a Cisco.

—Es como Caitlin dijo, a veces cuando algo se rompe no se puede arreglar —murmuró Cisco, para luego salir de ahí junto a todos los demás.

—Él solo necesita tiempo —murmuró Adds, refiriéndose a Cisco.

—Lo sé —murmuró de vuelta.

La rubia suspiró y tomó asiento a un lado del castaño, ambos permaneciendo en silencio.

—Deberíamos de estar buscando a Alchemy y Savitar para detenerlos en vez de estar peleando entre nosotros.

—A veces reprimir nuestros sentimientos causa caos —hizo saber Adds.

—Ni siquiera intente reprimir como me sentía, y cause todo esto —bufó.

—Eres muy terco Barry y aún más cuando estás herido —mencionó Adds—. Y no sé que ocurrió en la línea temporal anterior, pero estoy segura de que todos intentaron ayudarte. El pasado es pasado y lo hecho, hecho está, pero tal vez debiste haberte quedado en esa línea

—Si te soy honesto me arrepiento, pero sólo por ciertas cosas —admitió—. Porque cuando te veo aquí, se siente como si todo hubiera valido la pena.

Adds sintió su pecho comprimirse. Era su culpa. Realmente lo era. Tal vez si ella no hubiera muerto... tal vez si nunca hubiera aceptado sus sentimientos por Barry, tener una relación con él, aquello nunca hubiera ocurrido.

—Eso es muy egoísta, Barry —susurró.

—¿Egoísta? —cuestionó incrédulo—. ¿Tú crees qué fue fácil para mí? ¿Crees qué fue fácil haber perdido a mi padre, y haberte perdido a ti? Eras lo único que me quedaba. Eras lo único que necesitaba en esos momentos, y te terminé perdiendo —remarcó—. No sabes lo horrible que fue —negó.

—Sé que probablemente fue horrible, pero lo hubieras superado.

—¿Cómo se supera perder al amor de tu vida? —cuestionó observándole directamente a los ojos.

—Yo...

—No lo sabes —negó el castaño—. No sabes lo difícil que es vivir eso. No sabes lo horrible que es sentir que te falte el aire, sentir que ya nada tiene sentido porque ya no estabas a mí lado.

—¿Tú crees qué esto es fácil para mí? —cuestionó esta vez ella—. ¿Crees que es fácil para mí enterarme de los cambios? Si me hubieras dicho esto antes todo sería distinto, pero sigues mintiéndome Barry.

—¡Solo trataba de protegerte!

—No —negó ella—. Solo tratabas de protegerte a ti mismo.

—¿Acaso habría vuelto las cosas distintas de habértelo dicho?

—¡Claro que lo hubiera hecho! —exclamó poniéndose de pie—. Joder Barry, de todo este tiempo, teniendo en cuenta todo lo que hemos pasado aún no aprendes nada.

—Claro que lo...

—Quiero apoyarte, en serio quiero hacerlo —se hincó quedando frente a él—. Pero... ¿Qué tan mala persona me volvería al darle la espalda a los afectados cuando hasta cierto punto yo fui beneficiada? —cuestionó sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos—. Yo reviví, y Dante murió. El hermano de mi mejor amigo murió por mi culpa —sollozó.

—Adds... amor —susurró el velocista tomando el rostro de la chica entre sus manos—. No es tu culpa, no lo es —negó sintiendo sus ojos arder cada vez más—. Todo esto es solo mi culpa.

Adds negó. Sabía que Barry era responsable de Flashpoint, pero aún así no soportaba ver como se culpaba por ello. No soportaba el como se destruía por algo que hizo solo con la intención de que el dolor acabara.

—Estabas herido, lo entiendo —asintió ella posando su manos sobre las de él—. Y hacemos cualquier cosa para alejar el dolor. Pero actualmente mi cabeza es un lío —se separó ligeramente—. Y yo... en serio quiero ayudarte, pero no sé cómo hacerlo cuando ni siquiera puedo pensar con claridad —susurró sintiéndose culpable.

Se sentía una pésima persona, porque quería ayudar a Barry, pero ¿Cómo podía ayudarle sin verse hipócrita a la hora de hacerlo?

—Está bien —aseguró Barry.

—¡No! —Adds negó—. No está bien. No... —se puso de pie, poniendo una de sus manos en su cabeza—. Lo siento —se disculpó para luego salir corriendo de ahí.

Sí, sentía que se estaba volviendo loca, y el lío que había dentro de su cabeza no ayudaba y mucho menos la forma en cómo se sentía.

Era una mentirosa, una egoísta y muchas cosas más para las que ni siquiera podía encontrar una definición exacta. No podía pensar en ello, y menos podría hacerlo en los próximos minutos.

   Se encontraba sentada en el suelo de la sala de su departamento, cuando la puerta principal de este fue abierta, dejando ver a dos chicas bastante conocidas.

—Adds...

—¿Eres Caitlin o Frost? —preguntó enfocando su vista en la silueta de la persona frente a ella—. Porque si eres la última y vienes a matarme para intentar restablecer la línea temporal, aquí estoy —alzó sus brazos—. Y no me defenderé, tengo las esposas para metas justo aquí —enseñó sus muñecas.

La castaña caminó en dirección a Adds y dejándose caer a un lado de ella, no dudó en abrazarla. Iris por su parte se preocupó de cerrar la puerta, dándole tiempo a ambas amigas.

—Lo siento mucho —susurró con voz rota la Caitlin—. No quise decir nada de eso. Nada es tu culpa y tampoco mereces morir.

—Gracias, creo —murmuró devolviéndole el abrazo—. No te preocupes Caity. Todo esta bien.

—Te quiero, Adds.

—Y yo a ti —Adds le sonrió.

El trío de chicas tomó asiento en el suelo, apoyando sus espaldas en el sillón.

—Entonces, ¿Cómo me encontraron?

—Literal desapareciste —señaló Iris—. No fue difícil adivinar dónde estabas.

—Eso me suena a que me rastrearon.

—Tal vez —asintió Caitlin quitándole la botella de Vodka de las manos.

Adds se puso de pie para caminar hasta el pequeño bar del lugar y tomar una nueva botella. Esta vez una de Tequila. Iris optó por una de Ginebra.

—¿Cómo va todo con Barry teniendo en cuenta el revuelo de esta adorable situación? —cuestionó Caitlin.

—¿La verdad o la mentira?

—La verdad —murmuraron Caitlin e Iris.

—Soy la peor persona del mundo —se quejó—. Le dije que todo era su culpa. Lo cuál es una vil mentira, porque también es mía. Digo, Dante murió por mi culpa —susurró.

—Esto no es ni tu culpa, ni la de Barry.

—¿Y qué hay de aquel beso? —finalmente Caitlin se atrevió a preguntar por eso.

—No me lo recuerdes —susurró sintiendo que en cualquier momento lloraría—. Creí que por fin todo volvería a ser como antes —rió—. Que estúpida fui al creer que podríamos volver a serlo.

—¿Por qué dices eso?

—Él sigue guardando secretos.

     Al igual que yo... pensó

—Y cuando yo me entero de ellos nunca se como reaccionar y arruino todo. Siempre hay malditos problemas interfiriendo —lloriqueó—. Maldito amor y sus trabas. Ya me quiero dar de baja.

   Guardaron silencio unos minutos en los que se dedicaron solo a beber. Hasta que Caitlin habló poniéndole fin.

—Maldito sea el amor y sus trabas —brindaron las tres chocando sus botellas.

Tras aquel brindis el trío llevó las botellas a sus bocas dando largos tragos que ardían como fuego al pasar por sus gargantas. Excepto por Adds, quién ya estaba un poco más acostumbrada a la sensación. No mucho después Iris interrumpió el lloriqueo de Adds y Caitlin poniéndose de pie.

—Vamos, chicas. ¡Aún somos jóvenes! —señaló alzando sus brazos. Aquel movimiento brusco al ponerse de pie si que la había mareado—. Y tengo la canción perfecta para la ocasión —aseguró con voz arrastrada debido al alcohol.

—¡Sí! —chilló Adds—. ¡Karaoke!

Love Is A Battlefield de Pat Benatar comenzó a sonar por los parlantes del equipo estéreo en la sala. Adds se subió a uno de los sofás, mientras Caitlin permaneció en su lugar en el suelo y Iris de pie frente a ellas.

—¡We are strong! —gritaron las tres.

No hacía falta aclarar que estaban borrachas.

—No one can tell us we're wrong —siguió Adds.

—Searching our hearts for so long —continuó Iris.

—Both of us knowing —le siguió Caitlin.

—Love is a Battlefield —cantaron nuevamente a toda voz las tres al mismo tiempo.

Si hacían un retroceso se podía ver claramente que ninguna de las tres chicas tenía un buen historial en cuanto a relaciones se referían en los últimos años.

Iris por ejemplo; su prometido había muerto convirtiéndose en un héroe y nadie era consciente de ello.

Caitlin, había perdido a su prometido y cuando lo recuperó y se convirtió en su esposo, este también se sacrificó para salvar al mundo sin que nadie fuera consciente de ello. Luego mantuvo una corta relación con un supuesto héroe quien terminó siendo un psicopata que la secuestró y luego asesinó al padre de uno de sus mejores amigos. Y si contaban la línea temporal anterior, también había asesinado a su mejor amiga.

Y por último Adds, quien resultaba haber muerto en una línea temporal anterior y luego haber revivido. Pero de lo único que ella era consciente era de que su mejor amigo y novio había roto su corazón de la forma más cruel de todas.

Y si de una competencia se trataba, claramente Caitlin ganaba. Y a pesar de todo, ella era la más fuerte de las tres al parecer de Adds.

—We are young —chillaron nuevamente las tres—. Heartache to heartache we stand.

—No promises, No demands —tarareó Caitlin.

—Love is a battlefield.

Las tres chicas comenzaron a moverse de formas extrañas, pero para ellas, eran los mejor pasos de baile, y acorde al ritmo de la música.

—When I'm losing control. Will you turn me away, Or touch me deep inside —cantó Adds, dejando el sentimiento a flor de piel—. And when all this gets old, Will it still feel the same, There's no way this will die, But if we get much closer, I could lose control, And if your heart surrenders, You'll need me to hold.

   Tras aquella y otras canciones más, Caitlin e Iris cayeron dormidas sobre los sillones. Mientras tanto Adds siguió bebiendo sentada en el suelo.

   A lo lejos un pequeño objeto resaltó a causa de la luz artificial, llamando la atención de Adds, quién con una pequeña sonrisa se puso de pie para así arrastrar sus pies e ir por el aparato.

   Una vez con el en sus manos, lo observó durante unos segundos con una pequeña sonrisa divertida formándose en sus labios.

—Vamos a dar un pequeño paseo —canturreó viendo una brecha abrirse frente ella—. Ahí te voy tierra... ¡Mierda! —gritó sintiendo su cuerpo chocar contra una superficie.

   Unas horas más tarde, cierto rubio entraría al departamento que compartía con su mejor amiga, encontrándose a la morena y la castaña dormidas en el sillón.

   Con una sonrisa divertida caminó hasta la habitación de Adds, en busca de ella. Pero la rubia no se encontraba en ninguna parte. Tras hacer una llamada de dio cuenta que su celular se encontraba sobre la mesita de la sala de estar.

—Chicas —habló moviendo el cuerpo Caitlin y luego el de Iris.

—Cinco minutos más —pidió la morena.

—¿Dónde demonios está Adds? —cuestionó logrando que ambas jóvenes se incorporaran de golpe.








— ϟ —








NO SERÍA
yo misma, si no armara un desmadre entre Adds y Barry constantemente, pero bueno.

Ahora lo importante, ¿Dónde creen que fue Adds?

Aviso que el próximo capítulo me emociona DEMASIADO, así que de ante mano espero que les guste cuando lo lean,, aH!!

Les quiero, no se olviden de votar y comentar. No sean lectores fantasmas!!


[editado: 25/03/2022]

─𝙨𝙥𝙞𝙙𝙚𝙮𝙜𝙡𝙤𝙬

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top