xxxiv. realidad alterada
LAS DESTRUCTORAS,
capitulo treinta y cuatro: realidad alterada!
EL PEQUEÑO EQUIPO DE CINCO CORRIÓ HASTA EL RECIBIDOR, donde Kaecilius y dos secuaces más se encontraban formando la misma bola para derribar el Santuario de Nueva York. Se detuvieron al final de la escalera, observando su campo de juego. Mordo miró a Morgan, a Strange y a los hermanos Belkova—Tenemos que terminar esto. ¡Ahora!
Irina y Mordo saltaron para atacar a los otros mientras que Kyle y Tatiana fueron directamente hacia Kaecilius. En la pelea, todos participaban, a excepción de Strange, quien levitaba con su capa.
—¡Strange, ven y pelea!—gritó Mordo pero Kaecilius decidió formar la explosión—. ¡NO!
En cuanto el fanático golpeó con su hechizo en el suelo, Strange lo cubrió entrando en la Dimensión Espejo, donde todo el escenario salió inalterado, protegiendo a la realidad. Morgan miró a Strange y este le guiñó un ojo antes de mirar a Kaecilius—La Dimensión Espejo. Aquí no puedes afectar el mundo real. ¿Quién ríe ahora? Imbécil.
Kaecilius sonrió—Yo.
Con solo decir eso, el hechicero juntó sus manos para luego abrirlas y plegar el espacio a su gusto girando las escaleras y cambiando todo su entorno. Mordo golpeó a los dos secuaces de Kaecilius que lo retenían y Morgan corrió hacia Kaecilius para quitarle su anillo. El resto del equipo salió del Santuario hacia la avenida. Irina mostró a Mordo el anillo—Tengo su anillo. No pueden escapar, ¿verdad?
—¡Corre!—dijo él antes de echarse a correr, el resto lo siguió.
Corrieron hacia una avenida mientras que Kaecilius cambiaba todo de sentido: edificios cayes, autos, toda figura geométrica cambiaba de sentido. El equipo se juntó, encontrándose en la mitad de una avenida.
—Su conexión con la Dimensión Oscura les da poder en la Dimensión Espejo. No pueden dañar al mundo real, pero nos pueden matar—dijo Mordo con pánico—. Esto no fue astuto. ¡Esto es suicida!
Con Kaecilius persiguiéndoles sin descanso, el equipo corrió hacia una esquina, creando un portal para escapar pero el fanático giró su mano, cambiando a sentido vertical la calle y provocando que los cinco hechiceros cayesen por el asfalto para estrellarse contra un autobús. Allí, Tatiana sacó sus cristales y lanzó uno hacia un edificio y otro cerca de su ubicación. Al cruzarlo, se dirigieron corriendo hacia la parte más alta y Stephen intentó abrir otro portal pero Kaecilius saltó para crear una ola que desorbitó al grupo y llevó sus manos hacia adentro doblando al edificio provocando que todos cayesen al vacío. Doblando toda superficie, Irina vio Nueva York de formas tan paralelas que ya se estaba mareando. Tatiana lanzó un cristal que los llevó directamente al edificio mientras que Strange y Mordo aterrizaron por sus medios. Todos volvieron a reunirse en el borde.
Tatiana miró al resto—De acuerdo, ¿algún plan?
—Por ahora, no—dijo Kyle mirando a Irina—. A menos de que tengas uno.
—Esto fue un error—declaró Strange mirando el gran laberinto.
Repentinamente, Kaecilius cambió el sentido y se encontraban cayendo otra vez. Fueron apresados por los secuaces de Kaecilius y se concentraron en escapar de su laberinto. Irina corrió por escaleras, puentes, incluso paredes para escapar de Kaecilius. Ella y Strange corrieron para luego caer sobre un agujero que se transformó en una especie de tobogán con el tren de Nueva York para volver a un nuevo pasadizo por donde corrieron. Tatiana y Kyle se encontraban al otro lado corriendo por las paredes. Por un momento no hubo rastro del fanático, pero apareció de repente frente a ellos y golpeó a la rubia con una patada para luego quitarle el anillo a Strange – e intentar matarlo. En cuestión de segundos, algo los separó y en cuestión de segundos, un ambiente sólido se puso debajo de ellos, creados por la Hechicera Suprema – quien poseía el mismo símbolo que Kaecilius tenía en su frente.
—Es verdad—murmuró Mordo—. Ella extrae el poder de la Dimensión Oscura.
Ella le miró, sintiéndose apenada y luego miró al enemigo—Kaecilius.
El fanático caminó hacia ella, rodeándola mientras que ella lo imitó—Vine a ti hecho pedazos...perdido, necesitado. Confié en ti como mi maestra, y me llenaste de mentiras.
—Traté de protegerte—dijo la Hechicera Suprema.
—¿De la verdad?
—De ti mismo.
—Ahora tengo un nuevo maestro—anunció Kaecilius mirándola fijamente.
—Dormammu te engaña—replicó ella—. No tienes idea de lo que es en realidad. Su vida eterna no es un paraíso, sino tormento.
Kaecilius creó una lanza con su mano, caminando hacia ella con sus secuaces—Mentirosa.
Una pelea se desató entre ella y los tres fanáticos, la Hechicera Suprema utilizando todo su poder y sabiduría para detenerlos. Derribó a uno y luego al otro para que Kaecilius golpeara el suelo creando una ola que la Hechicera Suprema contrarrestó con su fuerza – enviando a Kaecilius fuera de ella. Tatiana agarró sus cristales violetas con fuerza e intentó intervenir, pero Irina le detuvo—Ella debe solucionarlo, no nosotros.
—La matarán si nos ponemos a debatir si ayudarla o no—replicó la castaña corriendo, zafándose del agarre repentino de su hermano.
Los fanáticos volvieron a atacar a la hechicera, no mostrando merced hacia ella mientras que Tatiana lanzaba un cristal para poder abrir un portal para ayudarla. Sin embargo, Kaecilius, al salir del portal, no encontró nada pero al cerrarse el portal no tardó en atravesar su lanza invisible contra el pecho de la castaña, matando a dos pájaros de un tiro. Tatiana soltó un chillido de dolor, mientras que Irina sintió un fuerte dolor en su pecho que dejó sus pulmones sin aire. Su conexión con Tatiana se había roto y lo único que sintió fue dolor. Pero también lo veía en la Hechicera Suprema, quien había corrido por la misma suerte.
—¡TATIANA!—gritaron Kyle y Morgan al mismo tiempo.
Irina Morgan sintió un vacío en su pecho al ver cómo su amiga se paralizaba, compartiendo la misma lanza con su maestra. La rubia cayó de rodillas soltando un grito de agonía al ver cómo aquel golpe afectaba a Tatiana. Sus ojos se volvieron azules, mientras que sus lágrimas se convirtieron en sangre. Stephen no comprendía lo que ocurría, pero al ver que su compañera era telepata, ella debía sostener una conexión fuerte con su amiga y ahora ella estaba muriendo. Kyle le sostuvo, observando como su hermana escupía sangre a un lado, sus ojos soltando lágrimas de dolor.
En aquel momento, Kaecilius quitó su lanza y golpeó a las dos mujeres, quienes salieron disparadas hacia un portal que daba a la verdadera ciudad. Irina corrió hacia él, lanzándose junto con Kyle y Mordo junto con Strange también escaparon. Irina Morgan caía libremente por el suelo, sintiendo que su compañera agonizaba y que caía junto con la Ancestral. Ella debía parar la caída, pero Kyle la puso a salvo disparando un gancho que los bajó lentamente. Irina sintió el cuerpo agonizante de su compañera chocar contra un vidrio y caer en seco contra el suelo – todo su cuerpo cubierto de sangre.
Al aterrizar, Irina podía escuchar los gritos de horror que lanzaba la gente, ella y Strange corrieron hacia el lugar del accidente, encontrándose con los cuerpos moribundos de sus compañeras. Irina tomó el cuerpo de Tatiana en brazos, buscando su pulso con sus dedos. Kyle miró alarmado a su compañera—¿Está respirando?
—Su cuerpo está débil—replicó ella alarmada—. La Hechicera también está así.
Stephen miró a Irina—Ya sé dónde llevarlas.
Mordo miró a Kyle—Nosotros iremos al Santuario a ver cómo están las cosas.
—Pero...
—Kyle, yo me encargaré de tu hermana—le aseguró Irina—. Ve con Mordo, te necesita.
Kyle Belkova asintió, alejándose en un portal hacia Katmandú para ver si el Santuario estaba destruido por completo mientras que Irina cargaba el cuerpo de Tatiana Belkova, cruzando otro portal hacia el hospital donde Stephen había sido curado.
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editado ✓
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