FRAGMENTOS,
capitulo tres: la primera pista!

          LUEGO DE SABER MÁS INFORMACIÓN ACERCA DE KYLE BELKOVA, Irina salió en búsqueda de su amiga después de que Tony Stark diera la reunión por terminada. La rubia paseó por los pasillos de la base de los Vengadores con tranquilidad, pasando por las salas comunes: el pabellón de entrenamiento, el laboratorio, la cocina y finalmente terminó en las habitaciones. Buscó rápidamente la habitación de su amiga y en cuestión de segundos se encontraba frente a la puerta cerrada.

          Irina sabía que Tatiana estaba allí, por supuesto. Podía sentirla. Y sus sentidos nunca le fallaban. La rubia tocó dos veces la puerta con delicadeza y esperó a una respuesta. Al recibir un 'Adelante' de su amiga, Irina abrió la puerta para cruzar el umbral y volverla a cerrar.

          La habitación de Tatiana era idéntica a las demás habitaciones de los Vengadores que había en la base. Solamente que esta estaba decorada a gusto y petición de su gran amiga. El color violeta era algo muy presente en la vida de Tatiana, no solamente porque era uno de sus colores favoritos, sino que también era gracias a sus poderes. El hecho de haber convivido con ellos durante tanto tiempo, le hacía ver que ellos tenían cierta influencia en su vida.

          Los ojos verdes de Irina Morgan cayeron en la figura de su amiga, quien yacía en la cama tranquilamente. Sus piernas se encontraban contra su pecho y sus brazos bien formados los rodeaban. La muchacha rubia alzó una ceja y se acercó a ella para sentarse en su cama.

          Irina, de algún modo, comprendía a su amiga. Hasta la aborrecía por ello. Era un golpe tan fuerte que era difícil asimilarlo. La rubia tocó su pierna levemente, así atraía su atención. Los ojos azules de Tatiana Belkova le miraron fijamente, como si estuviera cansada, pero la intensidad de ellos no se acababa.

          —¿Acaso tienes algo que decir?—preguntó ella alzando una ceja.

          —En realidad, tengo muchas preguntas pero eso te agobiaría mucho y eso es lo último que quiero—respondió Irina haciendo una mueca—. Pero tengo mucha curiosidad por saber más de tu hermano.

          —¿Acaso quieres que Steve haga una escena de celos?

          Irina se echó a reír al pensar en ello, sería tierno y problemático, sin embargo negó—No lo había pensado de esa manera, ¿sabes? Además, si quería poner celoso a Steve, ya lo hubiera hecho—guiñó el ojo—. Solamente quiero saber cómo es que tienes un hermano.

          —Estoy tan sorprendida y abrumada como tú, Morgan—replicó ella apoyando su pera en sus rodillas—. Yo no sabía que tenía un hermano hasta hace un par de horas.

          —Rumlow le habrá hecho algo, estoy segura.

          —Si él le ha hecho algo, juro que lo mataré—espetó ella entrecerrando la mirada. Irina le contestó: "Pero si ni siquiera lo conoces"—. ¡No me interesa! Es sangre de mi sangre, de alguna manera.

          —Por el amor de Dios, Tat, ya lo encontraremos—replicó Irina intentando de sofocar una carcajada—. A él y a Rumlow.

          —Todo este tiempo he estado sola y ahora sé que en realidad no lo estaba—dijo Tatiana.

          Irina tomó la mano de su amiga y le sonrió—Así yo me he sentido al ver que Tony había conocido a mis padres y con Hank Pym, que fue su compañero durante su entrenamiento y colega en SHIELD. Fue duro en un principio pero te acostumbras.

          —Eso espero.

          Repentinamente, escucharon dos golpes en la puerta y ambas miraron hacia la misma. Irina fue la primera en levantarse y al abrir la puerta se encontró con los ojos azules de Steve Rogers mirándole. Irina sonrió abiertamente y abrió la puerta por completo. Tatiana también le sonrió y se levantó.

          —¿Qué sucede?—preguntó Irina.

          —Necesitamos ayuda para encontrar a Rumlow, al parecer ha habido movimientos de su equipo últimamente.

          Tatiana miró a Irina—Eso puede significar una cosa...

          —Kyle debe estar con él—replicó Irina asintiendo—. Vamos.

          Los tres Vengadores llegaron rápidamente hacia el laboratorio, donde se encontraba Tony junto a Nat intentando conseguir señal de un satélite. Había un par de sillas y algunas computadoras portátiles allí. Pero las chicas no sabían qué hacer exactamente. Tony alzó una ceja al verlas quietas en su lugar y sin moverse, alzó las manos en un gesto distraído y dijo—¿Qué hacen allí paradas? ¡Vengan a ayudar!

          Las jóvenes hicieron caso y se acercaron rápidamente. Conectaron cables a las computadoras, las encendieron, las codificaron y Tony les enseñó como rastrear.

          (Pero eso resultó ser algo inútil ya que Tatiana e Irina estaban entrenadas para recopilar cualquier tipo de información o ubicación.)

          Al ponerse manos a la obra, todos comenzaron a teclear botones y comandos, teniendo en cuenta de que debían tener ojos en todos lados. Como un halcón. Iban de un lado al otro en el gran mapa del mundo, buscando rastreadores de celular, ordenes de captura, acceso a archivos del pentágono y de seguridad nacional, hasta de las naciones unidas.

          Allí había de todo y solamente tenían que buscar a una sola persona que era buscada en el mundo. Además de Bucky Barnes, claramente.

          No supo por cuantas horas sus ojos observaron la computadora, pero no estaba teniendo tanto éxito. Observaba que Natasha y Clint también buscaban, al igual que Erika. Esta se encontraba más animada ya que tenía auriculares en sus orejas y todo era más sencillo con la música. Tony también se encontraba concentrado, pero nadie había encontrado nada.

          Steve y Sam entraron en el laboratorio, observando la pantalla de búsqueda. Irina le miró mientras continuaba tecleando un par de cosas y luego volvió a su tarea. Tony se levantó de su asiento y fue hasta Steve.—Esto no podría ir de mal en peor—dijo él y señaló la gran pantalla—. Debe de haber algún patrón que no estemos haciendo bien.

          —O existe la posibilidad de que estén intentando evadirnos y nosotros estamos siguiendo esas evasiones para confundirnos—dijo Irina alzando una ceja.

          —No hacía falta remarcar de que algo está mal, Morgan—replicó Natasha mirándole por el rabillo del ojo.

          —Intento ser optimista.

          —Shhhh, no puedo escuchar música con ustedes hablándome—refunfuñó Erika haciendo un gesto distraído con la mano.

          Una pequeña alarma comenzó a sonar y observaron que una pequeña ventana se abría en la pantalla. Todos dejaron de hacer sus actividades y observaron atentamente a la pantalla.

          —Creo que encontré una ubicación posible—dijo Erika levantándose de su asiento, señaló la gran pantalla—. He visto los registros de vuelos y las cámaras, observando una peculiaridad en una persona e hice un reconocimiento facial y todo coincide.

          —¿Es Rumlow?—preguntó Irina.

          —Es Kyle, todo concuerda—respondió la joven arquera.

          —¿A dónde se dirige ahora mismo?—preguntó Steve mirando a la muchacha Barton.

          —Lagos, Nigeria—señaló el mapa—. Llegará en menos de dos días.

          Irina miró a Steve y Steve miró a Irina, ambos sabían que Kyle se dirigiría hacia Rumlow, o que Rumlow se dirigiría a Kyle por algún medio—ya que el mismo Brock Rumlow no sería tan estúpido y terminaría por exponerse después de tantos meses de escondites—. Morgan cruzó sus brazos rápidamente y observó la pantalla, el punto rojo marcaba dónde estaba Kyle Belkova en ese momento y el punto azul era al destino al cual iría. No podía perder esta oportunidad.

          —Iremos por ellos—espetó la rubia con decisión—. Rumlow será entregado al gobierno para ver que harán con él y luego veremos qué hacer con Kyle—miró a los demás—. ¿Entendieron todos?

          El resto del equipo asintió rápidamente e Irina dio media vuelta, para abandonar el laboratorio del millonario. Y quien sabe cómo, pero Irina estaba dispuesta a terminar con la vida de Crossbones.

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