31
—☁️—
Beth no se había percatado de lo alejada que estaba del suelo hasta que miró a través de la rendija cuando quiso tomar un tubo como defensa. Se sintió un poco mareada al levantar la mirada pero se las arregló para enfocarse en su compañera a quien se le facilitaba avanzar entre los metales.
—No haces esto muy a menudo, ¿verdad?—dijo dándose media vuelta.
—No, yo soy más de...—una silueta se aproximaba por detrás de Selina—agáchate.
Obedeciéndole tras escuchar los pasos del tipo, Beth tuvo pase libre para lanzar el metal directo a él volviéndolo a dejar inconsciente en el suelo.
—Gracias—la castaña le sonrió por debajo de la tela, cosa que le pareció tonta a los pocos segundos—soy Selina.
—Lindo nombre—respondió pasándole de largo para evitar la conversación.
No muy lejos el ruido proveniente de las armas largas disparándose llamó su atención. Desde allí mo tenían buena vista del panorama pero se guiaban por el sonido hasta que se detuvo por unos segundos y asumieron lo peor. Uno más, les hizo mirarse, era de un impacto fuerte. No obstante, uno de los hombres inconscientes comenzaba a levantarse e iba directo a ellas.
—Ve tú. Yo te cubro de este lado.
Beth asintió antes de echarse a correr en dirección al sonido que no parecía lejano. Finalmente logró distinguir una silueta de rodillas apuntando a Batman, quien apenas podía sostenerse del borde. Respiró hondo acercándose lentamente; cuando estuvo lo suficientemente cerca pateó con todas sus fuerzas al demente. Las pesadas botas negras fueron un plus para dejarlo tirado contra las frías rejas que servían para pisar.
Bruce no podía creer que Beth se encontraba enfrente suyo, hasta donde sabía podía ser un producto de su imaginación al haber recibido tantos golpes. Ella tomó sus manos y con todas sus fuerzas comenzó a jalarle hasta que estuvo sano y salvo en la estructura estable. Se aseguró de recostarle con el mayor cuidado posible empujándole —pues le tuvo encima por un momento— quedando ahora arriba con la respiración entrecortada.
—Creíste que te dejaría morir solo, ¿huh?—dijo llevando su mano a la mejilla de Bruce. Sus ojos luchaban por permanecer abiertos—sé que me querías lejos pero no iré a ninguna parte. No hasta que estés bien.
Su pecho subía y bajaba repetidamente, con suma dificultad levantó la mano con el deseo de tocarle de vuelta. No sólo porque quería asegurarse de que era real, si no para sentirle bajo su agarre y tener un vínculo con lo que sucedía a su alrededor.
Pero fue una acción que se quedó en eso, en un deseo, cuando fue tomada por el cuello de su suéter alejándose de él. Uno de los enmascarados le estrelló contra el metal y se posicionó sobre ella llevando sus manos a su cuello. Beth pataleaba tratando de golpearle pero era inútil, tampoco podía retirarle de su garganta para levantarse. Entre su desesperación recordó la pluma en uno de sus bolsillos. Con la poca fuerza que le quedaba pese a estar siendo asfixiada le encajó ese objeto en el hombro.
Al hombre pareció molestarle eso pues liberando un poco su agarre, sacó de su bota una navaja. Era obvio que disfrutaba tenerle en su poder pues se tomó su tiempo al llevarlo a donde le sostenía. La joven se quejó al sentir un leve corte a un costado de su cuello así como la sangre chorrear poco a poco.
Pero eso fue lo único que logró; Beth le vio desaparecer de un momento a otro pudiendo respirar tranquila y con el corazón a nada de salir de su pecho. Tosiendo, se sentó y giró para encontrarse a Batman golpear sin control alguno a su agresor. Le había visto antes en acción y supo al instante que tenía que detenerlo antes de que no hubiera vuelta atrás.
—¡Bats!—gritó levantándose aún temblando, con ayuda del barandal se acercó a ellos—¡Cariño! ¡Detente!
Su puño se detuvo a nada de tocar su rostro cubierto por la máscara verde una vez más. Giró la cabeza para ver sus ojos rodeados por la sombra de pestañas corrida.
—Está bien—tocó su hombro parándose a su lado—todo está bien.
Asintió tratando de regular su respiración. Justo en ese momento Jim junto a un pequeño grupo de policías apareció por el mismo camino, siendo él quien recibiera una reacción no muy amistosa por parte de Bruce al darse media vuelta a la defensiva.
—¡Wow! ¡Oye!—exclamó.
Batman le miró por un momento antes de levantarse y retroceder hasta quedar al lado de Beth quien puso una de sus manos sobre su brazo tratando de tranquilizarle. Mientras tanto el teniente se puso de rodillas para retirar la máscara del ahora desfigurado rostro del hombre.
—¿Quién carajos eres?—habló con rabia.
—Pues...—le costaba respirar y aún así sonreía dándole escalofríos a Beth—soy la venganza.
Bruce bajó la mirada para verle pero el gesto no duró mucho pues las luces se apagaron. En ese preciso momento las puertas de cristal también cedieron ante la cantidad de agua del exterior. Observaban desde arriba como la ola formada por la corriente arrastraba consigo el escenario, además de autos y basura de las calles que se encontraron con la estructura.
Uno de los cables que iban directo al techo se rompió, derrochando chispas que podrían ser peligrosas para las personas que aún seguían en el desastre de abajo. Siguiendo el pedazo colgante, Bruce notó su procedencia de la caja metálica a unos metros de ellos. Miró a Beth, quien entendió su gesto sin falta de palabras.
Levantó la mano sacando su pistola de gancho para ágilmente establecer un objetivo y lanzarse, logrando sostenerse del cable. Quitó el símbolo de su pecho para usarlo como lo que era, una navaja, y cortarlo. Sin embargo, la corriente eléctrica del mismo le hizo soltarse, cayendo directamente al agua.
Beth corrió al borde del barandal tratando de encontrarle entre el reflejo del agua y la parpadeante luz del auto de policía que fue arrastrado. Un suspiro de alivio abandonó su cuerpo al ver las dos orejitas puntiagudas salir con éxito.
—Disculpa—Gordon tocó su hombro—¿te conozco?
Permaneció quieta. Claro que lo hacía, todos en la comisaría conocían a la sobrina de Reyes, debido a que solía ir varias veces a visitarle durante horas de trabajo y bueno, también a que hablaba de ella con todos. No tenía hijos pero al escucharle decir su nombre, era obvio que le amaba como una.
—No—contestó con una voz profunda, tratando de imitar la de su novio.
Sin mirar a ninguno de los presentes se apresuró a regresar por donde vino, quería ayudar en lo que pudiera a las personas de abajo y por supuesto, a Batman.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top