22

—☁️—




—¡Oh, vamos Betty!—exclamó Eric, uno de sus compañeros de clase poniendo una mano sobre su hombro—será divertido. ¿O acaso el príncipe se molesta?



Luego de los dos años estudiando con ellos, Beth había formado una amistad con una parte de su salón quienes le trataban con normalidad pese a todas sus particularidades, lo cual agradecía infinitamente. Sin embargo, todavía le costaba sentirse incluida del todo pues no solía aceptar las invitaciones a fiestas o aquellas que involucraran salir hasta tarde.



—No seas tonto—respondió rodando los ojos divertida. El aire movía su cabello conforme caminaban en grupo por el exterior de los edificios—sólo no me gusta ese tipo de lugares. ¿Sabías que el dueño es prácticamente un mafioso que circula drop?



—No, nadie sabe ese tipo de información tan...específica—añadió otra chica a su derecha, Meredith—parece que te juntas con Batman o algo así.



Beth apretó los labios. Si tan sólo supieran que no solamente se juntaba con Batman, si no que dormía en su cama siendo abrazada por él...



—Bueno, bueno—apareció Iris quitando la mano de Eric con un gesto de disgusto—si ella no quiere ir, que no vaya. Déjenla en paz.



—¿No te parece raro que estamos por graduarnos y nunca ha aceptado una sola invitación nuestra? Ni a comer pizza bajando la avenida.



Eric tenía razón pero Beth una buena explicación para eso: Bruce. Pasaba sus tardes con él haciendo cualquier cosa, incluso escuchando música recostados en el piso. Cuando no, visitaba a sus abuelos o acompañaba a su madre al centro comercial.



—Iré—dijo atrapando las miradas de todos—vamos al Iceberg Lounge. ¿Qué es lo peor que puede pasar?




Lo peor era la música alta causándole mareo, las luces rojizas cegándola y los tacones que le prestó Iris matando sus pies. No sabía cómo aguantó más de dos horas allí, cuidando que sus compañeros no cayeran por el barandal y ordenando refresco de limón al ser lo único sin alcohol. Tenía esa creencia de que ocurrían cosas más interesantes en ese tipo de lugares por las anécdotas que le contaban los lunes por la mañana, ahora veía que estaba mejor en su habitación esperando un mensaje de Bruce diciéndole que llegó seguro.



—¡Betty!—gritó Iris sosteniendo un vaso, llegando a la mesa vacía donde estaba sentada—¡ven a ver esto, corre!



Le tomó de la mano arrastrándola entre la gente bailando hasta la orilla del frágil barandal. Beth abrió los ojos de par en par al distinguir una silueta con orejas puntiagudas a lo lejos, haciéndose cargo del par de gemelos que cuidaban la entrada. Gracias al ruido no muchos se percataban de la pelea entre Batman y la "seguridad" del lugar. Sostuvo a Iris del brazo cuando el arma de uno de ellos fue disparada en contra de su novio quien se encargó con facilidad y ayuda de su útil arma de gancho.



—¿Es ese el pingüino?—preguntó su amiga al verle llegar, presentándose con el de la capa. Miró a Beth quien no separaba la atención del suceso—creo que es mejor que te lleve a casa. ¿O te quedarás con Bruce?



Asintió observando a Batman seguir a Oswald Cobblepot, perdiéndose entre las luces y personas bailando.



—Se molestará conmigo por regresarte más traumatizada de lo que estás—le tomó por los hombros suspirando.



En el transcurso a la Torre en el auto de Eric —a quien Iris obligó a llevarlas— no pudo poner atención a los chistes tontos por estar pensando en esa pelea. Bruce era muy bueno en eso, tranquilizándola un poco, pero también notó lo mucho que se exponía.



—Hola, Alfie—saludó cubriéndose con la chaqueta prestada, no fue buena idea usar falda con aquella lluvia—¿Bruce aún no ha llegado?



—No, me temo que no—respondió el hombre recibiéndole en el lúgubre pasillo.



—Oh, entonces lo esperaré en su habitación...si no te importa, claro.



—Por supuesto que no, adelante—le sonrió amablemente.



Dicho esto, subió las escaleras hasta llegar al cuarto de Bruce. Allí finalmente pudo quitarse los tacones y soltar su cabello; el quedarse en la Torre era tan normal que incluso tenía ropa en un cajón que Bruce había desocupado con cierta emoción pues amaba tenerla cerca. Aún así, prefería dormir en las playeras negras que le quedaban demasiado grandes. Sonrió al ver una de estas doblada encima de la cama, era como si la hubiera dejado allí sabiendo que se quedaría. Probablemente si le preguntaba al respecto lo negaría, cosa que le parecía tierno.



Tras cambiarse decidió recostarse en la cama a esperarle mientras perdía el tiempo en su celular. No obstante, un mensaje en específico enviado al grupo familiar llamó su atención, era de su madre hacia su tío —quien fue transferido a Metrópolis hace un mes—lamentando la pérdida de su amigo junto a un artículo recién publicado. Savage había sido asesinado.



Sin pensarlo dos veces oprimió el enlace para leer los detalles. Fue encontrado hace una hora tras haber sido atacado mientras se ejercitaba, pero eso no era lo curioso si no la manera en qué sucedió. Le dio play al video que se adjuntaba.



Hola habitantes de Gótica—Beth frunció el ceño al ver su atuendo. La máscara junto a esa chaqueta con el curioso símbolo—les habla el Acertijo. La noche de Halloween maté a su alcalde porque no era quien fingía ser. Pero no he terminado...



La cámara se dirigió ahora a Savage quien tenía cinta en la boca y una jaula en su cabeza ocupada por ratas, recordándole a alguna vista en películas de terror. Era el tipo que le envió esa tarjeta a Batman, le dio escalofríos tan sólo pensar de lo que podía ser capaz.



—Pensé que volverías a casa.



Giró la cabeza hacia la puerta que Bruce cerraba detrás suyo. Seguía con el maquillaje puesto, una playera negra y sus sucios jeans. Beth tenía sentimientos encontrados desde el club, así que su única solución fue abrazarle sin importar que estaba mojado por la consistente lluvia. Él tardó un poco en responderle el repentino gesto pero lo hizo.



—No quiero que el Acertijo te convierta en protagonista de Saw—dijo escondiendo el rostro en su pecho.



—Nadie me convertirá en nada, amor—ella levantó la mirada, gesto que Bruce aprovechó para acariciar su mejilla—iré a darme un baño. No tardo.



Asintió viéndole alejarse a paso tranquilo. En cambio, Beth volvió a la cama esta vez metiéndose bajo las sábanas por el frío que se colaba por la ventana. Tal como dijo su novio, no tardó mucho en volver usando únicamente un pantalón gris de pijama. Ella no entendía cómo es que podía dormir así cuando Gótica no era muy cálida y menos por las noches.



—¿De quién es esa chaqueta?—preguntó frunciendo el ceño ante la prenda color azul oscuro de la silla donde las cosas de Beth descansaban.



—De Eric. Llovía cuando él e Iris me trajeron hace rato—le miró parado a los pies de la cama—estuvimos en el Iceberg Lounge...



—Y me viste—asintió bajando la cabeza.



Beth había le conocía mejor que nadie y tras tanto tiempo juntos estaba seguro de que ocurría lo mismo hacia ella. Pero lo de Batman era una cosa en la que no quería involucrarla fuera de consultarle ciertos detalles de las investigaciones y desahogarse cuando lo necesitaba. Nunca le había visto en acción y Bruce temía que cambiara la perspectiva que tenía de él. Suspiró antes de entrar a la cama hasta estar a su lado.



—Creí que odiabas ir a ese tipo de lugares—siguió, intentando desviar el tema.



—Lo hago. Pero todos en mi clase irían y no sé, creí que quizá así podría encajar en su círculo por lo menos una vez antes de la graduación...—giró la cabeza para verle con el cabello húmedo sobre su frente—vi las fotos del alcalde con esa pobre chica, ¿él la lastimó?



—No lo sé aún—murmuró.



—También vi el video del Acertijo. Está por todas las redes sociales—dobló las piernas—te volvió a dejar una tarjeta, ¿no es cierto?



—Quiere que lleve la rata a la luz.



—¿Rata? Uy, en esta ciudad puede ser cualquiera.



—Eso me temo. Pero al parecer va por políticos corruptos lo cual disminuye un poco las opciones.



—Por muy poco—él asintió—bueno, podemos seguir hablando de eso por la mañana. Alfred me dijo que no has dormido en varios días, necesitas descansar.



Luego de besar su mejilla apagó la lámpara de la mesa de noche a un costado de la cama quedando en completa oscuridad, una que no duraría mucho por la hora que era.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top