08

—🌥—


La cabeza de Beth daba mil vueltas y ninguna aterrizaba ni por equivocación cerca de lo que quería escribir. La pantalla estaba en blanco y dudaba que en un tiempo cercano comenzara a llenarse. No podía dejar de pensar en la noche anterior, había sido una tonta al dejar a Bruce de esa manera.



Lo había arruinado y era una lástima porque en verdad le agradaba estar con él. Movía el pie frenéticamente bajo la mesa del comedor; su padre se encontraba en la sala a un par de metros viendo el partido de fútbol a volumen alto, si no tenía inspiración probablemente se debía a eso. Entonces el timbre sonó.



—¡Tocan!—gritó Paul sin siquiera inmutarse pese a ser el más cerca.



Beth suspiró y rodó los ojos levantándose. Pasó detrás suyo antes de llegar a la puerta. Sus ojos se abrieron de la impresión al ver quién estaba en el pórtico usando ropa negra y una chaqueta de lo que parecía cuero. Agradeció que su padre estaba ocupado para que no interfiriera.



—Hola—dijo con las manos en sus bolsillos.



—Hola.



—¿Crees que podamos hablar un momento?—su cabello castaño caía desordenadamente sobre su frente. Ya no sentía la necesidad de ocultar su rostro frente a ella.



—Uh...—giró la cabeza para ver a su padre. Él seguía perdido en el televisor—seguro.



Salió cerrando la puerta detrás suyo y se detuvo en el límite del pequeño pórtico, junto a a los tres escalones de madera. Bruce le siguió hasta quedar enfrente suyo.



—Es sobre lo que pasó anoche, ¿verdad?—asintió, ella se llevó las manos a la cara por un momento, apenada—oh, Bruce. Lamento haberme ido así. Ni siquiera sé qué decir más que lo siento.



—No vengo a juzgarte por eso—avanzó un paso hacia Beth—yo sólo quería...uh...lo que dije acerca de que me importas, es en serio. Pero probablemente fue demasiado pronto.



Ella bajó la cabeza evadiéndole.



—No quise asustarte—murmuró acercándose aún más, podía ver sus botas de motociclista casi enfrente de sus sucios converse—pero estoy seguro de que hay algo entre nosotros que no debemos pasar por desapercibido.



Beth subió la mirada poco a poco, pasando por sus jeans y chaqueta hasta llegar a su rostro. Podía escribir mil poemas acerca de lo perfectas que eran sus facciones, de cómo caía su cabello oscuro desordenado cuál dominós y de esos ojos. Esos ojos llenos de melancolía que parecían esconder fantasmas de un pasado lejano detrás suyo.



—Entiendo que te es difícil lidiar con todo esto de los sentimientos y lo sé porque también me pasa.



Entre más tiempo en silencio pasaba, más nerviosismo corría por el sistema de Bruce. ¿Había dicho algo malo? ¿Fue demasiado? ¿Estaba mal si la besaba en ese momento?



—En ese caso...—habló de una vez por todas, antes de que se arrepintiera de ello—podríamos aprenderlo juntos.



—Me parece una buena idea—ella le sonrió, no podía explicar lo que ocurría dentro suyo—y espero que lo que tengo en mente también lo sea.



Giró la cabeza a su izquierda, señalando la motocicleta bajo la acera. Beth imitó su gesto; la sonrisa cambió a una expresión algo difícil de descifrar.



—Pasear en moto. Claro, ¿porqué no me lo imaginé antes?—suspiró. Por un momento el nerviosismo de Bruce volvió—iré por mi chaqueta. Probablemente llueva.



Le vio escaparse de su cercanía para entrar de nuevo a la casa. Por fin pudo respirar tranquilo, el consejo de Alfred le había servido después de todo.



Al otro lado de la puerta, Beth corrió con prisa escaleras arriba directo a su habitación. ¿Bruce notaría si se daba una rápida arreglada? Esperaba que no.



Con prisa cepilló su cabello arreglando el fleco —o al menos intentándolo— para después poner una diadema negra sobre su cabeza. Las manos le temblaban al momento de retocar su delineado y aplicar un poco de gloss tras lavarse los dientes. Ni siquiera por las mañanas se arreglaba con tanta rapidez, quizá era porque funcionaba con la adrenalina del momento. Se asomó por la ventana para asegurarse que la motocicleta seguía allí antes de buscar en el closet su mejor chaqueta: una de mezclilla con parches de distintos logos de películas clásicas como Jurassic Park y Jaws.



Su respiración era agitada cuando volvió a la puerta principal. Debía controlarse antes de salir.



—¿Quién era?—preguntó su padre, una vez más sin apartar la vista del televisor.



—Uh...un amigo. De hecho saldré con él un rato, vuelvo más tarde.



Esperó unos segundos por la respuesta. Supo que no recibiría ninguna cuando gritó triunfante ante un gol anotado. Rodó los ojos metiendo su celular en el bolsillo interior de su chaqueta y salió finalmente.



Bruce le esperaba recargado en la motocicleta con manos en los bolsillos, el aire movía ligeramente su cabello. Beth era el tipo de chica que tenía crushes muy seguido: en el chico de la taquilla en el cine, en la chica que le sonrió en la fila del supermercado, en el tipo del comercial de autos...así que ver a Bruce de esa manera le hacía las cosas mucho más fáciles.



Cuando estuvo lo suficientemente cerca, le ofreció un casco. Pero no cualquiera, no, era un nuevo casco. Una ola cálida invadió su pecho al darse cuenta que había pensado en ella. Su mirada fue todo lo que necesitó Bruce para saber que estaba agradecida por el gesto.



—¿Lista?—preguntó una vez que ambos subieron a la moto.



—Lista.



El motor hizo su ruidoso sonido al encenderse y pocos segundos después estaban en camino a algún lugar desconocido. Pero no le importaba mucho a Beth, fue como si en el momento en que subió detrás suyo y le rodeó con sus brazos, aceptó que Bruce destrozara sus planes.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top