Pasión

Cuatro personas hablaban animadamente, mientras compartían algunas bebidas y bocadillos.

Kuina se había auto invitado al apartamento que ambos hombres compartían, con la excusa de presentarles formalmente a Naoko como su novia, como disculpa por irrumpir tan de repente, trajo un montón de bocadillos como ofrenda de paz.

Cuando las chicas por fin se fueron, Niragi soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo.

—Pensé que nunca se iba a ir, carajo —resopló el de pelo negro.

—Suguru... —Chishiya lo regañó con falsa molestia— ya te he dicho que debes ser más amable, son nuestras amigas.

—Oh, vamos, Shun. No finjas que no te gusta que sea un completo salvaje.

—Pues no te ves muy salvaje en este momento, Suguru. Con esos anteojos y ese pelo suave pareces un tierno gatito... Muy bonito y abrazable.

—Oh, no dijiste eso ¿Verdad, Shiya? —Niragi arqueó su ceja perforada y se acercó a su novio, sacó la lengua como solía hacerlo en borderland y Chishiya supo que estaba en problemas... Eso lo excitó.

R+18

Niragi lo estampó contra la pared más cercana, tomando las dos manos del rubio y colocándolas por encima de su cabeza, metió su pierna en medio de las de Chishiya obligándolo a separarlas, haciendo que su muslo rozara la entrepierna semi dura del más bajito y con la mano libre sujetó el cabello ahora sedoso y brillante de su rubio, luego lo besó profundamente, dejando a Chishiya sin aliento y deseando más.  Rompieron el beso cuando la necesidad de respirar se hizo apremiante y los obligó a separarse.

—Vamos a la cama —la voz usualmente relajada de Chishiya, en este momento se escuchaba necesitada y suplicante. Niragi sonrió por saber que era el único que lograba descontrolar a Chishiya de esa manera.

—No... Te has portado mal y voy a darte tu castigo aquí mismo.

Soltó las manos del rubio y se dejó caer sobre sus rodillas, el pene de Chishiya se sacudió ante la visión de Niragi arrodillado y a punto de llevárselo a la boca, sentía que podía correrse sólo con eso. Niragi raramente tomaba la iniciativa de hacerle una mamada, pero cuando lo hacía dejaba las rodillas del rubio temblando.

Niragi se lo llevó completamente a la boca, pasando suavemente la lengua por la punta y haciendo pequeños círculos para recoger con su lengua el líquido preseminal que Chishiya ya estaba derramando.

Lo tomó todo, cada gota y lo saboreó, era un poco salada pero no desagradable. Ahuecó las bolas del rubio y las apretó ligeramente. Lo tomó de nuevo en al boca, esta vez con más profundidad y la sensación del piercing lingual de Niragi, junto con la calidez de la boca que lo estaba chupando, estaban volviendo loco a Chishiya, quien gimió alto.

—Oh por Dios... Así... Me encanta.

En ese momento Niragi hizo contacto visual con el rubio y Chishiya casi se corre bajo la intensidad de la mirada del pelinegro. La imagen de Niragi lleno de piercings, con el cabello alborotado, con su pene en la boca y mirándolo de manera depredadora, eran suficientes para hacerlo llegar y lo hizo. No pudo avisar al otro hombre, pero a Niragi no le importó y se tragó toda la carga.

—Delicioso —se levantó y besó a Chishiya para que pudiera saborearse a sí mismo en sus labios— ahora voy a prepararte de la forma que más te gusta.

Sin darle tiempo a réplicas o a recuperarse de su orgasmo, Niragi le quitó la camiseta y lo hizo girarse de cara contra la pared, se arrodilló una vez más y esta vez lo desnudó por completo, dejando besos regados en cada porción de piel que tocaba.

Acarició los pequeños montículos de carne suave y pasó su lengua perforada por ellos, saboreandolos y apretandolos a su antojo, antes de separar las nalgas y hundir su cara entre ellas. El latigazo de placer hizo que Chishiya gimiera alto y comenzara a restregarse contra la cara de su novio mientras este se lo comía.

Niragi estaba completamente duro, así que liberó su erección de la prisión de tela donde se encontraba.

—De rodillas en el suelo y luego ponte en cuatro, Shiya.

El rubio obedeció a su novio, quedando en una posición donde el pelinegro tenía acceso directo a su entrada rosada y palpitante, volvió gustoso a su tarea de disfrutar con su boca de ese bonito agujero. Con su mano derecha, Niragi comenzó a bombear su propia erección, utilizando su propio presemen como lubricante y cuando sintió que Chishiya estaba lo suficientemente suelto, se alineó y fue entrando poco a poco.

—Maldita sea, Shiya... ¿Cómo es que sigues tan apretado después de meses?

—Porque tu micropene no me deja lo suficientemente abierto.

Niragi sabía que el rubio estaba molestandolo, si de algo se enorgullecía era del tamaño de su amiguito, pero fingió ofenderse.

—Entonces no te importará que sea un poco rudo, ¿verdad mi amor? A fin de cuentas, mi micropene no es suficiente para tí.

Para enfatizar su punto, salió casi completamente y luego lo penetró con un poco más de brusquedad, lo que cortó la respuesta que Chishiya estaba a punto de darle y lo hizo jadear.

—Mierda...

—¿Qué pasa, mi amor?

—Suguru, por favor...

—¿Qué? Tienes que decirme lo que quieres, no puedo leerte la mente.

—Hijo de puta, sólo fóllame cómo me gusta.

—Tus deseos son órdenes, Shiya.

Niragi aceleró el ritmo de sus embestidas, de vez en cuando dejaba nalgadas en el bonito trasero pálido de su novio y lo escuchaba gemir en consecuencia, el pelinegro estaba golpeando su punto dulce y Chishiya arqueó su espalda y volvió a liberarse, esta vez su esencia ensuciando el piso, apretó tanto a su novio que aún seguía embistiendolo, que el más alto no soportó mucho antes de liberarse en el interior de su precioso amante.

Niragi se derrumbó en el suelo y arrastró a Chishiya con él, lo rodeó con sus brazos y dejó besos en el cuello y hombros del de menor estatura.

—Creo que esto sería infinitamente más cómodo en la cama —Chishiya se giró para mirar a su novio a la cara.

Chishiya lo miró fijamente, de esa manera evaluadora que Niragi conocía tan bien y que lo ponía tan nervioso, le daba miedo que Chishiya decidiera que no valía la pena estar con él... Que no estaba a su altura.

—Eres el hombre más sexy y atractivo que he visto en mi vida. Desde la primera vez que te ví, tanto en borderland como en el mundo real te quise para mí.

—Debí haber salvado un planeta en mi otra vida para merecer esto. Que me escogieras en ambos mundos, que me consideres digno de ti.

—No te menosprecies así —le acarició el rostro— te voy a contar un secreto... Eres el único que es digno de mí, en borderland y aquí. Somos iguales, tal para cual... Llamas gemelas.

—Eso fue lindo... Y extremadamente cursi, Shiya —sonrió.

—Pues disfrútalo, porque no lo volveré a repetir.

Niragi sonrió y volvió a besarlo, ambos sabían que mientras estuvieran juntos estarían bien.

Fin.

Hola. Lamento el retraso en las actualizaciones, tuve una crisis de hiperglucemia y no podía actualizar. Ando con secuelas pero estoy mejor.

Gracias por leer y nos vemos en la próxima historia. 😘

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