Día 1: Tacos - Hamburguesas

Si le preguntaran a México qué es lo que más le gusta en el mundo el respondería sin dudarlo que es Estados Unidos, no hay nada que ame más que pasar el día junto a él, comer juntos, ver películas, el solo estar el día en la cama a su lado hace a su corazón latir con rapidez. Incluso si sus citas son rápidas y ninguno de los dos tiene mucho tiempo libre a la semana aun cuando sus trabajos los mantienen muy ocupados.

Eso solo hace que sus momentos juntos sean más especiales.

Sus salidas son repentinas y siempre son más una sorpresa que algo planeado: México a veces llega sin avisar, Estados Unidos de repente aparece en su puerta con rosas, pero esta bien para ellos, se han acostumbrado. La casa del otro se ha vuelto su segundo hogar.

Las manos de Mexico pasan sobre la barra de la cocina, moviendo sus dedos contra el frío material, piensa que tal ve debería preparar algo para recibir a Estados Unidos.

"¿Honey, is that you?" Pregunto una suave al otro lado de la habitación sacando al moreno de sus pensamientos.

México dio un pequeño salto por la sorpresa, llevando su mano hacia su pecho; cuando llegó a la casa del rubio estaba vacía y pensó que tardaría más llegar.

"¡Güerito!" Grito con una sonrisa caminando hacia el, envolviendo al más joven en un abrazo "¿Donde estabas?" Preguntó sin apartarse de él.

Estados Unidos correspondió al abrazo y el moreno pudo ver como sus mejillas se comenzaban a pintar de carmín.

"Did I make you wait too long, love?" Preguntó el de ojos color cielo, dibujando un puchero en sus labios.

"No, no demasiado" Respondió mientras recargaba su rostro en el pecho del más alto "solo extrañaba tenerte en casa" Susurro.

Estados Unidos asintió, dejando en suave beso en el cabello negro bajando con lentitud hasta besar la frente del más bajo.

"Sorry it took so long, honey" Dijo con cariño sobre la suave piel. México cerró los ojos, dejándose llevar por el cálido toque.

"No importa, gordis pero, ¿donde estabas?"

Estados Unidos aflojo ligeramente el agarre del abrazo, levantando una bolsa de papel en sus manos con una sonrisa tímida adornando sus rasgos.

"I went food shopping" Dijo señalando la bolsa "I wish you had told me you were coming, so I could have bought something for you"

El moreno nego con lentitud, poniéndose de puntitas para dejar un casto beso en los labios del rubio.

"Gordis, no es necesario que me compres comida, yo puedo cocinar"

El rubio asintió con cierta duda y jugueteo con sus dedos viendo hacia la bolsa de papel una vez másㅡ: " You always cook when you visit me, I don't want you to think that I only love you for your food and you are my guest! I shouldn't make you cook."

"Se que no me quieres solo por mi comida" Le sonrió "ya no te preocupes por eso Güerito o tu comida se va a enfriar"

"Tú eres más importante" Susurro "son hamburguesas" Comenzó a decir, dejando la bolsa de papel en la mesa "¿q-quieres?" Dijo y la pregunta salió con timidez de sus labios.

Normalmente México suele preparar su propia comida cuando está en el país del rubio; Estados Unidos puede decir que no lo a visto comer algo de su territorio en mucho tiempo. El de ojos verdes voltel a verlo, abriendo ligeramente sus labios para responder.

"P-pero si no te gustan puedo ir primero algo más" Se apresuró Estados Unidos sin dejar hablar al mayor "¿Quieres algo?... O puedo tratar de cocinar"

México frunció el ceño con la confusión pintada en su rostro.

"¿Por qué estas nervioso, gordis?"

El de ojos azules suspiro, sacando una de las hamburguesas de la bolsa viendo la comida y despues a su novio en un intento para retrasar su respuesta, pero los ojos del mexicano estaban fijos en él, no exigiendo una explicación sino con cierta preocupación.

"Tú siempre dices que no hay buena comida aquí" Comenzó a decir "Y, siempre cocinas... Si no te gustan las hamburguesas puedo buscar algo más." El rubio aparto la mirada "Conozco un restaurante mexicano cerca de aquí" El mayor ladeo la cabeza ㅡ"Y la comida es buena, es como la que tu haces... La tuya es mejor claro pero, si se parece más a tu gastronomía, podemos pedir tacos...

Una suave sonrisa se dibujo en el rostro del pelinegro conforme las palabras de Estados Unidos avanzaban, hasta que no pudo contener su risa y pudo ver como un suave rubor comenzó a cubrir las mejillas de su pareja.

"¿Entonces quieres llevarme a comer?" Preguntó coqueto, guiñandole el ojo, el rostro de Estados Unidos ardió.

"Sí" Afirmó "quiero llevarte a comer"

México caminó hasta el, quitándole la hamburguesa de las manos.

"Entonces podemos ir mañana" Dijo dándole una pequeña mordida a la comida "porque hoy quiero quedarme en la casa de mi novio comiendo su deliciosa comida.:

Los ojos de Estados Unidos se abrieron por la sorpresa: ㅡ"Really? ¿E-en serio te gusta?"

"Claro, amor" Respondió el pelinegro tomando la mano ajena entre la suya "Tal vez bromeo demasiado sobre la comida de tu país pero no significa que no me guste, podría comer lo que sea mientras esté contigo."

"¿Incluso si es de Taco Bell?" Indagó el rubio con burla en su voz.

El mayor frunció el ceño ligeramente y nego con una sonrisa divertida en los labios.

"Hasta mi amor tiene limites, Güerito"