Era una tarde lluviosa común en New York, nuestra protagonista iba de camino al departamento en el cual vivía con su novio, el cual la semana le dieron de alta, la chica iba caminando mientras escuchaba un podcast por medio de sus audífonos, ahora no tenia su transporte, su Lamborghini, ella enserio extrañaba su auto, fue el primer auto que compró con su dinero, pero ahora tenia un Range Rover, era cómodo, claro, pero no se comparaba con su "bebé", en fin, llegó a su vivienda e ingreso, dejó su chaqueta en el perchero y luego dejó las bolsas de las compas que hizo en el supermercado.

-¡Ya estoy en casa Stephen!-dijo avisando, pero ya no hablo nuevamente, porque allí estaba su pareja, en una mesa, con hojas por todos lados en el piso- Te dijo que no- dije rendida y el negó con la cabeza.

-Es un estúpido, en Tokio hay un nuevo procedimiento, cultivan células madre de un donante, las recolectan eh imprimen, un modelo en 3D, solo necesito un préstamo, uno pequeño, 200 mil y ya- dijo mirándome con suplica.

-No cielo, ya no más préstamos, te gastaste toda tu fortuna y parte de la mía, el dinero que teníamos ahorrado para nuestra futura casa, esta literalmente en tus manos, ya no más- le dije seria.

-¡Pero no mejoró!, mis manos no están mejorando, ahora es cuando no debo parar- dijo alterado

-Cariño, esto ya no es medicina, es una manía en que rápido se recuperen tus manos , deja que tu propio cuerpo trabaje para mejorar, estoy realizando un estudio sobre tu prob.....- no termine de hablar porque el empezó

-¡No!, no es una manía, sin mis manos, sin mi trabajo, esto no es vida-dijo frustrado.

-Pero yo te apoyaré, en lo que necesites, puedo crear un prototipo par....- y de nuevo me interrumpió

-¿Tú?, por favor, no cambia nada, no eres un dios para regresarme al mundo ya curado, el amor no me ayudará con mis manos, piensa con la mente no con el corazón Lexy- dijo molesto, el más que nadie sabe que odio que me llamen por mi segundo nombre.

-Es aquí cuando vienes a besarme y pides disculpas- le dije

-Es aquí cuando termino lo nuestro- dijo serio

-Claro, deja a la mujer que le importas porque tus manos ya no mejoran, piérdelo todo Stephen- le dije irónica y me coloque mis lentes, en el cual tengo a mi ayuda artificial, creada por mi.- Ruby, empaquemos mis cosas, manda a un camión mañana para que pase a recoger mis cosas- le informe y mire a Stephen el cual no sabía que decir.- No soy tu juguete Strange, soy o era tu novia, pensé en tener una familia y ser felices, pero solo te importan tus malditas manos- dije molesta

-¿Una familia?, ¿Felices?, graciosa, ¿Qué harás cuando por mis manos suelte al bebé, o por culpa de mis manos, no poder ayudar a los niños a colorear?, como dije antes, piensas con el corazón- dijo serio

-Bien, pues como pienso con el corazón, Ruby, realiza una demanda contra Stephen Strange, por el dañamiento de mi auto- le dije a Ruby, era mentira, Ruby lo sabía, pero quería ver la cara de Stephen y la capture en mi cerebro- Ya no te queda nada Stephen, no hay demanda, pero quería ver tu estúpida cara de sorpresa por ultima vez, me largo, por cierto, no llames a nadie de mi familia, si mi padre se entera que terminaste conmigo, créeme, muchos drones con bombas explosivas caerán en este departamento- dije finalizando mi amenaza, luego de que Ruby llamo a los de mudanza, mis muebles tecnológicos guardaron mis cosas y me coloque mi chaqueta y salí del departamento con mi maleta en mi hombro izquierdo, llegue al estacionamiento e ingrese en mi auto, no pude más y las lagrimas salían de mis ojos como cataratas, no podía parar de llorar, "el amor de mi vida", había decidido eliminarme de su lista de vida perfecta, triste, decidí ir a mi departamento que esta ubicado a las afueras de la cuidad, a toda velocidad con mi auto, llegue a mi departamento que no veía desde hace años, decidí limpiar el lugar y tome mi computadora, me senté en el sofá  y comencé a responder correos de nuevos casos que me llegaban, Stephen no arruinaría mi vida, no como lo hizo Loki antes, así que seguiré con mi vida.....

/Uno meses después/

Estaba terminando mi craneotomía, luego de que Stephen se retirará de la medicina, me dieron el puesto a mi, ya que como el jefe vio que podía realizar operaciones de este calibre, me dieron su lugar y acepte, al fin y al cabo ya nunca más lo volvería ver.

-Doctora Stark,  un hombre vino a dejarle una carta, le dije que si podía esperarla en su oficina, pero dijo que iba de viaje y me dejó esta carta- me hablo mi asistente Olivia.

-¿De quien es la carta?- le pregunte.

-De... Stephen Strange- me dijo con pena.

-Bien, déjalo en mi oficina- le dije aclarándome la garganta.

-¿Quien es él linda?- me pregunto el nuevo de cardiología, Josh es un hombre de 30 años, es cardiólogo tenemos mucho en común, no me gusta, claro esta, pero somos buenos amigos, mi corazón aún sigue con Stephen al parecer.

-Un amigo que tuvo un accidente y se va de viaje a matarse- dije sería.

-¿Tipo como el libro "Yo antes de ti"?- me pregunto interesado

-Algo así, solo que yo solo soy su amiga- le respondí

-Pues no te creo- finalizo terminando de operar y salió allí molesto.

-Bien equipo, termine, cierren por mi por favor- les dije y salí del quirófano, para ir a lavarme las manos, luego me coloque mi bata y fui a mi oficina.

(Imagen para que lo visualices)

Mire el sobre de la carta en mi mesa, suspire y la tome con mis manos, con un poco de temor, gire el sobre y allí estaba su nombre.

-Stephen Strange.

-Para: Lily Stark.

Suspire y la abrí lentamente, mire la hoja completa y comencé a leer la carta.

Querida Lily:

Lamento lo de aquella tarde, me disculpo bastante por terminar contigo, eres la única que me dio su apoyo en mis momentos más críticos, una vez me preguntaste porque no quería estar contigo, si era por la edad o si no eras tan bonita, y mi respuesta en ese momento fue, "No lo sé", pero ahora tengo la respuesta, porque no quería herirte, pero aún así, te herí y te deje una gran abertura en tu pecho, lo lamento tanto, por cierto, esta carta no es de despedida, solo iré a Nepal, para que me ayuden con mis manos y te prometo, que pronto nos volveremos a unir, solo ten paciencia, no me olvides por favor.

Con mucho amor.

Stephen Strange...

Algunas lagrima salían de mi rostro, lo amaba y lo seguiré amando, se que me lastimo, pero como el dijo, pienso con el corazón, claro, si el no regresa, obviamente tendré que olvidarlo, pero era horrible cuando, él se aleja de ti................

Los meses pasaban, nuestra protagonista seguía trabajando en el metro-hospital, Strange en Kamar-taj aprendiendo sobre las artes místicas, los dos se enviaban alguno que otro E-mail, pero uno de los dos, decidió empacar sus cosas y viajar con su persona.

¿Sabes quien fue el que viajo?.

Espero que les guste como sigue desarrollándose la historia.

Algunos preguntan si mi apellido es Diggory, No amigos, se lo robe a Cedric Diggory, uno de los personajes de Harry Potter.

Mi verdadero nombre es Alí Romero