Capítulo 5
Los días pasaron como un borrón frente a los ojos de Afrodita ¿Y lo mejor de todo? Es que no le importo en absoluto a pesar de que las cosas no parecían ir del todo bien.
Uno de los principales motivos era el compromiso de Poseidón con Deméter, ambos estaban hartos de la presión para que lo hicieran oficial y Zeus ya no sabía qué hacer para calmar a su hermano mientras que Hades solo se dedicaba a regañar al chico diciéndole que era un inmaduro.
Si, bonita familia.
Por otro lado estaba su situación con Hera que a pesar de haberle dicho que hiciera lo que quiera seguía insistiendo en que dejara de ver a Athenea, lo que obviamente no cumplía, y ocasionaba peleas entre ellas. A pesar de eso, y algo por lo que estaba agradecida, era que su amiga seguía defendiéndola de las víboras del instituto que parecían querer ir a por su cuello más veces que las normales.
Las Eris habían sido una piedra en el zapato de todas, pero desde que Jellyfish pareció abandonarlas cada una parecía andar perdida y cediendo a sus instintos más básicos, crear el caos. Pero no todo era malo y esa noche Afrodita estaba dispuesta divertirse y olvidarse de todo así como ayudar a sus amigos a hacerlo.
—Vamos, será divertido —animó a Poseidón y Deméter— Necesitan relajarse y olvidarse de todo.
—Beber no nos hará olvidarnos del problema en el que estamos.
—No me refiero a beber —les respondió Afrodita rodando los ojos— Lo que yo les estaba proponiendo era ir a bailar y divertirnos, el ambiente hará que olviden todo.
—No sé...
—Vamos, Deméter, sé que quieres ir —le dijo la pelirroja a su amiga con una sonrisa ladina y segura de que ella quería hacerlo, la conocía demasiado como para no saber eso; sin embargo, el miedo a su tío la detenía— Vamos, te prometo que te divertirás.
—Está bien, vamos —aceptó y Afrodita salto de alegría, llevaba casi toda la mañana insistiendo.
Miró a Poseidón con ojitos esperanzadores esperando que ceda y también acepté.
—Ya que —dijo, pero su sonrisa le confirmaba que estaba más que emocionado por la idea.
—Los veo en mi casa a las siete —les aviso antes de salir del salón para ver a Athenea.
Su amiga estaba fuera del instituto sola mirando alrededor como si buscara algo, por lo que Afrodita se acercó de manera sigilosa con la intención de asustarla y...
—Ni se te ocurra —dijo Athenea girarse y asustando a la pelirroja en su lugar.
—Casi me matas de un susto —se quejó con una mano al pecho.
—¿No era eso lo que me ibas a hacer a mí? —le cuestionó la castaña y ella rodo los ojos— Te noto alegre —comento su amiga.
—Emocionada —corrigió la pelirroja— Esta noche iremos a Dangerous y quería saber si te animas a unirte a nosotros.
—¿Quiénes son nosotros? —le preguntó la castaña con cautela, pero sin perder la sonrisa de su rostro.
—Deméter, Poseidón y yo —le respondió— Probablemente Dionisio también se una, es el dueño.
—¿Perdón? ¿Dijiste que Dionisio es el dueño de Dangerous?
—Bueno lo será cuando cumpla veintiún años —especifico Afrodita divertida por la reacción de Athenea.
—A veces me olvido que incluso en este lugar fantasma existen las personas millonarias.
Afrodita supo que el comentario era por parte de su amiga era casual; sin embargo, se sintió incomoda con las palabras.
—Pero no te preocupes no cambiare mi manera de tratarlos —agregó aunque eso la calmó un poco necesitaba asegurarse.
—¿Lo prometes? —le preguntó extendiendo su dedo meñique hacia ella con una sonrisa.
—Lo prometo —le respondió Athenea correspondiendo el gesto y haciendo aún más feliz a la pelirroja— ¿Entonces si vas? —volvió a preguntar, pero antes de que Athenea pudiera responder una voz hablo detrás de ella.
—¿Ya te aburriste de Hera y buscaste otra apuesta?
Afrodita se giró hacia la chica que había hecho la pregunta y la miró como si fuera una piedra en su zapato, que de hecho era.
—¿Quién?
—¿Qué?
—¿Quién te pregunto, Helena? ¿Acaso no aprendiste nada de los últimos días? No importa lo que pase yo no estaré sola y tú jamás podrás si quiera hacer algo en mi contra, que me llegue a afectar —le dijo ignorando la risa de Athenea detrás de ella al responderle de esa manera Helena.
—Estas tan perdida. Ni siquiera...
—Yo que tú me detengo ahí antes de ganarme otra enemiga —amenazó Athenea cortando a la otra chica y aún cuando no se había acercado se notaba no solo la seguridad en sus palabras, sino también el poder— Y sabes que yo nunca hablo en vano o pierdo cuando me propongo algo.
—Puede que no —le respondió Helena con una risa seca aunque su mirada titubeaba como si tuviera miedo— Pero te aseguro que hay quienes no perdonan tu victoria.
¿Victoria? ¿Cuándo había peleado Athenea con alguna de las Eris?
—No tengo dudas de ello, pero te daré un consejo, y gratis—le dijo acercándose a Helena de manera amenazante— Aléjate de la lucha, porque puedes acabar igual o peor que tu amiga.
¿Eh?
—Yo no voy a titubear en defender a los que me importan así tenga que ensuciarme las manos para hacerlo —agregó y esa frase sonó tan Hera en los labios de la castaña que por un segundo creyó que era la rubia quien estaba haciendo la amenaza.
Helena la miro impotente, como si quisiera decir algo más, pero al final solo les dio una mala mirada antes de darse media vuelta e irse.
—¿Qué fue eso? —le preguntó Afrodita a Athenea.
—Nada importante —mentira y ambas lo sabían— No te preocupes, iré a Dangerous
Afrodita no quería olvidarse del tema y era obvio el cambio de tema, pero— ¿Es enserio?
—Sí, avísame a qué hora estarán allá y yo les doy el encuentro. Chao —le dijo antes de irse.
La pelirroja estuvo feliz por un segundo hasta que vio a Hera a lo lejos. La chica se subió en el coche de Zeus claramente molesta y Afrodita suspiro resignada antes de hacer exactamente lo mismo.
Algún día, algún día lograre que sueltes todo se dijo pensando en su amiga mientras arrancaba el su coche en dirección a su hogar.
***
Afrodita se sentía divina, poderosa, empoderada, alegre, emocionada y dispuesta a todo a todo mientras ingresaba al bar del pueblo.
Dangerous era toda minita de oro como bar para un pueblo como en el que vivían y solo había una regla.
Todo lo que pasa en Dangerous se queda en Dangerous.
Claro que había excepciones, como el caso de ellos que eran vigilados por el tutor de Dionisio para Calliope, después todo era un secreto. Las bandas del pueblo podían pasar por ahí y hacer sus negocios y nunca nadie lo sabría.
La música inundo su sistema nada más poner un pie dentro del local y la pelirroja sonrió con gusto, eso era lo que necesitaba una buena dosis de música, el mejor remedio para cualquier pena.
Dionisio se acercó a ellos y beso a Afrodita en la mejilla con cariño antes de hacer lo mismo con Deméter y abrazar a Poseidon.
—¡Hombre! Años que no te veía por acá —le dijo riéndose.
—Sí, bueno; ya sabes que soy un chico de su casa —le respondió el ojiverde y todos rodaron los ojos— ¿Y qué de bueno hay esta noche?
—Baile, tragos y más baile. Tengo una mesa especial para nosotros y una invitada para ustedes en ella —le comento Dionisio, pero para Afrodita no iba a ser una sorpresa descubrir quién era esa invitada.
Juntos caminaron a una parte alejada del bar, a la zona vip, y todos vieron a la chica que los estaba esperando.
—¡Hola! —los saludo Athenea acercándose a ellos con gracia; sin embargo, pareció durar mucho cuando saludo a Poseidón.
—La enemiga de Hera.
—El hermano de Zeus —le respondió la castaña al chico con burla en sus palabras.
—¡Hey! ¡Stop! —llamo la atención Afrodita de todo con sus palabras— Sin disputas, peleas o lo que sea por hoy. Este momento es para divertirnos —les recordó.
Athenea muy a su pesar le hizo caso se sentó en un extremo a su lado mientras Dionisio al otro seguido de Deméter y Poseidón.
La tensión parecía haber crecido en el ambiente y la pelirroja no quería eso por lo que tomo de la mano a Dionisio y lo puso de pie junto a ella antes de girarse y decirles a sus otros amigos— No quiero peleas ni tensión así que cuando vuelva de bailar espero que hayan solucionado esto —y con la advertencia dada llevo a Dionisio a la pista de baile.
En ese momento estaba sonando Levitating de Dua Lipa.
Dionisio al igual que ella no tenía vergüenza en bailar o divertirse como debía por lo que paso un buen momento junto a él disfrutando de la energía que ingresaba a sus venas hasta que en una vuelta que le dio su amigo choco con alguien.
Afrodita iba a disculparse con la persona en cuestión hasta que se fijó que la extraña con la que había chocada estaba siendo tomada por la cintura por Hefesto.
Rojo. Afrodita vio rojo de la rabia que empezaba a sentir en su sangre y tensaba su estómago.
—Lo siento —le dijo la chica con una sonrisa antes de girarse de vuelta a moreno y pagarse a él como una larva .
Su corazón dolió de ver como el chico correspondía al toque de esa extraña mientras a ella la ignoraba olímpicamente.
—Afrodita...
No hizo caso mientras miraba a la pareja frente a ella que poco a poco se iba alejando unos pasos mientras sus cuerpos se pegaban más.
—Afrodita...
—Vamos a la mesa —le ordenó la pelirroja a su amigo que asintió y la siguió sin decir nada más.
Cuando llegó no encontró a Athenea, y no le importo, no mientras veía a Deméter y Poseidón mirarla con duda.
—¿Qué pasó? —les preguntó; sin embargo ninguno de ellos respondió con palabras su mirada le dijo todo cuando la pelirroja dirigió la suya en la misma dirección.
Esto debe ser una maldita broma pensó Afrodita viendo a Hefesto y la desgraciada junto a él a unos metros de su mesa bailando como antes.
—Dame de lo más fuerte que tengas —le pidió a Dionisio que cumplió su petición ordenándole a uno de los chicos que atendían en la zona vip que le llevara tragos.
Afrodita se sentó sin despegar su vista de la pareja aumentando la tensión en el grupo a causa de su dolor y rabia.
¿Cómo podía Hefesto hacerle eso? ¿Cómo podía hacer eso después del beso que compartieron? Se preguntó recordando el momento que estaba siendo manchado con su vista actual.
El mesero llego con sus tragos y la pelirroja se tomó uno de golpe— Trae más —le ordenó al chico que los atendía tomando el vaso de uno de sus amigos.
—Mejor trae una botella —escuchó decir a Dionisio a lado suyo tocando su brazo en señal de apoyo al igual que Deméter.
—Afrodita...
—Ahora no, Deméter. Por favor, ahora no —corto a su amiga tomándose otro vaso de golpe cuando vio que la chica empezó bailarle de manera sensual a Hefesto.
Te odio pensó molesta con el chico por su actitud.
Te odio, se repitió haciendo un puño con sus manos para controlar las ganas de hacer una locura.
Athenea llegó junto a ellos y al ver la situación maldijo y casi fue en dirección al moreno, pero Afrodita se lo impidió.
Ella no tenía por qué obligar al chico a hacer algo que no quisiera, y menos cuando sabía que la castaña estaba siendo un poco excluida por su culpa.
No. Ellos no harían nada, si Hefesto quería bailar con la lagartija esa que lo hiciera, pero Afrodita no le iba a perdonar jamás que lo estuviera haciendo en sus narices, porque era obvio que su ubicación para bailar juntos no era una coincidencia, era un plan destinado a dañarla.
Trago, tras trago la pelirroja se perdió en sus pensamientos y en la imagen frente a ella hasta que se dio cuenta de la presencia de Apolo, Artemisa y Hermes gracias a Dionisio.
—Bueno, no pensaba que volviéramos a reunirnos, pero es bueno verlos aquí —les dijo.
—Siéntense chicos —siguió Deméter emocionada— Estoy feliz de que estén aquí —agregó.
Los tres se sentaron a lado de Athenea siendo Artemisa se sentó más lejos del grupo.
Vaya novedad pensó con resentimiento la pelirroja.
—¿Y a qué se debe el milagro de que están aquí? No me malinterpreten, me alegra verlos, pero es raro —dijo Poseidón que tenía un brazo alrededor de Deméter.
—Bueno, los milagros existen —respondió Apolo.
—Y los caballos vuelan —dijo Afrodita con un tono seco tomando otro trago.
No quería sufrir más, pero no podía apartar la vista de Hefesto y su acompañante que en ese momento parecían estar dando un baile solo apto para personas adultas.
** *
Hefesto, Hefesto, Hefesto ¿Qué andas haciendo?
¿Qué les pareció el cap? ¿Qué piensan que suceda ahora? Cuéntenme sus teorias.
Y algo más, para los que deseen pueden seguirme en instagram donde estaré subiendo una que otras novedades, adelantos, de la saga, ya que, estoy escribiendo el próximo libro. Pueden encontrar mi cuenta en mi perfil o buscarme como markathebooks.
¡Nos leemos pronto!
No olviden dejar sus votos y comentarios.
Los quiero!
Au revoir!!!!
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