🍊Orange juice🍊
Todas las mañanas, Jungkook tenía la costumbre de salir a correr a un parque un poco alejado de su departamento, el cual compartía con uno de sus amigos.
Cuando había terminado toda su actividad física, estaba listo para regresar al departamento pero su teléfono comenzó a sonar.
Era una llamada de su compañero de departamento.
—¿Qué pasó Jimin?
—Solo te llamaba para que trajeras algo para desayunar.
—¿Apenas acabas de despertarte?
—Chi y tengo hambre —habló Jimin de manera tierna para después reír y volver a hablar con normalidad— no te tardes que tengo hambre
—Okey estoy cerca de una tienda, llego en un rato —Jungkook colgó la llamada y sonrió— tan tierno.
El pelinegro se adentra a la pequeña tienda, que era como un mini supermercado y salió con tres bolsas en sus manos. Mientras guardaba la factura que le entregaron, una chica linda se le acercó y le tomó el hombro.
—Oppa eres muy guapo —dijo tímida.
—¿ah? ¿Y tú eres…? —Jungkook preguntaba si la conocía aunque quedaba en claro que no—.
—Por favor acéptalo o lloraré —la chica le extendió un jugo de naranja y Jungkook extrañado lo tomó por caballerosidad— Adiós Oppa
La chica se fue sin dejar que Jungkook le diera las gracias o dijera algo más. Aún con esa extraña situación se encaminó a su apartamento cargado de cosas, abrió la puerta y ni una sola pista de su compañero.
—Jimin ya llegué —cerró la puerta y entró a la cocina dejando las bolsas en la mesa— Si no te apuras no vas a comer nada.
Empezó a sacar las cosas de las bolsas y a acomodar lo que tenía que guardar y lo que iba a utilizar. Tomó el jugo que le había dado la chica para meterlo al refrigerador ya que a él simplemente no le apetecía.
—Jungkookie ¿Por qué no me avisaste que llegaste? —Jimin estaba en pijama tallandose los ojos y despeinado.
—Oh, lo lamento, estaba algo distraído y se me olvido avisarte. — Jungkook sonrió hacia la dirección del más bajo — Veo que aún seguías dormido.
—Si, cuando nuestra llamada terminó, no pude mantenerme más tiempo despierto y el cansancio me ganó.
—Descuida, mira traje tu platillo favorito, sé lo mucho que amas los dumplings —Jungkook observó cómo los ojos de Jimin brillaban ante la comida que se encontraba en la mesa— Trae platos para que comencemos a comer.
El más bajo se dio la vuelta y caminó hasta la cocina para llevar dos platos en los que desayunarían. Antes de regresar a la mesa, Jimin pasó por el refrigerador con la esperanza de que Jungkook haya comprado alguna bebida y cuando vio el jugo de naranja no dudó en preguntar si podía tomarlo.
—¡Kookie! —Gritó el rubio escuchando un pequeño sonido de Jungkook, dando a entender que lo estaba escuchando— ¿Puedo tomar el jugo de naranja que se encuentra en el refrigerador?
—Claro Minnie —Jungkook sacaba las bolsas y al ver a Jimin llegar a la mesa sonrió— De hecho, ese jugo me lo regalaron.
—¡Genial! mi jugo favorito gratis.
Jimin le dió dos tragos, sintiendo como éste tenía un sabor peculiar, Jungkook miró la expresión de extrañes por parte de su compañero.
—¿Pasa algo?
—Nada, creo que no he tomado jugo de naranja durante un buen rato por eso tiene un sabor agradable pero diferente.
—Si no te gusta lo puedes dejar, vamos a desayunar.
Jimin y Jungkook se sonreían y bromeaban mientras estaban desayunando tal como una linda pareja.
—¿Qué tal tu trabajo de medio tiempo? —pregunto Jungkook— ¿Hoy tienes turno?
—Todo va bien y si, hoy en unas horas voy a trabajar, es estresante pero realmente no me quejo.
—Eso es genial, deberíamos comenzar a comer antes de que se enfríe.
—¿Los compraste en la tienda del señor Kim?—Jungkook asintió mientras sacaba la comida de la bolsa, repartiendo mitad y mitad.— perfecto, la comida de ahí no tiene comparación.
Los minutos pasaron, entre platicas, risas y anécdotas, los jóvenes terminaron de comer, lavando los platos juntos. Ellos pensaban que era más fácil hacer algunas tareas del hogar al estar juntos, llegaba a facilitarles el momento.
—¿Ya te vas? —Pregunto el pelinegro curioso de saber si el más bajo estaría más tiempo con él.
—No aún no, iré a mi habitación, voy a ordenar un poco el lugar, lleva un tiempo con ese mismo desorden.
—Oh, está bien, si tienes tiempo, ven a la sala y así miramos una película, ¿Te parece? —Jimin asintió, desapareciendo entre los largos pasillos hasta su habitación.
El pelinegro encendió la TV, buscaría una película en el extenso catálogo que ofrecía Netflix, pero antes, tenía un cierto gusto por las noticias y ese día, no había tenido su momento para ver lo que ocurría en las calles de su ciudad.
Paso canal por canal hasta llegar a las noticias locales.
“En otras noticias, la policía logró atrapar a la pareja de chicas que jugaban bromas con la gente regalando jugos, estos contenían distintos estimulantes y afrodisíacas”
Jungkook hizo una mueca mirando a otro lado mientras pensaba que le sonaba familiar eso, hasta que los reporteros enfocaron a las chicas protagonistas de esa extrema broma y este sin una pizca de duda, logró diferenciar a la pelirroja que le había regalado el jugo esa misma mañana.
Estaba sorprendido por la noticia, pero sintió un gran alivio al recordar que no bebió ni un solo sorbo de ese jugo.
Él no había bebido pero...
—Jimin —susurró el pelinegro al caer en cuenta que su amigo había dado dos sorbos a ese jugo, lo cual era más que suficiente para obtener algún tipo de reacción.
Esto era malo.
Jungkook dejó el control de la televisión y subió a toda prisa.
—Jimin ¿Estás bien? No quiero que te alteres pero tengo algo que decirte, el jugo de la maña… —apenas y abrió la puerta se encontró a Jimin quitándose su playera como loco, la desesperación ante lo que estaba sintiendo podía percibirse en todo su cuerpo.
—Mi ropa aprieta y mi cuerpo quema… no se que me pasa Jungkook.
El pelinegro enfocó su vista hacia el cuerpo frente a él. En muchas ocasiones había visto a Jimin sin camisa, pero de alguna manera, esta vez era diferente.
—J-Jimin, y-yo, lo siento, el jugo del cual bebiste esta mañana, me lo regalaron unas chicas que le jugaban bromas a las personas, yo no sabía y…
—¿Que tratas de decir? —Soltó el más bajo mientras comenzaba a retirar su pantalón.
—Ese jugo contenía afrodisíaco, tú solo le diste dos sorbos afortunadamente, probablemente si hubieras bebido más, no sabrías ni dónde estás.
Jimin miraba a Jungkook con una mirada preocupada pero al mismo tiempo lujuriosa, mordiendo su labio mientras pasaba su vista por todo el cuerpo de su amigo, observando sus manos y teniendo el incesante deseo de que estas recorrieran su cuerpo y acariciaran cada rincón de este.
Jimin se acercó hasta Jungkook, tomando sus manos y colocándolas en su cintura pudo observar como el contrario se sonrojaba ante el acto, pero eso solo hizo que se calentara aún más.
—N-No es momento de disculpas, es una mierda lo que esas chicas hicieron. —Jimin tragó grueso mientras sentía cómo las manos contrarias comenzaron a apretar la piel de su cintura acercando sus cuerpos— Pero en este momento, necesito que hagas algo con esta sensación, necesito que me toques, se siente bien cuando lo haces.
Los labios de Jimin se paseaban por el cuello de su amigo, sintiendo sus nervios en el temblor de su cuerpo pero también podía sentir la excitación y el calor que esta vez no la estaba generando su cuerpo.
— Ayúdame Kookie.
Jungkook no esperó más para unir sus labios a los de Jimin, siendo intenso y dulce a la vez. Sus manos bajaron hasta posarse en sus glúteos, haciendo gemir al más bajo, quien comenzó a mover sus caderas, haciendo que una deliciosa fricción comenzará a crearse.
Jungkook estaba nervioso, todo era tan repentino y tal vez las palabras de Jimin eran debido a el afrodisíaco pero a la vez la sangre para pensar se le estaba yendo para el paquete que estaba en sus pantalones.
—Jimin, se que el afrodisíaco es el que te está haciendo actuar así, pero ¿crees que no te arrepentirás más tarde? —Jimin pasó su lengua por su labio inferior, moviendo su mano hasta llegar al miembro del contrario, apretando y moviendo tortuosamente su palma por sobre la tela de sus vaqueros.
Jungkook respiraba errática mente, una no quería continuar, realmente no estaba seguro de si Jimin llegaría a recordar algo si se lanzaba ciegamente. Mientras su mente vagaba entre tanto, Jimin comenzó a desabrochar el pantalón del pelinegro, trayéndolo de vuelta a la realidad.
—J-Jimin…
—Jungkook, se que piensas que no deberíamos continuar por que crees que todo es debido a la droga, pero créeme que aún estoy consciente de lo que estoy haciendo —Jimin tomó el miembro de Jungkook en su mano y comenzó a estimularlo— Así que no es la droga que te lo pide, soy yo. Follame Jungkook.
El pelinegro gimió ante las palabras y el tacto que el contrario le dio. Sin pensarlo más, Jungkook tiró a Jimin sobre la cama, observando cómo jadeaba sin control al solo mirarlo.
El más bajo, comenzó a retirar su pantalón, quedando solo en ropa interior y abriendo sus piernas para permitir que el pelinegro se posicionará en medio de ellas.
Jungkook sentía que su garganta se secaba ante la imagen tan ardiente que se encontraba frente a él. Jimin tenía sus labios rojos de morderlos tanto, sus mejillas sonrojadas y sus piernas abiertas lo más que podía.
Sin esperar más, se metió entre sus piernas y con sus manos comenzó a acariciar sus piernas, apretando y disfrutando de la suavidad de estas. Con sus labios, creo un camino de besos húmedos desde su cuello hasta sus botoncitos erectos esperando a ser devorados.
—Mgh Kookie…
Jungkook no pudo evitar excitarse por escuchar ese sobrenombre tan dulce, sentía la necesidad de poseer cada centímetro del más bajo.
Sin perder más tiempo, Jungkook retiró la última prenda que el chico bajo él llevaba, dejándolo completamente expuesto ante él.
—Eres hermoso —Jungkook se detuvo unos segundos para poder apreciar la obra de arte frente a él, tragando fuerte y controlando se para no entrar en el de una sola estocada.
El pelinegro colocó tres dedos frente a los labios de Jimin, sabiendo que este entendería lo que quería. El rubio sin rechistar tomó la muñeca de Jungkook y metió los dedos dentro de su boca, lamiendo, succionando y mordiendo esos tres largos dígitos, dejándolos lo suficientemente lubricados para lo que Jungkook haría.
—J-Jungkook-ah~ —Jimin no podía explicar la sensación tan increíble que sintió al tener dos dedos del pelinegro embistiendo en su interior, entrando y saliendo rápidamente desde el inicio. Disfrutaba del placer y pequeño ardor que le provocaba, pero mientras más tiempo pasaba, más necesitaba.
Jungkook al ver como Jimin movía sus caderas sin control, adentró un dedo más, haciendo al rubio gemirá fuerte.
—Jungkook —Jimin cerró sus ojos mientras cerraba su puño alrededor de las sábanas. -- Necesito más.
Jungkook soltó una suave risa, subiendo nuevamente para tomar los labios de su amigo mientras lentamente alineaba su miembro sobre su tan apretada entrada.
—Si quieres que me detenga solo dilo ¿si? —Jungkook lentamente se fue introduciendo, sintiendo las paredes del contrario apretar contra su miembro de manera exquisita— ¡Demonios! me estás apretando tanto.
Jungkook después de unos cuantos segundos, logró ingresar totalmente, manteniéndose estático en la espera de que Jimin se acostumbrara.
Pero la impaciencia era tan grande que Jungkook no esperó mucho cuando sacó su miembro, dejando solo la punta para después ingresar de una sola estocada y escuchando un grito de Jimin.
Sabía que era un grito de placer, más aún viendo como el miembro de su amigo estaba a punto de estallar con tan solo una estocada.
Jungkook continúo con las embestidas, siendo lentas en un inicio, pero cambiando su ritmo, siendo rápidas y fuertes conforme los segundos pasaban.
Jimin gemía sin pudor, mezclándose con el sonido de la cama golpeando la pared y el chasquido que producían sus cuerpos al chocar. Todo era demasiado excitante.
Jimin cerró sus ojos, realmente su cuerpo estaba sintiendo demasiado, la droga en su organismo era casi nula, pero las ansias de sentir a Jungkook follandole, eran más grandes que cualquier otra cosa en el mundo.
—¡Kookie!
Jungkook sonrió de lado, teniendo el conocimiento de que había encontrado su punto dulce al embestir más profundo. Realmente disfrutaba de que el cuerpo bajo el temblara de tanto placer.
—Ya te falta poco para correrte ¿verdad Minnie? —Jimin no pudo hacer más que asentir ante esto, no logrando que nada coherente saliera de sus labios— Entonces hazlo bebé.
Jimin echó su cabeza hacia atrás, curvando su espalda y corriendose con fuerza sobre el abdomen de Jungkook, haciendo que con el movimiento, gotas de su propia esencia cayeran sobre sí mismo.
Jungkook siguió embistiendo, sintiendo que faltaba poco para también poder llegar a su ansiado clímax. Sabía que con las penetraciones que daba en ese momento, estaba sobre estimulando a Jimin, pero la imagen del rubio frente a él, llorando de placer, no tenía comparación.
Con un gemido gutural, se corrió en el interior de su amigo, dejando caer su cabeza sobre el hombro de este, respirando erráticamente y sintiendo como su corazón estaba a punto de salir de su pecho.
—Eso fue increíble…
—Lo se —Jungkook salió del interior de Jimin y se apoyó sobre sus rodillas, quedando unos segundos de esa manera antes de hablar— Espera, ¿no te sientes mal? Digo, la droga debería seguir en tu sistema.
—¡Oh! Eso… bueno, creo que la droga no tuvo mucho efecto en mi, verás, escuché de la noticia de la droga en los jugos antes de que tú lo hicieras, ¿por qué crees que le di solo un sorbo a mi jugo favorito?
Jungkook miró hacia el techo, completamente confundido e intentando procesar la información que le estaba siendo proporcionada.
—Quiere decir que tú…
—Si, todo esto lo hice porque quise, realmente lo deseaba, la droga no tuvo nada que ver.
Jungkook colocó su mano en su frente, formando lentamente una gran sonrisa en su rostro, para después soltar una suave carcajada.
—Nunca pensé que tenías un lado tan travieso.
—Bueno, creo que aun tienes mucho que aprender de mi. —Jimun tomó el cuello de Jungkook y lo atrajo en un suave beso.
—Estoy ansioso por aprender más de ti.
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