CAP 16

—¿Estás bien?

Aquella voz llega a mis oídos de golpe trayéndome de nuevo a la realidad, giro mi cabeza sobre el pavimento y lo veo.

Sus ojos se encuentran con los míos, aquel azul me atrapan de una manera que hace que no quiera dejar de verlos.

Su cabello está pegado a su frente, el agua recorre su rostro bajando por su cuello y perdiéndose en la camisa negra totalmente empapada.

Siento que esto ya lo he vivido antes.

Me sorprendo al darme cuenta de que sus ojos encajan perfectamente con los que he estado viendo por tanto tiempo en mis sueños.

—¿¡Por qué saltaste frente al auto!? –suelta con gran enojo sobresandome.

—No salté.

—Oh, claro, entonces fue el carro el que se te atravesó –la ironía con la que sale esas palabras de su boca comienza a irritarme.

—Si se iba a enojar, no debió ayudarme –digo empujándolo hacia un lado.

—Tenía que hacerlo –afirma mirándome fijamente a los ojos.

Me apoyo en el pavimento mojado tratando torpemente de ponerme en pie cuando el pitido del auto me hace girar a verlo de nuevo, el chirrido de las llantas me advierte de que viene de regreso hacia nosotros. Logro apoyarme en mis piernas dando unos cuantos pasos, sin embargo, aquel sujeto me jala acercándome a él. Mi rostro choca contra su pecho en el momento en que me guía hacia atrás con su cuerpo logrando así salir del camino del auto, el cual pasa de forma acelerada esfumándose en la calle. 

Me mantiene pegada a él y no lo aparto, la calidez que me transmite me hace cerrar los ojos. Sin previo aviso, las lágrimas comienzan a correr acompañadas de un sentimiento de añoranza el cual se apodera de mi pecho.

—¿Qué sucede? ¿Te duele algo? –dice mirándome preocupado al escuchar mis fuertes sollozos.

—No, no –digo de prisa limpiando mi rostro.

«¿Por qué estoy llorando?»

Se aparta observandome atento; siento como el calor sube por mis mejillas.

—¿Puedes caminar? –Pregunta al ver que me encuentro apoyada en mi pierna derecha con dificultad.

—... Sí, si –respondo avanzando hacia la acera.

Mi cuerpo tiembla y no sé si es por el gran susto que acabo de pasar o por el agua fría que atraviesa las capas de ropa hasta mi piel.

Me subo al andén viendo el autobús acercarse, paso la tarjeta por el lector y comienzo a avanzar por el pasillo hasta encontrar un asiento libre. Me acomodo sintiendo como el pantalón se encuentra totalmente pegado a mis piernas, organizo mi chaqueta, la cual debido a la caída se deslizó por mi hombro, levanto la vista dándome cuenta que él también se ha subido al autobús.

Camina por el pasillo llegando hasta donde me encuentro quedándose de pie mientras observa la silla libre junto a mí.

—¿No te piensas sentar?

Esquiva mi mirada sentándose, estira sus piernas, lo que el espacio reducido le permite y despega un poco su camisa de su pecho. Aparto la vista apoyando la cabeza en el vidrio y cierro los ojos.

Me despierto por el movimiento del bus al pasar por un bache, giro a mi derecha viendo que se ha quedado dormido, su cabeza se encuentra inclinada hacia mi lado.

Recorro cada una de sus facciones, pero mis ojos no lo hacen como cuando conozco a alguien nuevo y detallo cada parte, sino como si ya lo conociera de antes y mi mente solo busca ciertas características confirmando que sabe el lugar específico donde está. Su cabeza se tambalea un poco acercándose más a mi, uno de sus mechones que ya se han secado cae sobre su párpado. Sin pensarlo mi mano se dirige a su rostro.

Tu—¿Qué haces? –dice tomándome de la muñeca.

—Nada –digo sintiendo como la palabra se atropella en mi boca–. Yo solo…

La frase se queda en el aire al notar que tiene varios raspones con sangre, safo mi muñeca y tomo su mano.

—¿Qué haces? –repite apartando su brazo.

—Estás herido.

Busco entre mi bolso papel y estiro mi mano esperando a que se acerque, titubea un poco antes de colocarla  sobre la mía y limpio con cuidado la sangre que aún está fresca.

Saco un pañuelo de mi bolsillo y lo coloco en la herida que se ve más profunda haciendo presión.

—Ouch, duele –dice intentando retirar su mano.

Al instante en que pronuncia esta palabra la sensación de déjà vu aparece.

—Oye…

—¿Ah? –me doy cuenta de que mi mano está presionando la suya con fuerza–. Lo siento, me distraje, estos días he estado con miles de cosas bastante extrañas en mi mente.

‹‹¿Por qué le dije eso?››

Me retracto inmediatamente al darme cuenta de lo que ha salido de mi boca.

—Gracias –dice sujetando el pañuelo.

—No fue nada –digo haciendo que una pequeña sonrisa aparezca en su serio rostro.

El parlante anuncia mi parada, y el primero en levantarse es él bajando los escalones.

‹‹ ¿Veníamos al mismo lugar? ››

Avanzamos hacia la entrada en silencio y rezo porque pueda llegar rápido a mi habitación sin que suceda nada más, pero de nuevo mi mente disfruta hacerme sufrir.

‹‹Hunter››

Una voz llama aquel nombre demasiado cerca de mí, por lo que levanto la vista dándome cuenta de que no hay nadie más que él y yo.

‹‹Hunter››

Sigo avanzando tratando de ignorarlo; sin embargo, vuelve la voz, esta vez más cerca.

‹‹Hunter… Hunter››

Freno de golpe girando rápidamente para lograr ver quien es, sin embargo, el jardín se encuentra vacío, me quedo unos segundos observando mi alrededor cuando la voz vuelve. Esta vez sí logro ver algo, pero no es lo que esperaba.

El sueño que tuve hace un par de noches se está reproduciendo frente a mí, froto mis ojos con fuerza, sin embargo, no desaparece. Comienzo a retroceder cuando escucho la voz muy cerca de mis oídos.

Me alejo rápidamente volviendo al acceso hacia las residencias, aquel sujeto se encuentra a unos metros de mí caminando con total tranquilidad. Trato de hacer lo mismo, sin embargo, no lo logro.

Tapo mis oídos para dejar de escuchar aquella voz, pero esta retumba en mi cabeza con fuerza, frente a mí aparece otra escena de mis sueños.

‹‹ Hunter… Hunter… Hunter››

Me siento mareada, las visiones comienzan a mezclarse con el entorno, empezando a acorralarme. Aquel nombre se repite miles de veces en mi cabeza, haciendo que mi boca comience a repetirlo.

—Hunter –digo dándome cuenta que la voz incesante en mi mente es la mía.

Vuelvo a pronunciar el nombre tratando de opacar la voz en mi cabeza. Cierro los ojos intentando hacer que las imágenes desaparezcan y aunque dejo de verlas siento que siguen a mi alrededor.

El sujeto se regresa hacia mí sujetándome de los brazos, impidiendo que me caiga al suelo.

—¿Qué sucede? –dice tratando de levantar mi rostro.

—Hunter –comienzo a repetir tratando de competir con la voz en mi mente.

Logro abrir los ojos y me arrepiento enseguida, la imagen del sujeto se interpone con la visión, encajando perfectamente. Gritó con todas mis fuerzas debido al fuerte dolor de cabeza que me golpea, enseguida las imágenes desaparezcan al igual que la insistente voz.

—Hunter… –repito una última vez para luego ser tomada por la oscuridad.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top