Capitulo 5










Disfrutaba del suave roce de las manos de su pareja, realmente estar en está situación lo relajaba de muchas maneras.

Por un lado se encontraba realmente feliz de poder compartir algo que los señalara como una recién formada pareja y gracias a ese estado de animo es que emitía feromonas de su delicado aroma.

Detrás suya se encontraba ese alfa precioso quien de alguna manera estaba muy embobado por los nuevos collares que Japón les hizo llegar, pues prometía que con estos ya no serían necesario usar supresores, tanto el omega como el alfa solo necesitaban de este pequeño amigo para librarse del consumo desmedido de supresores que a la largan podían afectar gravemente la salud.

-Cariño...estos no son juguetes...-reprendió de manera suave pero con un tinte divertido al ver como el mayor se entretenía.

Y como culpar al pobre de Alemania que actuaba como si hubiera descubierto algo sumamente interesante, por extraño que pareciera los ojos grises brillaban con intensidad detrás de esas gafas, no apartaba su mirada del cuello blanco de su pareja. Realmente era entretenido para el abrir el collar mientras aspiraba de las feromonas del tricolor, para después cerrarlo y comprobar que estas desaparecían gracias al collar.

México debía ser premiado por la paciencia al dejar que Alemania jugara tanto como quisiera, cuando escucho definitivamente el clic del cierre, sonrió aliviado pues eso significaba una sola cosa, que el alemán por fin estaba aburrido de su jugueteo, llevo uno de sus brazos a la altura del cabello tricolor de su compañero para dar pequeñas caricias alborotando los rizos suaves.

Un pequeño jadeo escapo de sus labios al sentir el roce de los labios de su pareja atrapar entre estos el collar, tirando suavemente de este.

-Alemania....amor...no creo que eso sea conveniente....suelta....lo vas a romper....

-Japón dijo que era imposible que se rompiera...-murmuro sin dejar de morder y tirar del pequeño collar.

Por alguna razón el mexicano se sentía nervioso y bueno si ciertamente japón les había asegurado que ese collar era a prueba de mordiscos, que no tenían que preocuparse por nada.

El sonido de algo rasgándose lo tenso por completo, para sentir como el collar caía en trozos sobre sus piernas.

El silencio lleno la instancia por unos momentos, hasta asimilar lo sucedido.

México inmediatamente se llevo las manos detrás de su nuca para evitar un mordisco, para voltear a mirar a su pareja quien le miraba de manera intensa.

-¡Te dije que se iba a romper! ¡Alemania! ¡Detente!

De un rápido movimiento se mantuvo lejos de su compañero, para abrir la puerta de la habitación corriendo a prisa, buscando poner distancia entre Alemania y él, no porque no lo amara o porque no deseará su marca, no era el momento para eso. Onu les había advertido que antes de la marca debían contraer nupcias y por una vez en la vida México no quería hacer enojar a la organización.

Llego al lugar donde su muy viejo amigo se encontraba y con los restos del collar en la mano, al estar frente a el le dejo caer lo que quedaba del lindo collar para mirarlo de manera acusatorio.

-¡Dijiste que esa chingadera no se rompería!

Japón quien miraba divertido al tricolor sonrío, exasperado un poco más al mexicano.

-Bueno...para un alfa normal...se me olvidaba que tu alfa tiene dientes de tiburón capas de romper cualquier cosa....debo hacer algunas modificaciones.

La tranquilidad con que el japonés le hablaba como si nada realmente grabe pasara, le dieron ganas de tomarlo de los hombros y zarandearlo hasta que entendiera la gravedad del asunto.

-El problema, Japón, es que lo necesito ¡Ya! ¡No tengo supresores, estoy emitiendo feromonas porque justamente estoy en mis días de celo y tengo a un alfa que...!

¡Oh, con qué así se sentía cuando tu vida corría peligro!

Para cuando quiso echar a correr fue bruscamente levantado y echado en los hombros del alfa tricolor como costal de papas, ante la mirada asombrada del japonés que no sabía como reaccionar ante los sucesos, pues jamás en su vida espero ver una actitud semejante en el alemán.

Ver a Alemania en una faceta tan animal, salvaje y lleno de promesas carnales era algo que muchos omegas como betas darían la vida por ver y ahí estaba Japón de primera fila, viéndolo en esa actitud tan masculina.

-¡Japón, ayúdame! ¡No te quedes viendo! ¡Haz algo!

Solo basto un ligero movimiento de la silla donde el asiático estaba sentado para recibir una mirada que prometía la muerte más cruel si siquiera se atrevía a levantarse de su lugar.

Trago con dificultad y así como así dejo que ese alfa imponente se llevara entre sus garras a su más querido amigo. ¿Traidor? Quizás...pero es que no tenía las ganas de enfrentarse a un alfa que se encontraba en el calor del celo, no, Japón sabía de lo que Alemania era capaz de hacer para poder estar con su omega.

No estaba preocupado por México, para nada, ya que si México realmente no quería una unión tan profunda con Alemania, le habría sido realmente fácil dejar fuera de combate al alfa.

Incluso apostaba a que el mexicano estaba tan deseoso de ser reclamado por fin por Alemania, pero la condición tan estricta que ONU les había impuesto, era para pensar si realmente valía la pena desobedecer a la organización.

En apariencia México es tomado muy a menudo por alguien débil, insignificante, incapaz de valerse por si mismo en el mundo.

Bastaba recordar lo sucedido en la fiesta del cumpleaños de ONU para entender que el mexicano era todo, menos débil y alguien fácil de manejar.







La tensión en el aire era muy notoria, las miradas no se apartaban de aquel trío quienes eran el centro de atención, los nervios revoloteando entre España y los hermanos del ruso.

Los constantes gruñidos de Alemania, dejaban entrever que no estaba nada contento con la presencia del otro alfa, menos cuando este llegaba con una actitud como si aun tuviera algún derecho sobre el precioso omega que tenía en brazos.

México no se encontraba mejor que Alemania, le preocupaba que estos dos comenzaran una pelea que no estaba seguro si podría evitar. Después de todos ambos alfas eran más altos, pesados y grandes que él.

Todo paso tan rápido que tendría que pasarse en cámara lenta, claro si es que alguien estaba grabando la incómoda escena.

México vio todo rojo cuando en un rápido movimiento Rusia lo empujo de los brazos de Alemania, e impactar un golpe en el estómago del otro alfa. Solo eso basto para que el tricolor omega se moviera de manera rápida y para el asombro de todos los presentes, este le dio un golpe directo en la mandíbula al ruso.

Rusia cayó pesadamente hacia atrás con un fuerte dolor martirizado su mandíbula, se enderezó velozmente lo que provoco que su mundo comenzara a dar vueltas. Escupió algo de sangre ya que debido al fuerte impacto sus dientes rasgaron parte de su lengua y labios.

Los ojos violeta se levantaron lentamente en busca de su agresor, y esos se abrieron de sorpresa al tener frente a ellos al mexicano quien respiraba de manera agitada, aun con el brazo y puño en alto.

Observo como este se volteaba para acercarse a Alemania.

-Amor...

-Estoy bien...solo me a sacado el aire...pero estoy bien...-tranquilizó mirando a su precioso omega.

El tricolor asintió aliviado de ver que su pareja no tenía más daños y al voltear se sintió profundamente herido.

Si herido, porque México jamás en la vida había disfrutado de dañar o lastimar a otros, menos cuando estos eran partes importantes de su pasado o vida.

Se acercó a toda prisa a Rusia y saco de entre su pantalón un pañuelo, limpiando la sangre que emanaba de la boca del ruso.

-Lo siento...lo siento....perdóname, Rusia...-susurraba con la voz entrecortada, con las lágrimas amenazando escapar de sus ojos ámbar.

Rusia gimió suavemente debido al dolor que le provocaba intentar hablar, sus ojos violeta se nublaron de tristeza al escuchar la voz entrecortada del mexicano así como los ojos inundados de lágrimas contenidas por el menor.

Claro que le perdonaba, pues estaba consiente de que el omega tricolor se sentía culpable por haber actuado de tal manera.

México le ayudo a ponerse de pie y volteo solo un momento para mirar los ojos grises de Alemania, el entendió lo que el norteamericano haría por ello simplemente asintió, sin dejar de mirarle fijamente, quería que sus ojos le dijeran que le ama y que confía ciegamente en él.

México sonrío ante esta muda conversación y sin dejar de ayudar al más alto, se alejaron de la vista de todos los presentes.

Encontraron un lugar tranquilo que les daría la intimidad que necesitaban para poder hablar y aclarar definitivamente todo.

México retomo lo que estaba haciendo antes de salir del salón, seguía limpiando la herida del Ruso, mientras que este simplemente miraba los ojos profundos de su más grande adoración.

Rusia lo sabia, no tenía que ser muy inteligente para entender que México estaba ahí con él porque tenían que dejar las cosas en claro.

-Realmente lo siento mucho, Rusia, jamás a sido mi intención lastimarte, de ninguna manera.

Expreso con el sentimiento de culpa que le carcome poco a poco.

-No...no es tu culpa...fue mía por haber actuado de esa manera...¿Este es el final, verdad?...-con algo de dificultad logro articular las palabras que quemaban por ser dichas.

-¡Oh, Rusia!...-exclamo herido por las palabras del ruso, y para sorpresa de este se vio siendo rodeado por los cálidos brazos del mexicano.

-No....no me des esperanzas por favor...no seas tan cruel conmigo...-murmuro con dificultad, permitiéndose rodear el pequeño cuerpo que se sacudía en llanto contra el suyo.

-Jamás podría ser cruel contigo, no contigo Rusia...-se separo del cálido abrazo, para tomar con cuidado las mejillas del más alto, para que sus miradas se encontraran.

Rusia trago el nudo que se formaba en su garganta con dificultad, pues le dolía de tantas maneras ver la mirada ámbar nublada por la tristeza y el dolor.

-Pero si...nuestra historia hace tiempo que termino...pero no quise verlo...me negaba a aceptar el hecho de que había perdido tu amor...quise aferrarme a las migajas de amor que me dabas porque me negaba...quería permitirme ser egoísta tan solo por una vez en mi vida...pero eso no fue suficiente...¿Como podría seguir reteniendo-te a mi lado, cuando llegabas todos los días con esa brillante sonrisa?...¿como mantenerte a mi lado cuando tus ojos brillaban buscando y anhelando la figura de alguien más?...Era doloroso ver eso...pero debía aceptarlo...y cuando los encontré en esa situación...¡Virgen María!...-aparto la mirada soltando las mejillas del más alto.

Los ojos violeta se llenaron de lágrimas al recordar por unos momentos la escena que su amado mencionara.

-El suelo se me abrió bajo los pies para caer en un pozo de oscuridad...¿Como afrontar un golpe como ese?...Entonces comprendí que aunque yo te amaba...tu a mi ya no...que no era justo mantenerte a mi lado...y no me equivoque...pues en el momento que te dije que quería el divorcio, no dudas-te...no dudas-te ni un momento, Rusia, para correr a sus brazos...solo me quede ahí...sentado mirando tu espalda desaparecer tras la puerta de lo que alguna vez llamamos nuestro hogar...

-Lo siento....lo siento mucho....fui demasiado cruel...¿con que derecho te digo que no lo seas? Cuando eh sido yo quien lo fue primero...lo lamento tanto...-empuña sus manos con fuerza para evitar tomar entre sus manos al mexicano, porque estaba consiente de que este era el final de su historia.

-Eso ya no importa...yo solo quiero ser feliz...déjame ser feliz, Rusia, por favor...-tomo las manos empuñadas del alfa entre las suyas- Tu también permite-te ser feliz, mereces ser feliz aunque no sea conmigo...promete, prométeme que serás feliz...-soltó una de sus manos para acariciar la tersa mejilla del contrario.

-¿Le amas?

-Con toda mi alma.

Y ante lo dicho los dos se permitieron derramar las últimas lágrimas de esa linda historia que tuvo un final amargo.











FIN






:3






Perdonen las faltas de ortografía, no se que onda con Wattpad pero no me dejo publicar el capítulo desde mi lap, así que lo hice desde mi celular.

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