Capitulo 3
Gracias por continuar esta pequeña y simple historia :3
Perdonen las faltas de ortografía que se me pudieron escapar.
Espero sea de su agrado :3
El tiempo pasa rápido y más cuando tenías tantos estados a quienes ayudar, aconsejar y vigilar para que no se descarriaran del camino más de lo que ya lo hacían, sumando el hecho de tener aun dos pequeños estados que requerían más atención que los mayores.
Por el momento estaba satisfecho del curso que estaban tomando las cosas, nunca se imaginó que podría llegar a estar en relativamente paz.
¿Quién habría pensado que, para tener la mente en paz, debió alejarse de lo que alguna vez llamo familia? Y es que desde que comenzó a hacer las cosas solo, no tenía que lidiar con los comentarios mal intencionados de aquellas naciones, ni si quiera se preocupaba de los comentarios que las naciones europeas pudieran decir sobre su persona. Había costado, pero por fin aprendió a vivir sin preocuparse lo que pensaran los demás.
Bien decían que en las tragedias se conocía a la familia y verdaderos amigos, era una lastima saber que el no contaba con ninguno, ahora comprendía por que su gente no se identificaba con Norteamérica y Latinoamérica, realmente no les gustaba que los llamaran norteamericanos o latinoamericanos, simplemente eran mexicanos. No se sentían parte de ninguno de los continentes. (Canadá, Usa, Centroamérica y Suramérica)
Su gente siempre supo lo que el se negaba a creer, por miedo a la soledad y era que estaban solos en el mundo, los tratados, negocios o proyectos no contaban como amistad ya que esas cosas se podrían romper en cualquier momento, así como las relaciones políticas. Entre las naciones no existía tal cosa como la familia, menos aun amistades todo estaba entorno a los intereses de cada nación como el ver la conveniencia de invertir o tener tratados con otras naciones, pero al momento en que te hundías no dudaban en darte la espalda.
Por lo contrario, todo lo que el hacía por ayudar a cuanta nación necesitara ayuda era sin ningún interés de por medio, ayudaba por que estaba en su naturaleza hacerlo. Nadie mejor que el sabía lo que era necesitar una mano amiga y que le fuera negada, para solo dedicarle miradas de desprecio, burlas, dándoles igual lo que pasara con esa nación como con su gente. Cuando una nación estaba mal, veía solo a las naciones de primer mundo ignorar el llamado de auxilio ¿Qué mas daba que un país tercermundista o una nación irrelevante pereciera? El mundo estaría mucho mejor sin ellos, pero otra vista era la del mexicano quien veía reflejado en esas pequeñas naciones a el mismo, nadie mejor que el entendía la situación, por ello, aunque sabía que estaba jodido y su gente no estaba pasando lo mejor no dudaba en ayudarlos, quizás no tenía mucho para dar, pero lo que daba era de corazón.
Como ya se había mencionado todo se relaciona en intereses cuando México ayudaba los demás no dudaban en hacerlo por que obviamente si el mexicano se encontraba ayudando era por que el sabia algo que ellos no y por ende también brindaban la ayuda esperando descubrir que ventajas eso les traería.
Ante esto México no dudaba mostrarse feliz y algo divertido, feliz por que por fin estaban recibiendo la ayuda que necesitaban y divertido por que esperaban recibir algo grande a cambio. Ellos le llamaban sobrevivencia, pero realmente era ambición.
¿Cómo es el dicho? ¡Ah, cierto! Entre más tienen, más quieren.
México tenía ambiciones como cualquier otro país, claro que sí, pero las ambiciones de la representación de los mexicanos no era otra más que velar por el bienestar de su gente, no perdía la esperanza de que pronto llegaría algún presidente con la capacidad y amor a su pueblo para luchar por mejorar las condiciones de su amada gente.
Sacudió la cabeza lentamente saliendo del pequeño trance que sin querer se vio envuelto, una sonrisa cálida apareció en su rostro al ver aquella nación alta bajar del auto.
Aun no tenía de todo claro cómo es que una nación tan seria y culta como Alemania esta interesado en un don nadie como él. Es que realmente eran dos polos totalmente opuestos, el alemán tenía mucho conocimiento encima, además de platicas sumamente interesantes, aunque no lograba entender varías de ellas, cuando eso pasaba no podía evitar avergonzarse por su falta de intelecto.
Por ello aprovechaba cuando el alfa no estaba cerca de sus tierras para leer y estudiar más sobre los temas que tanto le encantaban, al contrario, era un poco más de esfuerzo a lo que ya cargaba, pero realmente había descubierto la pasión olvidada por la lectura, como el estudio que en siglos pasados Profirió Diaz y Maximiliano con esfuerzo le recordaran.
Como la conquista realmente le había hecho olvidar el amor que sentía por el conocimiento, así como el estudiar las constelaciones y las estrellas como su abuela Maya hacía. El recuerdo de su padre Azteca que nunca se cansaba de enseñarle cosas nuevas todos los días, estimulando su deseo y hambre por aprender. Dios como se arrepentía el haber permitido que le robaran todo aquello. Pero para bien o para mal y posiblemente demasiado tarde lo estaba retomando, nunca se era demasiado viejo para aprender.
Incluso estaba puliendo nuevamente los buenos modales que Carlota le hubiera enseñado, aun recuerda la expresión de sorpresa en Alemania al haberle escuchado hablar de manera correcta y lucir los modales que había olvidado.
La convivencia entre ambos lo habían llevado a querer ser mejor, por el mismo y ¿Por qué no? Para ser alguien digno de un alfa tan maravilloso como lo era Alemania, no quería avergonzarlo de ninguna manera.
Llevo ambas manos a sus mejillas que se tiñeron de color rosa al recordar con vergüenza algo que sucedió con su ex alfa. El tricolor se había percatado del poco interés que su alfa tenía en el durante la fiesta de caridad a la que todas las naciones fueron invitadas en un intento de obtener una buena suma que distribuirían en varias instituciones no lucrativas, para el mexicano no paso desapercibida la mirada violeta que perseguía los pasos de otro omega bicolor. Claro que eso lo molesto ¿Era un delito tener celos por tu alfa y esposo? No, no lo era por ello buscando atraer la atención de su amado, al momento de jalarlo por la manga del saco la copa de vino resbalo de sus manos empapando el traje costoso de su pareja.
De solo recordar la escena que el ruso le montara en pleno evento lo avergonzó lo suficiente para no querer volver a mostrar su rostro nunca más en aquel evento.
Pero las palabras de quien en antaño consideraba el amor de su vida se clavaron con saña en su corazón "torpe, inútil, bueno para nada y tercermundista de mierda" fueron las que con mayor profundidad hicieron eco en su cerebro para quedarse grabadas ahí, haciéndole sentir poco merecedor de ser pareja del ruso.
No le extraño que después de eso su ex llegara con aroma de otro omega restregado por todo su cuerpo, claramente el omega latinoamericano estaba marcando su territorio en su esposo, en un alfa ajeno. Realmente quiso reclamar por esa falta hacia su persona, pero ver a Rusia tan orgulloso, portando el aroma de aquel otro como pavo real, lo llevo a aceptar el hecho de que había perdido a su pareja, a su otra mitad.
Sus intentos de reconquista palidecían al ver el cuello, hombros y espalda del mayor en altura con marcas de rasguños, mordidas como chupetones. Pensar que a él nunca le permitió dejar una pequeña marca, pues eso era solamente para omegas vulgares.
Ah, cuanto había sufrido por los desplantes de su ruru, los plantones a las citas y ni hablar de todas las veces que lo rechazaba en la intimidad. Claro por que querría estar con el cuando seguramente ya venía más que satisfecho de otra piel.
Ahora se alegraba enormemente de que todo con el ruso terminara, eso de que las parejas destinadas debían terminar juntas y ser felices era simple cuento o bueno, realmente esto no funcionaba para todas, aunque era muy raro que encontraras a tu destinado, por ello estaba agradecido con el destino quien le permitió conocerlo, a pesar de que ellos no tuvieron sus felices juntos. Eso le demostró que no por que naciera alguien para ti significaba que con esa persona debías terminar. Tardo, pero entendió que Rusia simplemente había entrado a su vida para enseñarle todo lo aprendido hasta ahora para después sin miramientos salir tal como llego.
Esperaba de corazón que Rusia encontrara a la omega ideal para él y que, si era aquel omega que tantos problemas ocasionó, que al menos su sacrificio como el de Usa valiera la pena para ambos y que no lo echaran a perder solo para ir a buscar otros brazos.
Alemania entro a la estancia de la casa de su interés amoroso, sonrío al encontrarlo con los brazos cruzados viendo por la venta, sabía que algo tenía pensando al menor ya que de otra manera habría corrido a recibirle con los brazos abiertos.
Nunca se imagino o al menos no estaba dentro de sus planes sentir primero interés que conforme pasaba el tiempo paso a ser atracción y que a medida que convivían, conociéndose de manera más profunda se transformó en amor.
Había estado seguro que terminaría casado con una linda omega europea que fuera ideal para él, por que debía aceptarlo, México era totalmente puesto a él. Estaba consciente de que el mexicano había cambiado algunos aspectos de su forma de ser, como de su estilo de vida para encajar más al que el estaba acostumbrado, cosa que en un inicio le agrado, pero no estaba conforme de eso.
El había conocido a un México alegre, suelto, noble, que decía lo que sentía, tan honesto como directo que a veces sentías las palabras del mexicano llegar de manera tan dura que sentías como el corazón se te hundía al sentir la dureza con la que se expresaba. También había descubierto que el mexicano no era un bebedor consumado como muchos le habían contado, realmente tomaba de manera moderada y si se llegaba a emborrachar era un borracho muy controlado de sus acciones. Un muy lindo borracho pasivo y no, no lo decía con doble intención.
Rodeo con sus brazos la cintura del tricolor, apoyando ambas manos sobre las del menor de estatura y deposito un suave beso en la mejilla de color verde, sonrió al ver como su adoración soltaba una pequeña risita y recargaba la espalda en su pecho, ambos perdiendo las miradas en el atardecer.
Disfrutaban del silencio en esa agradable e intima cercanía, Alemania tenía una paz con el mexicano que no había logrado encontrar hasta ahora, mientras que México sentía esa seguridad que con el paso del tiempo había perdido por sus malas elecciones de amor.
Eran tan diferentes pero se complementaban de tal manera que sentían que estando juntos podrían vencer cualquier cosa, por que ambos se apoyaban, se inducían a ser mejor cada día, por que antes que ser pareja eran amigos, que se conocían tan bien que no existía ningún secreto entre ellos, compañeros cuando las dificultades amenazaban con amenazarlo tenían el hombro del otro para apoyarse, aliados cuando otras naciones amenazaban con perjudicarles de alguna manera, padres por que antes que dejarse sumergir por la miel del amor no olvidaban sus responsabilidades con sus estados y por ultimo no menos importante pareja, eran una pareja que estaban dispuestos a darlo todo el uno por el otro.
Ambos disfrutaban de su tiempo a solas, pero sabían que existía un tema que debían tocar, aunque no lo desearan. Y más porque esto afectaría de alguna manera sus vidas quizás no directamente, pero si influiría solo que no sabían de que manera, aunque México apostaba a que sería de manera negativa.
- ¿Vas a ir? ...-pregunto con cautela, como tanteando el terreno acariciando suavemente la piel tersa de las manos del mexicano.
-Vamos a ir...-sonrío al escuchar el tono suave de su amado. Por esto es que amaba a Alemania, por el cuidado y delicadeza que tenía para con él sobre temas como estos.
-No quisiera hacerte pasar un mal rato, es lo que menos quiero...-fue su respuesta frotando su mejilla en el suave cabello tricolor.
-Lo sé, pero es inevitable...sabemos que tarde o temprano se va a entrar, me preocupa más como te vas a ver afectado tú...-sin romper el abrazo, se giro para quedar frente al más alto, llevando ambas manos a las mejillas del europeo acariciándolas. – No quisiera que salieras lastimado por mi causa.
Alemania tomo suavemente una de las manos del más bajito y la llevo a sus labios para depositar pequeños besos en ella.
-confió en que sea lo suficientemente maduro, para aceptar esta realidad...después de todo...tu has tomado tu tiempo para iniciar una nueva relación, algo que no se puede decir de él...-murmuro frotando ahora su mejilla con la cálida palma de México.
-Sea cual sea el resultado, siempre estaré para ti mi amado...-colocándose de puntillas, le robo un beso tierno y rápido al mayor. Quien no conforme con eso, rodeo la cintura fina del bajito atrayéndolo a su cuerpo y profundizó el beso, desosó de obtener tanto néctar de esos labios como le fuera posible.
Beso que fue igualmente respondido con entusiasmo por el mexicano, quien no dudo ni un momento en rodear con sus brazos el cuello del alemán, dispuesto a disfrutar de los besos de su amado.
-Hey, hey, vamos grandote...aun no puedes devorarte a mi jefe.
Ambos se separaron del beso, para mirar en la dirección de donde provino la voz, México río divertido al ver a EdoMex cruzado de brazos y con una expresión desconforme en su rostro. Oculto el rostro en el pecho del alemán, y no pudo evitar reír por el suave gruñido que dio al verse interrumpido.
-Buenas tardes, EdoMex...-saludo Alemania sin soltar al mexicano.
-Buenas, dejen de estar de acaramelados y vengan a cenar, que CDMX y yo hemos traído la cena...-dio una vuelta sobre sus talones para salir de la sala.
México dejo de ocultar su rostro para levantarlo y mirarle con las mejillas sonrojadas pero divertido por la situación.
-Vamos a cenar, mi cielito lindo.
Alemania sonrío dando un pequeño beso en los labios carnosos del mexicano y tomándolo de la mano salieron del lugar para reunirse con los hijos del tricolor.
Aunque no lo pareciera México así como sus hijos se encontraban realmente felices por la presencia del europeo y es que después de lo sucedido con el otro alfa, les había preocupado que su amado padre, se hundiera en la depresión como soledad por verse abandonado por su alfa, pero realmente agradecían al destino que Alemania se hubiera cruzado en su camino, en el momento justo e indicado, para salvar no solo a una nación, si no también a sus estados.
¿Quién habría pensado que la historia de estos dos, comenzó por que dos de sus estados se habían enamorado?
Alemania tenía que agradecer profundamente a su hijo por haber encontrado a su pareja en la hija del mexicano.
Porque eso les dio la oportunidad perfecta para relacionarse aun más de lo que ya lo hacían, y que de esta manera iniciara su historia de amor.
Alemania no descansaría hasta tener a México como su pareja para toda la vida, lo quería consigo por la eternidad no solo como pareja si no como esposo y futuro papi de sus hijos. Lo deseaba por ello era importante que antes de dar el paso tenía que arreglar este asunto con su mejor amigo y ex pareja del mexicano.
México era todo y lo que siempre había buscado en su pareja, ahora que lo tenía entre sus brazos no lo dejaría ir jamás.
Y se podría pensar que todo era miel sobre hojuelas para el tricolor, pero aun en su relativamente paz, tenía la preocupación por uno de sus hijos ese era nada más ni nada menos que CDMX. Le preocupaba ya que desde el termino de su relación con el hijo de Rusia, le había visto cabizbajo, sin ganas de pelear o discutir con alguien.
No comprendía como es que una relación tan linda se había ido al diablo, incluso pudo apostar que CDMX sería el primero en tener un lazo y estar oficialmente emparejado, tan seguro estaba que había comenzado con el papeleo para notificarle a la ONU de la futura pareja que habría en territorio mexicano. Las cosas no fueron así.
Cuando le pregunto al amante del maquillaje verde, esté se limito a decirle que fue algo entre ellos y que no quería preocuparle, pero realmente el trabajo que estaba haciendo era tan malo, que México sentía que en cualquier momento treparía las paredes debido a la situación de su cachorro y si, sabia que era tonto llamarlo así por que son trozos de tierra pero le vale, es su cachorro, háganle como quieran.
Una suave palmadita lo saco de sus pensamientos, viendo a los ojos de EDOMEX, negó suavemente con la cabeza y el tricolor solo se limito a sonreír avergonzado.
En apariencia sus hijos se pueden pelear entre ellos, sus discusiones pueden ser por demás serías pero confiaba y sabía que si uno de ellos estaban mal, los demás lo socorrerían olvidando sus diferencias, cuando eso pasaba el pecho del mexicano se hinchaba de orgullo porque sabía que había hecho las cosas bien con respecto a sus adoraciones.
Por el momento el hecho de saber que CDMX estaba rodeado por todos sus hermanos preocupados por la salud de esté, le daba calma a su cansado corazón.
Y si le preguntaban a CDMX jamás se sintió tan querido por sus hermanos como hasta esos días, necesitaba a su familia ahora más que nunca, pues esperaba pronto superar la ruptura de su relación, es que simplemente no podía perdonar a Moscú por lo que había hecho, solo rogaba a los dioses que todo esto pasara pronto, no quería ser una estadística más encerrado en los hospitales psiquiátricos.
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