19


Jimin suspiró aliviado cuando dejó las últimas camisetas dentro de los cajones. Una sonrisa se plasmó en sus labios al ver que había terminado de ordenar la habitación que ocupaba junto a su pareja. Cuando su vista se fijó en el espejo, pudo ver al pelinegro ingresando a la habitación, con su peculiar sonrisa y la ropa totalmente impecable. 

— Amor... — fue lo primero que dijo antes de rodear la cintura de su pareja. 

Jimin sonrió en su dirección mientras unía sus labios en un suave beso. Ambos se habían separado al amanecer para cumplir sus responsabilidades dentro de la manada. Tres meses habían pasado desde su matrimonio y todo había cambiado desde aquel día. Jimin se mudó a la habitación de Yoongi días después de su noche de bodas, mientras que aquella habitación era desocupada para que el siguiente omega real lo ocupara. Por otro lado, Min había tenido más responsabilidades como líder de la manada, la manada Kim había demostrado que se hallaría lejos de la guerra por mucho tiempo, pagando las exigencias de la Asamblea y rompiendo toda clase de unión con ellos, garantizando que no causarían más problemas. 

Por otro lado, Jimin había pasado los últimos meses en manos de su suegra, quien, como anterior omega de la manada, se encargaba de instruirle sobre sus labores dentro del palacio. Por supuesto, Jimin agradeció las lecciones, pues la mujer no era tan estricta y siempre le mostraba todos los lugares del palacio con una pequeña sonrisa. El omega respetaba y quería demasiado a la madre de su esposo, al igual que la señora Min apreciaba a su yerno. 

 — ¿Estás bien? — preguntó el mayor —  te ves algo cansado. 

— No es nada. La señora Choi trajo la ropa limpia esta mañana, así que tuve que ordenar todo en los cajones. Seleccioné la ropa que no uso para donarlos al orfanato, así que ha sido un largo recorrido, debido a todo lo que me has comprado en todos estos años, — bromeó — pero, por fin, he terminado. 

— Eres demasiado bondadoso, ¿lo sabías? 

— No tanto como tú. — Min acarició su cabello con ternura, mientras inhalaba profundamente el aroma dulce que siempre lo tranquilizaba. — Eres el líder más bondadoso que he conocido. La manada Min es muy afortunada por tenerte. 

— Y yo soy el hombre más afortunado por tener a un omega tan hermoso, inteligente y benévolo como tú. 

Yoongi empezó a repartir besos en el rostro de su pareja, causando las risas del más bajo y la correspondencia de sus labios. Ambos se hallaban en una burbuja de amor, completamente felices, unidos y convencidos de que aquel destino era lo único que merecían. 

Varios minutos pasaron, ambos se dedicaron a compartir un pequeño momento de pareja antes de que Min partiera, junto a Hoseok, a los entrenamientos rutinarios. Jimin siempre iba a observarlos luchar, pero, desde que Taehyung ingresó al octavo mes de gestación, ya no podía ir regularmente. 

— Díganme que están vestidos, por favor. 

Hoseok ingresó a la habitación con los ojos cubiertos, Min soltó una carcajada al escuchar la petición absurda de su mejor amigo, contagiando al menor.  

— Acabo de ingresar a la habitación, no tendríamos tiempo ni de quitarnos la ropa — ironizó. 

— Mucha información, Min.

— Tú empezaste.  

Jimin sonrió en dirección de ambos alfas. 

— ¿Taehyung está en su habitación? Quería ir a verlo mientras ustedes iban a entrenar. 

— Ha estado teniendo dificultad para levantarse de cama. — Informó el mayor. — El médico dice que es por estar en el último mes de gestación, se siente más pesado que antes y apenas puede levantarse al baño. Si vas con él ahora mismo, estaría muy agradecido. No quiero dejar a mi Tae solo.  

— La señora Min me habló sobre el último mes de embarazo, el cuerpo de Taehyung se está adaptando a resguardar al bebé por unos días más antes del parto, normalmente ocurre este tipo de situaciones, por ser primerizo; pero, no es nada que deba preocupar. Taehyung estará bien. — Jimin le dedicó una sonrisa a Hoseok, quien se sentía un poco más aliviado al escuchar aquello, no quería que alguna complicación ocurriera con su omega y su hijo, no sabría qué hacer si algo malo les ocurriera. — Iré ahora mismo, nos veremos a la hora del almuerzo. 

— Ve con cuidado — mencionó el pelinegro.

Ambos se besaron como despedida antes de irse por caminos diferentes. El rubio recorrió los pasillos mientras tarareaba una canción. La vida dentro de la manada Min siempre había sido tranquila y placentera, tanto que no existía preocupación alguna dentro del pueblo, más que subsistir día a día. A pesar de extrañar a sus padres y hermano, Jimin se había acostumbrado a la manada Min, considerándolo su hogar y el de sus cachorros. 

Cuando llegó a la habitación de Taehyung, este lo recibió con una hermosa sonrisa y lo invitó a pasar. El pelirrojo acarició su vientre mientras se sentaba en la cama para conversar un poco más cómodo.

— ¿Cómo estás, TaeTae? Hoseok me dijo que te molestaba levantarte. 

— Es porque me encuentro en las últimas semanas de mi embarazo. Hoseok se preocupa mucho por eso, pero está exagerando. La mamá de Hobi me dio las pautas necesarias para evadir toda molestia que me acongoje los últimos días. 

— ¿Y ha funcionado? 

— La mayor parte del tiempo, sí. — Informó. — He tenido algunas contracciones los últimos días, mi bebé está preparándose para nacer. 

— ¿Eso es bueno? ¿No es muy pronto?

— Los bebés saben cuándo deben nacer y si este niño quiere nacer mañana o pasado, no existirá persona que lo detenga. — Ambos omegas empezaron a reír. —A veces tengo miedo de lo que pueda pasar una vez que mi bebé nazca. 

— ¿Por qué? 

— Temo fallar como padre. — Un suspiro salió de los labios del pelirrojo, preocupando un poco al rubio. — Hoseok está siempre lejos, no tenemos un día donde podamos estar juntos sin ninguna responsabilidad, a pesar de que hace todo su esfuerzo, sé que no puede dejar sus responsabilidades por nosotros. Normalmente, aquello no me afectaría, ya que sé la figura importante que es Hobi dentro del palacio. Pero, no quiero que mi hijo crezca sin tener a su padre con él a cada momento. 

— Y eso te hace dudar en si podrás encargarte de todo tú solo. 

Taehyung asintió. 

— Cuando Hoseok está aquí, siento que puedo ser capaz de todo, pero sin él... temo fallar.  

Jimin comprendió sus palabras, se sentía exactamente igual cuando no tenía a Min cerca. Sin embargo, sabía cómo afrontarlo. Como pareja del líder, él debía ser el pilar fuerte de la manada, la persona encargada de velar por el bienestar de la manada y el de su pareja. Porque nadie sabía las veces que Yoongi había llorado de frustración en sus brazos, al enterarse de la muerte de miembros de su manada o la preocupación que le daba mandar a sus hombres más leales a cuidar las fronteras. Min era la figura más importante dentro del pueblo y Jimin era su soporte, el único que podía mantener en pie al líder, cuando no podía más. 

Y Taehyung debería sentirse de la misma manera. 

Tal vez, no era una manada entera la que comandaba. Pero, era su familia la que estaba bajo su cuidado, una familia que tendrían que sacar adelante. 

— Puedes hacerlo perfectamente sin que él esté a tu lado todo el tiempo, — aconsejó el menor —sé lo importante que es para ti estar en los brazos de tu alfa y más ahora que tendrás un hijo suyo. Pero, Taehyung, eres el único que puede manejar esta familia y evitar que decaiga. El nacimiento de este bebé será una alegría total para ambos y estoy seguro de que Hoseok no va a querer separarse de ustedes una vez que su pequeño nazca. 

— ¿L-Lo crees así?

— Por supuesto. Escuché a Yoongi y Hoseok hablar sobre esto. Tu alfa ha pedido unos meses de descanso en sus labores para quedarse contigo y tu bebé. Él no va a dejarte solo en esto, estará a tu lado, como tanto anhelas. 

Taehyung sonrió encantando, mientras derramaba pequeñas lágrimas de felicidad. Lo más difícil había sido estar separado, la mayor parte del día, de su pareja. Sin embargo, después de lo que su amigo había dicho, se sentía un poco mejor. Sabía que, para un cachorro, lo más importante era tener a sus padres a su lado y no quería privar a su bebé de ese privilegio. Quería que su hijo creciera en compañía de ambos padres y se resguardara en ellos, como él no pudo hacerlo, debido a la muerte de su madre. 

El pelirrojo agradeció a su mejor amigo y le pidió que se quedara con él hasta que Yoongi y Hoseok terminaran con su entrenamiento. Kim se había mantenido ocupado tejiendo algunas prendas que la madre de Hoseok le había enseñado. Tenía pequeña ropita de bebé hecha a mano en uno de los cajones dentro de la amplia habitación. 

El pelirrojo quiso mostrarle parte de su trabajo, por lo que decidió levantarse y empezar a caminar hasta uno de los cajones. Sin embargo, un fuerte dolor llegó a su vientre, impidiendo que diera un paso más. 

— ¡Taehyung! — gritó Jimin cuando lo vio caer de rodillas al suelo — ¿Qué pasa? 

— S-Son contracciones...

— ¿C-Contracciones? ¿Ahora? P-Pero, cómo...

— Si no pasa en los próximos minutos, quiere decir que entré en labor de parto y.... — un grito se escuchó en la habitación, Taehyung acarició su vientre mientras recibía otra contracción. 

— ¿Q-Qué hago?

— ¿P-Puedes ayudarme a llegar a la cama, por favor? 

Jimin asintió. 

Usó toda su fuerza para ayudar al pelirrojo a llegar hasta la cama, mientras escuchaba sus alaridos de dolor. La situación iba complicándose mientras más rápido pasaban los minutos. Se sentía inútil, sin saber cómo ayudar a su amigo a salir de aquella burbuja de dolor. 

— Llama a Hobi... por favor...

— P-Pero, no puedo dejarte... 

— L-La mamá de Hobi me mostró lo que debo hacer en estos minutos... tú solo... ve por Hobi...  

— De acuerdo, estaré aquí rápidamente. No te preocupes por nada, Taehyung. 

El menor salió apurado de la habitación, corriendo lo más rápido que pudo hasta llegar al lugar de entrenamiento de los alfas. Hoseok y Yoongi batallaban a iguales, cada uno manteniendo su concentración en las armas de madera que traían en sus manos. Sin embargo, de un momento a otro, el mayor dejó caer su arma. 

— ¿Qué pasa? — preguntó confundido. 

— Tae... — murmuró — siento que me necesita... me está transmitiendo angustia y dolor por medio de nuestra marca. 

— ¡Hoseok! — ambos se voltearon al escuchar el llamado del rubio —  T-Taehyung está en labor de parto... él va a tener al bebé, ahora mismo. 

El mayor no quiso escuchar más y salió corriendo de allí en dirección a la habitación que compartía con su pareja. En el camino, Yoongi llamó al médico que atendía a Taehyung, informándole sobre el parto adelantado. 

Lo demás sucedió demasiado rápido como para recordarlo. 

Hoseok llegó con su pareja y lo trasladó, en brazos, hasta la unidad médica que se mantenía dentro del palacio. Se mantuvo a su lado hasta que el médico llegó y se encargó de prepararlo para recibir al bebé. Las enfermeras corrieron de un lado para otro, el médico dio órdenes a cada segundo y los gemidos de dolor del pelirrojo fluyeron a través de la habitación. 

Jimin y Yoongi se quedaron fuera de la habitación, esperando por noticias. 

No fue hasta, minutos más tarde, donde escucharon el llanto de un bebé. La tranquilidad volvió a reinar en ambos al saber que el bebé había nacido por fin. Hoseok y Taehyung debían estar demasiado contentos por tener a su hijo en brazos, después de esperarlo por tanto tiempo. La pareja esperó pacientemente hasta que el mayor salió con una inmensa sonrisa y les permitió pasar a la habitación. 

Allí pudieron observar a un cansado Taehyung con un pequeño bebé en brazos. Su carita estaba oculta por las mantas, pero podían observar los puñitos que formaba mientras dormía plácidamente. Taehyung sonrió en dirección del pequeño y le dio un dulce beso en la frente, ante la atenta mirada de sus amigos y su pareja. 

— Que lindo bebé, — dijo el omega mientras se acercaba hasta donde se hallaba su amigo — es tan tierno y pequeñito.  

— ¿Verdad que lo es? — coincidió el pelirrojo — es la cosita más tierna que he visto. Sigo sin poder creer que este pequeño sea mi hijo. Es demasiado bonito para mi salud emocional. 

— Heredó toda la hermosura de mi Tae, — mencionó el mayor, quien fue directamente a su pareja y se sentó a su lado — mi pequeño rayito de sol. 

Jimin no pudo evitar soltar lágrimas de felicidad por ver a la pequeña familia. Se sentía demasiado feliz por sus amigos, ellos habían luchado contra muchos retos para quedarse juntos y el hecho de que pudieran compartir aquella felicidad era una verdadera recompensa para ambos. 

Observó a su pareja mientras recreaba una escena familiar donde ambos eran los protagonistas. Sí, esa familia era la que deseaba tener con su alfa más adelante. Una hermosa familia de tres que iría en aumento si el mayor se lo permitía. 

— ¿Cómo van a llamarlo? — Preguntó curioso el castaño. 

— Yeonjun... — nombró Taehyung — Jung Yeonjun. 

 Los ojos del pequeño fueron abriéndose cuando escuchó su nombre saliendo de los labios de su padre omega. Su cuerpecito se acurrucó en el pecho contrario y sonrió dulcemente mientras trataba de escuchar más del corazón que lo había resguardado durante meses. 

Sus facciones eran hermosas y delicadas, tanto que podía ser definido como un omega mucho antes de presentarse. 

Jimin adoró al pequeño con todo su corazón, sabiendo que, si se presentaba como omega, tendría a miles de alfas tras él, debido a la belleza que heredaría de sus padres. Internamente, se entristeció por no tener un pequeño de su misma edad, con quien pudiera jugar o, tal vez, emparejarlo. 

Tal vez, más adelante, cuando Yoongi y Jimin tuvieran un hijo, ese pequeño sería como un hermano mayor, quien lo cuidaría de todo peligro y lo apoyaría siempre. 

Sin saber que, en realidad, sería todo lo contrario a un hermano. 

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