13
El sudor descendió lentamente hasta llegar a su mentón y perderse en su garganta, donde su nuez de Adán se balanceó por ser partícipe de tan erótica vista. Mientras las manos inexpertas del menor se movían con sensualidad sobre su cuerpo y su ingle se mantenía firme en sus pantalones, deseando ser liberado de manera próxima, Yoongi pensó en cómo había llegado a esa situación.
Su lobo había reaccionado de inmediato al ver la vulnerabilidad del omega. Su polla había respondido a la invitación que envió cuando su entrada quedó totalmente expuesta ante él. Con movimientos elegantes y eróticos, Jimin le dejó ver lo necesitado que estaba de él, corriéndose de inmediato cuando la grave voz del alfa mencionó su nombre, pidiéndole acercarse.
La sensibilidad del cuerpo contrario era algo que disfrutaba en su totalidad, Jimin lanzaba gemidos bajos cada vez que las manos grandes y expertas del mayor se paseaban por su cuerpo. El omega se relamió los labios una vez que lo tuvo frente a él, cambiando posiciones y dejándolo bajo él, recostado sobre las sábanas blancas e inmaculadas que pronto adaptaban el aroma del omega en celo.
— Es tan grande alfa... — sus dedos fueron directamente a la bragueta del mayor, descendió con una tortuosa lentitud, hasta desabrochar el botón y bajar sus pantalones por completo. El pene de Yoongi se endureció aún más cuando los dedos del azabache masajearon el bulto bajo los bóxers, yendo desde la raíz hasta la punta que empezaba a sobresalir bajo la tela. — Quiero probarlo de nuevo, tener su sabor en mi lengua una vez más.
Min tragó saliva sonoramente mientras los recuerdos de aquella felación llegaban a su mente. Había sentido la lengua de Jimin sobre su miembro una vez y la sensación no lo había dejado dormir por varios días, solo podía pensar en la dulce boca de su pareja apresando su polla en su totalidad.
— J-Joder... mmmmmgh...
Dulces y húmedos labios se aglomeraron en su polla una vez que fue despojado del bóxer. La lengua de Jimin lo saboreó desde los testículos hasta la punta, causando que el mayor inclinara su cabeza hacia atrás, disfrutando de la manera en que Jimin usaba su boca para darle placer. Un gemido ronco salió de sus labios cuando el omega se tragó toda su erección, ayudándose de sus pequeñas manos para abarcar todo lo que faltaba. Pequeñas lágrimas se reunieron en la esquina de sus ojos, mientras iba subiendo y bajando en un ritmo lento. Su lengua recorría toda la polla erecta y sus mejillas se ahuecaron para recibir todo lo que su alfa tenía para darle.
La mandíbula del menor se tensó, recibir aquel enorme pedazo de carne era algo a lo que no estaba acostumbrado, pero ver las muecas llenas de excitación de su pareja era suficiente incentivo para continuar.
— M-Mierda... si sigues así, voy a correrme...
Sus ojos se conectaron después de aquella confesión, la invitación silenciosa fue otorgada por Jimin, quien deseaba sentir la semilla de alfa en la garganta, probar su sabor y saber que pronto aquello llenaría su entrada.
Min no soportó un segundo más y se corrió fuertemente en su boca. Gemidos roncos salieron de sus labios mientras liberaba aquel abrazador e intenso orgasmo. No podía pedir nada más que tener a Jimin tan mojado y dispuesto a darle placer.
— Tan delicioso.... — Jimin relamió sus dedos mientras tragaba cada gota. Sus ojos en un intenso color ámbar y su cuerpo respondiendo a la mirada intensa del mayor. Yoongi sintió su polla levantándose poco a poco, sabiendo que aquello no había sido más que el calentamiento.
— Eres tan sensual, pequeño. — Los dedos del pelinegro acariciaron el rostro ajeno, sus mejillas sonrojadas eran una clara evidencia de lo caliente que se encontraba y lo necesitado que estaba de su toque. — Nunca había imaginado lo excitante que sería tenerte por fin en mis brazos, has superado todas mis fantasías y no quiero desaprovechar esta oportunidad.
Acercó el cuerpo de Park al suyo, las piernas del menor se posaron a cada lado de su cadera, dejando su culo sobre la polla nuevamente erecta. Sus labios se unieron, sus lenguas danzaron en un beso ardiente y desesperado. Las manos del pelinegro amasaron el culo del omega, dejando la marca de sus palmas en cada globo y presionando contra su entrada, la cual se auto lubricaba para recibirlo.
— ¡Ah! — Un gemido dulce abandonó sus labios cuando Min decidió pasear su dedo por el agujero lubricado, lo sintió tan estrecho y anhelante que no pudo evitar meter su dedo índice en el interior, siendo recibido por la calidez del contrario. — A-Alfa...
— Muévete, bebé.
Jimin movió su culo de arriba hacia abajo, acariciando con este la erección del mayor, creando una anticipación y ansiedad en ambos cuerpos sedientos del placer propio de la unión. Min masturbó su propia polla con ambos glúteos, dejando a la vista el deseo contenido que albergaba su cuerpo por follarlo de manera rápida y dura.
Jimin gimió fuertemente cuando sintió la presión de la punta contra su agujero, su pene fue restregándose contra el duro abdomen del pelinegro, llevándolo al éxtasis después de probar nuevamente sus labios. Min besó sus dulces belfos hasta la saciedad, su cuerpo se preparó para recibir la liberación de su pareja, sintiendo el caliente líquido seminal navegar por sus abdominales. El rubio respiró entrecortado mientras la posición cambiaba y Yoongi lo dejaba sobre sus cuatro extremidades.
— ¡Ahhhg! ¡Alfa! — recibió deliciosas palmadas en cada uno de sus glúteos, su cuerpo se contrajo ante la sensación de placer. — Tómame por completo, por favor.
— Paciencia, pequeño... te daré todo lo que deseas.
Levantó el culo del rubio en alto, exponiendo su entrada a su lasciva y hambrienta mirada. La manera en la que se hallaba húmeda y desesperada por ser llenada, excitó de sobremanera al mayor. No necesitó lamer sus dedos para adentrarlos. Se sentía tan jodidamente bien que no podía dejar de pensar en lo que sentiría su polla cuando ingresara.
El cuerpo del omega fue manejado por los dedos ágiles de Min, embistió rudamente en su entrada una vez que el contrario logró acostumbrarse. Cada gemido salido de los labios de su compañero era dulce melodía para sus oídos, no podía dejar de pensar en lo caliente que se veía mientras arqueaba su espalda y dejaba a relucir más aquel hermoso trasero que empezaba a volverlo loco.
— Estás rogado por mis dedos como si fueran mi polla. — Yoongi arremetió aún más rápido, logrando que el menor se moviera al compás de sus acciones. — No imagino como te sentirás cuando tengas mi pene en tu culo.
— L-Lo deseo, alfa... quiero tenerlo dentro de mí... por favor.
— ¿Tanto lo deseas, Minnie? — Sacó los dedos de su interior totalmente húmedos, llevándolos directamente a sus labios. — Eres tan delicioso...
— H-Hyung...
— Disfruta tu primera experiencia, Minnie. — Suaves palabras susurradas en su oído, sus labios yendo hacia el lóbulo, tirando de él con lentitud, tentando a la paciencia del contrario.— Porque yo seré el único que pueda otorgarte esto.
Masajeó su polla con lentitud, lubricando la punta con su propio semen, el cual empezaba a salir en pequeñas cantidades sobre su miembro. Jimin movió sus caderas, tentando al mayor a tomarlo de una buena vez, llamándolo a llenarlo por completo.
— Mío... — El alfa y el humano hablaron en unísono.
Inhaló profundamente, llenado sus pulmones de aquel aroma a vainilla que tanto le encantaba. Presionó contra el agujero, buscando la manera correcta de ingresar y no lastimarlo. Su cuerpo quemaba, su polla clamaba por enterrase hasta el fondo en aquella deliciosa entrada estrecha y otorgarle su nudo. No se hizo esperar más tiempo, empujó su grueso pene dentro de la estrecha cavidad, sintiendo la ola de placer embriagarlo por verse apresado por aquellas estrechas paredes.
Jimin gimió, sintió un poco de dolor al principio, pero rápidamente fue disminuyendo, llevándolo a un éxtasis prematuro por saberse llenado por su pareja.
— Apenas entré en ti y ya llegaste al orgasmo, bebé. — Sus palabras avergonzaron al más bajo, quien, observándolo por el rabillo del ojo, trató de excusarse. — Es debido a lo sensible que se haya tu cuerpo por el celo, no debes avergonzarte por ello. Solo disfruta de lo que sucederá de ahora en adelante.
La última amenaza otorgada y Yoongi empezó a moverse. Un ritmo pausado y lento fue lo que causó los dulces gimoteos del menor. Min era un alfa tan bueno en absolutamente todo, desde comandar a una manada entera hasta follarlo de manera exquisita. ¿Por qué había pasado tanto tiempo en ese martirio? Ahora entendía porque todas aquellas omegas deseaban su lugar, porque sus miradas lujuriosas se posaban en el castaño. Lo comprendía.
Yoongi era un maldito alfa caliente y sensual.
No existía mirada que no se posara en él, no existía omega que no cayera rendida ante su figura dominante.
Sin embargo, era él el único privilegiado de tener su polla dentro, de probar todas sus facetas y el único que podía ser follado por tal adonis.
— Bebé, me aprietas tan bien.
El ritmo cambió gradualmente, las embestidas fueron más rápidas y castigadoras, su culo debía estar rojo por tantos golpeteos, su cuerpo se estremecía ante cada estocada certera. Fue un mar de gemidos mientras recibía los golpeteos del alfa, mientras sentía su cuerpo vibrar ante cada toque suyo. Jimin se sentía en el mismo paraíso, aquello no podía ser algo creado por su imaginación, estaba ocurriendo verdaderamente.
— Y-Yoongi-hyung... fólleme, sin piedad... lléneme de usted, por favor.
Una dulce y tentadora invitación. Yoongi salió de su interior y lo giró. Su frente estaba empapado de sudor y sus mejillas aún más sonrojadas de lo que recordaba, pero nunca vio una imagen más sensual. Volvió a ingresar en su interior, ambos gimieron al verse nuevamente unidos.
Sus labios danzaron en sincronía, ahogando sus gemidos y batallando por quien tomaría el control. Min fue más certero, sentía como el nudo iba formándose, dispuesto a enterrarse en las entrañas del omega y llenarlo de su semilla hasta la saciedad.
— N-No puedo más, alfa... v-voy a correrme...
— Hazlo, pequeño. Córrete para mí, iré justo detrás de ti.
El alfa fue más profundo, tocando aquel punto que volvía loco a su pareja. Fueron estocadas certeras y numeradas las que lograron hacer llegar al menor a su anhelante orgasmo. Chorros de semen fueron a parar entre ambos, Yoongi tiró de su cuerpo un poco más hacia su pecho, lo embistió hasta que las fuerzas lo abandonaron y entre palabras subidas de tono, se corrió fuertemente llenado el agujero de su esperma. Borbotones fueron a parar en el interior del omega, causando un nuevo orgasmo en él.
Min clavó sus colmillos en la curvatura de su cuello, dejando una marca temporal en su piel tersa, lo suficiente para que los demás supieran que era suyo.
Jimin se mantuvo resistiendo los numerosos orgasmos que llegaron con el nudo del alfa en sus entrañas. Sus gemidos no se disiparon hasta que el nudo se desinfló y pudo retirarlo de su interior.
El alfa sonrió con dulzura y le permitió un descanso a su exhausto compañero. Acurrucándolo en su pecho y limpiando los restos de su esencia con un pañito húmedo al lado de la mesita de noche, se dispuso a vigilar los sueños de su dulce omega, aquel que era completamente suyo desde el día de su nacimiento.
— H-Hyung... — llamó adormilado.
— ¿Qué pasa, Minnie?
— Ya no soy ese niño que solías conocer, — una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios — me convertí en un hombre que puedes besar ahora. Ya no debes esperar por mí, alfa. Soy completamente tuyo.
Y Yoongi agradecía que así fuera.
Volvió a besarlo de manera lenta y sensual, reclamando lo que había esperado desde hacía tantos años. Sus cuerpos se unieron, piel contra piel acariciándose mutuamente, dejando en claro que se pertenecían.
Y que nadie iba a separarlos.
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