09
Las tropas habían sido preparadas con sigilo, ningún otro territorio vecino había podido detectar el paso de lobos en sus fronteras, pues solo los mejores rastreadores y combatientes habían sido seleccionados. Yoongi no iba a dejar el rescate de su omega a merced de cualquier lobo inútil y débil.
— Los líderes están preparándose para la lucha, — informó Hoseok — media docena de lobos por cada manada aliada.
— Son muy pocos lobos.
— Son los mejores de toda la región, no existen hombres más fuertes que ellos. Todos han sido seleccionados meticulosamente y siguiendo sus estándares, ninguno fue detectado en el cruce de fronteras, por lo que confiamos en su capacidad.
— ¿Los betas están preparados?
— Cinco de ellos están listos para la lucha, podrán internarse sin ser detectados y darle pase a nuestros guerreros, como lo planeamos.
Yoongi asintió satisfecho por el trabajo de su compañero. Lo único que había podido hacer en todo ese tiempo era monitorear que sus órdenes se cumplieran. Sus heridas iban recuperándose, pero el dolor seguía latente en su cuerpo, impidiendo que hiciera cualquier movimiento brusco. Felizmente, las omegas del palacio se habían comprometido en preparar un remedio efectivo para que su salud mejorase prontamente.
— ¿Ha ocurrido algo más?
— Las fuerzas enemigas se han agrupado y fortificado. Creemos que se están preparando para un ataque sorpresa a nuestra manada.
— Esos bastardos sabrán lo que es el infierno cuando ingresen a nuestras fronteras. — La mirada del castaño solo pedía la sangre de sus enemigos y torturarlos hasta que no quedara nada de ellos. El haber tomado a su omega de aquella manera iba a ser pagado muy caro.
Escucharon la puerta de la habitación siendo tocada segundos después, sin esperar que alguno diera permiso, Taehyung se adentró a la habitación y observó al líder.
— La manada Park se enteró del secuestro de Jimin. — Taehyung suspiró, tratando de recuperar el aliento perdido, Yoongi bufó con molestia, pues no quería que la familia de su omega se enterara de aquello y no por dejarlos excluidos de algo tan importante, solo no quería preocuparlos de esa manera.
— ¿Dijeron algo al respecto?
— Hicieron algo más que mandar un mensaje, — los ojos de Taehyung se alternaron entre la entrada de la habitación y el rostro de su alfa, alarmando a los dos alfas dentro de la habitación. — Su alfa ha venido hasta aquí para tener noticias de Jimin.
— ¿Junghyun?
Kim asintió con cierta angustia en la mirada.
El hermano de Jimin podía ser la persona más amigable que existiera, pero cuando se trataba de su hermano omega, aquella personalidad amigable y bondadosa desaparecía.
— Mierda.
— Lo mismo pensé cuando observé a sus hombres en la entrada del pueblo. El hecho de que su hermanito menor haya sido secuestrado no es algo que lo mantenga contento y se desquitará con el primero que encuentre.
— ¿Crees que ha venido a prestarnos ayuda?.
— Hay ocho hombres acompañándolo y no creo que sea solo su seguridad. O ha venido a prestarnos ayuda o a destrozarlo por no haber cuidado a su hermano menor.
Recordaba a Junghyun y su aparición casi sorpresiva dos años después de que su compromiso se diera. Al ser el heredero al trono de la familia Park era casi imposible que pudiera contraer matrimonio con otro alfa, por lo que el camino más viable había sido Jimin y su prematura calificación como omega.
Junghyun se había mantenido lejos de la manada, junto a su padrino, entrenando para volverse el más fuerte de todos los alfas y obtener el puesto que le correspondía por derecho. Cuando regresó de aquel viaje abrupto, se encontró con la noticia de que tenía un pequeño hermano y que éste se hallaba comprometido con el heredero de la manada Min Por supuesto, aquello no le agradó para nada.
Apenas había sabido de la existencia de su hermano y ya querían arrebatárselo.
Eso fue algo que le desagradó, pero entendía que aquello garantizaría la seguridad de su manada y el bienestar de sus padres. A pesar de todo lo ocurrido, Junghyun terminó aceptando aquel compromiso y permitió que su hermano fuera a vivir a la manada Min, siendo muy insistente cuando se trataba de tener noticias suyas.
— No podemos librarnos de él tan fácilmente, — comentó el alfa — necesitaremos de los hombres de su manada para salvar a Jimin, también.
— Aunque primero debería platicar con él sobre lo ocurrido.
— Eso estaba pensando hacer. — Min lanzó un suspiro cansino, no había podido dormir bien las últimas horas y aquello se debía a lo preocupado que se encontraba por su omega y la última amenaza de su enemigo. No podía permitir que dañara a su omega de esa manera, no cuando éste era alguien joven e inexperto en aquellos asuntos. — Hazlo pasar, por favor.
Taehyung asintió y se retiró de la habitación.
Hoseok observó a su amigo con preocupación, sabía que se sentía inútil y miserable. El hecho de que su pareja haya sido secuestrada, lo colocaba como un alfa incapaz de protegerlo y hería el orgullo de su lobo. Solo la luna sabía la batalla interna que tenía Yoongi con su lobo interior.
— Todo estará bien, — alentó el menor — recuperaremos a tu omega en menos de lo que esperes.
Min agradeció el apoyo que trataba de darle y volvió a su rostro serio e imperturbable cuando la puerta se abrió. Un colérico Junghyun ingresó dando zancadas y quedando frente al castaño.
— Min Yoongi. — Mencionó con desdén.
— Hola también, Junghyun.
La mirada retadora del mayor de los Park no fue más que un incentivo para sentirse aún peor. Jimin permanecía encarcelado en una manada enemiga, mientras él se lamentaba por su pérdida sin hacer algo más que quejarse todo el tiempo.
— Supongo que sabes por qué estoy aquí. — Min asintió. — El secuestro del omega Jeon ha sido lo único que escuché las últimas horas. He creído que se trataba de una broma, pero viendo tu estado deplorable, concluyo que aquellos chismes son ciertos.
— Fue mi culpa, — mencionó el pelinegro — pensé que no iba a ocurrir nada si paseábamos de noche por el pueblo, pero me equivoqué. Lo llevé directamente al peligro y me arrepiento por ello.
Junghyun lo observó atentamente, el arrepentimiento en su mirada era veraz y la impotencia que sentía por haber bajado la guardia podía visualizarse a través de sus puños cerrados y coléricos. Min era un buen alfa, lo había sabido por las veces en que su hermano había ido de visita a su manada. Los primeros años fueron difíciles para el menor, pero el cariño de Yoongi había influenciado en sus decisiones muchas veces, permitiendo que el omega retornara a su manada en diversas ocasiones.
Un alfa cualquiera no permitiría eso.
Las leyes dictaban que, si un omega estaba comprometido con el alfa de otra manada, éste debía mantenerse al lado de su pareja y no dejar la manada por nada del mundo. No obstante, Min le había otorgado la libertad que su hermano necesitaba, aun cuando era criticado por la misma Asamblea de su manada.
Park suspiró pesadamente y barrió sus cabellos hacia atrás, en una forma de liberar el estrés. Sus padres se hallaban preocupados por el menor y él había hecho un largo viaje con tal de averiguar sobre la situación del azabache, por lo que no veía nada de malo en ayudar a su cuñado con aquel rescate.
— Siempre supe que no podrías cuidar a Minnie, — reprendió — nunca estuve de acuerdo con su compromiso, pero no pude hacer nada en contra cuando vi la mirada enamorada de mi hermano. Él te ama y no dudo de que correspondas a sus sentimientos, Min.
— Junghyun....
— Te estás culpando y quejando por todo, en lugar de hacer algo por él. — Min frunció el ceño ante sus palabras. —Bien, ahora que estoy aquí, me informaré sobre el plan que tienes y ayudaré en el rescate de mi pequeño Jimin. — Su sonrisa se volvió sádica y sus ojos resaltaron de un peligroso color rojo. — Esos bastardos van a pagar por haberse llevado a mi hermanito.
Ambos alfas sonrieron en complicidad.
Los enemigos nunca esperarían que Min Yoongi y Park Junghyun fueran a rescate del menor.
Y eso sería una ventaja para ellos.
××××××××
Jimin se removió incómodo al sentir el escrutinio del hombre frente a él. La inyección aún no surtía efecto, pero podía ver como varios alfas empezaban a volverse locos por su olor. ¿Era aquel el poder de las feromonas de los omegas? ¿Era esa la clase de seducción de la que su alfa le hablaba en ciertas ocasiones?
Se sintió mareado por un segundo, pero se recompuso. No era eso lo que deseaba, no quería que otro alfa, aparte del suyo, disfrutara de su olor o su cuerpo. Quería echar al sujeto de la habitación, pero su garganta estaba seca y no podía hacer nada más que tratar de ignorarlo.
Cuando escuchó la puerta cerrarse, minutos después, pudo respirar un poco más tranquilo. El hombre que lo había secuestrado no se hallaba en ningún lugar y eso lo alarmó de sobremanera, pues no quería que estuviese planificando alguna clase de invasión a la manada de su alfa, no cuando éste se hallaba débil.
Con su pareja imposibilitada, él solo debía buscar una salida.
Esperó a que el pasillo se escuchara totalmente desierto y empezó a idear un plan.
Los omegas dentro de la manada Min no eran entrenados para luchar, a excepción del omega del alfa, quien debía estar preparado para cualquier situación peligrosa. Recordaba el empeño colocado en aprender las técnicas de lucha y espada, además de ciertas artimañas enseñadas por el pelinegro.
Él iba a intentar salvarse a sí mismo, para ahorrarle trabajo a su pareja.
Jimin iba a demostrar que no era solo un omega calienta pollas como siempre decían a sus espaldas.
El dulce omega iba a demostrar que ya no era un niño indefenso, ésta vez era un hombre, el hombre perfecto para su alfa.
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