04
Jimin se observó al espejo una última vez y sonrió al verse satisfecho por su imagen. Como omega del alfa líder de la manda debía verse siempre muy bien presentable y más hermoso de lo que usualmente era, por palabras de su pareja. Observó sus vestimentas, las cuales eran muy cómodas y poco reveladoras y salió de su habitación con una pequeña canasta en la mano. Aquella tarde había decidido salir con Tae hacia el mercado para hacer algunas compras personales y buscar presentes para los líderes de las diferentes manadas que se presentarían días antes de su cumpleaños.
Camino por el pasillo hasta llegar a las escaleras, donde se halló con la espalda fornida de su alfa, quien observaba todo el ajetreo que se vivía en el salón.
—Alfa...—Llamó con voz dulce. Yoongi giró de inmediato y sonrió al verle acercarse.—¿Sucede algo?.
—Quería ver como iban los preparativos para la reunión de las manadas, será un largo viaje para los líderes de las manadas y quiero que se sientan cómodos y bienvenidos en nuestro hogar.
—Sé que no habrá mejor recibimiento que este, ellos estarán satisfechos con su estadía aquí.
—Eso espero.—Dejo una pequeña caricia en la mejilla del menor, notando que lucia más hermoso que siempre.— Iras con Tae al mercado, ¿Verdad?
—Compraremos algunos presentes para los líderes de las manadas visitantes.
—Me parece un hermoso gesto de tu parte, sé que se sentirán conmovidos y felices por recibir tanta atención. Tus guardias están esperando en la entrada del palacio
—¿Es necesario ir con escolta?, solo iremos al mercado del pueblo, Yoonie.
—Es necesario que vallan acompañados de guardias, eres el omega del líder. Debes estar protegido las 24 horas y más ahora que la amenaza de nuestros enemigos a sido expuesta. Además, Tae está embarazado y Hoseok teme que algo malo le ocurra, por eso deben ser escoltados en todo momento.
—Esta bien, lo entiendo.—Sonrió.—Estaré aquí cuanto antes.
—Si llego a reducir mis responsabilidades, podría ir a verlos. Quiero comprar algo también y quiero escogerlo personalmente.
Jimin sonrió emocionado, pues deseaba salir con su alfa hacia el pueblo, comprar como una pareja recién casada o simplemente caminar de la mano, algo que no podrían hacer gracias a las responsabilidades de su pareja. Yoongi prometió ir a verlo después de que hubiera terminado con todo y el rubio asintió feliz.
Encontró a Tae en la entrada, quien se encontraba adentro de una de las camionetas que Yoongi les había asignado. Era casi gracioso lo poco de tecnología que tenían en la manada, solo poseían uas simples camionetas negras que los transportaban de un lado a otro, pues lo demás era casi arcaico y antiguo. Una población que se manejaba rústicamente. Ambos rieron al ver la diversidad de gente que estaba en los alrededores, los pobladores veían las camionetas y se hacían a un lado para que estas pudieran pasar, haciendo una reverencia como muestra de respeto a la familia de su líder.
Cuando llegaron a la entrada del mercado, ambos bajaron de la camioneta designada y se encaminaron hacia el interior, donde todos los pobladores empezaron a saludarlos con alegría y regocijo pues consideraban a Jimin un omega leal y perfecto para el alfa Min. No existía omega más feliz en ese momento que el rubio, quien sentía el cariño del pueblo de su pareja y su apoyo incondicional, dejando de lado la envidia que muchos omegas solteros le tenían.
Caminaron por las muchas tiendas de joyas y cerámicas, escogiendo las más hermosas piezas que se exponían dentro de las carpas. Jimin estaba sorprendido de todas las piezas de arte que se hallaban escondidas entre tantas tiendas, el talento de los pobladores era maravilloso y no dejaba de verse sorprendido y conmovido por la manera en la que invertían su tiempo y desarrollaban su arte. Encontraron cerámicas con diversos dibujos representativos de su manada, pinturas, ropas finas, joyas espléndidas y demás objetos.
—Mira, TaeTae...—Exclamó entusiasmado.—Esta pintura es tan hermosa... Quiero llevarla al palacio, ¿Se podría?, ¿Crees que mi alfa lo permita?.
Tae observó la pintura señalada, en la cual se podía ver una pareja de lobos, observando la luna y el paisaje oscuro y casi mágico que se alzaba frente a ellos. La imagen era hermosa, y Jimin solo pudo pensar en su pareja y la noche en la que el mayor le propuso ser su omega, sin tener en cuenta su compromiso arreglado, ser el uno del otro por decisión propia y no por obligaciones, entregar sus corazones por su propio amor, algo que Jimin aceptó sin problemas, pues ya se había enamorado perdidamente de su prometido, sin ninguna obligación de por medio. Porque Yoongi lo había enamorado con sus detalles, acciones y caricias suaves, metiéndose en su corazón lenta y profundamente, sin posibilidad de que alguien llegue a reemplazarlo algún día.
—Puedes comprar lo que desees, ChimChim...—Respondió su amigo.—Tu alfa aceptará todo lo que lleves.
—¿No crees que estoy siendo un poco codicioso?, hemos comprado muchos presentes y no creo que sea correcto gastar mucho dinero en esto.
—¿Enserio estas diciendo esto?, la mayoría de los presentes no fueron caros, algunos fueron regalos de los mismos pobladores y otros fueron comprados con tu propio dinero. No escatimes en gastos, sé que todo esto dejara encantado al alfa Min, estoy seguro.
El rubio aún estaba un poco dudoso, pero decidió seguir las palabras de su amigo y esperaba que tuviera razón. No quería ser un problema para su alfa y mucho menos ahora que se hallaban en tan terrible situación. Tae decidió ir a la camioneta hasta que el omega terminará sus compras, pues se sentía algo cansado por tanta caminata. Las horas habían pasado sin que ambos se dieran cuenta y ya se acercaba la hora de volver.
—¿Podrían dejar el cuadro en la camioneta, por favor?.—Pidió el menor.—Quisiera ver un par de cosas más antes de irnos.
—Tendríamos que dejarlo solo porque ese cuadro es inmenso.
—No se preocupen por mí, estaré perfectamente bien.
—Pero, el alfa nos dijo...
—Sé lo que mi alfa les dijo, pero puedo cuidarme solo. Estaré aquí, observando algunas cosas, no deben preocuparse por nada.
Los alfas se observaron mutuamente con duda. No querían que su líder los regañara por dejar solo al omega y que algo malo le pasara, pero suponían que el pueblo era seguro y no existiría peligro alguno, así que decidieron hacerle caso y dejar que el rubio siguiera observando otras tiendas. Prometieron que no tardarían en volver y cargaron el cuadro comprado para, segundos después, dirigirse a las camionetas, las cuales se hallaban en la entrada.
Jimin camino y camino hasta llegar al final de todas las tiendas. Observó unas cosas más hasta que fue interceptado por un alfa que estaba observándolo desde que llegó a aquel lugar, vigilando todos sus movimientos para encontrar el mejor momento para acercarse a él.
—Usted es el omega del alfa Min, ¿No es cierto?.—Preguntó con una sonrisa perversa—.
—Sí, soy yo.—Respondio el omega un poco incómodo.—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?
—Me preguntaba porqué el alfa Min había escogido a un hombre menor que él, pero ahora puedo verlo con claridad.—Su vista barrió el cuerpo del omega, quien sólo retrocedió al verse expuesto ante su mirada.—Apenas eres un niño, pero eres capaz de calentar a cualquier alfa que te observe. No me imagino lo caliente que te veráz cuando alcances tu madurez sexual.
Aquel alfa se acercó un poco más al sonrió, quien sólo sintió miedo al oler las feromonas del contrario. Sentía la excitacion de aquel alfa y le pareció totalmente desagradable, sólo deseaba salir de allí, pero pudo observar a otros dos alfas atrás de él, seguramente para evitar que escapara.
—E-está siendo un total atrevido con la pareja de su alfa, no debería estar diciendo esas cosas.
—Un omega calienta pollas cómo tú no debería sentirse ofendido con esto. Seguro haz seducido a todos los alfas del palacio y por eso te tienen tan resguardado y bien cuidado.
—¡No voy a permitir que me falte el respeto!.—Trato de golpearlo en el rostro, pero este fue mas ágil y tomo su muñeca con fuerza—.
—Vamos, omega, ¿Por qué no juegas con mis amigos y conmigo?, eso es lo que hacen todos los omegas, de todas las maneras, solo entregan el culo a los alfas.
Los otros alfas rieron en compañía de aquel hombre, quien apresó al omega contra su cuerpo. Jimin trató de zafarse, pero era imposible hacerlo cuando estaba siendo acechado por tres alfas y sus feromonas dominantes. Se culpó por no haber obedecido a su alfa y mantenerse cerca de sus guardias.
—Nadie va a enterarse de todas formas...—Susurró.—Solo será algo rápido.
—N-no...
—Puedo hacerte sentir mejor que ese tonto alfa.—Se acercó peligrosamente al más bajo.—¿Qué dices?.
El alfa trató de besarlo a la fuerza, pero Jimin fue más rápido y lo evitó, golpeando la entrepierna del más alto y huyendo de sus brazos. Éste se quejó de dolor mientras se inclinaba, cosa que aprovecho para zafarse y salir huyendo de allí. Otro de los alfas que venían acompañándolo trató de atraparlo, pero Jimin sólo corrió para que ninguno lo alcanzara. Jimin quería llegar hasta donde se hallaban los vendedores y gritar por ayuda, pero en esa área las tiendas se encontraban cerradas y no existía alguien que pudiera ayudarlo. Desafortunadamente, en su intento de huida, el mismo hombre del principio llegó hasta el y lo retuvo en sus brazos, a pesar del esfuerzo del rubio.
—Maldita puta, verás lo que significa hacerme enojar.
Jimin trato de zafarse y escapar de ellos, pero no pudo hacer mucho. El hombre estaba por hacer algo en contra suya, se veía perdido en ese momento, hasta que escuchó un gruñido furioso retumbar tras él, haciendo que el hombre lo dejara de inmediato.
Reconoció el aroma de su alfa y trató de correr a sus brazos para buscar refugio, pero en cuanto sus miradas se cruzaron, supo que no podía hacerlo. Min se hallaba totalmente furioso en ese momento, sus ojos de un rojo intenso y sus colmillos relucientes, le dijeron que no solo se hallaba molesto con el alfa que lo tenía apresado, sino con él también.
—A-alfa...
Min solo volvió a gruñir iracundo antes de hacerle señas a los guardias y girarse. Los alfas fueron y apresaron al desconocido que trató de propasarse con el omega del líder, pues los otros dos habían huido apenas observaron como Min se acercaba a ellos. Jimin sólo vio la espalda de su pareja y supo que se hallaba molesto, temiendo de lo que pudiera hacer por los celos y el enojo.
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