Nunca dos meses le habían parecido tan eternos y por muy extraño que sonara era y al mismo tiempo no era culpa de Tom. Todo el asunto del mensaje de Lana le había abierto los ojos y decidió que lo mejor sería alejarse de las redes sociales, o bien, al menos de publicar algo referente a su "relación".

    Las palabras de su mejor amiga parecían estar atoradas en su mente, ya que cada vez que Tom le sonreía y ella le regresaba la sonrisa, su frase venía a su cabeza: "Estás enamorada y esta bien, perdedora". Cualquiera que supiera que aquella frase que aterrorizaba a Olivia, podría imaginar que tenía especial influencia en ella por el perdedora, sin embargo, lo que realmente le molestaba, o más bien, aterraba, eran las primeras dos palabras: "estás enamorada".

    Se había esforzado tanto en su "papel de novia perfecta" que al final del día no se dio cuenta en que momento dejó de pretender. Se sentía mal por todo el asunto, considero que hubiese sido sabio escuchar a Zendaya en el preciso instante que le dijo que no jugaran con su amigo.  Y definitivamente también debió escuchar a Timothée en el instante en el que le dijo que podía ocurrir que se enamorara de él, de hecho, dijo gustar, no enamorar, pero no te puedes enamorar de alguien si no te gusta.

Se odiaba a su misma porque pensó que como seguía "sufriendo" su ruptura con Jacob los sentimientos con Tom nunca se darían. Esperaba que al final serían sólo amigos tras la "ruptura", sin embargo, todo se le fue de las manos. El hecho de que Tom fuera, literalmente, lo opuesto a Jacob había influido mucho. Tom era atento, adorable, respetuoso y cariñoso por naturaleza, atributos que definitivamente no eran naturales en Jacob.

Sola en su habitación, recostada en la cama pensando en el acontecimiento de ayer, consideró en llamar a su hermano, sin embargo, decidió enviar textos. Aún era muy temprano en la mañana y no quería que su charla con Hardin despertara a los Holland.

Hardin, dime que estás despierto.

Dime quien además de mi,
quien está despierto a las
6:00 am un Sábado.

Bueno, aparentemente yo.

Bien, bien. Tienes un
punto bastante válido.

¿Qué pasa, Vía?

Ese es el problema, Hardin.
Están pasando  muchas cosas y
no lo comprendo.

¿Cosas respecto a...?

Tom, principalmente.

Dime que siguió mi consejo.

Tu...

Hardin, Deja de ser un idiota y
escúchame. De verdad es algo serio.

No puedo escucharte. peroooo
con gustó te voy a leer.

De acuerdo, cuando digo que
no me estás simpatizando en
este momento, estoy siendo
completamente seria.

DEJA TU NARCISISMO DE
LADO POR UNA VEZ.

...

Pero como me estás asustando
al no reaccionar contenta a un
meme de Drake y Josh,
dime qué pasa.

Ese es parte del
problema, Hardin.

No tengo idea de que es
lo qué pasa. ¡No! De hecho si
sé, pero creo firmemente que
tú en su momento también lo
sabias.

¿Saber qué?

Que me enamoraría de Tom.

Ah... es eso.

¿Perdón?

Olivia,era completamente
inevitable que eso no pasara.

Incluso podría jurar que dentro
de ti sabias cómo iban a terminar
las cosas.

Si, conmigo ganando.

Mira, anoche me trajo a mi
habitación y libremente lo dijo.

¿Te dijo las dos palabras?

¡Si!

¿Y que hiciste?

¿Realmente quieres saber?

Sin los detalles sucios,
sigo siendo tu hermano.

¡NO HAY DETALLES SUCIOS!

Pero cambie el "química"
por "tu cumpleaños".

Porque por si no lo sabias,
hoy primero de Junio,
es su cumpleaños.

La puerta se escuchó dos veces. Alguien estaba tocando; se imaginó que sería Nikki quien posiblemente tendría la idea de sorprender a Tom por su cumpleaños o incluso Harry para hacer una broma de cumpleaños, por lo cual se levantó dejando el celular en la cama y abrió terminando siendo ella la sorprendida al ver quien estaba detrás. Tom.

    —Dime que no te desperté—pidió con una sonrisa.

    —No, para nada. ¿Qué pasa? ¡No! ¡Espera! Antes que contestes... ¡Feliz cumpleaños!

    —Gracias—sonrió ampliamente.

    —No hay de qué—sonrió de vuelta—. Ahora, si te compré algo de cumpleaños, pero como tenía que ser una compra segura por la pandemia, la compré en internet y estará llegando aquí en unos días. Así que tristemente de mi parte hoy no habrá regalo y lo siento—hizo un mohín.

    —Bueno, tengo una solución para eso. ¿Quieres escuchar?

    —Adelante.

    —Todos están dormidos y no se si lo notaste pero ya no llevo la pijama—rió—. Quería invitarte a salir a caminar seguramente con nuestros cubrebocas para tener un rato solos.

    —Me encantaría. Solo debo cambiarme. Si quieres quédate aquí, me cambiaré en el baño rápido y nos vamos—dijo besando sus labios, caminando al closet donde estaban sus cosas sacando un par de prendas y finalmente encerrándose en el baño.

    Tom pensó en tomar asiento pero optó por ayudar tendiendo la cama. Estaba por comenzar a acomodar las cobijas cuando un brillo llamó su atención. El teléfono de Olivia, lo último que quería era romperlo como el suyo.

    Se estiró sobre la cama y lo tomó, arrepintiéndose al detenerse a leer lo que llegó al teléfono.

    No podía dejar de repasar aquellas palabras. Seguir la apuesta, jugar con Tom. No sabía si sentirse molesto, triste o ambas.

    —Estoy lista—dijo la rubia saliendo del baño lista con una sonrisa la cual se borró al ver a Tom con su teléfono en la mano y expresión vacía—. ¿Qué haces?—le arrebató el aparato esperando que no leyera nada, aún cuando su expresión ya decía lo contrario.

    —¿Yo era una apuesta?

    —Tom...

    —¿Con quien fue la apuesta? ¿Jacob? ¿O la parte de "jugar con Tom" se refería a darle celos a Jacob?—preguntó más tranquilamente de lo que Olivia se esperaba.

    —No es cómo crees. Jacob no tiene nada que ver.

    —¿No vas a negar que yo era una apuesta?

    —¿Qué gano con mentir si ya lo leíste?

    —¿Por qué no mejor me dices que ganas de la apuesta?

    —Creo que nuestra caminata ya no se hará—suspiró.

    —¿Sabes algo sorprendente?, no estoy enojado—dijo llamando la atención de la rubia—. Tu teléfono sonó aquella vez con la aplicación, yo... creo que podemos superar esto. Solo tienes que aceptar lo que sientes.

    —Que el teléfono sonara fue coincidencia.

    —Entonces dices...

    —Todo lo qué pasó fue actuación, Tom. Soy actriz. Sé pretender que estoy enamorada de alguien.

    —Eso no es verdad—negó.

    —Tom, abre los ojos. No he podido superar a Jacob. ¿Vale? Tal vez inconscientemente quería darle celos como supones, te usé y aunque todo lo que dices que siento por ti fuera real—dijo prácticamente admitiendo sus sentimientos—, tú no mereces eso. Por el bien de ambos lo mejor será que me vaya a mi casa. Yo... por favor despídeme de tus hermanos y de tus papás.

    —Olivia...

    —Tom, quiérete un poco y no me busques—dijo comenzando a apurarse a hacer sus maletas.