capítulo trece.

—Tiene hijos.— mencionó Bruce. —También es la primera vez que los conoceré a ellos.

El timbre de la casa Monroe sonó por toda la sala. —¡Yo abro!— exclamó una entusiasmada Abril.

Llegó a la puerta de la casa, recibiendo a cuatro personas. Un niño, dos adolescentes y una mujer adulta. —Hola. Tú debes ser Abril.— habló la mujer.

—Sí, soy yo. Un gusto.— sonrió apartándose de la puerta, dejándoles pasar. Ellen le saludó con un beso en la mejilla, y el niño —de no más de diez años— le saludó con la mano y una sonrisa bastante ancha.

Mientras los otros dos, una chica y un chico, solo pasaron de largo dejándola algo confundida.

—¡Qué bien que llegaron!— exclamó el mayor Monroe, se veía ligeramente nervioso por la presencia de los hijos de su pareja. Besó fugazmente los labios de Ellen, luego se separó ante las miradas de Abril y Alex.

—Uy.— canturrearon mientras se codeaban y se dirigían miradas pícaras. —Se ven bonitos.— chillaron.

La hija de Ellen bufó y se encaminó a la mesa. Todos se dirigieron a la mesa en un silencio un tanto incomodo. Los adultos fueron a la cocina por la comida, dejando a los menores sin nada qué hacer o hablar.

—¿Cómo te llamas?— preguntó Abril mirando con una sonrisa al pequeñín.

—Oliver.

—Es un lindo nombre. ¿Cuántos años tienes?

El niño levantó sus dos manos bajando tres dedos, dejando siete alzados. —Siete.— respondió.

Oliver se veía un niño bastante carismático, se le podía ver con una ligera sonrisa todo el tiempo.

—Ya llegamos.— anunció Ellen.— Bruce y sus hijos hicieron un trabajo excelente, se mira exquisito.

Abril y Alex se miraron cómplices. Toda la comida la había hecho Bruce, con suerte aquellos dos podían preparar spaghetti.

—¡Oh! Creo que no los he presentado muy bien que digamos. Bruce, ellos son mis hijos; Diane, Finn y Oliver.— señaló a cada uno.

—¿Qué edad tienen?— preguntó Bruce tomando asiento.

—Diane tiene diecisiete, Finn dieciocho y mi príncipe siete.— sonrió acariciando la cabeza del más pequeño.

Abril observó como los dos hijos de Ellen les veían con recelo. Frunció el ceño mientras escuchaba como su padre les presentaba a ellos.

—Alex y Abril, ambos con quince años.

—Espero puedan llevarse bien.— les dirigió una mirada a Finn y a Diane.

Los dos susodichos se parecían bastante, con la diferencia del color de cabello. Ya que el del joven era castaño y el de la chica era un negro. Y a pesar de parecerse bastante, sus personalidades eran diferentes y no mantenían una relación de hermanos tan unida, se podía ver en su actuar y en el que ni siquiera se miraban. Tampoco parecía que se preocuparan por Oliver, ya que el niño estaba jugando con uno de los cuchillos, y si no fuese por Ellen se habría cortado.

—Su padre me comentó que están en un colegio fuera del país. Eso es genial. ¿Cómo les va allá?— cuestionó. Bruce le había dicho sobre como sus hijos estudiaban fuera del país, esa fue una excusa ya que Ellen le había preguntado por la ausencia de Abril y Alex; por obvias razones no le iba a decir la verdad.

—Ohh.— Alex entrecerró los ojos y sonrió. —Eso es probablemente lo mejor que me ha pasado.

—Nos.— corrigió Abril. —No tengo muchos amigos allí, pero puedo decir que son los mejores.

—Eso es muy tierno.

La cena había continuado normal, solo pocas palabras salían de parte de Diane y Finn, quienes no se veían conformes con la relación. "Como si la relación fuese de ellos". Pensaba Abril.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top