18. ¿Amor?

Giselle

—Son unos idiotas... —digo cuando me zafo del agarre de Rhino, uno de los demonios que me secuestró—. ¿Si saben que esto no tiene sentido? Al final de cuentas Dios ganará el Apocalipsis y Lucifer será derrotado, nada lo va a cambiar. Está escrito en la Biblia.

—Eres muy molesta —me dice otro con un deje de burla—. ¿Acaso no tienes miedo?

Ruedo los ojos y me cruzo de brazos mirando a los seis demonios con rostro indescifrable, algunos son lindos, otros parecen golpeados por los siglos ya que lucen amargados y demoníacos a cierto punto de hacerme vomitar, si tan solo yo vomitara.

Camino a paso lento y perezoso por toda la habitación en la que me encuentro inspeccionando el área, el piso de madera vieja rechina a cada ligero paso que doy y eso parece irritar a los demonios que solo me observaban sin entender mi actitud. El cuarto es pequeño y está vacío. La poca iluminación que tengo me la brinda la ventana por un poste de luz afuera del lugar. Al parecer estamos en el edificio abandonado de algún callejón, en algún lugar del mundo.

—¿Por qué estamos aquí? —digo apoyándome en la ventana buscando alguna señal de vida.

—Se supone que debemos sacarte la esencia y luego llevarte con nosotros —contesta Rhino parándose junto a mí e imitando mi acción de mirar por la ventana—. Pero resultaste tan interesante que lo prolongaremos unos minutos.

—¿Acaso crees que dejaré que me saquen algo? ¿Me ves cara de tonta? —suelto una carcajada y me giro para ver a los otros que no se han molestado en decirme sus nombres desde que bruscamente me sacaron del portal de la traidora de Tessabeth y me trajeron a este cuchitril—. ¿No que tengo más poder que ustedes? Porque mejor no me dejan ser un alma existente después de la muerte, que fue tan aburrida que ni al cielo, ni al infierno pudo llegar, si no que quedó atrapada en el Inframundo con los hijos mellizos de la muerte y, además-

—Cálmate, nos vale una mierda lo aburrida que eras o eres, solo haremos lo que nos ordenaron y todos felices —me interrumpe uno de los demonios caminando peligrosamente hacia mí con intención de agarrarme el cuello.

En el acto tomo su mano y él cayó al suelo de rodillas mientras comienza a gritar groserías al vacío.

—¿¡Qué le hiciste a Moss!? —grita Rhino a mi espalda y empujándome para arrodillarse junto a él.

Sinceramente no tengo una idea de lo que hago, simplemente el enojo que tengo ahora me hace reaccionar de esta manera, y mientras me dure este momento de poder voy a utilizarlo.

—¿Vieron eso? —me dirijo a los otros señalando a Moss—. Eso es nada a comparación de lo que puedo hacer, así que ahora déjenme ir, para que averigüe cual es mi propósito aquí.

—¿A este punto no lo sabes? —pregunta Rhino poniéndose de pie y mirándome con ojos de cuchillo—. Tú serás la acompañante de Zaek por la eternidad hasta el fin de los días. Tess nos lo dijo, eres la elegida, pero como eres tan estúpida e ingenua incluso después de muerta todos siguen ocultándote cosas —arquea una ceja de forma arrogante y yo lo tomo del brazo haciéndolo caer al piso gritando de dolor.

—Eso fue por decirme estúpida, porque ya me cansé de que me traten así; Tú, Zaek, Tess. Son unos arrogantes de mierda. ¿Qué está mal con ustedes?

—Giselle... p-por favor —me dice Moss desde el suelo y yo muevo mi mano en su dirección para que deje de sentir el dolor, que básicamente se trató de que sintiera fuego ardiente en cada parte de su ser, como si él fuera un humano y estuviera en un incendio sin salida alguna, lo mismo hice para Rhino, pero este sufrirá un poco más.

—Si me dicen en palabras más claras lo que dijo Rhino prometo no hacerles mucho daño —digo al ver a los otros cuatro demonios que siguen sin decirme nada.

—Yo lo haré —dice Moss parándose enfrente mío con la cara roja y con capas de sudor cayendo por toda su frente—. Pero... Primero dime, ¿qué mierda me hiciste?

—Eso se llama dolor terrenal, supongo que es lo que sienten las almas en el infierno cuando arden en el fuego.

—¡Eres una hija de...! —grita Rhino, pero luego comienza a gritar de forma desgarradora ya que con solo mirarlo subo la potencia del dolor.

—Ah, ah —muevo mi dedo índice en negativa—. Si no quieres que esta ingenua te vuelva cenizas de demonio cállate la boca —me giro a Moss otra vez y lo veo suspirar.

—Cuando Tess, Zaek y Ariadne fueron creados Dios le dijo a la muerte que ellos no siempre estarían solos, que también tendrían una compañía/ayuda idónea, así como Adan y Eva, ya que a Dios no le gusta que estemos solos.

—¿Eso no contaba solo para los humanos? —digo un poco alto ya que los gritos de dolor de Rhino me dejan algo sorda.

—Así es, pero al ver Dios, al Ángel de la Muerte solo, decidió darle ayuda idónea y esa ayuda vino en forma de hija, su primogénita llamada Tessabeth, luego vinieron los mellizos, y así los tres lugares del mundo espiritual estarían completos, Dios con sus ángeles, Lucifer con sus demonios y la Muerte con sus hijos.

Está mintiendo, algo en todo eso no suena muy cierto.

—¿Y qué pinto yo con Zaek? —pregunto y entonces Rhino lanza una palabrota al aire y luego un por favor así que lo devuelvo a la normalidad y me acuclillo hasta él—. ¿Qué pasa conmigo y Zaek? Rhino, no me mientas.

—Te cuida tanto que nosotros creemos que eres su ayuda idónea. Dios tampoco quería que Tess y los mellizos estuvieran solos, así que le mandaría a alguien algún día y Zaek es el último y... puede que tú quizás seas la elegida.

—Eso es muy estúpido, ¿la elegida? Por favor, conocerá a alguien más.

—No estés tan segura de eso. ¿Acaso conoces mujeres demonios? No, porque eso no existe.

—¿Qué hay de Tessabeth? Ella es una bruja, no un demonio.

Todos los demonios en la habitación sueltan un fuerte 'Uhhh' y Rhino chasquea la lengua de forma aburrida mirando hacia sus pies.

Lo que me faltaba.

—¿Eres su ayuda idónea no es así? —pregunto y él asiente—. ¿Desde cuándo estás con ella?

—Hace un par de siglos —murmura.

—Bien, entonces dijiste que solo faltaba Zaek. ¿Quién es la ayuda idónea de Ariadne? —cuestiono queriendo no oír la clara respuesta.

—Por un demonio, todos en su sano juicio saben que Jehiel es la ayuda de Ariadne —comenta Moss sentándose en el suelo junto a mí para quedar a la altura de Rhino.

—Pero ese tonto se acostó con tu novia —señalo a Rhino y él sube los hombros—. Que es la hermana mayor de Ariadne.

—Todo ese drama pasó un siglo antes de que yo empezara a salir con Tess y sinceramente Ariadne es una dramática. ¿Amor? ¿Quién cree en eso?

—Yo —digo con autoridad, todos callan un momento y luego la habitación explota en risas incontrolables de los seis demonios.

Me pongo de pie viéndolos disfrutar mi comentario como si hubiera dicho el chiste más gracioso del mundo.

—Claro, eso explica porque tuviste tantos novios estando viva y también... oh espera, moriste siento una Inconclusa, ni siquiera un beso diste —dice Rhino poniéndose de pie y apoyándose en mi hombro fingiendo limpiar una lágrima falsa de la risa que tiene.

—Que no tuviera novio o que no diera un beso no significa que no crea en el amor, el amor se manifiesta en tantas cosas, no solo en el amar a una persona. ¿Pero qué saben ustedes? Son unos demonios.

—Como sea, Giselle, ya estás muerta y al morir pierdes muchos sentidos que no vas a volver a tener, el amor es uno de esos —comenta Moss acercándose hasta mí y yo quito el brazo de Rhino de mi hombro y él alza las manos en el aire.

—Pues yo que ustedes no hablo mucho porque en mi funeral no solo extraje el resto de la esencia de mi cadáver, también me quité un sentido y lo cambié por otra cosa.

—Ya está más que claro de que te quitaste el miedo, eso fue muy listo de tu parte —murmura Rhino entre dientes y yo asiento.

—¿Entonces? ¿Qué sentido extrajiste? —pregunta Moss y todos los demonios se acercan un poco más para escucharme con atención.

—Pues... se puede decir que puedo amar aun después de muerta —digo sin más y Rhino abre los ojos como platos.

—¡¿Recuperaste el sentido del amor?! —pregunta más allá de lo sorprendido y entonces escucho como alguien carraspea desde la puerta que ahora está abierta mostrando a dos chicos ya conocidos.

—¿Qué mierda? —dice Jehiel sorprendido y luego pone una mano en el hombro de Zaek que está a su lado mirándome... ¿asustado? 

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