FINAL 2/2
Dicen por ahí que si comentas mucho la tonta de Moon publicara el EXTRA el 31 🥺👉👈
Un silencio mortal se había apoderado de la situación en cuestión de segundos, teniendo a ambos alfas en distintas posiciones sentimentales.
Uno quería recuperar desesperadamente lo que era suyo y de su omega.
Y el otro quería tomar venganza de todo.
El pelinegro mayor hizo el amague de querer acercarse al contrario, sin embargo solo recibió un gruñido de su parte, advirtiéndole que si hacía algo, este le daría pelea.
Y eso ciertamente sorprendió a Baekhyung...
—Vaya, el lobito al final si tenía colmillos a excepción de como todos pensaban—se burló con claro desdén en su voz, pintando en sus labios la sonrisa más irónica y sarcástica que alguna vez Yoongi vio—me sorprende verte aquí, realmente no creí que fueras tan idiota de conducir hasta tu propia tumba—.
—¡Devuélveme al cachorro!—gritó completamente a la defensiva, intentando ignorar cualquier intento de provocación del contrarío—¡Él no tiene nada ver con esto y tus malditos juegos enfermos!
—¿Que no tiene nada que ver?—levantó su tono de voz considerablemente mientras comenzaba a dar pequeños pasos hacia el más bajo—¡Es mío! ¡Ese maldito niño es mío!
—¿¡Que importa si es tuyo!?—Cuestionó mientras cometía el error de retroceder ante los pasos que daba su hermano hacia él—¡Jimin no quiere volver a verte nunca más, y de eso me voy a encargar yo!—gritó lleno de sentimientos tristes y malos, teniendo en su cuerpo una reacción muy diferente a la que tenía que tener para enfrentar a otro alfa—.
—¿Tu me vas a impedir estar con mi omega?—preguntó para distraer al alfa mientras él se preparaba para dar el primer ataque—¿Realmente viniste a dar tu vida por un bebé que ni siquiera es tuyo?
Un nuevo silencio tenso la situación e hizo a Yoongi querer llorar del enojo, pues juraba con su alma que aquel pequeño le dijo en silencio que él quería que estuviera a su lado para toda su vida, y su lobo estaba más que de acuerdo y feliz con la situación.
Haría todo por él, haría todo por Jimin, haría todo para mantener a su nueva familia...
—Claro, estás aquí por ese sucio omega ¿verdad?—rompió el silencio el alfa mayor, curbando en sus labios una vil sonrisa sin gracia—¿enserio viniste hasta aquí? ¿Que esperas conseguir? ¿Acaso piensas ganar puntos para por fin poder follartelo?
Yoongi al escuchar aquello quedó en un extraño shock que no lo dejó pensar en más palabras, dejándolo en blanco y con una extraña sensación de enojo subiendo por su esófago.
Baekhyung aprovechó el estado y la guardia baja del contrario para sacar sus colmillos y saltar sobre Yoongi, quien por estar metido en su distracción no tuvo tiempo a reaccionar y cayó de bruces al suelo con su hermano encima.
Los colmillos de Bae se hubieran clavado en su cuello si no hubiera sido porque logró reaccionar en los últimos segundos y sacó la barra de metal afilada que había guardado en la parte trasera de su cinturón, poniendo el duro metal entre los dientes del alfa y su cuello.
Lo escuchó quejarse y vio como se aturdio unos escasos segundos, los cuales Yoongi aprovecho para voltear la punta del filoso metal y rajar fuertemente la cara del alfa, dañando su ojo derecho y provocando un corte en la mejilla hasta su párpado superior.
Baekhyung gruño por lo bajo, llevando una de sus manos hasta su ojo al sentir el gran dolor. Cayó hacia atrás, apartándose del cuerpo del menor.
Este aprovechó el dolor del contrarío para ponerse en pie rápidamente e intentar correr.
No quería hacerlo. Por más que su lobo y sus instintos les gritaran que matara a golpes a su hermano, él en el fondo no quería hacerlo, y si en su vida le dieran la opción de simplemente evadir los problemas y peleas, la tomaría sin duda, pues jamás le gustó en su vida las pelea o enfrentamientos para demostrar fuerza o masculinidad.
Sin embargo, sus planes fueron frustrados cuando quiso bajar por las escaleras y fue jalado del pie, haciéndolo caer al suelo nuevamente, en donde en nueva cuenta fue aprisionado contra el cuerpo del mayor, quien no perdió oportunidad y llevó sus fuertes manos alrededor del cuello de este, ejerciendo presión y privando de oxígeno al pelinegro.
Ambos forcejearon en el suelo y rodaron por el mismo, uno intentando matar y el otro recuperar el aliento que se estaba siendo quitando de a poco, era tanta su concentración que no notaron cuando ambos se arrastraron hasta el principio de las escaleras y rodaron por las mismas, consiguiendo de esa manera que ambos se separaran al sentir los múltiples golpes que recibieron en todo su cuerpo del trayecto del segundo piso al primero.
—Maldición...—masgulló Bae con la respiración agitada, el rostro lleno de sangre por la reciente cortadura y el labio partido que se ocasionó al rodar por las escaleras—¿C-Crees que ahora puede escapar así como así? Eres un maldito cobarde...—escupió con odio mientras intentaba recuperarse del fuerte golpe y la pérdida de sangre—siempre has sido un maldito cobarde que se refugiaba en los brazos de nuestros padres.
Min tosió con fuerza y llevó sus manos hasta su garganta, intentando que el aire vuelva a pasar sin aquella sensación de quemazón.
Tarda unos segundos en recuperarse y que las lagrimas se asomaran por la comisura de sus lagrimales, trayendo recuerdos uno tras otro gracias a las palabras del contrarío...
—¿Y-Yo soy el cobarde?—habló como pudo con su voz más ronca que de costumbre—¡Tu fuiste el que me dejo aquí solo! ¡Tu fuiste el que me prometió estar conmigo y quien me juró que escapariamos juntos de aquí!—gritó con resentimiento—¡pero fuiste tan cobarde que una noche simplemente desapareciste y nunca más volviste! ¡me dejaste solo con ellos, esperando que yo solo aguantara sus peleas, sus golpes, sus gritos, sus malditas expectativas y que pisotearan únicamente mis sueños!
Se desquitó y un nuevo silencio gobernó, pudiéndose únicamente escuchar las erráticas y pesadas respiraciones de ambos.
—¿Acaso crees que me fui porque quise? ¿Acaso crees que la tuve más fácil que tú?—preguntó con cólera mientras intentaba ponerse de pie—yo solo estoy cumpliendo mi sueño de tener una familia...—declaró con voz ronca y para nada estable—¡Jimin es mío! ¡de mi propiedad! ¡yo lo vi primero y el maldito bebé es mío!
—¡Lo violaste, Baekhyung!—gritó fuertemente en un enojo que no era propio de si mismo—.
—¡Él fue el que puso resistencia!—gritó en contestación mientras afilaba en sus dientes una macabra sonrisa que no fue para nada del agrado del pelinegro—Él es mi omega y él cachorro es mi hijo...
—¡Eres un maldito enfermo!—gritó mientras se levantaba de suelo con dificultad—¿¡En que te haz convertido, Baekhyung!?
—¿En que me he convertido?...—soltó con dificultad mientras hacía de todo para no romper a llorar—me he convertido en lo que papá siempre ha querido que me convirtiera ¿no?
Ambos se mantuvieron la mirada por unos segundos, intentando adivinar que es lo que estaba pensando el otro...
—¡Pasé la mitad de mi vida intentando ser lo que el quería que fuera! ¡Pasé años intentando que él estuviera mínimamente orgulloso de mi!...Lo di malditamente todo para que al final de cuentas él siempre terminara prefiriendote a ti—confesó mientras su voz se apagaba y su fuerza se extinguía poco a poco al igual que su volutad de seguir en pie. Se tiró de rodillas al suelo y llevó sus manos a su ensangrentado rostro, rompiendo a llorar ahí mismo—Entonces...solo estoy siendo una copia de su sombra.
Yoongi en ese instante sintió como algo se estrujaba en su interior y lo escocía con fuerza, sintiéndose algo aturdido por tanta información y sentimientos en tan poco tiempo...
Escuchó los rotos suspiros y sollozos de su hermano y quiso ah mismo abrazarlo y decirle que ningun problema del pasado era su culpa, sino de sus padres, quienes toda su crianza marcaron una gran diferencia de preferencia que terminó por separarlos e enemistarlos.
Se acercó al cuerpo que aún yacía de rodillas en el suelo e hizo el amague de querer tocar su hombro...
Pero apenas intentó acercar su mano, este se apartó del toque y se levantó del suelo con la mirada más vacía que nunca.
—Pero ¿sabes que?—se río con tanta fuerza que Min pensó por un segundo que se lastimaria las cuerdas vocales—llegué a la conclusión de que si uno de los dos muere...solo quedara un favorito.
Yoongi abrió los ojos desmesuradamente y reaccionó a tiempo antes de que este se volviera a abalanzar sobre su cuerpo, empero, no pudo evitar el siguiente movimiento de su hermano, quien había sacado una cuchilla de su bolsillo trasero.
Fueron tres segundos en los que estuvo en shock que Baekhyung había aprovechado para cortar desde su hombro hasta su antebrazo, abriendo una herida que si bien no era profunda, esta había alcanzado a abrir la piel, produciendo que la sangre salga a borbotones.
Soltó un fuerte quejido, aturdido por el dolor tampoco pudo evitar cuando el alfa se volvió a acercar y clavó la cuchilla sin piedad alguna sobre el muslo, dándole dos puñaladas una tras otra.
—M-Maldito hijo de...—quiso terminar, sin embargo, el alfa se volvió a colocar encima suyo y tapó su boca con uno de sus dedos en señal de silencio mientras llevaba el filoso cuchillo hasta la garganta de este, ejerciendo presión en la blanquecina piel—.
—Es tu fin, Yoonie, no malgastes tus últimas palabras en insultos—río con sorna mientras veía directamente a los ojos de su hermano, haciendole ver directamente como el raciocinio y la razón abandonaron su cuerpo hace tiempo—¿Te duele?—preguntó—¿Tanto como me dolió a mi el hecho de que te hayas fijado en mi omega?—nuevamente río, pero esta vez sin pizca de gracia, demostrando todo su odio en la opacidad de sus ojos—ahora, contéstame a esta pregunta antes de que te mate...¿que se siente saber que morirás sin haber podido despedirte del omega del que estás enamorado?
Yoon escuchó aquellas palabras y no sabía si era por toda la sangre que estaba perdiendo o que literalmente su lobo estaba aceptando su muerte en manos de su hermano, que sentía que en cualquier momento algo se rompería dentro suyo, como si algo quisiera desprenderse de su corazon, como si...un lazo se estuviera debilitando hasta romperse.
¿El pequeño se estaba rindiendo al igual que él o solo era la diosa luna que le estaba recordando porque estaba luchando hace unos minutos atrás?
Cuando estaba a nada de cerrar sus ojos y sentir como su hermano comenzaba a abrir la piel de su cuello, este es apartado de su cuerpo de un empujón certero, dejándolo libre de su muerte segura.
Tardó unos segundos en recuperar la conciencia y darse cuenta que su hermano no estaba encima suyo, sino ahora en el suelo, siendo apresado por un pelirrojo que él conocía muy bien.
—Hoseok...—pronunció atontado por la perdida de sangre—.
Hoseok le dio una mirada rápida y una pequeña sonrisa que el pelinegro no supo interpretar, viendo como este forcegeaba con su hermano y se propinaban golpe tras golpe en la cara.
Ambos se levantaron del suelo y siguieron dándose puñetazos y patadas, siendo Hoseok el único que lograba esquivarlas y propinar golpes más fuertes.
Yoongi vio como Hoseok sacaba sus colmillos y atacaba como si su vida dependiera de ello.
Lo que él no sabía es que Hoseok si estaba peleando por su vida, o más bien por el amor de su vida. Pero dolorosamente era algo unilateral y eso él tampoco lo sabia.
Tal vez estuvieron cinco minutos peleando antes de que Hoseok le propinara a Baekhyung un puñetazo certero en la mejilla que lo dejó casi inconsciente de lo fuerte que fue, arriconandolo contra la pared para evitar cualquier movimiento sospechoso de su parte.
—¡Yoongi, rápido, ve a buscar al cachorro y sácalo de aquí. Ya llame a la policía y vendrán en nada!—gritó Hoseok algo desesperado y con la respiración errática y pesada, mientras ejercía fuerza en el débil cuerpo que tenía apresado contra la pared y hacia su mayor esfuerzo para no caer rendido—¡llévalo muy lejos de aquí, y no importa lo que pase, no regreses!
El alfa se levantó del suelo con suma dificultad, colocando una de sus manos en su ensangrentado pantalón en la misma posición en donde el cuchillo atravesó su carne más de una vez.
Hubiera querido ayudar a Hoseok e incluso se hubiera preocupado por las palabras que hablan salido de su boca, pero la urgencia que sentía su lobo de comprobar que su pequeño estaba bien eran mucho mayores.
—¡Ja! ¿necesitas que un fenómeno como él venga a rescatarte para poder ganarme?—escupió con odio mientras pasaba su lengua por sus ensangrentados labios—¡Eso! ¡haz lo que te dice y ve a buscarlo!—gritó mientras pequeñas carcajadas se escapaban de su boca— a ver si logras llegar a tiempo...
Entonces Yoongi no perdió más tiempo y subió las escaleras nuevamente, poco importandole el dolor de su cuerpo o el intenso ardor de la herida abierta que estaba en su muslo.
Subió como pudo e incluso se arrastró unos cuantos escalones antes de llegar, viendo a unos cuantos metros suyo la única puerta que se mantenía cerrada y que más recordaba de su infancia.
Avanzo a tropezones hasta el final del pasillo y corrió hasta la puerta.
Pudiendo sentir de manera tan viva como su lobo le decía a gritos que su pequeño estaba ahí y que este lo necesitaba más que nunca.
Impulsó sus ensangrentadas manos hasta la puerta y golpeó una y otra vez con desespero, pudiendo sentir como su corazón quería romperse y como su lobo quería salir y recuperar al cachorro del aroma del cual estaba desapareciendo lentamente.
—No no, por favor no...—lloró esta vez con total soltura, arañando la puerta y golpeandola con lo poco que le quedaba de fuerzas en su ser—.
Quiso calmarse un poco, sin embargo recordó cruelmente las palabras de Jin...
"Su corazón no es igual al de los demás bebes"
"Su corazón es extremadamente debil"
"Cualquier alteración o susto podría llevarlo a una muerte súbita"
Su respiración se volvió más errática y sus lágrimas corrieron con mayor fuerza...
De pronto se le vino a la mente los pequeños ojitos curiosos del cachorro y aquella sonrisa de encías rosaditas que le dijeron de todas las maneras posibles que el tenía que ser el padre ejemplar y convertirse en todo lo que él siempre necesito pero jamás obtuvo de su padre.
Entonces solo así, con la imagen del pequeño en mente pudo recuperar las fuerzas que juró que perdió y tomó impulso retrocediendo hacia atrás...
A igual que las demás puerta, estas tenían la cerradura falseada y llena de óxido con madera descompuesta a su alrededor.
Pidió inconscientemente más de diez veces que funcionara y sin más corrió con la pocas fuerzas que tenía y estampó todo su peso en masa en el centro de la cerradura.
Un fuerte "¡CRACK!" Se escuchó en el aire y el pelinegro calló de bruces al suelo del otro lado de la habitación.
Tardó unos pocos segundos de recuperarse del golpe, levantando la mirada entre la nube de polvo que se había levantado.
Recorrió con su desesperada mirada la habitación y vio ahí mismo el piano que utilizaba de niño, guardado en la habitación en donde su padre lo encerraba por horas hasta que aprendiera alguna composición a la perfección...
Había extrañado ese viejo y grande instrumento con su alma, sin embargo, su atención no cayó en el piano más de 5 segundos, pues sus intereses ahora eran otros y estaba sumamente asustado de no haber llegado a tiempo y convertirse en lo que nunca juró ser.
En un mal padre, en un mal alfa, en una decepción para el que puede ser su hijo y el omega que amaba...
Su mirada viajó por todos lados de la habitación y no tardó en ver un bulto de manta que descansaba en el suelo, enfrente de una ventana de cristal en la cual resbalaban las gotas de agua y el frío empañaba el mismo con una pequeña y fina capa de neblina densa.
Se quedó parado en su lugar en completo silencio, viendo desde su posición como la manta no se movía para nada y como su lobo no era capaz de percibir el dulce aroma a duraznos a pesar de estar a una distancia tan corta...
Su corazón se quebrantó de poco a poco y su garganta se cerró fuertemente de un tirón, dificultandole algo tan sencillo como lo era respirar.
Sus piernas temblaron y su respiración se volvió pesada mientras escuchaba como la precipitación del cielo golpeaba levemente el cristal y techo, generando un ligero sonido que llenaba la habitación de eco y lo hacía sentir más horrible y aturdido.
Su cuerpo por poco no se lo permitía, pero dio todo de si para caminar hasta las mantas del suelo y ver de frente lo que más temía desde que tomó la decisión de asumir aquel lazo que inevitablemente se creó entre los dos...
Su respiración falló al igual que sus piernas en la simple tarea de sostener su peso y cayó de rodillas al suelo de madera.
El pequeño bulto estaba completamente envuelto, dejando que uno de los extremos de la manta amarilla cubriera completamente el rostro del cachorro.
Sus lastimadas manos temblaron cuando viajaron del suelo hasta la manta y un fuerte sollozo escapó de sus labios cuando retiro la misma de la cara del pequeño y apreció como este tenía sus pequeños párpados cerrados y sus pequeños labios pálidos...
Si antes creía que la expresión "sentir el corazón partido" era sólo una exageración, ahora no solo lo estaba experimentando en primera persona, sino que también creía que había descubierto un nuevo nivel de dolor que estaba seguro que nunca más podría superar.
—Dios, dios no, por favor no me hagas esto...—pidió en un murmuró roto mientras su expresión de desformaba completamente en absoluto dolor—pequeño...no me dejes, te lo pido por lo que más quieras.
Imploró al aire, sin embargo, el pequeño no se movió ni un centímetro y tampoco volvió a abrir aquellos pequeño ojitos curiosos que lo había hechizado y enamorado desde el primer momento.
Min se dejó caer delicadamente sobre la manta y ocultó su nariz en el pequeño cuello del cachorro, deseando con todas sus fuerza que llorara, que diera algún indicio de que no todo había terminado así y que le daría una segunda oportunidad para esta vez intentar ser el padre que el se merecía.
Pero a pesar de todo eso, el pequeño no despertó...
Tomó entre sus manos las pequeñas manitos y enterró un poco más su nariz en el cuello y pechito del pequeño, queriendo sentir por lo menos la última muestra de calor en su pequeño cuerpecito.
Sorbió su nariz con dificultad y dejó que toda su tristeza, impotencia y enojo se fueran con sus lágrimas.
Por primera vez en mucho tiempo sintió como su lobo quería desaparecer y rendirse ante todo, pues sentía que acaba de perder todo por lo que su lobo quería luchar.
Era una completa decepción...
¿Pudo haberlo evitado o estaba destinado a que esto sucediera?
Quería morirse...
Llevó una de sus temblorosas manos hasta una de las mejillas del pequeño y acarició suavemente, pudiendo sentir bajo su tacto la delicada, suave y ahora fría piel del cachorro.
Más lagrimas cayeron involuntariamente de sus ojos como si de un torrente de agua se tratasen y mordió sus labios con fuerza.
Soltó un suspiro meramente roto y como si la voluntad, la fuerza o estabilidad no existieran en su cuerpo se tiró al suelo, a un lado de la pequeña manta amarilla, completamente derrotado, destruido y rendido...
Atrajo la pequeña manta hasta su pecho y la abrazó como si su vida dependiera de ello, llorando y derramando lagrima tras lagrima sin poder realmente creer que esto estaba sucediendo y que no llegó a tiempo para rescatar al pequeño.
De repente su lobo le exige estar con su cachorro y a él le duele el doble al saber que eso ya no será posible...
—Lo siento tanto...—habló de manera entrecortada mientras apretaba un poco más la pequeña manta y colocaba su mejilla sobre el pequeño cuerpo inerte—toda la vida evité enamorarme para evadir esta clase de dolor. Siempre mentía con el hecho de que no lo necesitaba, pero en realidad lo que no necesitaba era volver a sentir mi corazón roto—confesó con dolor mientras miraba a un punto muerto y dejaba que las lágrimas abandonaran sus ojos con completa soltura—de alguna forma no quería ser como él, no quería convertirme en lo que tanto daño me causó, en lo que tanto dolor me provocó. Quería mentirme a mi mismo constantemente para no sentir aquella presión de arruinarlo y ser un mal alfa. Y estaba bien, porque no tenía a nadie a quien decepcionar más que a mis padres, si es que se pueden llamar así—soltó un fuerte hipido que termino en un sollozo más fuerte— Tenía terror a enamorarme y arruinarlo ante de tiempo. Pero ahora llega tu padre y se convierte en pocos meses lo que para mí es el mejor omega que haya conocido. Valiente, fuerte y hermoso. Todo lo que yo nunca pude ser, él lo es...
Cuando menos lo midió, la habitación se había llenado de su aroma y notable tristeza.
—Y luego te presentas tu, que vienes, naces siendo el cachorro más bonito que haya visto en mi vida y me sonríes con tus pequeñas encías sin dientitos, esperando a que un ser tan débil como yo no caiga enamorado de ti...—Una punzada en su corazón se hizo presente de la nada, la cual prefirió ignorar, pues lo atribuía al dolor que estaba sintiendo en ese momento—Cuando me miraste de aquella manera y luego me sonreiste con aquellos pequeños ojitos negros llenos de brillo, pude haber jurado a la diosa luna que sentí algo en mi corazón que me decía a gritos que yo debia de ser tu padre, él que te de todo y sea tu soporte en todo momento, para ti y para tu padre—nuevamente una punzada apresó su corazon, pero esta vez un poco más fuerte que la anterior, haciéndolo jadear levemente—y lo acepté, porque me enamoré de ustedes dos y estaba dispuesto a pasar esta y otras mil vidas a sus lados.
Se levantó levemente del suelo y apoyó su antebrazo en el sucio piso de madera, inclinándose levemente hacia el rostro del bebé para poder darle un sueve y delicado beso lleno de dolor y demás sentimientos en su pequeña naricita de botón la cual no notó que ahora estaba roja.
Una, dos o tres lagrimas llenas de dolor cayeron en una las mejillas del pequeño...
—No sé si Jimin te habrá puesto un nombre...pero cuando estaba muy pequeño, soñé que de grande tendría un hermoso cachorro como tú y le pondría Min Jungkook...—y con ese dolor del pasado, el presente y con todo lo que pudo ser en el futuro, se rompió en llanto nuevamete, enterrando su nariz en el pequeño cuello del pequeño, en donde se supone que estaría su dulce aroma—.
De pronto otra fuerte punzada pinchó en su corazón y de la nada a su nariz llegó un aroma dulce, el mismo aroma a durazno que había sentido horas atrás para ser mas exactos.
Sabía que su mente solo estaba siendo cruel con él y que ese aroma solo era parte de su cruel subconsciente que le recordaría aquel aroma toda su vida...
Pudo escuchar muy a la distancia unas sirenas de policía y de ambulancia. Desvio su mirada levemente hacia la ventana y pudo apreciar como la luna llena comenzaba a asomarse por el horizonte.
Cerró los ojos inconscientemente por unos segundos, y con las últimas lagrimas que le quedaban, le pidió a la diosa luna que lo ayudara.
De repente...un muy pequeño hipido hizo eco en los oídos del alfa, quien se sobresaltó un poco y dejó de mirar a la ventana para ver debajo suyo.
Entonces lo vio ahí...
Sus pequeños ojitos negros estaban entre abiertos, viéndolo con aquel brillo que él creyó perdido.
La fuerte punzada que apretaba su corazon desapareció de la nada en cuanto sus ojos se cruzaron y de ellos se desprendieron un brillo único.
Si hace unos momentos atrás creía que no tenía más lagrimas para llorar, pues se había equivocado colosalmente, porque sus ojos se llenaron de lagrimas a una velocidad increíble y no temieron de bajar libremente por su rostro. Llevó una de sus manos hasta su boca y descargó el fuerte llanto en su mano, no queriendo cerrar los ojos en ningún momento, temiendo que lo que veía sus ojos sólo era una cruel jugada de su jodida mente.
El pequeño estaba llorando, sin embargo no emitía sonido y simplemente se dedicaba a ver al alfa enfrente suyo con sus ojitos mojados y sus pequeños labios abultados...
Las sirenas de policía se hicieron tan intensas que terminaron de asustar al pequeño y rompió en un diminuto llanto que alertó al alfa y lo tomó en brazos, no pudiendo creer que ahora su sueve piel esté cálida a diferencia de unos cuantos minutos atrás.
Si esto era un sueño, no quería despertar nunca más...
La puerta de madera fue abierta de la nada y de ahí entraron tres hombres betas uniformados como policía y una omega uniformada como enfermera, probablemente la profesional que trajeron en la ambulancia para asistir a los heridos.
Los tres betas inspeccionaron la área y junto a la omega ayudaron al alfa a ponerse de pie con el pequeño en brazos.
Bajaron las escaleras y vio como tres oficiales más arrestaba al monstruo detrás de todo esto y a Hoseok, quien ni siquiera se molestaba en poner resistencia y cedía ante las esposas que estaban siendo colocadas en sus muñecas.
Yoongi hubiera querido preguntar el por qué o oponerse a que eso sucediera, sin embargo no hizo absolutamente nada para impedirlo.
Solo quería salir de ahí con el pequeño, quería llegar al hospital y que le dijeran que todo estaba bien. Que él estaba bien y que alguien le explicara el porque su cachorro pareció morir y luego revivir antes sus palabras...
Quería irse y estar con Jimin, verlo, abrazarlo, besarlo y decirle que todo estaba bien, que todo ya todo el infierno había terminado por fin.
Los tres betas oficiales se quedaron poniendo cinta policial en todo el perímetro de la entrada y la omega enfermera lo escoltó hasta dentro de la ambulancia mientras revisaba con un estetoscopio el corazón del pequeño.
Cinco minutos pasaron antes de que el vehículo arrancara y ellos comenzaran a alejarse rápidamente de aquella casa, la cual el alfa pedía desde lo mas profundo de su alma que pasara un huracán, la destrozara completamente y arrasará con todo y sus recuerdos dentro
Ya no había tiempo ni oportunidades para mirar atrás...
Porque ahora que tenía a su pequeño en brazos ya no le importaba su pasado y nada que tenga que ver con él.
Ahora él solo quería pensar y ver hacia futuro, armar su propio futuro.
Uno en donde no se arrepienta de nada en la vida y este junto a las personas que él más amaba.
Su omega y su hijo...
FIN.
Dios, está historia acaba de terminar...:")
Siento tantos sentimientos deferentes que no puedo creerlo ahsjdkd ♡ :")
Voy a llorar, definitivamente voy a extrañar mucho mucho a esta historia ♡
Ahora, por favor respondan 👉👈🥺
¿Les gustó?
¿Se esperaban este final?
¿Tienen alguna pregunta?
¿Quieren que suba el capitulo extra para el 31? ♡
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