🔓EXTRA🔑
(6 años después)
¿Como debería de empezar todo esto?
Ocurrieron tantas cosas, tantos acontecimientos que ahora mismo no me alcanzaría el tiempo para explicar todo lo que he vivido en estos largos seis años.
El día que salí de aquella casa con mi pequeño en brazos fui internado en el hospital al igual que mi niño.
Recuerdo perfectamente como había sido separado de mis brazos y como tuve que aceptar a la fuerza a que nuestros caminos sean divididos por unas cuantas semanas.
Recuerdo de manera tan cruel como clavaban pequeña agujas en sus manitos y conectaban pequeños tubos a su naricita para suministrarle oxígeno por lo débil que los doctores determinaron que él estaba.
A pesar de los años, aún recuerdo cómo sus pequeños ojitos negros me miraban de una manera que lograba partirme el alma (más de lo que ya estaba) Dando a demostrar lo asustado, débil y confundido que estaba.
Sus pequeña naricita se arrugaba en disgusto y sus pequeños ojitos rasgados se llenaban de lágrimas mientras me miraba por aquel cristal de la incubadora, pidiendo a gritos silenciosos que lo tomara en brazos y juntos nos fuéramos lejos, muy lejos a donde nadie más pueda volver a lastimarnos.
Sin embargo, ese día no corría con tanta suerte como lo creí, pues toda la fuerza que había recuperado al saber que mi pequeño estaba bien, se había ido de golpe, dejándome en un estado adolorido en donde los moretones, sangrandos, golpes y heridas abiertas me comenzaron a pasar factura y tuve que ser internado en terapia intensiva, en donde me enteré que la cuchilla que el psicópata de mi hermano me había clavado reiterada veces había destrozado el tendón de mi pierna y fisurado el fémur.
Pero claro, sin contar que descubrieron también que tenía fracturadas dos costillas del lado derecho, las cuales "rozaron levemente" con mis órganos y me producieron un leve sangrado interno, el cual que me hizo vomitar sangre por días.
Tengo recuerdos algo lúcidos luego de que me suministraron un poco de morfina para pasar un poco por desapercibido el dolor en mi cuerpo...
Pero a pesar de las agujas en mis muñecas, las constantes preguntas molestas de las enfermeras, el sin de número de pastillas que tuve que tragar a la fuerza y los molestos yesos en casi todo mi cuerpo no fueron ni un poco de todo lo que tuve que vivir y pesar, sin embargo, mi dolor desapareció completamente cuando un día como cualquiera por la puerta de la habitación apareció un hermoso omega de cabello rosa que ahora podría reconocer en cualquier lado o distancia.
Recuerdo que ni siquiera había sido necesario que abriera su lindos labios antes de que mi lobo saltara de la felicidad y regocijo y llenara la habitación de terapia con mi característico aroma cargado de miles feromonas.
Tal vez era la morfina o la inmensa felicidad que estaba experimentando que logró doparme más que cualquier pastillas de "felicidad", pero recuerdo de manera tan vivas como Jimin se acercó a mi y no me dejó decir palabra alguna antes de fundir nuestros labios en un beso tan cargado de tantos sentimientos que se sintió como la puta gloria en su mayor expresión.
Ese beso había logrado sacar de mi sistema cualquier tipo de dolor y arrepentimiento que había estado sintiendo en mi pecho y me produjo nuevos sueños en donde lo único en lo que podía pensar es que si debía morir el día de mañana, entonces pasaría esas 24 horas besando al hombre que mas amo y cuidando hasta el último segundo al pequeño que ahora Jimin y yo sabemos que nos pertenece.
Con un solo roce de labios y un "Te amo, Min Yoongi" le fue suficiente a mi lobo para recuperar todas las fuerzas perdidas y acelerar lo que sería meses de recuperación.
...
¿Y mi niño?
Pues él seguía siendo la criaturita más hermosa que mis ojos hayan visto jamás (aparte de su padre, claro).
Él solo estuvo en la incubadora dos semanas y media, en donde los doctores determinaron que estaba todo bien a pesar de mantener en su pequeña vida aquel problema en su corazoncito que le complicaba cualquier actividad común que podría realizar un bebé "normal"
Él día que Jimin lo trajo a mi habitación cargado en sus brazos, enrollado en aquella mantita celeste pastel y vestidito igual a un osito de felpa mientras mantenía en su pequeña boquita un chupón amarillo de un patito, me hizo dar cuenta cuánto deseaba poder salir de ahí y por fin poder comenzar a cambiar realmente las cosas.
Quería armar un futuro en donde los tres podríamos ser felices y vivir por fin en paz. Quería brindarle a Jimin lo que siempre se mereció desde un principio y hacerle olvidar cada maldito horrible recuerdo a punta de cuidados, paciencia y amor.
Recuerdo como Jimin se acercó con el pequeño en sus brazos y con una sola mirada y una sonrisa me hizo entender que quería que lo cargara en brazos.
Inevitablemente ese día mi corazón creo un nuevo sentimiento cálido cuando en mis brazos fue depositado con cuidado aquel pequeño de mirada igual a la de una galaxia. Sus ojitos era completamente negros como el cielo en su noche más oscura y pesada y brillaba tanto como la via láctea entera.
Su naricita se movía levemente y se arrugaba constantemente al percibir mi aroma y el de Jimin juntos, pareciendo realmente curioso a todo lo que le rodeaba.
Y cuando sonreí inconscientemente y el cachorro me secundó con una hermosa sonrisa de encías rosaditas, supe en ese mismo instante que sería su esclavo para toda la vida y sus sonrisas serían mi paga y mi pan de cada día.
Ese día los doctores que habían atendido a mi pequeño me explicaron muchas cosas que antes no me cuadraban y ahora solo me producen un escalofrío de fascinación.
Me preguntaron miles de cosas y llegaron a la fascinante conclusión de que el pequeño había tenido una muerte biológica, en donde su corazón dejó de latir por unos minutos...
Pero de manera fascinante me explicaron que de alguna manera u otra logré transmitirle fuerzas a su pequeño corazoncito y este volvió en conciencia como si nada hubiera pasado.
Tal vez el yo del pasado se hubiera reído de aquello y hubiera jurado que todos aquellos doctores eran una bola de parlanchines a los que solo le pagaban para inventar diagnósticos.
Sin embargo, el yo de ahora creía fervientemente que había una fuerza mayor a lo biológico y que había miles y miles explicaciones y sucesos más que no se ajustaban únicamente a lo científico.
Había algo mayor, y eso estaba seguro que se atribuía a aquel lazo que juré que sentí desde el primer momento que compartir mirada con Jungkook.
Ah, porque sí, Jimin pareció fascinado cuando se lo dije y me permitió ponerle el nombre que yo quisiera, y obviamente no iba a desaprovechar la oportunidad de tener a un pequeño igual o más hermoso a como alguna vez me lo imaginé de pequeño.
Pero...obviamente nada podía ser completamente perfecto en esta vida, porque a pesar de que yo obtuvo todo lo que quería, gente externa y al mi alrededor fueron afectados de igual o peor manera.
...
Días después de salir del hospital me enteré dolorosamente como Namjoom, el alfa del médico Jin, había fallecido por un disparo directo al estómago, en el cual agonizó por unas cuantas horas y murió finalmente por la hemorragia interna y la destrucción masiva de sus órganos por la bala de la pistola.
Me dijeron literalmente que no pudieron hacer nada con el tiempo que corría en su contra y todos los problemas que lo perjudicaban, y él desgraciadamente no pudo luchar más por su vida y simplemente la abandonó teniendo miles de planes y cosas que hacer a futuro, dejándole una sensación de injusticia a todo el mundo que se enteraba y conmovía de la noticia.
Jin en ese momento tuvo un colapso en el mismo momento que Namjoon murió, pues el lazo que no solo los unía por la mordida se había roto, sino también el que compartía con su pequeño bebé todavía no nacido.
Los médicos se vieron obligado a interferir y tener que realizar en el omega una cesárea de emergencia, porque si Jin se lograba deprimir, el pequeño nacería muerto por muchas circunstancias que hasta el día de hoy me parecen horribles.
Taehyung tal vez fue el único que corrió con mayor suerte, pues el solo fue diagnosticado con rotura de tabique y leve pérdida de la memoria unos minutos antes del suceso.
Fue el primero en recuperarse y el primero en preocuparse por la salud y el bienestar de mi pequeño y Jimin.
Siempre que podía estaba al tanto o iba al departamento para un chequeo semanal del corazoncito de Jungkook, siempre feliz (o por lo menos lo que aparentaba) de recibir pequeña sonrisas de conejito o ver reír a mi pequeño con cada paletita de fresa o leche de plátano que le brindaba en un pequeño biberón de osito.
Con respecto a Baekhyun, el fue sentenciado bajo la fría mirada de un juez a cadena perpetua por los cargos de homicidio doloroso y múltiples intentos del mismo, además de ser acusado por delitos sexuales que cometió contra Jimin en el pasado, los cuales lo perjudicaron física metal y psicológicamente.
Fue obligado a pagar una suma de 95 mil dólares por varios intentos de feticidio. Dinero que funciona a base de un tipo de manutención que se depositó en una cuenta bancaria y que Jimin tendrá que utilizar para el futuro de Jungkook y darle una vida justa con todo lo que el niño llegará a necesitar.
...
¿Y Hoseok...?
Me enteré un tiempo después de que el estuvo en el juicio y que fue enjuiciado por el juez a 10 años de cárcel por delito de homicidio culposo y los cargos por encubrimiento de delito y complicidad de ejecucion.
Siendo honesto...
Saber eso me partió completamente el alma, enterarme que tu hermano de toda la vida, tu mejor amigo, tu soporte en las buenas y en las malas había hecho todo eso para dañarme había sido una de las cuantas gotas que ayudo a mi vaso a llegar a su límite.
Y si bien saber que Hoseok fue capaz de hacer todo eso por su beneficio y que fue uno de los golpes bajos más fuerte que tuve en la vida. En la actualidad no le guardo tanto rencor como lo hacía antes.
Y todo fue por gracias a Jimin, quien me hizo pensar las cosas y darme cuenta que no valía la pena pensar de más y que era un error afligirme sin cesar por los errores de los demás.
Y gracias a esas palabras accedí a que él me diera una explicación del que o por qué hizo lo que hizo.
Sin embargo él no supo que decirme, así que simplemente lo dejé estar y le dije que ahora tendría 10 años para pensar en una respuesta coherente que me diera razones para darle mi perdón.
...
Fuera de todo eso, yo decidí darle un nuevo comienzo a mi vida y comenzar a tomar las riendas de la misma, las cuales ciegamente eran controladas en el pasado por mis padres, quienes al parecer la encarcelación de uno de sus hijos y asesinato de una persona inocente fue material fresco y gloriosos para todas las planillas y encabezados de todas las revistas de economia y chisme. Al parecer fue demasiado para ellos dos y decidieron separarse luego de pelear con la prensa un año entero.
Cada uno tomó caminos distintos y se pidieron disculpas por todo lo que paso en el pasado. Ambos parecían realmente afectados y no me culparon ni me recriminaron cuando unos meses después del salir del hospital les informé que nunca más dejaría que controlaran mi vida y jugaran con mis sueños, y que por ende no volvería a pisar la empresa de la familia y que renunciaba a cualquier cosa que tenga que ver con ellos.
Ninguno de los dos puso objeción, sin embargo si me pidieron disculpas en medio de lagrimas que terminé aceptando algunos años después.
Decidí dar un gran paso y vender todas mis pasadas posesiones para comprar una hermosa casa hogareña algo alejada de la cuidad en donde Jungkook podia sentirse seguro, feliz y nada estresado con el bullicio normal de una cuidad transitada.
Me propuse hacer demás cambios y entre ellos, dejar de posponer mis sueños...
Y ahora, luego de 4 años pude conseguir vacante en la universidad de seoul para la carrera de gastronomía y puedo decir orgullosamente que voy por mi segundo año de carrera y amo totalmente lo que hago y lo que soy actualmente.
Porque a pesar de todas las complicaciones, supe como volver a florecer en este desiert-...
...
—¡Yoongi, deja de escribir en tu diario de princesas y ayudame con Jungkook!—me sobresalte en mi asiento al escuchar la voz de Jimin, sacandome de mis pensamientos de sopetón—.
Muevo mi cabeza de un lado a otro, tardando unos cuantos segundos en volver a la realidad y ver enfrente mío la escena de un jungkook lleno de lodo desde la cabeza a los pies y un Jimin enfurruñado mientras jalaba de los pequeños pies del niño que se aferraba al armario sin querer saber nada del baño que su padre lo iba a obligar a tomar.
—¡Papá!—gritó jungkook con los ojitos aguados mientras se aferraba con mayor fuerza al marco del armario—¡Dile a papi Jimin que no hace falta que me bañe!
Jimin gruño entre dientes y soltó los piecitos del pequeño para cruzarse de brazos y darme una mirada demandante hacia mi persona.
Inevitablemente una pequeña sonrisa se escapó de mis labios. Cerré el diario en el que había estado escribiendo mi vida (por recomendación del psicólogo) y me levanté del sofá en el que estaba cómodamente sentado.
Me acerqué lentamente a Jungkook y a diferencia de como muchos creía que podría actuar antes esta situación, simplemente me agache hasta su altura y con mis dos manos lo obligue a mirarme a los ojos.
Cada vez que veía a jungkook llorar algo dentro mío se torcia en dolor, y mucho más cuando abultaba sus pequeños labios rositas y arrugaba su naricita en señal de tristeza y molestia.
—Jungkook...—le hablé suavemente para captar completamente su atención—nadie aquí va a obligarte a hacer algo que no quieres ¿okey? Pero tú y yo sabemos que eres todo un caballero y que los hombrecitos geniales y cools que ves en tus caricaturas son todos responsables y se bañan siempre luego de una buena pelea contra el villano del cuento—le dije suavemente mientras acariciaba sus mejillas y limpiaba una que otra lagrima que corría por sus ojitos—¿Acaso crees que los superheroes anda siempre sin bañarse, apestosos y llenos de lodo?
El pequeño Jungkook sollozo levemente y sorbio su pequeña nariz roja.
—¿I-Iroman también se baña?—preguntó con su voz algo distorsionada por el llanto mientras llevaba una de sus pequeñas manitos hasta sus ojos y se frotaba ahí mismo—¿Crees que pueda ser igual de genial que tu?
Sonreí en grande al escuchar aquello, sintiendo como mi corazón se apretaba y se llevaba de sentimientos cálidos.
Le di una rápida mirada a su padre y esposo mío y con una sonrisa le trasmiti lo feliz que me sentía de ser el ejemplo a seguir de mi propio hijo.
—Claro que podrás, pero para eso tienes que bañarte MUY bien, o los villanos vendrá a comerte los piecitos—hice énfasis en una de las palabras y lo alcé en brazos rápidamente para tirarlo suavemente al suelo y morderle sus pequeños piecitos mientras escuchaba su armoniosa risa que me llenaba el corazón de amor y felicidad—¿quieres bañarte solito? Ya eres todo un hombre de seis años y medio...wow—exagere mis expresiones y mi sorpresa para poder ver nuevamente en la carita de mi bebé sus hermosos dientitos blancos en una sonrisa llena de orgullo y grandeza—.
—¡Si, ya soy un niño grande!—festejó jungkook con una sonrisa mientras retrocedía velozmente y agarraba una toalla del armario del que anteriormente se estaba aferrando, listo para salir corriendo a darse un baño el sólo—¡Prometo que seré igual de genial que tu!
Gritó con tanta felicidad como le fue posible, listo para salir de la habitación.
Sin embargo, antes de hacerlo, corrió hasta mi y con toda la fuerza que sus pequeño bracitos tenían, me abrazó desde el cuello para luego mirarme desde cerca y darme un pequeño besito en mi nariz.
—Gracias papi...—soltó con tanta naturalidad y bondad que por un momento quise largarme a llorar en ese mismo instante y no parar hasta mañana—Tu eres mi superhéroe favorito ¿oki?
Y fue lo último que dijo antes de salir corriendo de la habitación con su toallita morada en manos y una felicidad desbordante.
Tardé unos segundos en reaccionar antes esas últimas palabras y cuando me levante del suelo pude ver a Jimin con una expresión indignada mientras se dirigía al marco de la puerta y gritaba;
—¡Mocoso, fui yo el que te tuvo dentro mío por más de siete meses!—declaró "ofendido" mientras daba un suspiro largo y luego volteaba a verme—es igual que tu, ahora entiendo como logras que haga cosas que a mi me cuesta horas en lograr, a ti te cuesta menos de quince minutos y encima dice que eres su héroe favorito.
Una carcajada se me escapo desde adentro y Jimin me miró más indignado aún mientras se cruzaba de brazos y exageraba sus muecas de disgusto.
—¿Que puedo decirte? Él también es una de mis persona favoritas en el mundo...—le contesté risueño mientras me acercaba hasta el y lo estrechaba entre mis brazos para juntar nuestras narices y darle un sueve beso esquimal—tu eres una de ellas.
—¿Desde cuando eres tan buen padre y esposo?—preguntó en broma, sin embargo en mi se creo un cálido sentimiento al escuchar aquella palabras y tener una respuesta clara y concisa desde el fondo de mi corazón—.
—Desde que ambos llegaron a mi vida y me hicieron replantear mi vida entera y darme cuenta que ahora no podría vivir sin ustedes y que por nada del mundo cambiaría por lo que somos ahora. Una familia.
Jimin sonrió y me regaló una de esas sonrisas en donde sus ojitos se achicaban hasta parecer dos perfectas medialunas y dejaba a relucir aquel pequeño dientito torcido que pertenecía a uno de miles de detalles que me hicieron caer perdidamente enamorado de él...
—Que bueno que dices eso...—dijo Jimin con voz que noté algo nerviosa mientras se alejaba de mi antes de poder cumplir el objetivo de besarlo—sé que falta dos meses para tu cumpleaño, pero si sigo esperando, el regalo se revelará por si solo.
Fruncí levemente el ceño al no entender de todo las palabras de Jimin y le regalé una pequeña sonrisa confusa.
—¿A que te refieres, amor? ¿Como que mi regalo se revelará solo?
Jimin tardó unos segundos en contestar, incluso me miró por unos cuantos segundos con la duda brillando en sus ojos.
Pero de pronto suspiró rápidamente y caminó hasta la mesita de luz y entre todos los papeles que había ahí dentro saco un sobre amarillo con la estampita de un gatito y un corazón.
Sonreí por ese detalle y me enamoré un poco más de él (si es que eso era posible).
Se paró enfrente mío y me miró con una expresión que no súper descifrar en ese mismo instante.
—Solo no me odies, por favor...—murmuró antes de poner el sobre frente mío para que lo tomara entre mis manos—.
Preferí no contestarle y simplemente tomar el sobre entre mis manos para poder abrirlo por fin.
Dentro del mismo sobre había una hoja igual de amarilla que estaba doblada casi a la mitad por un lindo sticker de gatito. La hoja solo estaba arrugada y algo descuidadas, pero era más que evidente que había sido hecha por Jimin.
Lo miré por una brevedad de segundos, en donde él me dio una sonrisa tímida y un rápido asentimiento con la cabeza para evidentemente invitarme a leer lo que decía la hoja...
Sonreí levemente al ver como sus adorables mejillas se pintaban en un bonito tono rosado y como mordia levemente sus esponjosos labios con nerviosismo.
Las ganas de besarlo y recordarle cuanto lo amaba vinieron a mi de golpe, sin embargo preferí comenzar a leer al sentir como sus ojitos expectantes estaban en mi.
...
Terminé de leer y mi corazón al igual que mi estomago dio un vuelco de 180° en donde me sentí desfallecer y como mi alma abandonaba mi cuerpo en cuestión de segundos...
Bajé la mirada y como si mis manos actuaran por si solas, despegaron el pequeño sticker de gatito con desespero y desdoblaron lo que quedaba de la hoja, mostrando ahí la prueba contundente de lo que mis ojos no podía creer.
—Son mellizos...—escuché la suave voz de Jimin en un débil murmuró que pudo pasar desapercibido pero para mi no lo hizo—Mira, entiendo si no quieres esto y que de pronto necesitas tomar un tiempo, porque jamás podría obligarte a asumir un papel que ahora mismo tal vez no deseas. También entiendo si me odias por esto y te seguiré entendiendo si es que decides irte y darte un tiempo para ti mismo. Pero tal y como dice la carta, quiero que siempre tengas presente que yo estaré para ti al igual que tu bebes...—dijo con un tanto de dificultad en sus voz por el evidente nudo que se estaba formando en su garganta y que termino por poner mi mundo de cabeza—Porque te amo, Min Yoongi, y lo haré para siempre hasta el final de los tiempos.
Jimin botó las primera lagrimas de sus hermoso ojos y llevó su pequeña mano hasta su boca, intentando verse fuerte ante la situacion pero no aguantando mucho ante el evidente miedo que relucia en sus pequeños ojos.
Tal vez tarde unos segundos, unos minutos e incluso sentí que el tiempo dejaba de tener algun significado en esta vida.
Inevitablemente me acerqué hasta a él con una expresión demasiado consternada en mi rostro, y como si mis piernas desconocieran completamente el significado de "estabilidad" cayeron al suelo, haciéndome quedar a la altura del vientre de Jimin.
No esperé ni un segundo más y me aferre a su vientre como si fuera la única razón de vivir que tenía, repartiendo susurros dulces, picos, caricias suaves y besos esquimales que terminaron de llenarme el corazón de calidez al escuchar la dulce y armoniosa risa de Jimin.
—Te amo te amo te amo...—dije sin poder evitarlo, pudiendo sentir perfectamente como las lagrimas se desbordaban de mis ojos y se perdían por alguna parte de la gigantesca sonrisa que adornaba mis rostro—Dios, no vuelvas a decir algo como eso...—le pedí en lagrimas mientras daba pequeños besos a su vientre (el cual recién ahora notaba que estaba un poco abultado)—Eres mi omega, el amor de mi vida, mi esposo, el padre de mi hijo y ahora el portador de mis pequeños retoños, jamás en la vida podría odiarte...¿okey?
Jimin al igual que yo tardó unos segundos en reaccionar ante mis palabras y no perdió tiempo en agacharse en el suelo y caer en mis brazos, en donde no desperdicie ni un maldito segundo y lo estreche con tanta dulzura como me fue posible.
—Lo lamento por haber dicho eso...—se disculpó en un murmuró mientras escondía su pequeña nariz de botón en la curvatura de mi cuello y aspiraba el sueve aroma que desprendía—tenía miedo de que te molestaras. Jungkook se convirtió en un niño muy revoltoso luego de la operación de su corazoncito y tu estás cursando tu carrera, cumpliendo tus sueños y esto es...—hizo un breve pausa mientras suspiraba de manera temblorosa—Es demasiado.
Escuché a Jimin y una sonrisa al igual que una lagrima se me fueron difíciles de evitar. Tomé su pequeño rostro entre mis manos y lo oblique a mirarme a los ojos mientras pegaba mi nariz contra la suya y enfocaba mis ojos en el y solo él.
—Pues Ahora Jungkook tendrá a dos pequeños superhéroes más para jugar y ser revoltoso ¿no lo crees?—dije con la intensión de sacarle una de esas sonrisas que me vuelven loco y ponen todo mi mundo de cabeza—y yo seguiré estudiando en mi carrera...es más, me esforzaré el doble para convertirme en un Chef y poder darles la vida que ustedes se merecen y puedan estar orgulloso de mi—declaré con una sonrisa mientras llevaba una de mi manos hasta el vientre de Jimin y repartía pequeñas caricias—Sé que parece difícil y que puedes estar asustado por recuerdos del pasado, pero yo haré que esto funcione. Haremos que esto funcione, por Jungkook y por nuestros próximos cachorritos, por nosotros dos y el amor que juró que te tengo.
Jimin derramó lagrima tras lagrima y un retenido sollozo se escapó de sus rojizos labios.
No pude resistirme más y lo acerque lentamente a mi para darle un beso.
Pero no cualquier beso, sino uno muy distinto al resto. Uno en donde el amor, el apoyo y la compresión desbordaban y la felicidad y la dulzura eran el complemento perfecto para hacerlo el mejor beso de mi vida (aunque claro, el mejor luego del beso que nos dimos en el altar luego de jurarnos amor eterno).
—Te am-...—iba a pronunciar luego de romper aquel dulce contacto entre nuestros labios, pero un pequeño Jungkook recién bañado y vestido con un hermoso overol de mezclilla vino corriendo a la habitación con una de las sonrisas más hermosas del mundo—.
—¡Papi Papi!—llamó a Jimin mientras corría hacia el y se lanzaba a su brazos para que lo abrazara, quedando en el medio de ambos mientras nos regalaba sonrisas de conejito travieso y aquella mirada de ojitos oscuros más brillante que la galaxia entera—¿Ya le dijiste a Papá que voy a tener dos hermanitos?—preguntó con tanta emoción que no me quedo duda absoluta de que sería un gran hermano en el futuro—¡Yo decoré la carta! ¿Te gustó?—cuestionó con una enorme sonrisa mientras se volteaba y extendía sus bracitos para aferrarse a mi cuello y darme pequeños besitos en mi nariz—¡Seremos una familia de superhéroes!
Pinte una sonrisa aún más grande en mis labios y disfruté cada una de las muestras de cariño de mi pequeño.
Tomé su pequeño cuerpecito con uno de mis brazos y lo senté en mi regazo, para luego atraer delicadamente el cuerpo de Jimin y juntos fundirnos en gran y amoroso abrazo que demostraba cada uno de los sentimientos que nuestros corazones sentían cuando estábamos cerca uno del otro.
—Los amo con mi vida...—Dije con voz apacible y apreté el abrazo, pudiendo escuchar sus sueves y hermosas risas retumbar en mis oídos y crear un eco en mi corazón —Lo saben ¿verdad?
Ambos me miraron y me regalaron las sonrisa más bellas, la cual estoy seguro que se quedará guardada en mis recuerdos hasta el último día de mi vida...
—Lo sabemos...—y Ambos sonrieron—
Nos volvimos a fundir en un nuevo abrazo, en el cual los tres juntos (bueno, los cinco juntos) descubrimos que el futuro es incierto como muchas cosas en la vida, pero si estamos juntos, nada nunca podrá detenernos de ser felices y tener nuestro propio final de cuento de hadas.
...
FIN.
¡Oh dios! Esto acaba de terminar definitivamente ;^;
¿Les gustó? Espero que si haya sido de esa manera ♡ ;3;
Voy aclarar ahora que no habrá segunda temporadas ni segundo extra♡el libro termina aqui♡
(No me duele, me quema, me lastima ;^;)
Espero que hayan disfrutado este libro y ojalá me sigan para ver las miles de ideas nuevas que tengo para ustedes♡
En fin...
Se podría decir que este libro se cierra aquí y que colorin colorado, está historia se ha acabado.
¡Muchas gracias por haber leído!♡
-Moon🌙
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