El azabache estaba en su habitación, sentado en el piso.

Miraba su armario, el cual estaba con fotografías.

-Maldita idiota...-Con una cuchilla cortaba una fotografía en donde estaba su vecino adolescente con su ahora ex novia-Mas te vale alejarte...-Sonrió levemente.

Odiaba a aquella rubia, pero logró hacer que se fuera.

Se puso de pie y tomo la cinta adhesiva, cortó un pedazo y lo puso de tras de la foto para pegarla en el interior del armario.

Sonrió más.

Tenía muchas fotografías de su vecino adolescente.

Escuchó ruidos, así que cerró las puertas del armario y se acercó a la ventana de su habitación.

Tomo unos binoculares.

Podía ver a el castaño en la habitación, ya que las cortinas estaban abiertas.

Su pequeña sonrisa se desvaneció al verlo con otros adolescentes y una chica más.

Aquella chica de cabello azabache, tampoco le agradaba.

Era obvio que sentía algo por su vecino, pero no iba a permitir eso.

Tomó su cámara para sacar fotografías.

Aquel adolescente sonreía.

Al azabache le encantaba observar esa sonrisa.

También le gustaba los ojos de aquel joven.

Cuando no había nadie en la casa del frente o estaban todos durmiendo, entraba sigilosamente.

Solía llevarse cosas que pertenecían a Eren.

Se llevó muchos boxer y fotos de aquel chico.

Un par de veces intento entrar a la habitación del adolescente, pero tuvo que irse rápido, ya que Eren suele removerse y despertarse en la noche.

-Eren...-Tomo una de las prendas que había robado de esa casa-Eren...-susurraba el nombre.

Se bajó un poco los pantalones y comenzó a masturbarse.

Puso sus ojos en blanco al inhalar profundo de esa prenda.

Le encantaba el olor de Eren.