Levi estaba en una tienda, iba a comprar un par de cosas para embalsamar el cuerpo del castaño.

Lo pago todo y salió de la tienda.

Ya estaba oscureciendo.

Tomó un taxi, llegó a la casa y entró.

Ignoraba a sus vecinos.

Subió para llegar a su habitación.

Dejo las cosas sobre la cama, cerró la puerta de la habitación, tomo una alfombra y la dejó a un lado.

Sacó unas tablas.

Sus ojos brillaron y una pequeña sonrisa apareció en sus labios, al ver un bulto entre las demás tablas.

Lo tomo y lo dejó en la cama.

-Eren... Lo siento mucho, me demore mucho...-Sonrió mucho más-Traje unas cosas que nos puede ayudar...-

Sacó el cuerpo del castaño que estaba envuelto en las sábanas.

-Eren... ¿Te duele...?-con un bisturí comenzó a cortar el abdomen del castaño.

-Duele...-

El azabache se detuvo.

Miró el rostro del castaño.

-¡Aaah!-Se alejó rápidamente del cuerpo-¡Mierda!-Se asustó.

Estaba seguro de haber visto los ojos del castaño abiertos.

Se acercó nuevamente para verlo, pero no tenía nada.

-E-eren...-con un dedo le tocó la mejilla.

-¡ME DUELE!-

Se escuchó un grito.

Levi se alejó nuevamente, corrió hacia el baño y se encerró.

-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento...-susurraba y se metió a la tina.

Nuevamente comenzó a llover.

Los truenos iluminaban las oscuras y solitarias calles.

-No...-Observaba el foco-no...-La luz parpadeaba.

Estaba asustado.

Escuchaba como cosas caían al piso.

Tenía miedo, mucho miedo.