Único capítulo
¿Por qué la vida tenía que ser tan dura? ¿Por qué? ¿Cuál era el sentido de que uno tenía que estar padeciendo tanto por culpa de los otros?. Aquellos amigos, con sus diferentes trasfondos, historias y trabajos, desde un paseador de perros a un muchacho que había abandonado la carrera de Medicina en la Universidad, habían forjado su vínculo en aquella casona de la Capital Federal en el Barrio de San Nicolás. ¿Qué podía salir mal? ¿Qué podía ocurrir?.
Habían ideado aquel viaje por todo el país, momento ideal para saldar las viejas cuentas, cerrar las heridas, dejar que cicatrizaran y desaparecieran por completo y organizando una fiesta, donde estaban Clara, la prima de Ricard, un patovica que actuaba de Guardia de Seguridad y Sofía, aquella con la que Ricardo Riganti había establecido una relación pero que no pudo fructificar. Todo iba bien, una noche de finales del año 2000, el Nuevo Milenio, llegaría, en poco tiempo, un nuevo comienzo y quizás las cosas mejorarían. Ese viaje era algo que los impulsaba a disfrutarlo y reiniciar todo lo que habían sufrido.
Dicen que la calma es previa a la tempestad, cuando ésta estalla, todo queda sumergido en un caos profundo y éste se materializó en el grupo comandado por "El Mulo", colega del "Negro" Pablo del "Docke", compañero del "Pollo" y quienes buscaban matarlo pero, al ver que éstos se habían ocultado, se ensañaron con el Guardia de Seguridad, al cual hirieron en la pierna y mataron a Severino, el perro de Walter, encontrado por "El Chiqui" al haber sido alcanzado por las armas de los sicarios.
La muerte de aquel perro destrozó al rolinga, mientras que Clara llevaba al Guardia al hospital para ser atendido, el viaje tuvo que ser cancelado. Había que cobrar venganza y "El Pollo" lo sabía cuando descubrió el regalo que le había dado "La Turca", empapado con su sangre, sabiendo muy bien que su socio se la había jurado, acabando con la vida de aquella que estaba en la cárcel y con la que tenía mayor confianza en él que en el otro. Una clara señal de que la traición, para "El Negro", era castigada con la muerte.
En medio del llanto quebrado de Walter y que "El Chiqui" se negaba en aceptar que Severino estaba muerto, a pesar de que Ricardo se lo trataba de oficializar, Sergio tomó la decisión que podía ser fatal pero había que cobrar venganza y para ello llegó "El Gordo", quien les dio armas y un coche para llevar a cabo el atentado contra Pablo para vengar aquella noche de sangre.
Habían emprendido el viaje y cuando pasaron frente a una pizzería, justo ante la mirada de Sergio, enfurecido por lo ocurrido, asomó la mitad de su cuerpo por la ventana del asiento del acompañante, teniendo a Pablo y al "Mulo" en la mira, saliendo del local y apuntándole con una Pistola 48 MM. El miedo se apoderó del, ahora, ex-socio, estaba conociendo, cara a cara, lo que significaba meterse con la gente del "Pollo". Éste le apuntó con el arma pero las balas no salieron cuando tiró del gatillo. Lo intentó varias veces, tratando de ganar segundos al tener a Pablo bajo la mira pero éste reaccionó, tiró una botella de vidrio con cerveza hacia el coche mientras que el tirador seguía tratando de gatillar pero el arma estaba encasquillada.
- ¡Está mierda que no anda! ¡Dame el fierro, dame el fierro, dale, dale!.- Gritó Sergio, tomando otra Pistola, teniendo a Ricardo al volante y acelerando para darles caza a los prófugos.
Fueron llegando hasta la Plazoleta del Docke, allí estaban reunidos varios colegas del "Negro".
- ¡Para, loco, para acá!.- Ordenó el tirador, habiendo su amigo acelerado y el otro llevaba otra arma de fuego, produciéndose una violenta frenada contra el pavimento.
- ¡Dale, loco, dale, mandale fruta!.- Exhortaba Pablo al "Mulo" para que llegaran al "Docke" y el coche se detenía.
- ¡Frena acá!.- Ordenó Sergio y bajaron del coche.- ¡Quedate adentro, "Chiqui"!.- Pidió a su amigo, quien besó su Cruz que traía al cuello, mientras que Walter, Ricardo y Sergio descendían.
En la entrada de la Plazoleta habían varios colegas de Pablo, fumando cuando escucharon los gritos de su Jefe.
- ¡¿Qué pasa, Pablo?!.- Preguntó uno de ellos.
- ¡Se pudrió todo! ¡Voy a buscar el fierro!.- Les ordenó mientras que se internaba entre la Oscuridad del parque, justo cuando llegaban a la vereda Sergio y los demás, produciéndose un tiroteo.
Los primeros tiros vinieron de las armas de los colegas del "Negro". Walter fue el primero en cruzarse con ellos, casi tropezándose contra el piso, sosteniendo el arma que traía consigo, disparando contra ellos, bajo un arrebato de ira.
- ¡LA CONCHA DE TU MADRE! ¡PUTO, ME MATASTE AL PERRO! ¡LA CONCHA DE TU MADRE! ¡HIJO DE PUTA!.- Gritaba el rolinga, tirando contra todo lo que se moviera entre él y la distancia que lo separaba de los delincuentes. Quería hacer Justicia por Severino y no le importaba si alguna bala le tocaba a alguien de ese lugar.
- ¡WALTER!.- Oyó el grito de su amigo, quien bajó del coche con una escopeta, tirando contra los amigos del "Negro", llevando a que cundiera el pánico, abandonaran su posición.
- ¡CHIQUI! ¡CHIQUI, QUEDATE AHÍ, BOLUDO, NO VENGAS!.- Le pedía el paseador de perros.- ¡SALGAN, CONCHUDOS! ¡SALGAN Y DEN LA CARA O SE LOS CULEA EL CONCHUDO DE PABLO! ¡ME MATARON A SEVERINO, LA PUTA QUE LOS PARIÓ!.- Gritaba a todo pulmón, produciéndose una pausa gracias a la intervención del joven de la calle.
- ¿Dónde está Richard?.- Preguntó "Chiqui" por aquel que lo llamaba con ese apodo.- Lo perdí de vista.- Veía al rolinga agitado por la Adrenalina que corría por su cuerpo, imposibilitando que hablara pero, en aquellos momentos, escucharon la voz de Ricardo.
- ¡CORRE, RATA!.- Exclamó el joven de 24 años, yendo tras "El Negro". Cruzaron por la base del "Docke", acercándose y cuando se metió en un terreno baldío, el chico sacó su arma, disparó, un fogonazo resonó y el cuerpo de Pablo se desplomó con un impacto de bala a la altura de los pulmones, antes de que pudiera tomar su arma.
Ricardo llegó hasta donde se hallaba él, moribundo pero con esa mirada burlona, disfrutando, incluso, en sus últimos momentos, cuando le había hecho pasar ese mal trago el día que se conocieron donde casi moría "El Pollo" de una puñalada. Se acercó, arma en ristre, esa sonrisa, ¿acaso se estaba riendo? ¿sus últimos momentos eran una comedia de cuarta?. Parecía que sí y más cuando "El Negro" Pablo lo miró a los ojos a aquel que había apodado "El Mascapito".
¿Cuánto había sufrido? ¿Cuánto había tenido que cambiar en todos los aspectos?. Se acercó hacia él, agonizando, lentamente, con el arma en ristre, observándolo y éste parecía estar, todavía, burlándose de su Muerte. ¿Qué le pasaba por la cabeza a alguien que está por pasar a "Otra Vida"?. Lo pateó, esa sonrisa no desaparecía. Con un poco de esfuerzo, Pablo giró la vista hacia el Noreste, justo para la Nada.
- Te burlaste de mí con decir que soy "El Mascapito", ahora soy yo, al que jodiste, que te pegó el tiro que te merecías, hijo de puta.- Le dijo con frialdad.- Por Severino.- Dejó aquel aviso mientras que recordaba las palabras de Miguel, de que tenía que haberle dado un tiro desde el principio.
Todo quedó en silencio, oyó pasos que se aproximaban y estuvo por tirar del gatillo cuando se topó con "El Chiqui", quien había ido a buscarlo, guiado por la detonación de la Pistola.
- Richard.- Se acercó el huérfano y miró el cuerpo sin vida del "Negro" Pablo contra el suelo, bajo un charco de su propia sangre. Su amigo no decía nada, estaba callado, casi hecho una Estatua de Piedra, respiraba hondo y fue entonces que se acercó hasta él.- Ya está, Richard, ya está. Vámonos, dale.- Le animó, dándole la mano para ayudarlo a ponerse de pie.
- ¿Por qué tenía que terminar así, "Chiqui"? ¿Por qué? ¿Por qué tuve que venir acá? ¿Por qué fui tan pelotudo y más que provoqué esto?.- Quería saber, llorando a más no poder, sin quebrarse pero con las lágrimas que se escurrían por sus ojos.-
- No tuviste nada que ver con esto, Richard. No te culpes por ello. Cometiste un error pero ya está. No vivas con eso toda tu vida- Le animó su amigo para que siguiera adelante.
Él estaba destrozada, no se levantaba del suelo pero miraba la mano que le ofrecía.
- Richard, ya terminó, ¿sí?. Aunque lo hiciste tarde, lo que vale es que lo cumpliste. No vivas del Pasado, sino quedarás jodido, pasarás la vida entera cuestionándote por esto y lo otro. No dejes que el miedo te haga dudar de lo que realizaste.- Le volvió a hablar "El Chiqui" y de ahí, mientras que las lágrimas corrían por los ojos de ambos, Ricardo se fue poniendo de pie.
- Tenes razón, "Chiqui".- Sostuvo el joven, agarrándose de su mano y yéndose de allí.
- ¿Viste?. Ya está. Ahora dejemos este lugar antes que se pique.- Aconsejó el huérfano, atravesando el camino que habían tomado ambos durante la persecución, dejado atrás el cuerpo sin vida de "El Negro" Pablo.
En donde habían estacionado, "El Pollo" y Walter miraban por doquier. El aire olía a pólvora, todos los atacantes se habían esfumado ¿qué estaba pasando allí?.
- Hay algo que no me gusta de toda esta calma.- Advirtió el amigo de Ricardo, mirando por todas partes y llamando la atención del rolinga.
"El Chiqui" comprendió el significado de sus propias palabras. Miraba por todos los rincones de aquel lugar, la base del complejo de edificios del "Docke". Habían cesado los disparos, una sombra avanzaba a toda velocidad por donde estaba el cuerpo sin vida del "Negro", abatido de un tiro a la altura de los pulmones, llevando a que éste se arrodillara y martillara su Pistola con el fin de acabar con el responsable.
- Quiero olvidarlo todo esto, "Chiqui". Es lo único que pido.- Fue el deseo que pidió Ricardo.-
- Richard, no te persigas más con lo que pasó. Ya tuvo su lugar, debes saber lo que significa que el perdón ya lo obtuviste, ¿sí?. Vamos a hacer ese viaje.- Prometía aquel joven de la calle, saliendo de ahí pero manteniendo la guardia en alto, apuntando con su escopeta en ristre por donde pudiera salir algún enemigo.
- Sí, es verdad.- Sostuvo y puso su mano en los hombros de éste.- Tenes razón.
Le sonrió, estaba tranquilo, no servía atormentarse por sus acciones pasadas pero, al momento de cruzar hasta el punto Central, notó que una sombra iba hacia ellos, apuntándoles. Oyó el martilleo de una Pistola, moviéndose por instinto, levantando el cuerpo y apuntando hacia donde se encontraba el atacante.
- ¡"CHIQUI"!.- El grito que Ricardo pegó rasgó el aire. El huérfano escuchó aquello e intercambió una mirada con el atacante: Allí estaba "El Mulo" del "Negro" Pablo, el cual tiró del gatillo. Fue una fracción de pocos segundos, donde el joven de 24 años empujó al "Chiqui" contra el piso, recibiendo el impacto de una bala justo contra el pecho.
El tiempo se paralizó para él, los ojos se le quedaron abiertos, mirando al atacante, quien estaba impávido, paralizado por lo que acababa de hacer. "El Chiqui", por su parte, viéndolo caer contra el piso, bajo un charco de su propia sangre, se puso de pie y contra-atacó.
- ¡RICARDO!.- Fue el grito que lanzó el huérfano al ver a su amigo caer herido y tiraba con la escopeta contra "El Mulo". Éste intentó emprender una huida, ayudado por la Oscuridad pero la metralla le alcanzó de lleno a la altura del abdomen y el cuello, desplomándose, sin darle tiempo para responder.- ¡"POLLO", WALTER!.- Llamó a sus amigos, los cuales vinieron corriendo.
- ¡¿Qué pasa, "Chiqui..."?!.- Preguntó Sergio y se encontró a Ricardo desangrándose.- ¡NO! ¡NO, RICARDO, NO, LA PUTA QUE LO PARIÓ!.- Exclamó su amigo, poniéndose de pie.- ¡Walter, vení, vení, ayudame!.- Pidió la ayuda del rolinga, tratando de aplicarle RCP y frenar el sangrado.
- ¡¿Quién te hizo esto, Ricardo?! ¡¿Quién?!.- Se acercó el paseador de perros con lágrimas en los ojos.
- Fue "El Mulo" del "Negro" Pablo, chicos.- Les contó "Chiqui". Sergio se puso de pie y vio que su amigo apuntaba hacia una zona de los terrenos baldíos. Allí pudo divisar el cuerpo sin vida del rival y a unos metros más adelante estaba el tirador enemigo abatido, tratando de escapar, arrastrándose como la rata que era, dejando un rastro de sangre sobre el césped.
- Hay que sacarlo de acá, no va a salir de ésta.- Pidió Walter pero "El Pollo" le quitó el seguro a su arma.-
- "Chiqui", Walter, lleven a Ricardo al auto.- Les encargó el peli negro con seriedad.
- Para, "Pollo", ¿qué vas a hacer?.- Quiso saber el rolinga.
- Ese es el turro que mató a Severino.- Señaló al agonizante "Mulo", corriendo hasta él y pateándolo en el estómago.- Matalo, Walter. Hacelo cagar.-
El fan del rock caminó hasta donde se encontraba el responsable, mientras que Sergio y "Chiqui" levantaban al herido para llevarlo hasta el auto. El rolinga quedó, cara a cara, con el responsable de aquel asalto a la casona, por lo que le quitó el seguro a su Revólver.
- Mirame a la cara.- Señaló el joven así mismo ante el que agonizaba pero no hubo respuesta.- ¡Mirame, hijo de puta! ¡¿Ya no sos tan machito conmigo?!. Mataste a Severino, mi perro, él no te hizo nada.- Le espetó con frialdad.
- Chupame bien la pija, rolinga puto.- Le dedicó una última burla.- Bien muerto está ese perro.
- Mandale saludos a Pablo cuando llegues al Infierno, conchudo.- "Dedicó" Walter su despedida y tiró del gatillo, volándole la cabeza en ese mismo instante.
Una vez concluida la venganza, el rolinga partió de allí. Regresaron al auto con Ricardo en el auto, yendo a toda velocidad para encontrar un hospital pero, viendo que ya era tarde, el estudiante de Medicina le tomó de las manos a Sergio, mirándolo a los ojos.
- Perdoname...Perdoname por haber sido terrible pelotudo, "Pollo".- Se disculpó, agarrando con fuerza dicha zona.
- ¿Qué dices, boludo?. No te disculpes, vas a salir de ésta. ¿Te olvidaste de que nos iremos de viaje?. Vamos a pasarla bomba.- Le animaba el peli negro para que no se rindiera pero Ricardo negó con la cabeza.
- Ya ese tren ha partido.- Le anunció.- Walter, Chiqui, lamento mucho haberlos metido en esto.
- Deja de decir pelotudeces, flaco. Vas a salir de ésta. Dale, si pudiste hasta ahora, ¿te vas a rendir?.- Preguntó el rolinga, mientras que manejaba a toda velocidad, dejando "El Docke" atrás.
- No, che, ya no.- Meneó la cabeza.
- Richard, vos me salvaste la vida, ¿te vas a rendir ahora?.- Le cuestionó "El Chiqui".- No nos hagas esto. Por favor.
- Ojala hubiera sido más vivo y no un boludo que se dejó engañar para abandonar la carrera. Fui alto nabo y ahora estoy pagando el precio por todas mis acciones.- Señaló y comenzó a ver cientos de imágenes que, como recuerdos, eran parte de su vida: El día en el que llegó hasta la casona, cuando se reencontró con "El Pollo", el encuentro con Peralta y su familia, las peleas, el viaje en tren hasta Quilmes para encontrar Cocaína, la visita al "Docke", "El Negro" Pablo, su rescate, la paliza contra éste contando con el apoyo del Fletero, Miguel, la paranoia y demás. Se sentía débil, fatigado y al borde del desmayo o algo más.- Los quiero a ustedes, chicos. Muchas gracias por haber estado a mi lado todo este tiempo.- Fueron sus últimas y cerró los ojos para siempre, llevando a que se produjera, en primer lugar, un grito que provino de "El Pollo" y luego cayeron Walter y "El Chiqui".
Ninguno lo pudo creer por lo ocurrido. Nadie. El tiempo se había detenido, en medio de esa Argentina devastada por la crisis de finales de los 90, allí estaba tendido aquel que había dejado todo, sin ningún propósito y objetivo en mente, un vago, un holgazán pero que había forjado amistad con aquellas personas, las cuales lloraban por su muerte.
La noticia de la muerte de Ricardo afectó a su familia, quienes lo fueron a despedir. La que más sufrió fue su hermana menor, quien lloraba a más no poder pero Sergio miraba a los padres de éste y el resto de la familia con malos ojos, conociendo muy bien que nunca lo tuvieron en estima pero optó por no decir nada. Que se ahogaran en su propio "Vaso con Agua" antes que arruinar la memoria de su amigo del colegio.
Después del funeral, cada uno de ellos decidió mantener su amistad. Walter y "El Chiqui" se fueron a vivir juntos a la casona que, gracias a Clara, la prima de Ricardo, se las había dejado, teniendo, quizás, una "epifanía" para que ellos se convirtieran, junto a Sergio, en los dueños del domicilio.
Y con el paso del tiempo, aquellos tres amigos habían ido progresando, poco a poco, recordando a Ricardo y visitando su tumba.
Una mañana, bajándose del taxi que lo llevaba hasta su trabajo, "El Pollo", puso un pie en la vereda y enfiló para el edificio.
- ¡Oiga, Señor, Señor! ¡Espere!.- Oyó una voz. No era argentina, sino extranjera.
- ¡"Pollo"!.- Escuchó la voz del "Chiqui" y Walter, los cuales pasaban por allí.- Che, te llama la Señorita de allí.- Señaló a una pelirroja, la cual se acercó corriendo hasta él con algo en sus manos. Ésta se detuvo, hizo una señal de respeto y para recuperar el aliento, notando la mirada del peli negro, fría y seria.
- ¿Pasó algo, Señorita?.- Preguntó él con ese tono de voz tan característico.
- Sí, tenga, se le cayó esta foto. ¿Es suya?.- Respondió, tendiéndole aquello y cuando éste la tomó de las manos de la chica, el peli negro se la quedó viendo un momento. Respirando hondo, observado por "El Chiqui" y Walter, a su vez, mientras que la muchacha seguía allí.-
- Gracias. Se lo agradezco muchísimo.- Dijo Sergio.- Vengan, Walter, "Chiqui".- Pidió, partiendo de allí, dejando a la chica pelirroja con dudas.
- ¡Espere!.- Le detuvo la muchacha.- ¿Se conocían ustedes?.
- Más vale.- Respondió el rolinga.
- Era un amigo nuestro.- Se sumó el huérfano.
- Un poco boludo pero que la supo remar bien la corriente.- Finalizó Sergio, mientras que se veía un acercamiento a aquella foto.
Una foto que perduraría en los recuerdos de ellos, aquel día cuando fueron a Quilmes.
Recuerdos que atesorarían para siempre en su memoria y corazón.
Fin.
[No sé si estará bien, puede que le haga, para el Futuro, alguna revisión para explayar un poco más el desarrollo. Pero, como dije más arriba, este One-Shot es un AU donde no muere "El Chiqui" sino que el que caía era Ricardo a manos de "El Mulo" del "Negro" Pablo y que luego Walter lo matara por haberle disparado a Severino, su perro (¿A quién no le dolió sus muertes?. Hasta yo lloré con el capítulo final).
Ahora: ¿Quién es la chica pelirroja que encuentra la foto?. Eso lo verán para más adelante. Quizás para Septiembre.
Sumado a lo que dije más arriba, este One-Shot conformará la base de un futuro proyecto que lanzaré para el año que viene, un multicrossover que quiero hacer desde hace mucho tiempo pero nunca pude por diversos motivos, en especial por el miedo.
Más adelante se vendrán otros dos One-Shots más pero de estas otras series y animes, así que estén atentos, amigos.
Nos estamos viendo, Camaradas. Cuídense y que tengan un buen inicio de día Sábado de mi parte.].
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