Entraste en mi vida como una ráfaga de viento,

me destrozaste como un huracán

y me dejaste abandonado como la brisa en invierno.

Pensé que no me volvería a enamorar

hasta que te encontré.

Nuestro amor fue bonito, de esos que se dicen para siempre

pero los para siempre nunca existen,

eso te esforzaste en hacerme ver. 

Eras dura,

cruel,

autoritaria

pero también eras quien siempre me hacia sonreír

bailar

cantar

de alegría.

Nuestros caminos se separaron

al igual que con mi hermano.

Así que allí donde estés te digo:

Siempre serás el amor de mi vida.