Secretos
Ha pasado un mes en el que he luchado constantemente para no caer en el coqueteo y la seducción de Yoongi. Claro que quería que cambiara, pero no ahora que ya me he decidido a dejarlo. ¿Cómo hago para calmar esto en mi pecho? Esto que me dice que salte hacia él y me deje llevar.
(Sonido del celular)
Sí, Yoongi.
—Jimin, ¿te gustaría salir conmigo?
Ya hemos hablado de eso, Yoongi.
—Lo sé, pero mira, este mes me he portado bien y no te estoy pidiendo hacer nada malo, solo que salgamos juntos con Jiyoon.
Ya te dije que ¡NO! Por favor, deja de intentarlo. No volveré a caer en tus mentiras.
—Está bien, Jimin. Perdona mi insistencia. Colgué y mis ojos se nublaron con lágrimas, estas malditas que me hacen ver como un tonto débil y estúpido alfa. ¿Hasta cuándo seguiré así? Me quité el saco y pasé a la licorería, nada como un buen licor que ahogue las penas.
Me asomé por el balcón sintiendo la brisa fría golpear mi rostro. Son las 3 am. ¿Dónde estás, Yoongi? Sabía que volverías a ser el mismo de siempre. Suspiré pesadamente y una lágrima resbaló por mi mejilla. La sequé rápidamente cuando vi el auto de Yoongi. Bajé las escaleras para asegurarme de que él estuviera bien.
—Yoongi, ¿estás bien?
—¿Qué te importa? Déjame solo, Jimin.
—Estás muy borracho. Ve a bañarte y descansa.
—¿Por qué, Jimin? Dime por qué no puedes ver que lo estoy intentando. Esto no es fácil para mí.
¿Y crees que para mí es fácil? ¿Sabes cuántas veces esperé que cambiaras una señal, algo que me dijera que era posible? Pero tú, Yoongi, me diste decepción tras decepción y solo cuando viste que ya me había decidido a dejarte, decides buscarme.
—Jimin, yo te alejé de todos porque tenía miedo, tenía miedo de que los demás vieran el tesoro que tenía. Y si he sido una bestia y me odio, realmente me odio, pero hay algo aquí— Señalando mi pecho— que me obliga a tener muchas omegas.
Tú ni lo intentas disimular. Si quieres, quédate allí—dije, dispuesto a irme—.
—Caminé tambaleándome hasta llegar a Jimin y tomé sus manos— Lo que me obliga a tener que demostrar que soy un alfa es que mi tío abusó de mí cuando era joven. Mis padres me dejaron con él y se fueron de viaje con Namjoon para su operación de hombro. Mi tío cada noche me usaba con la excusa de que yo me parecía a una omega, a la mujer que se burló de él. ¿Y sabes quién es esa mujer? Mi madre. Por eso sentía que debía castigar a todos los omegas.
Se me hizo un nudo en la garganta al escuchar a Yoongi y al mismo tiempo estaba petrificado.
—Cuando te conocí, Jimin, tú me deslumbraste. Intenté alejarme desde el primer instante, pero tu olor, tu calidez y esa sonrisa no salían de mi cabeza. Después de casarnos, quería cambiar, pero luego sentía que tú me harías lo mismo y prefería hacerlo yo primero antes de que me lo hicieras a mí. Siempre he luchado con esto y jamás lo hablé. Mi hermano Namjoon pasó por lo mismo y juntos nos apoyamos y decidimos hacer como si nunca hubiera pasado. Mi tío murió de un infarto y nunca pagó por lo que hizo. Creí que si no lo hablaba, no me afectaría, pero ese monstruo creció dentro de mí y dañó mi vida. Siempre me he sentido menos alfa que los demás. Es la primera vez que hablo de esto y si me quieres ver como poca cosa, está bien, porque es así. Soy un maldito. —Me senté en la escalera y le di un sorbo a la botella—
Ya deja de beber, eso no va a ayudarte. Le quité la botella y la puse a un lado, luego le dije: "Ven a bañarte".
—Seguí a Jimin—
Le quité la ropa a Yoongi y abrí el agua de la ducha, la puse fría para que se le pasara la embriaguez. "Ven, el agua fría te hará sentir mejor", le dije.
—Entré a la ducha y tomé la mano de Jimin, pegando su cuerpo al mío. "Gracias por no dejarme solo", le expresé.
Yoongi, estás borracho. Por favor, báñate. Iré a prepararte algo y luego hablaremos.
—¡Shhh! Solo sé mi omega, por favor. Solo necesito de tí, le dije mientras me unía a él en un beso y empezaba a quitarle la ropa, acariciando su piel fría por el agua y dando pequeñas mordidas en su cuello.
Yo... Yoongi, detente, esto... esto...
—Mañana me regañas...
"Entre jadeos y gemidos se renovó la marca y el lazo de alfa y omega".
Vi a Yoongi dormir como un bebé y me levanté de la cama. Me fui a mi habitación con mi bebé. No podía creer lo que había pasado. Me dejé marcar nuevamente, pero ahora que sé la verdad, debo ayudar a Yoongi. Ha de haber sido duro pasar por todo eso él solito. En serio lo amo, por más que quiera alejarme, siempre termino cediendo. Pero no debo olvidar que en mi vientre tal vez llevo el cachorro de Jungkook y aunque Yoongi ahora diga que no le importa, cuando lo vea será como recordarle que lo traicioné, como le pasaba a su tío. ¿Y si tal vez lo mejor es irme? Pero si me voy, lo hundiré más. Debo pensar, ¿qué es lo mejor?.
La mañana siguiente, desperté feliz buscando a Jimin en mi cama y no estaba, así que fui a la habitación y allí estaba él con Jiyoon y la maleta hecha. —¿Qué haces? ¿Por qué tienes la maleta hecha?
Yoongi, creo que lo mejor es que Jiyoon y yo nos vayamos.
—Jimin, si es porque llegué borracho, perdón, no volverá a ocurrir.
No, no es solo por eso. Ayer tú y yo cruzamos una línea y pasó algo que no debía. En mi vientre llevo un cachorro que tal vez no es tuyo y lo pudimos haber lastimado.
—Tienes razón, Jimin. Perdóname, pero te juro que no volverá a suceder.
No, no volverá, porque me iré con Jiyoon. Tú podrás verlo cuando quieras, pero con supervisión, hasta que tomes un tratamiento psicológico.
—¿Tratamiento psicológico? ¿De qué hablas?
Ayer me confesaste algo que sufriste de niño y tengo miedo de que repitas ese patrón con mi hijo.
—Jimin, mírame. ¿Me crees capaz?
Yo no te creía capaz de muchas cosas.
—¿Estás bromeando, verdad?
No, no lo estoy.
—Él estuvo conmigo y lo cuidé, Jimin. Por mi hijo daría la vida, pero está bien, entiendo que me veas así, aunque puedes estar seguro de que antes de tan siquiera pensar en hacerle daño a mi hijo, me mató.
Despídete de él, ya no tardan en llegar por nosotros.
—¿Te vas con Jungkook?
Sí.
Está bien, es lo mejor—Tomé a mi bebé en brazos, lo besé y me despedí de él—.
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