Dr. Jeon, tenemos en línea al CEO de las empresas Min, quien ha estado intentando comunicarse con usted.

Está bien, tomaré su llamada. ¿Qué deseas, Min?

—Quiero que nos reunamos tú y yo. Tenemos algo de qué hablar, pero quiero que sea algo entre nosotros.

Está bien, dime cuándo y dónde.

¿Hoy a las 3 en mi oficina? ¿Te parece bien?

—Está bien, allí estaré, Min.

Luego de algunas horas, vi mi reloj y eran las 3:20. Seguro Jungkook no vendrá.

"Señor Min, el Señor Jeon ha llegado. ¿Lo hago pasar?", dijo la secretaria.

—Sí, déjalo pasar y que nadie interrumpa mi reunión.

¡Sí, señor!

—Ok, Min, aquí estoy. Vayamos directo al grano.

Jungkook, renuncio a Jimin, pero llévalo lejos de Corea, hazlo feliz y cuida de mi hijo.

—Eres un maldito imbécil. Hablas de Jimin como si fuera un objeto.

Puedes pensar lo que quieras, pero vete con él y no regresen a Corea.

—¿Por qué? ¿Ya andas con alguien y estás cansado de fingir que eres bueno?

Puedes creer lo que quieras de mí, pero te aseguro que amo a Jimin y a mi hijo más que a nadie. Sí, cometí cientos de errores, pero Jimin merece ser feliz.

—No voy a abandonar mi vida aquí solo por tu capricho.

No pude evitar llorar ante Jungkook y en medio de mis sollozos le dije: "Jimin, mi hijo y posiblemente el tuyo corren peligro. J-Hope está obsesionado con él y tengo miedo de que le haga daño. Entiende, no me lo perdonaría. La policía está al tanto, pero no lo han encontrado y las cartas con amenazas llegan a mi casa constantemente, incluso con fotos de Jimin".

—¿Cómo sé que no mientes?

Extendí un sobre en las que había puesto las amenazas—No tengo por qué mentir, sé que no crees en mí y está bien, pero yo sí creo que amas a Jimin y sé que cuidarás de ellos.

—Está bien, Yoongi, me iré, pero nada asegura que Jimin acepte irse conmigo solo porque yo quiera.

De eso me encargaré yo. Aquí tienes los pasajes y esta tarjeta para Jimin. No tiene límites. Llévalo a mi casa a las 7 pm.

—¿Estás seguro de lo que quieres hacer?

Todo sea por salvar a mi familia.

—Entonces está bien. —Ambos estrechamos la mano— Creí que me sentiría feliz, pero la verdad me sentía mal al ver el rostro de preocupación de Yoongi. Tal vez me equivoqué y él ha cambiado.

Jungkook, ¿qué pasa? ¿Por qué me apuras y cuál es tu insistencia en ir a la casa de Yoongi?

—Quiero que veas algo.

Ok, está bien. Espero que no sea una tonta pelea entre ustedes.

—No, nada de eso.

Llegamos a la casa, me bajé del auto, abrí la puerta y allí estaba Yoongi con velas, una botella de vino, vestido elegantemente y una sonrisa muy amplia.

—No los esperaba. ¿Pasó algo?

¿Quién es ella, Yoongi?

—Ella es mi nueva pareja. Jimin, es... Olvidé el nombre de esta mujer.

Hye Jin.

—Verdad que tiene un hermoso nombre.

¿Por qué, Yoongi? Dime por qué pensé que habías cambiado, porque solo sabes hacerme daño, porque me ilusionas y luego simplemente sacas tu verdadera naturaleza. No quiero volver a verte en mi vida, ya basta de tanto sufrimiento. Todos tienen razón, tú siempre seguirás siendo un maldito.

"Vi salir a Jimin y me contuve. Le di una mirada a Jungkook y asentí. Ya todo estaba hecho, ya no había vuelta atrás".

—Perdón que te pregunte, pero si lo amas, ¿por qué lo haces?

Porque lo amo.

—Si lo amas, no lo dejes ir. Se nota que ese omega te ama.

Es más complicado que eso. ¿Cuánto te debo?

—Estuvimos en esta cena solo media hora, dame 100 dólares.

Tomé —le di 1000— cuídate.

Me subí al auto y esperé a Jungkook.

—Vámonos.

Tú lo sabías, tú siempre tuviste la razón, pero yo me negaba a creer que Yoongi estuviese jugando nuevamente. Esta vez creí que él de verdad había cambiado. Vayamos a casa, por favor.

—Jimin, ¿y si mejor nos vamos del país?

¿Del país? Pero tu trabajo y todo.

—No te preocupes, tengo lo suficiente reunido y si quieres nos vamos hoy mismo.

¡Sí! Vámonos, así no voy a caer más en las cochinas trampas de Yoongi.

Después de que la chica se fue, me senté en el sofá con una botella de alcohol. Solo al ver la botella, sentí rabia y la terminé estrellando contra la pared. No pasó mucho tiempo cuando vi la puerta abrirse y el rostro de la persona que menos quería ver.

—Buenas noches, "Mi amor".

—¿Qué haces aquí? —pregunté seriamente—

—Ya te dije que quiero. Por cierto, ¡qué poco inteligente eres! ¿No creíste que tendría una llave?

—No, no creí que tuvieses una llave. Y respecto a lo que quieres, olvídate de eso. Jamás tendré un hijo contigo. Y si quieres matarme, hazlo. Ya no tengo nada que perder.

—Eres un maldito, Min.

—Lo sé, pero tú también lo eres. Y los dos somos unos desdichados. Entiendo por qué envidias a Jimin, él sí es un verdadero omega. Aún con todas las operaciones que te hiciste, jamás podrás ser como él.

¡Bang!

Sentí la bala entrar en mi hombro y rápidamente mi camisa se manchaba de sangre.

—No estoy jugando.

—Ni yo.

Jungkook, ya terminé de alistar mis cosas y las de Jiyoon.

—Jimin, para de llorar, por favor.

No puedo, no puedo. No sabes cuánto quisiera arrancarme el corazón.

—No puedo hacer esto. Sé que le di mi palabra a Yoongi, pero ya he cometido suficientes errores.

Me sequé las lágrimas. ¿De qué estás hablando?

—Yoongi y yo nos reunimos y el plan era que yo me iría contigo.

¿Por qué Yoongi quería eso?

—Jhope lo ha estado amenazando.

Pero... ¿por qué no lo habló conmigo? Pudimos haber encontrado una solución juntos.

—No lo sé, pero Yoongi sí cambió y todo lo que hace es por protegerte.

Quédate con Jiyoon. Iré a hablar con Yoongi.

—Está bien, cuídate, por favor.

Sí, lo haré. Y Jungkook, gracias por decirme la verdad.

—De nada, Jimin.