Recuperar su amor
Llegué a casa y fui directo a una de las habitaciones, junto con mi bebé. No podía negar que estar en la casa donde viví tanto tiempo se me hacía cómodo pero extraño. Estoy más que claro de que esto no me pertenece y que nunca pertenecí aquí, pero por otro lado sé que al lado de esta pared está Yoongi, el hombre que amé y al que le he entregado cada parte de mí— Suspiré pesado—Muero de hambre y no quisiera ir a buscar comida.
Sin poder resistir más, bajé a la cocina y me encontré con Yoongi.
—¿Quieres comer?
—No, gracias.
—Hice ramyun, tu favorito. No digo que tengas que comer conmigo, pero debes alimentarte.
—Hice una mueca de no estar muy convencido— Está bien, comeré.
—Ok, déjame servirte —tomé el tazón y serví una buena porción—. Come, Jimin, para que estés saludable.
—Vi esa sonrisa tan amable en Yoongi y no puedo dejar de preguntarme ¿qué estará tramando? —Gracias, Yoongi.
Ahora te dejo para no incomodarte. Si necesitas algo, estaré en nuestra... en mi habitación.
—Asentí y tomé los palillos, sintiendo el exquisito aroma.
Subí a mi habitación y al cerrar la puerta me sentía mal. En mi cocina está mi omega, cargando en su vientre el hijo de otro alfa. Pero estoy consciente de que todo esto es mi culpa, Jimin. Si tan solo pudiera regresar en el tiempo, no cometería tantas estupideces.
Alfa: Ganemos a nuestro omega nuevamente.
Ya hemos hecho mucho daño.
Alfa: No importa que tenga el cachorro de otro, es nuestro omega.
Yo amo a Jimin, pero siento que es tarde.
Alfa: No es tarde, tenemos algo a nuestro favor: está bajo nuestro mismo techo y tenemos un cachorro.
Tienes razón, vamos a intentarlo. No hay peor intento que el que no se hace.
Subí las escaleras después de comer y en la puerta de la habitación estaba Yoongi. —¿Pasa algo? —pregunté, percatándome de que Yoongi lucía nervioso.
—Jimin, quisiera que mañana vayamos a comprarle ropa a nuestro hijo, ya que la que tiene es pequeña. ¿Te parece?
Sí, está bien.
—Bueno, te dejo para que descanses. Ten una bonita noche, Jimin.
Igualmente. —Entré a la habitación y cerré la puerta detrás de mí— Debo ser fuerte y no caer nuevamente.
Sonreí cuando Jimin cerró la puerta y me fui a mi habitación—Esta vez haré todo bien—.
Al día siguiente me desperté al sentir a mi pequeño debajo de mi camisa. "Mira, pequeño travieso, no puedes estar solo pegado ahí", lo cargué y me fui a bañar. ¡Aish! No traje mi ropa de casa de JK, tendré que ir a la habitación de Yoongi y tomar algo prestado. Escuché ruidos que venían de la cocina, así que deduje que Yoongi estaba allí y entré a su habitación.
Voy a ver si Jimin ya despertó. Subí las escaleras y vi la puerta de su habitación abierta y la mía cerrada. Abrí la puerta y entré, encontrándome a Jimin como su madre lo había traído al mundo.
"¡Cierra la puerta!" —grité tratando de cubrirme.
—Perdón, Jimin, no era mi intención verte, lo juro. Te esperaré abajo para el desayuno —bajé de vuelta a la cocina con esa imagen de Jimin en mi cabeza, tratando de controlar mis feromonas y mis ganas incontrolables de poseerlo.
Me vestí y bajé a la cocina. "¿No sabes tocar la puerta?"
—Perdón, pero no sabía que estabas en mi habitación, por eso dejé mi puerta abierta. Es obvio que si no estoy en mi habitación, estoy en la tuya.
—Por favor, no te enojes. Ya te dije que fue sin ninguna mala intención. Ven, mejor come estos pancakes con syrup y fresas, y yo me llevaré a este pequeño para que comas.
Está bien, gracias.
—Tomé a Jiyoon—Tú me vas a ayudar a conquistar a papá, ¿verdad que sí?
"El pequeño sonrió".
—Eso para mí es un sí.
Terminé de comer y llamé a Yoongi.
—Ya voy.
Vi a Yoongi bajar y su olor golpeaba mi nariz, haciéndome salivar. —Te esperaré en el auto.
Subí al auto, arreglé a mi niño en la silla del auto y entré, poniéndome el cinturón. Miraba a Jimin con el cinturón puesto y la mirada al frente, evitando verme. —¿Estás listo? —le pregunté en tono bajo.
Sí, vamos.
Al llegar al centro comercial, le abrí la puerta a Jimin y bajé el coche del bebé. — ¿Quieres comer algo antes?
— No, así estoy bien, a lo que vinimos.
— Está bien.
Íbamos de tienda en tienda y yo metía a Jimin en algunas tiendas para que escogiera cosas. Para él, miraba su sonrisa y cómo sus redondas mejillas se ponían rojas, me sentía feliz pero al mismo tiempo nostálgico. ¿Cuántos momentos así no me perdí? Pero fui sacado de mis pensamientos cuando en una tienda una vendedora habló.
— ¡Qué hermosa familia y están a la espera de otro cachorro!
— No... yo y él.
— Gracias por tu cumplido —intervine antes de que Jimin siguiera hablando.
— ¿Por qué lo hiciste? —dije luego de salir de la tienda.
— Sí, tú y yo sabemos que no tenemos nada. Lo importante es lo que piensen los demás, da igual.
— Entiendo. ¿Podemos ya irnos a casa?
— ¿Estás cansado? Me gustaría que fuéramos a comer.
— Ya has hecho mucho, Yoongi. Mejor es irnos.
Nos fuimos de regreso a casa porque así Jimin lo quiso, pero al estacionar el auto, lo vi tan placidamente dormido con sus carnosos labios invitándome a besarlos que no resistí y dejé un corto beso, sintiendo que el mundo se detenía, para luego separarme antes de que él despertase del todo.
—Yoongi, ¿qué crees que haces?
Nada, yo estaba tratando de despertarte.
—¿Besándome?
No, Jimin, yo no te he besado, solo toqué con mi mano.
—No te creo nada.
Ya te dije, lo estás malinterpretando.
—Prometiste respetarme.
Y lo haré, lo juro. Ahora ve con el niño a la casa, bajaré las compras.
—Está bien.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top