Me desperté sintiendo el sonido de la lluvia golpear la ventana. Al voltearme, vi a Yoongi dormido y acaricié su largo cabello que ya llegaba a su espalda.

—Buenos días —dije con los ojos cerrados y la voz ronca al sentir la caricia de Jimin.

—Buenos días, amor. ¿Sabes qué día es hoy?

—Sí, y estoy nervioso. ¿Y si no funciona?

—Si no funciona, igual estaré allí para ti, mi amor.

Hace un mes, la conversación entre Namjoon y Yoongi.

—Hermano, tengo un amigo que ha atendido casos como los tuyos y ha logrado que la virilidad vuelva. Aunque sigue siendo un ensayo, prueba esa cirugía.

¿Confías en él?

—Sí, es un buen especialista y si te preocupa la confidencialidad, él es muy serio con su trabajo. Lo mejor es intentarlo.

—No sé, Namjoon, me da miedo.

—Por favor, no es como si tuvieras más que perder.

—Está bien, pide una cita con él. Hablaremos y, si me convence, se lo diré a Jimin.

—No creo que Jimin se niegue, él será el más interesado.

—No hables de mi omega como si fuera un pervertido.

—Todos lo son.

Mi amor, vamos a alistarnos, por suerte Jungkook cuidará a los niños, sabes que ellos adoran estar con su tío.

—Sí, jamás creí que incluso yo me haría tan amigo del conejo ese.

Me levanté, sabía que no debía comer nada por lo de la cirugía, así que fui directo a bañarme, me arreglé y una vez listo subí al auto con Jimin para irnos a la clínica. Llegamos, me registré y me pidieron esperar un momento. Yo estaba sentado en aquella silla azul, las manos me temblaban y el tic nervioso de mi pierna estaba sin control.

—Amor, relájate, todo estará bien.

Esto es una tontería, no funcionará.

Me puse delante de él en cuclillas. —Nada pierdes con intentarlo, sé que eres muy orgulloso, amor, pero confiemos en el doctor y si no funciona, por lo menos lo intentaste. —Le di un beso.

Gracias, amor, por quedarte a mi lado a pesar de todo. Yo te hice tanto daño y me siento tan miserable.

—No hablemos del pasado, ya todo quedó en el olvido, ahora vivamos el presente.

Señor Min, ya su habitación y todo está listo. Es hora de que venga con nosotros para prepararlo para la operación, dijo la enfermera.

—¿Jimin puede venir?

Su esposo puede acompañarlo en la preparación, pero no puede estar en la cirugía.

—Amor, acompáñame.

Está bien, vamos —tomé su mano y empezamos a caminar.

Bien, señor Min, por favor, quítese todo y solo use la bata, el gorro y esas medias. Una vez listo, un enfermero vendrá a buscarlo y luego seguirá el protocolo hasta su cirugía.

Asentí y al ver salir a la enfermera, me cambié —Parezco un pitufo.

—Amor, siempre tan ocurrente.

Señor Min, ¿está listo? preguntó la enfermera desde afuera.

Sí, sí lo estoy.

Perfecto, ya vendrán por usted.

—Amor, te estaré esperando aquí, no te preocupes.

Gracias, Jimin. Te amo, en serio, te amo.

—Yo te amo más.

En eso, entró el enfermero con una camilla, me pidió que subiera y luego me cubrió con una sábana. Mi corazón latía tan fuerte que sentía que saldría de mi pecho. La idea de curarme era algo que estaba tan descartado y ahora tendría la oportunidad, pero ¿y si no funciona? ¿Jimin seguirá conmigo? ¿Por cuánto más?

"Señor, ahora procederemos con la anestesia", dijo, colocando una máscara de oxígeno mientras en el suero le ponían la anestesia. "Doctor Kang, el paciente ya está listo".

Dos horas después, la operación había terminado—Señor Min, su esposo ya salió de la cirugía y pronto lo traeremos aquí, dijo la enfermera.

—Muchas gracias por avisarme, ya estaba nervioso.

"De nada, señor Min".

Pasada una media hora, entraba a la habitación viendo a Jimin con esa sonrisa y su rostro iluminado. —Amor.

¡Lo lograste, amor!.

El doctor entró a la habitación. —La operación fue menos complicada de lo que creí, pero en una semana veremos si ha sido exitosa o no. Por ahora, solo queda esperar y dejar que se desinflame.

Gracias doctor Kang por esto.

Aun no me des las gracias, esperemos una semana. En tres días puedes ir a casa.

Una semana después.

¿Por qué no me dejas acompañarte?

—Porque si no funciona, no quiero ver tu cara de decepción.

No voy a decepcionarme si no funciona.

—Por favor, déjame ir solo.

Está bien, Yoongi.

Tomé el auto y me dirigí a la clínica. Al llegar, me anuncié en recepción y poco después me pasaron con el doctor.

—Bienvenido, Min. ¿Cómo te has sentido?

Muy nervioso, doctor.

—Bueno, vamos a retirar esto y ver si funcionó. —Le quité el vendaje y revisé la cicatrización— Todo luce muy bien. Ahora, es el momento de la verdad. Piensa en algo que te excite.

Las nalgas de Jimin.

—No es necesario que me lo digas.

Perdón. —Luego de pensar en Jimin, mi miembro se empinó hasta un punto doloroso.

—Bueno, Yoongi, creo que ya puedes ir con tu omega. Mi trabajo aquí está hecho.

Doctor, si yo fuera alfa soltero, seguro lo besaría y le pediría que se casara conmigo. Luego de mi omega, usted es el omega que más querré en este mundo.

—Me alegra que ahora vayas a ser feliz. Ahora ve.

Salí de la clínica y lo primero que hice fue llamar a Jungkook.

Hey Min, ¿todo bien?

—Más que bien, pero necesito que te lleves a los niños, por favor.

Eso bandido, entonces sí funcionó la operación.

—No se lo digas a Jimin.

Está bien, te ayudaré con los niños y no se lo diré a Jimin.

Dos horas después, llegué a casa con un ramo de flores y comida. —Jimin, estoy en casa.

—Hola am... Me quedé en silencio al ver a Yoongi de rodillas.

Hace un tiempo, en tu mano falta algo y es el anillo de matrimonio, mi amor. ¿Me aceptas nuevamente?

—¿Por qué te gusta hacerme llorar? Claro que te acepto.

Le puse el anillo y lo besé. —Traje comida.

—Pero amor, ¿funcionó la operación?

Sí, amor, funcionó.

Entonces, primero nos comemos y luego comemos.

—¡Pervertido!

Solo me aseguro de poner a prueba la cirugía...

El fin

Gracias a todas las personas que le dieron una oportunidad a esta historia y gracias por el apoyo. Aun sigo aprendiendo a escribir lo mejor posible, pero agradezco la paciencia y el tiempo que le dan a mis libros...
Atentamente MinMillys.