Editado: 09/ 05/ 2021

Necio.

[Casa de Al, Wade]

*—El hombre araña ha vuelto a las andadas.

— ¿Qué me dices de esto compañera?

—Bueno... debo decir que es extraño, la policía no ha querido cooperar con nosotros y hablarnos de lo que piensan sobre el extraño comportamiento de la araña, pero aun así él parece seguirnos apoyando contra los criminales, sigue salvando gente y sus fans están haciendo más ruido que nunca en su apoyo.

— ¿Qué quieres decir con Extraño comportamiento?

—No sé si se han percatado, pero últimamente la araña no ha entrado directo a la acción, o no hace mucho movimiento contra los criminales... también, cuando hay armas de fuego de por medio parece evadir el entrar directo, tal parece la policía hace el trabajo que debería mientras él solo actúa como un señuelo, así que... la mayoría de personas piensa que puede ser debido a su última batalla en los rieles del tren, creo que todos pudieron percatarse del daño directo que causo Electro en nuestro arácnido super héroe... pero esas son solo suposiciones, nada se ha aclarado correctamente aun cuando hemos intentando obtener una entrevista de su parte.

—Bueno, es la nota importante del día para los Neoyorquinos, y para aquellos que no conocen al Hombre Araña les daremos una pequeña reseña de nuestro arácnido héroe, y sobre todo... les contaremos un poco de su reciente alianza o acercamiento con el increíble Vengador... Iron Man...*

Vanesa se acerca bajando el volumen de la radio y tomando mi mano me jala con dirección a la mesa de la cocina; es verdad que fueron al menos tres llamados los que me hizo, pero por tener la mente en la nota que daban no le preste gran atención... simplemente, no puedo sacarme a ese chico de la cabeza.

— ¡Por favor Señor Wade!

—Wade, esa niña es mucho más madura que tú, intenta prestarle atención cabeza de chorlito... —exhala un suspiro —hasta a preparado tu cena.

—Si, si... —sonrío a Vanesa —gracias pequeña.

Acariciando su cabello la veo sonrojarse un poco, pero al segundo se levanta en la silla para presentarnos correctamente el menú; sus padres siguen trabajando como locos así que ella se la pasa gran parte del tiempo con nosotros a pesar de que les conseguimos un mejor lugar para vivir. Suspiro ante el primer platillo y solo empiezo a comer.

—Deja de comportarte como un maldito mocoso... ¿Tanto así quieres a ese muchacho?

—No es como que lo quiera, quizá solo... me volví adicto a él.

— ¡Ja, que mier...! —apunta a Vanesa —tapate los oídos cariño.

— ¡Bien!

Sonrío divertido mirando a Vanesa cubrir sus oídos con entusiasmo, ella me sonríe y solo dirige la mirada a otro lado dejándonos seguir con nuestra charla.

— ¿¡Qué mierda dices!? ¿Adicto? ¿Es una clase de droga o qué pasa contigo? Es solo un chico Wade Wilson, y deberías admitirlo de una vez... —se inclina sobre la mesa —sientes algo más fuerte que solo una atracción o "adicción" hacia ese chico... —gruñe acomodándose en su asiento — ¿Lo vas a dejar pasar?... habías dicho que era un muchacho de universidad, dentro de poco podría conseguir a alguien mejor que tú si no te apresuras... alguien que enserio le diga lo que siente por él, —suspira —yo no sé de su relación, pero mírate, estas hecho polvo por alguien a quien quizá, si esta tan loco como tú... podrías gustarle, ¿Realmente Wade Wilson se ha vuelto un cobarde ante un simple jovencito? —ríe burlona — ¿De verdad es eso?

Su risa incrementa mientras toca el hombro de Vanesa dejándola volver a concentrarse en su comida, la niña vuelve a lo suyo y yo simplemente aprieto la mandíbula levantándome de golpe, los platos de la mesa se estremecen y entre mi furia cubro los oídos de la pequeña Vanesa.

— ¡Si maldita anciana decrépita! ¡Me he vuelto un maldito miedoso ante ese niño! —agachando la cara, niego enfadado —maldito el día que lo conocí...

Alejando las manos de los oídos de Vanesa me marcho de la habitación escuchando como Al ríe entusiasta ante el enojo que causo en mí; subo al techo del viejo edificio en el cual vivimos, estoy furioso con él... y conmigo. Cuando ese idiota de Stark apareció frente a él yo le importe un bledo a ese mocoso, estaba tan sonriente ante ese idiota...

— ¡Agh, Maldita sea!

Con mi furia al limite pateo una lata vieja que termina en la cabeza de un tipo que pasa por la calle.

— ¡No avientes mierdas, estúpido! ¡Hay gente pasando por la calle! ¡Imbécil!

— ¡Púdrete trasero de mono! ¡Nadie te dijo que te pusieras en ese lugar a sonreír como un idiota a tu celular!

Ambos nos mostramos el dedo medio y luego de intentar lanzar la lata hasta mí simplemente se marcha hecho una puta furia. Bufo enfurecido. ¡Ese maldito niño del demonio! ¿¡En qué demonios está pensando yendo a las escenas peligrosas!? ¡Podría morir el muy idiota...! Sujeto mi rostro con molestia y me dejo caer sentado en la cornisa. Es un idiota. No quería irme, pero estaba de verdad enfadado... di todo por protegerlo y le agradeció más a ese imbécil que... le termino de salvar la vida...

— ¡Agh! ¡Con un demonio!

Exhalando un suspiro me dejo caer acostado... inhalo profundamente observando el cielo lleno de contaminación. Es estúpido... yo también debí agradecerle a ese imbécil que nos ayudó... solo, estaba realmente preocupado cuando lo miré en las manos de aquél lunático... Peter, joder, no he podido dejar de pensar en ti maldito mocoso.

— ¿Señor Wade?

Bajando la mirada observo a Vanesa en la escalera de emergencia, me muestra mi comida sobre una charola así que me incorporo tomando lo que me ofrece mientras toma asiento a mi lado.

—No es buen que deje de comer... sabe...

Sus pies comienzan a columpiarse en el aire mientras atora algunos de sus rizos detrás de su oreja. Comienzo a comer.

—Peter parece realmente interesado en usted... pude notarlo, sus miradas...

—Vanesa, estas son cosas en las que no deberías de meterte.

La pequeña se sostiene de la cornisa y apretando los labios me dirige una mirada molesta que solo logra sorprenderme, desvío la mirada.

—El día que fue a explicarme todo, antes de que usted tomará nuestras cosas y nos sacará de ahí... —vuelve la mirada a la calle —él parecía realmente agotado y al borde de las lágrimas... parecía imposible para el señor Peter darme la cara, intento cubrirse todo el tiempo... y sé muy bien que no era por aquellas marcas de quemaduras en su cuerpo.

Suspirando continuo con mi comida, ¿Y qué? Es un mocoso que puede llorar por cualquier tontería, eso... no era por mí.

—La foto de la chica que tiene en su habitación.

—No te incumbe.

—Es un tonto... —musita para luego volver la mirada a mí —La señora Al tiene razón, seguro es un cobarde, —levantándose evita mirarme —además no soy tan pequeña, se del mundo, y sé que Peter lo quiere, no importa donde se encuentre la mujer de la fotografía, usted también sabe que siente algo por él... ¿No es mejor estar feliz?... ¿Por qué quiere ahogarse en tristeza tan fácilmente? Ni siquiera parecía feliz de irse del apartamento de Peter.

— ¿¡Por qué ves tanto a la gente!?

Nuestras miradas se encuentran entre la molestia del otro, ella me reta manteniendo su ceño fruncido para luego encogerse de hombros sin cuidado y finalmente quitarme la comida que aún no termino, sin decir nada la pequeña se marcha por la escalera de emergencia. Simplemente no lo sé... ¿Por qué quiero ahogarme en mi propia tristeza? No lo sé... no lo sé.