Capitulo 19

Editado: 09/ 05/ 2021

La necesidad de tú presencia.

[Apartamento Parker, Peter]

Y entonces, como si nada Wade se largó. Aquel día llegué a descansar luego de comprobar que Vanesa se encontrara bien y tranquila, al despertar aquella noche... fue fácil percatarme de que sus maletas no estaban, estúpidamente pensé que quizá había dejado una maldita nota, pero no había nada. Exhalando un suspiro me dejo caer en el sofá; no hay más que hacer, él realmente se marchó sin dudarlo, tomo sus cosas y se fue sin mirar atrás.

—Creo que eso fue una clara muestra de que no soy nada para él... ¡Ha! —pateo la mesa de centro — ¡Maldito Octopus, no sabes cuánto te odio!

Como sea, ya va una semana completa desde que se largo y no parecen haber rastros de los problemas que teníamos antes, he estado yendo a casa de Stark dónde trabajamos juntos en la maquina de contención para electro y también recibo chequeos de su parte, de vez en cuando podemos hablar del ofrecimiento sobre los Avengers aunque aun no estoy muy seguro de tomar su propuesta... he visitado a May, volvía a la escuela y tomo mis trabajos con tranquilidad. ¡JA! Como si Wade fuera alguien importante, puedo vivir sin él fácilmente.

Exhalo un suspiro cubriendo mi cara. Es verdad que las noches sin Wade son tranquila, pero... el sentimiento de volver a estar solo, no escuchar su voz... y ni siquiera la voz de Vanesa en mi puerta para sacarme dinero. Cubriendo mi cara con mi antebrazo solo puedo negar escuchando a la lejanía como unas patrullas inician su carrera; realmente no he tenido nada que hacer últimamente, mi sentido arácnido no ha regresado ni ha dado indicios de eso, eso significa que si voy y me enfrento a un villano... mágicamente podría morir en segundos.

—Pero... no importa qué es mi ciudad, y no la he defendido por un tiempo... ¡No pienso dejar que piensen que nuevamente me he olvidado de ellos y simplemente me marche!

Me levanto sin tantas ganas de morir este día, sin dudarlo más me apresuro a tomar mi traje y colocármelo rápidamente para lanzarme cuanto antes por la ventana e iniciar mi camino a la ciudad.

Al llegar a la escena rápidamente puedo ver al problema, es un solo hombre con un cuchillo y un rehén... básicamente su robo al banco no salió como lo había planeado y ahora intenta huir utilizando a un rehén como escudo, lo típico, además de claro... la gente que mira despavorida sintiendo que ya será el último aliento de esa mujer.

— ¡Ya que no quiero a una ciudadana muerta! —bajo de un brinco elevando las palmas —por favor, por favor, solo suéltala... yo detendré a los policías... solo...

— ¡No! —Dice con firmeza — ¡Hasta que los ates a sus patrullas podre creer en ti!

— ¡Ey, hombre araña!

El sargento llama por mí y enseguida dirijo mi mirada a él mirándolo asentir con seguridad en mis poderes... con andar hacia ellos los veo ponerse contra sus patrullas, fotos, videos y las voces de la gente creyendo que los he traicionado. Suspirando termino de atar al último policía.

— ¡La chica!

El tipo mira en todas direcciones y arroja a la mujer contra mí para enseguida correr entre la gente evitando así que pueda lanzar mi telaraña, suspiro sintiendo como la mujer se remueve en mi pecho, con lágrimas en los ojos se aferra a mi traje.

— ¿Por qué no estas yendo detrás de él?

—Mis poderes están fallando y...

El disparo se escucha fuerte y claro, el dinero cae al suelo al igual que un herido. La mujer me regresa la mirada, aun ante su duda sobre mi confesión sigue agradecida porque he arriesgado mi vida por ponerla a salvo.

—Espero que vuelvan a ti pronto... gracias por salvarme.

Mi sonrisa se dibuja bajo mi máscara mientras doy un asentimiento y los policías se acercan para asegurar el estado de la víctima; luego de soltar a los policías de mi telaraña me acerco para explicarle debidamente al sargento lo que ha ocurrido conmigo, él lo comprende y me pide que aun de ese modo me acerque para ayudarlos... me promete seguridad con la ayuda de sus francotiradores que estarán ahí para apoyarnos en cada caso pesado. Están dispuestos a ayudarme, pero... entonces me pregunta por él.

—No creo que vuelva.

—Mm, bien, lo comprendo... —posa su mano en mi hombro —te ayudaremos hombre araña, ya que siempre nos has ayudado y protegido, prometemos devolverte el favor.

Asintiendo a sus palabras termino estrechando su mano para luego marcharme, no con dirección a casa, sino al asilo con la tía May. Realmente... ¿A quién quiero engañar? Desde hace tiempo que no dejo de pensar en él, de sentirme triste, cuando me di cuenta de que se marchó... de que verdaderamente se marchó, yo lloré como... no, ¿Qué demonios me esta pasando? Es ridículo... solo éramos sexo, las feromonas ya debieron haberse ido.

Al llegar, me percato de que no he traído un cambio de ropa, enfadado golpeo mi frente con la palma de mi mano muy cansado de estar tan perdido en mis pensamientos... sobre él.

—Bueno, ¡A la mierda!

Bajo rápidamente y con la máscara en la mano me aproximo a los guardias de la entrada quienes solo me miran con indiferencia dejándome entrar al lugar... suspirando por lo bajo llego a la recepción, algunos trabajadores y abuelos me sonríen ya sabiendo quién soy y hacia donde me dirijo mientras que algunos otros fuerzan su sonrisa ante mi raro traje. Al llegar a la habitación de la tía May sonrío en el marco de la puerta solo mostrando mi rostro, su risa sale apenas aparta la mirada de su libro y muy tranquilamente me invita a pasar para extender sus brazos y recibirme con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

—Pero... —ríe jalando mi traje — ¿Qué traes encima?

—Bueno, —río con vergüenza —creí que te alegraría el día de este modo.

—Lo has logrado Peter.

Con una radiante sonrisa en su rostro, la tía May me pide tomar asiento a su lado. Un suspiro escapa de mi boca al tomar asiento y su mano enseguida viene sobre la mía tocándome con cariño.

— ¿Qué ocurre? —cuestiona dulcemente.

—Bueno... —abrumado paso la mano entre mis cabellos —muchas cosas.

— ¿Y cuál es la que me quieres contar?

Puedo ver esa mirada de confianza en su rostro y enseguida un suspiro escapa junto a algunas lágrimas; la bruma de mis pensamientos crece haciéndome encorvar sobre mi mismo, pero la mano de mi tía me vuelve al presente... ella acaricia mi espalda dándome ánimos.

—Creo que me enamoré de una persona que ni siquiera piensa en mí como un amigo...

—Ey... —suspira —deja de llorar cariño, Peter... —acaricia mi cabello — ¿Cómo paso?

—Nos... —subo la mirada a su rostro —nos conocimos por accidente y nos odiamos a primera vista, pero... yo simplemente no podía parar de pensar en él, y luego... —bajo la mirada —nos volvimos a encontrar, estuvimos un tiempo compartiendo mi apartamento, pero... él simplemente se marcho como si no importará lo que compartimos.

La tía May parecía no entender básicamente casi nada, pero aun así sigue acariciando mi cabello como si lo entendiera todo.

—No sé cuando ni como ocurrió, pero... me enamoré de él tía May, me enamoré a tal punto que no soporto no verlo cada mañana.

Con un nudo en la garganta vuelvo a encogerme tratando de evitar que vea esta vergonzosa cara, pero ella se acomoda en su cama y me deja acurrucarme en su hombro mientras da pequeños golpes en mi hombro con cariño. Un rato pasa en el cuál lloré como el día en el que se marcho Wade... en el que recordé que ni siquiera nos llevábamos tan mal, sin importar lo idiota que fuera, de cierto modo... me la pasaba bien a su lado.

—Oye Peter...

Sujeta mi mentón haciéndome mirarla, sus leves manos algo arrugadas por el paso de los años comienzan a acariciar mis mejillas borrando el paso de mis lágrimas, y entonces sonríe, sonríe como solo ella sabe hacerlo.

—Él se lo pierde, mi Peter es un chico muy inteligente y guapo, de verdad se pierde de mucho.

Sonrío tomando sus manos y inhalando con profundidad doy un asentimiento.

—Este... —apenado limpio mi cara entre el ponerme de pie —trataré de venir la próxima semana de visita, te traeré nuevos libros, ¿Esta bien?

Girándome la miro en la cama, tiene su bata blanca puesta, y su cabello cano descansa sobre su hombro en una trenza, ella sonríe tan cálidamente como siempre.

—No te fuerces demasiado Peter, estudia y trabaja para ti, aquí... —observa el cuarto con seguridad —me dan casi todo lo que necesito.

Sin más me acerco a abrazarla sintiéndola recibirme con fuerza y cariño, con un asentimiento le hago entender que comprendo sus palabras, aunque la verdad es que terminaré ignorando lo que dijo, pienso comprarle algunas cosas la próxima semana, también regresar de forma correcta a las clases... mi cuerpo ya esta mucho mejor y las quemaduras se notan mucho menos, aunque fácilmente puedo utilizar maquillaje para quitarlas.

—Me voy yendo entonces, gracias por escucharme Tía May.

—Siempre puedes contar conmigo Peter, lo sabes.

Sonrío y salgo de su habitación para darle un poco de dinero a la cuidadora quién me promete hacerse cargo de ella correctamente. Salí del asilo colocándome la máscara entre los arbustos, y con mi traje puesto salto sobre la pared en una carrera para luego trepar al techo sin dificultad, al estar arriba puedo crear una resortera humana con la cual me lanzo lejos del asilo hacia las calles cercanas.

Al llegar a casa puedo suspirar abiertamente, he llegado justo a la hora para marcharme a mi trabajo, aunque... creo que la platica con la tía May realmente logro tranquilizarme. Poniéndome la ropa encima del traje tomo mi mochila sobre el hombro para salir rumbo a la puerta, pero antes de abrir una llamada me detiene, tomo mi móvil sin reconocer el número en pantalla mientras abro.

— ¿Diga? —salgo.

*—Peter, ¿Estas en casa? Soy Harry, vengo llegando, no me comunique contigo porque mi padre me prohibió cualquier contacto fuera de la escuela, pero...

—Espera, espera... —guardo la llave en mi bolsillo — ¿Harry? ¿Vas llegando?

*—Si, —ríe —lo siento, ahora mismo estoy en el aeropuerto apenas llegando... ¿Estas ocupado?

Algo, pero es bueno escucharte luego de tanto.

Verifico una ultima vez que la puerta este bien cerrada y enseguida me pongo en camino escaleras abajo, tranquilamente saludo a los vecinos nuevo entre mi camino.

*—Lo mismo puedo decir... no quiero llegar a mi casa, ya sabes como es.

Suspiro entre mi sonrisa.

—Las puertas de mi apartamento siempre están abiertas para ti, pero... —suspiro incomodo —ya sabes que no quiero meterme en problemas con tu padre...

*—Él no importa Peter, pero seguiré yendo a la empresa si eso te causa problemas.

—Eres bienvenido Harry, no seas tonto, nunca te cerraría las puertas de mi casa... pero ahora mismo voy al trabajo así que...

Pagando paso directo al primer asiento libre que encuentro en el bus, por suerte no esta muy lleno o tendría que cortar la llamada.

*—Solo envíame la dirección de tu trabajo, llego dentro de poco, o bien... puedo pedir la llave de tu apartamento al casero.

Mi risa sale —Eso no se puede en esos apartamentos, en todo caso el encargado llevará un gran gancho que meterá en la perilla y lo abrirá por la fuerza.

Puedo oírlo quedarse en silencio sin saber que decir y simplemente puedo estallar en risa mientras sigo mi charla con él. Me despido luego de un rato de charla en el cual me dijo que se ocuparía de los gastos así que me estaría esperando en mi apartamento con la cena ya preparada por él. Supongo que no solo aprendió de números en aquel viaje, es igual, al menos esta pasando algo bueno... mi mejor amigo esta de vuelta, ya es algo.

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Hola chicos.

Lamento mucho esto, la demora, últimamente he estado muy de bajada, no puedo dormir por las noches, mis ánimos andan mal y bueno... Para acabarla de amolar, mi celular esta muy jodido, le compre una pila nueva por que la anterior se infló y por alguna razón esta no carga, me muestra el 100% y cuando llega a 60% o 55% se apaga, me estoy acostumbrando a eso ya que no tengo dinero para seguir gastando pero ahora simplemente se niega a cargar, por suerte hoy lo hizo, y hoy, se me hizo de volver a escribir, de hacer este capitulo.

Esperó les haya gustado y el próxima es de Wade... Nos vemos.

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