Capitulo 16
Editado: 09/ 05/ 2021
Intento de héroe.
[Apartamento Parker, Peter]
Lo veo cocinar como cada mañana, Vanesa se levanta del sofá con dirección al baño y yo me acerco al marco de la cocina mirando a Wade mientras mantengo mis brazos cruzados.
—Necesito volver a ser el héroe de New York.
—Sin tu sentido arácnido no es posible, y aun no sé que vaya a pasar conmigo si llegarás a morir...
Su mirada regresa con más seriedad que nunca, entonces entorna la mirada y finalmente me muestra una sonrisa más tranquila.
—Bien, te he visto muy desesperado últimamente, ¿Qué más quieres decirme?
—Pues, —negando bajo la mirada a mis uñas —solo eso... —froto mis manos entre sí —han habido demasiados crímenes últimamente, estoy desesperado por solo ver pasar patrullas y ambulancias, y no poder ayudar... —exhalo un suspiro abatido —soy el héroe de New York, ¿Qué hago si no ayudo a las personas cuando están en serios problemas?
Alejando el sartén del fuego da un asentimiento y sirve el desayuno sin darme la cara.
—Bien, bien, vamos a hacerlo, pero... —vuelve la mirada con seriedad apuntándome —tienes que seguir mis reglas, te veré de lejos, y no quiero que vayas a "Salvar el día" si no puedo verte, ¿Bien?
Sonriente doy un asentimiento al instante.
—Ahora ve a la mesa, ya esta listo el desayuno.
Después de aquel día donde ocurrió todo lo de Vanesa, él... bueno, las cosas se pusieron algo... no, él se puso algo raro. Nuestros cuerpos se han calmado nuevamente, ya no deseamos tan desesperadamente la compañía del otro, pero Wade se ha estado comportado demasiado serio conmigo, antes él solía sonreír más y le gustaba bromear a cada rato, pero ahora... no lo hace para nada. Exhalo un suspiro sujetando mi nuca. Que se comporte así me pone algo triste, es como sí... realmente no quisiera algo conmigo, pero por alguna razón yo quiero todo con él... quiero besarlo y abrazarlo, y...
—No puede ser...
— ¿Qué pasa ahora?
Su mirada viene sobre la mía y cubriendo mi boca con los nudillos solo niego. ¿Qué demonios estoy diciendo? No es posible que yo me haya enamorado de él, digo, solo hay que escucharlo hablar para saber qué es un completo imbécil.
— ¡Vanesa, ven a tomar el desayuno ya, necesitas energía para iniciar el día!
— ¡Voy! —cierra la puerta del baño —estaba en el servicio.
—Anda, —cabecea con dirección a la mesa —siéntate de una vez, te conseguí un pequeño trabajo, —deja los platos en la mesa —venderás periódicos y revistas, sabes de cuentas ¿No?
—Mi mamá me enseñó bien, dice que soy muy buena con los números.
Tiene que ser una broma, justo ahora parece un adulto responsable que se preocupa por su pequeña hija... esto, no puede ser... ¡Pero su cara! ¡Si! Eso es... no es tan guapo cuando lo miras bien... Wade solo es un tipo grande y musculoso con... unos hermosos ojos pervertidos que son dulces al mismo tiempo, y su voz es seductoramente ronca... una cachetada termina sobre mi mejilla atrayendo sus miradas llenas de sorpresa, su risa se ve detenida y se convierte en duda hacia mí.
—Te dije que últimamente estas muy raro...
—Mira quien lo dice... —apunto hacia él arrepintiéndome al instante —no es nada, olvídalo.
Tragando grueso me apresuro a quitar mi comida de la mesa para dirigirme a mi habitación y cerrar la puerta enseguida; exhalando un suspiro me dejo caer sentado en la orilla de la cama con mi comida sobre mi regazo... tomando la comida con mis dedos solo comienzo a negar exhausto. Realmente tuvimos sexo aquella noche, y estoy seguro de que él parecía muy tranquilo y de acuerdo con eso, entonces... ¿Qué demonios ocurrió?
—Con lo que le ocurrió a Vanesa y su familia... —musito agotado —ni siquiera hablamos de lo que nos ocurrió a nosotros.
En un respiro cansado dejo mi comida de lado para levantarme en busca de mi ropa. Él lo quería tanto como yo, es estúpido ignorar que él quería tener sexo conmigo, debe... quiero imaginar que debe sentir algo por mí, no puedo ser el único idiota por aquí. Me pongo un chaleco sobre la camisa y tomo mi maletín para salir de casa.
—Oye... —se acerca —no pensarás solo irte ¿O si?
—Bueno, —giro hacia él —tampoco es como si fueras mi novia y tuviera que besarte antes de irme al trabajo.
Mi sonrisa crece mostrando mi broma, él sonríe por lo bajo y deja caer su mano contra el marco de la puerta acorralándome completamente... mi duda crece cuando su mano viene sobre mi barbilla y su sonrisa se expande dejándome ver sus dientes.
—En todo caso, —se acerca —tú serías la mujer de la relación.
Su risa sale levemente y me muestra un radio al lado de su cara mientras se aleja de mí, de pronto lo lanza a mis manos y apenado lo tomo desviando la mirada de su rostro.
—Con eso nos comunicaremos cuando estés en acción, así que trata de ponerlo en el cinturón que te di.
—Bien, —suspiro —lo entiendo.
—No vas si no digo que sí, —regresa levemente la mirada atrás —llevaré a Vanesa a su nuevo trabajo... —la observa entrar al baño —y haré algunos pequeños trabajos por la ciudad, —sujetando su nuca me vuelve la mirada —para cuando salgas de la escuela podré ayudarte.
—Muy bien.
La sorpresa me llena al verlo acercarse, e instintivamente me aparto un poco... él sonríe nervioso y solo se aleja sin más manteniendo su sonrisa de idiota en cara.
—Entonces me voy...
Luego de verlo asentir salgo sin más. Hace unos segundos él casi me besa sin percatarse... en la posición que estábamos era el mejor momento para hacer eso, pero... ¡El acercamiento de verdad se iba a dar! Se acercó lo suficiente a mi como para hacerlo... lo hizo, se acercó, por su cuenta él se acercó.
—Peter.
Sorprendido regreso la vista a una de mis vecinas que sonríe tranquilamente.
—Pareces muy alegre hoy.
— ¿Ha... —sujeto mi mejilla con vergüenza —enserio?
—Si... —ríe enternecida —quería saber... ¿Qué tal esta Vanesa? —cubre sus labios levemente —sabes que todos nos preocupamos por ella.
Sonriendo pongo mi mano sobre su hombro comprendiendo lo que quiere decir.
—Se encuentra bien.
— ¡Qué bueno! —une sus palmas con entusiasmo —y.... de verdad, —sonríe con vergüenza —tienes una linda sonrisa Peter.
Animado sigo mi camino. Durante todo el día el único pensamiento que ha rondado mi cabeza es Wade... solo cosas estúpidas, situaciones en las cuales podría besarme o intentar algo conmigo... se qué, es estúpido estar diciendo esto de una persona a la cual odio, pero de algún modo esto no se siente como hecho por las hormonas... de algún modo.
—Oye chico...
Mi cuerpo se estremece de inmediato. Hace rato que salí de la escuela, quise tomar el metro porque últimamente hay muchos robos a los buses, pero... tragando grueso regreso mi mirada atrás, hacia la persona que ha comenzado a tocar mis muslos de forma obscena.
—Tienes un buen trasero aquí.
Apretando la dentadura, sujeto la mano del hombre y comienzo a doblar su muñeca logrando que caiga de rodillas al suelo mientras se queja del dolor, las personas se percatan enseguida de lo que ocurre así que lo dejo ir al segundo mirando aquellos ojos llenos de temor. De verdad odio que esto ocurra en el transporte público, ya de por si es incomodo estar sentado entre traseros y chocando con hombres y mujeres sudorosos que se rozan sin querer contigo, pero... que un anciano o estúpido pervertido te toque le pone los pelos de punta a cualquiera; muchos temen y se apenan al ser acosados de ese modo, pero existen otros como yo que les hacemos frente infligiendo un gran miedo en esos malditos cobardes asquerosos... casi le rompo la muñeca a ese imbécil, poco falto.
—Oye...
Mi cuerpo se estremece contrayéndose ante aquella voz, puedo sentir su gran cuerpo pegarse contra mi espalda... encerrándome contra las puertas del tren mientras su respiración termina sobre mi oído.
— ¿Wa... Wade? —poso mi mano en cadera intentando alejarlo.
— ¡Si! —ríe mostrando su rostro por sobre mi hombro — ¿¡Te he sorprendido!?
De pronto se pone a mi lado sonriendo y riendo como si de un niño que acaba de hacer una travesura se tratara. Sonrío divertido y lo empujo por el pecho causando su risa mientras desvío un poco mi mirada intentando calmarme; al volver la mirada sobre él lo puedo ver rascar su nariz.
—En la siguiente parada hay rehenes fuera de una joyería, ¿Vamos o qué?
La vergüenza me invade y solo doy un asentimiento volviendo la vista afuera, su mirada me sigue con una tranquila sonrisa. Suspiro por lo bajo... no lo sé, al estar tan cerca de su cuerpo mi pecho no puede evitar aumentar su ritmo, comienzo a... sentirme caliente, todo yo... tiemblo ante su olor, su estatura... esto... debe ser... esto definitivamente si debe ser por las hormonas.
—Wade... —digo sin verlo — ¿Te molestaría ir un poco lejos de mí?
—Así que también lo sientes... —suspira sujetando su nuca —si, después de todo no necesitamos esto para atrapar villanos.
Separando sus manos del tubo a mi lado se aparta un poco comenzando a ir lejos tratando de cruzar entre la gente. Suspiro aliviado mirando como apenas puede moverse... de pronto el tren se detiene, lo siento caer sobre mí logrando aplastarme junto a otras personas que también estaban por caerse; la voz de los parlantes resuena informando que había un problema en las vías mientras entre quejas y maldiciones todos comienzan a poner en pie a duras penas. La mano de Wade pasa sobre la gente hasta tomar la mía para ayudarme y acercarme a él.
— ¿Estas bien? —analiza mi cuerpo con la mirada.
—Si... —riendo sujeto mi vientre —diablos, nunca más me voy a parar en ese lugar, la barra del asiento me saco el aire.
Sonríe divertido mirando como me repongo del dolor, y entonces eleva la mirada tratando de observar hacia afuera... tocando su hombro lo alejo un poco del lugar.
—Es el tercer vagón y estamos en una curva Wade, no podrás ver nada a menos que salgas de aquí.
Mirando el sol de la ciudad me giro en busca de un reflejo, y al encontrarlo sujeto el brazo de Wade para señalarle por lo bajo el edificio que nos da una vista del frente... al frente, el miedo me recorre, aquel sujeto...
—Ese es.... Electro, y en este momento esta deteniendo las vías del metro por alguna extraña razón que desconozco.
— ¿Electro? ... —mira su reflejo pensativo — ¡Le llamaré chispitas! ¡Bien! —sujeta su camisa — ¡a desnudarme!
La sorpresa me llena al verlo sacarse la ropa... preocupado detengo sus manos antes de que se muestre el traje rojo.
— ¡Gente! —se abre paso con brusquedad — ¡Hay un villano al frente de las vías que nos detiene el paso, se recomienda ir con precaución a la parte trasera del metro, con cuidado y silencio se recomienda...!
Antes de poder terminar su actuación de lunático sobre cargo, el conductor del tren pasa corriendo logrando empujar a su ayudante, los gritos en los vagones de adelante se escuchan y los susurros preocupados se hacen llegar en nuestro vagón, al ver correr a los vagones de adelante los de nuestro vagón comienzan una carrera entre empujones y gritos hacia los vagones traseros... al regresar la mirada puedo ver como Wade se desviste sin miedo a que alguien vea su identidad.
Suspirando comienzo a sacar mi camisa y bajar mis pantalones, él me tiende mi máscara y con una sonrisa lo veo colocarse la suya para luego ponerme la mía... sin calentar abre las puertas a la fuerza, con su propia fuerza las abre sin ningún problema para luego tender los brazos al frente y cabecearme hacia el exterior.
—Primero las damas.
Suspirando le dedico una última sonrisa para terminar de bajar mi máscara y salir sin resistencia, pegando mis manos al metro subo al techo mirando como me sigue sin dificultad, nuestras miradas van enfrente, sus ojos analizan detenidamente a "Chispitas" quién parece esperar algo.
—Y... ¿Qué está haciendo?
—Ojalá tuviera la mínima idea... pero sobre todo me pregunto cómo habrá escapado de prisión, en esa cárcel especial en la cual lo teníamos... —me encojo de hombros —sé que no era una tecnología muy avanzada... bueno, la verdad me sorprende que haya aguantado tanto tiempo.
— ¿Tú creaste su prisión?
—Si, no es por alardear, pero fueron cinco meses de mantenerlo lejos de la sociedad.
De pronto el gritó de electro nos hace ponernos alerta, sujetando la punta del metro hace viajar la electricidad por todos los vagones logrando romper los cristales para luego dirigir los rayos de electricidad en dirección a los edificios a lo largo del aparato, con los cristales estrellados la gente de los edificios y del propio metro comienzan a gritar en pánico total. Asomándome al interior puedo verlos mantenerse lejos de las ventanas entre llantos y suplicas, vuelvo a subir mirando directamente a Electro, pero entonces siento a Wade sujetar mi hombro. El metro retrocede lentamente mientras continúa lanzando descargas hacia cada lado.
— ¿Qué crees que esté pensando hacer chispitas? —dudoso analiza la situación.
—No lo sé, pero si sigue llevando el metro hacia atrás causara un accidente...
Nos miramos y sin decir nada nuestra carrera hacia adelante inicia, de un brinco ambos caemos sobre las vías y con el corazón latiendo a mil por hora me atrevo a tragar grueso preparando mi voz.
— ¡Oye Electro, sé que no tienes trabajo! —apunto hacia atrás — ¡Pero harás llegar tarde a esas personas, amigo!
El metro se detiene y la sonrisa en la cara de electro se muestra ampliamente mientras el pánico me invade muy en mi interior.
—Araña... —pronuncia con cariño.
—Hola, —elevo la palma abierta —tiempo sin verte.
—Si, el tiempo que lograste mantenerme encerrado, —ríe negando —que lástima que un electricista como yo sepa de conexiones a la perfección y... —sonríe engreído —haya encontrado una falla entre los cables.
— ¿Y cómo...? —trato de mantener mi seguridad — ¿cómo lograste abrirlo?
—Bueno, —se encoge de hombros —secretos de electricista.
Sonriendo bajo la máscara, avanzo unos pasos hacia él; no puedo distraerme volviendo la vista atrás en este momento, no sé si Wade me esta siguiendo de cerca o no, tampoco tengo idea si el tren sigue avanzando o se ha detenido por completo.... Tragando grueso doy una mirada a las armas en mi cinturón.
— ¿Qué tramas? —finjo confianza.
—Oye, —ríe —hay algo distinto en ti araña, pareces... —choca suavemente sus palmas jugando con la electricidad —un poco nervioso.
— ¿Yo nervioso? —me apunto negando — debes estar alucinando.
—Tramando... —observa el horizonte —solo... lo normal, quiero vengarme de ti.
Sus manos se extienden en mi dirección y de sus dedos los rayos fluyen contra mí, dando una rápida vuelta de carro hacia la derecha puedo sentir mi corazón latir con fuerza al ver como aquel rayo paso tan cerca de mí.
*— ¡Despierta, brinca!
Sin pensarlo tanto y con un mal presentimiento en el estómago, doy un salto rápido y siguiendo las indicaciones de Wade termino lanzando una telaraña hacia las vías de las cuales caía para balancearme por debajo y subir del lado contrario; apenas tengo los pies en las vías los látigos de electricidad continúan llegando por todas partes, pero gracias al cielo Wade a logrado mantenerse a salvo y guiarme en los movimientos. Apenas tomo confianza con los movimientos que me marca Wade comienzo a lanzar ataques de telaraña contra electro que poco a poco lo cubren contra el suelo... terminando de cubrirlo con la telaraña puedo exhalar un suspiro lleno de alivio y cansancio; no tengo idea desde que momento comencé a contener la respiración, tenía miedo de que su corriente eléctrica volviera a paralizar todo mi cuerpo...
— ¡Peter!
Ante la sorpresa de su grito y su carrera en mi dirección, solo cierro los ojos sintiendo todo pasar tan rápido, sus brazos me rodean y solo puedo sentir nuestros cuerpos chocar de costado contra el tren, el aire escapa de mis pulmones, pero sus manos solo se aferran aun más a mí; mi mirada sube ante la fuerte risa de electro que sigue liberándose de mi telaraña, pero el miedo termina de invadirme al sentir un líquido caliente sobre mis manos...
—Wade... —alejo mi mano de su espalda.
Las lágrimas fluyen con prisa al mirar la sangre, me incorporo en el suelo sin poder creerlo mientras miro el temblor que mueve mis manos... negando con brusquedad llevo mis manos a sus mejillas con preocupación mirando como su respiración es muy débil y su rostro se frunce del dolor. Aprieto los dientes con desesperación tratando de contener mi llanto... pero un helicóptero de pronto llega al lugar, la policía pide a electro detenerse por los altavoces.
— ¿¡Qué pasa araña!? —grita — ¿¡Ese sujeto era importante para ti!? —ríe — ¿¡Nuevo en el trabajo!?
Ríe como un maldito demente a todo pulmón. Entre mi furia y desesperación tomo el arma que Wade tiene en la pierna y sujetándola con ambas manos disparo sin pensarlo... su frente, su pecho, su cara... pero su cuerpo las absorbe sin problemas, levantándome con el cuerpo temblando comienzo a lanzar telarañas, poco falta para lanzar las dagas y cuchillos, pero simplemente no puedo dañarlo, no puedo matarlo... no tengo nada para detenerlo, mis ataques son tontos con la simple finalidad de cobrar venganza.
— ¿Se te acabaron los trucos araña?
Con la respiración agitada caigo al suelo con la frustración latente saliendo de mis ojos. No puedo hacer nada, jamás pensé que llegaría este día, es decir... había logrado sobrevivir todo, su ataque de la última vez... aunque en ese entonces no iba directamente por mí. Entre mi desespero y miedo sigo llorando, la impotencia recorre mi cuerpo, pero no puedo simplemente quedarme sin hacer nada, Vanesa nos espera en la casa y la Tía May debe estar esperando mi visita... y Wade... antes de poder regresar la mirada atrás siento la mano de Electro cerrarse contra mi cuello, levemente intento mirar atrás, pero solo veo sangre, mucha sangre recorriendo las vías, además... el siguiente tren, puedo escucharlo a la distancia, está por llegar...
—Adiós, —sonríe extasiado —pequeña araña.
Todo comienza a ponerse borroso, mis ojos se cierran dándolo todo por perdido mientras la electricidad recorre de a poco mi cuerpo, mi cuello quema. Wade... lo siento, no debí... volver a ponerme el maldito traje.
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