Capitulo 15
Editado: 09/ 05/ 2021
¿Dónde está?
Luego de una vuelta a toda la cuadra junto con muchos otros vecinos que por igual buscaban a familiares y conocidos, puedo ver la desesperación de Peter fruncir su rostro, sus ojos están rojos y cristalinos mientras sus puños se cierran con dureza... suspirando me atrevo a sujetar su hombro.
—Debió usar la escalera de emergencia... solo hay dos opciones en ese caso, subió o bajó... —paso la mano por mi cabeza —sé qué sería estúpido, pero aun es una niña... existe una pequeña posibilidad de que haya subido.
—Si, —suspira frotando su rostro —en este momento yo tampoco estoy del mejor modo para verla... —abrumado me mira aun poniendo presión sobre uno de sus ojos — ¿Puedes subir a revisar?
Asintiendo lo tomo entre mis brazos para después subir corriendo a prisa, no creo que la pequeña pudiera soportar el solo irse, y además... siempre habrá policías en las rutas de escape, su madre y padre hicieron que los idiotas llamarán refuerzos al cerrar la puerta principal con todos los muebles, así que más policías de lo normal subieron dejando los callejones un poco expuestos como para que algunos cuantos huyeran, pero dejar a sus padres... Vanesa no sería capaz de hacer eso.
—Es horrible, —suspira cansada —vinieron y nos perjudicaron a todos solo por tratar de defendernos de su abuso.
—A veces pienso que esto nunca terminará, —levanta sus papeles del suelo —parece que damos pasos gigantes y luego... —extiende los brazos a sus costados —solo, todo se viene abajo...
—Solo queremos mandar dinero a nuestras familias, —aprieta los labios con impotencia —estar seguros y vivir... tranquilamente, pero... —niega —ya sea en nuestro país de origen o en otro, esto parece de no acabar, se llevaron a la mayoría de niños, hasta a personas que ya tenían papeles de nacionalidad... —golpea una hoja —faltan dos meses para que caduque, es ridículo, —exhala un enorme suspiro —creo que la hija de Gabriela fue de las pocas que pudo escapar... o al menos eso espero.
Vanesa... yo también lo espero. Suspirando me apresuro a subir a la azotea notando a la pequeña enseguida, esta sentada en la cornisa con los pies colgando mientras llora en silencio; cerrando la puerta logro llamar su atención, ella regresa la mirada con el miedo aun presente.
—Solo soy yo...
Su mirada baja y rápidamente seca sus lágrimas; yo me acerco a su lado mientras le mando un mensaje a Peter para que se quede más tranquilo desde ahora.
— ¿Qué era lo que... te daba miedo? Hablo de... —vuelvo la mirada a ella —sobre nuestra platica de la otra vez.
Su mirada viene dejándome ver lo hinchado y rojo de sus ojos, sin dudarlo le brindo un abrazo dejando que su llanto fluya... ella parece querer contenerse, pero no puede evitar su llanto. Mirarla llorar de este modo es doloroso, sus padres fueron llevados ante los ojos de todos y nadie pudo hacer nada... aun si yo hubiera intervenido solo terminaría encerrado por golpear a un grupo de policías.
—Qué no volvieran un día... tenía mucho miedo de que un día ellos simplemente no regresarán... que la casa siguiera solitaria por siempre, qué mamá ya no volviera a cantarme por las noches y qué papá no me abrazará al llegar del trabajo... yo... ahora tengo mucho miedo señor Wade...
Con un suspiro la sujeto fuertemente entre mis brazos admirando como Peter llega con prisa, al encontrarnos con la mirada sonríe más aliviado y se deja caer al suelo entre leves lágrimas de calma.
[Horas más tarde, apartamento de Peter, Wade]
Tranquilamente paso cerca del escritorio dejando una taza de chocolate caliente para Peter que ha estado toda la tarde ahí metido, llego a la mesa de centro dejando otra taza de chocolate caliente para Vanesa y tomo asiento a su lado cambiando de canal entre un suspiro.
—Lo tengo... —se levanta con firmeza —Vanesa, —nos mira —Wade y yo saldremos esta noche, vamos a volver más tarde y te juro que conseguiré sacar a tus padres...
Sin más se dirige a su habitación tomando bruscamente la mochila de su escuela, la pequeña regresa su mirada sobre mí mostrando su clara duda de la situación, sin saber que responderle le pido un momento y me adentro a la habitación de Peter cerrando la puerta detrás de mí.
—Peter... ¿Por qué le has dicho eso?
— ¿No lo ves?
Abre la compuerta secreta del armario sacando mis armas para dármelas, sin comprender por completo lo veo con curiosidad. Sacar ilegales no es algo que lo vaya a hacer muy popular con algunas personas...
— ¿Estas seguro de lo que piensas hacer?
—Por esta vez no usaremos los trajes... —busca ropa obscura en su armario —ponte ropa cualquiera que nos cubra la cara, además no podemos dispararles, pero igual les vamos a dar una salida.
Con un asentimiento sigo sus instrucciones y luego de cambiar nuestras ropas, subir las capuchas y cubrir lo más posible nuestras caras, salimos a la sala obteniendo la mirada dudosa y sorprendida de Vanesa, Peter avanza a su lado acariciando su cabeza.
—Los haré salir, pero no prometo que puedan venir tan pronto a tu lado, con la policía detrás de ellos será un poco complicado, así que... —sujeta su mentón haciéndola mirarlo — ¿Confías en mí?
Ante su asentimiento Peter la abraza fuertemente y luego de darle un beso en la frente se levanta listo para irnos; salimos en silencio hacia el techo, dónde una vez en la cornisa él rodea mi cintura con su telaraña y exhalando un suspiro ambos nos arrojamos al vacío... su telaraña es lanzada y comenzamos a balancearnos entre los edificios. Aun sin entrenar juntos parece que tenemos una muy buena coordinación....
Llegamos a una pequeña prisión donde mantienen a los ilegales para luego enviarlos a un centro más grande desde donde son enviados a sus países; Peter nos ha dejado a unos cuantos edificios de distancia y desde el techo del edificio saco mis binoculares ajustando el lente para verificar la posición de los guardias.
— ¿Y cuál es el plan?
—Es una comisaria pequeña, pero esos malditos no tienen reputación de ser muy buenos con los presos... —aprieta los labios —más de una vez se les ha llegado a llamar la atención.
—Espera... —vuelvo la mirada a su rostro — ¿Cómo sabes eso?
—Soy el hombre araña, si pido un poco de información me la darán siempre y cuando les parezca necesario, y claro que deben saber para que la utilizo, pero justamente hace unos meses volvió a buscar venganza un hombre que fue ultrajado por ellos... necesitaba saber por qué había llegado con una bomba en la cintura y quería matarlos, pero bueno... ahora esa información nos sirve.
—Bien, —doy un asentimiento —entonces ¿Cuál es el plan?
—Bueno... tú —apunta mi pecho —harás la parte más importante ya que necesito una buena distracción, contacté con un grupo de gente que esta en contra de la forma en que trabaja la comisaria, —dirige la mirada a la calle —les avisé que abría un levantamiento y ellos han estado dispuestos a venir.
Su mirada regresa y soltando un suspiro desliza su mano por mi hombro dejando ver su nerviosismo y decisión.
—Eso lo investigue mientras buscabas a Vanesa, —niega por lo bajo alejando su mano —no pensaba dejar a su madre y padre en esa maldita prisión, esos policías realmente son de lo peor y nadie termina de hacer algo contra ellos... —dirige la mirada a la estación —la policía se limita a sentir vergüenza sobre su trabajo, pero... no hacen nada por detenerlos, así que... —busca mi mirada — ¿Estás conmigo?
—Claro que lo estoy.
Con una sonrisa en cara comienza de nuevo su explicación sobre lo que hará dentro del centro policiaco; mi trabajo será encargarme de los policías de fuera y atraer a los de adentro, y tan solo espero que ese imbécil que casi golpea a la madre de Vanesa sea el primero en venir contra mí. Exhalando un largo suspiro lo veo brincar entre edificios y finalmente utilizar su telaraña para lanzarse al techo de la comisaria... al estar arriba saca un spray de su mochila y comienza a caminar en las paredes rociando las cámaras de vigilancia de toda la parte de afuera; al terminar de rociar todas las cámaras sube al techo y eleva la mano con el pulgar en alto. La señal a sido dada y en la calle ya comienza a llegar la gente en busca del líder que los guiará contra la policía, de un brinco me detengo de las escaleras de escape y caigo al suelo tomando un contenedor de basura... las miradas me siguen hasta el frente de la comisaría, suelto un encendedor en la basura y tomando el contenedor en mano lo arrojo contra la entrada de la comisaria; la gente ríe entusiasta empujándose con ánimos, y las maldiciones salen de su boca... los policías salen con rapidez en busca de apagar el fuego que arroje a su entrada.
El caos reinaba en la entrada cuando la gente comenzó a tomar contenedores de basura y a arrojarles bolsas llenas de mierda de días, más policías salían para verificar las cámaras mientras otros intentaban contenernos... yo solo me metía en la lucha si un policía intentaba pasarse de listo, pero para mi suerte, entre todo el desastre y doblar la mano de uno de los policías puedo ver a aquel desgraciado. Sin miedo ni vergüenza apunta su arma, con una sonrisa en cara, hacia los pies de una mujer... el desagraciado que iba a golpear a la madre de Vanesa; sin dudarlo ni un segundo y ante los pasos de retirada de aquella mujer, sujeto el contenedor de basura que antes estaba encendido en llamas y con todas mis fuerzas lo lanzo contra el malnacido que termina noqueado a una gran distancia, las miradas vienen sobre mí y mi demente risa. Huevo, papel, palos, grafitis y rocas volaban por doquier, los policías pedían refuerzos y otros ayudaban a sus mal heridos... mi sonrisa crece al mirar a todos aquellos a los que hacia unas horas habían detenido salir corriendo del lugar, algunos avanzan heridos, pero todos corren escapando del caos con mi ayuda y la de otras personas. Dando un codazo en la mandíbula de un policía dirijo la mirada al techo de la jefatura, puedo ver a Peter asomándose a la cornisa, él eleva las manos con entusiasmo y entre mi negar elevo el pulgar con firmeza... mi risa sale y tomando a dos policías por la nuca los hago chocar contra el contrario. El caos reina frente y detrás de mí.
— ¡Si no quieren ser atrapados y encarcelados llego la hora de huir gente! ¡Los refuerzos ya vienen! ¡Es hora de dispersarse!
Ante mi grito los vándalos cercanos se llevan a sus compañeros por los brazos, algunos empujan a otros para salir del lugar, pero finalmente todos se alejan dejando a los policías derrotados sobre el suelo llenos de basura y huevo... sonriendo subo la mirada, él me señala al norte y yo doy un asentimiento; comenzando mi carrera pateo a un policía en el trasero haciéndolo caer de boca contra el pavimento mientras sigo mi camino. Llegamos juntos a un lugar con poca gente, Peter cae a mi lado quitándose el cubre bocas para mostrarme su enorme sonrisa de satisfacción.
—Los miré huir un poco más lejos, —deja caer su palma sobre mi brazo —vamos por ellos ante de perderlos.
Ante mi asentimiento vuelve a enredar su telaraña a mi cintura, corremos un poco y con un salto comenzamos a ir entre edificios localizando rápidamente a los padres de Vanesa; bajamos frente a ellos causando su sorpresa y haciéndolos retroceder, pero apenas Peter baja su máscara la pareja se detiene de huir para analizar su rostro.
—Calma, soy Peter.
Ella es quién detiene a su marido mientras analiza de pies a cabeza a Peter, con una sonrisa aliviada la mujer se acerca abrazándolo mas tranquila... el hombre observa en todas direcciones muy preocupado.
— ¿¡Y Vanesa!?
—Logré encontrarla, —informa tranquilo —ahora mismo esta a salvo en mi habitación, ella esta bien... —los mira a ambos —si los policías llegarán a volver le mostré donde podría esconderse, todo está bien con ella.
La pareja se mira al punto de las lágrimas y el alivio, Peter les dedica una sonrisa y la madre de Vanesa rápidamente lo toma en un abrazo diciéndole lo agradecida que esta con él; su mirado sonríe levemente, pero se acerca sujetando su hombro con preocupación.
—Cariño... necesitamos irnos, nos buscarán dentro de poco.
— ¿Qué quieres decir? No podemos simplemente dejar a Vanesa.
—No estoy diciendo que la dejemos, pero si nos atrapan nos harán salir del país... —niega —no quiero hacerla regresar con nosotros, por eso debemos escondernos por ahora, necesito obtener mis papeles de regreso.
—Yo... —elevo la mano —tengo una idea de donde se pueden quedar, si confían en mí puedo hacerlos estar seguros enseguida.
Todos me miran llenos de dudas, pero una vez Peter asiente con seguridad la pareja hace lo mismo aceptando mi propuesta, tranquilamente prosigo con mis llamadas.
—Dopinder... necesitó que recojas a unos amigos y los lleves con Wiss y Al, yo les informo, te esperamos en el otro lado de la ciudad.
Con todo arreglado Peter rodea la cintura de la pareja que ni siquiera se sorprende al verlo hacer eso, yo los abrazo y de un salto comenzamos a avanzar hacia el lugar en el cual nos veríamos con Dopinder. Quizá no sea pronto, pero... Wiss se encargará de que Vanesa y sus padres puedan estar juntos y de mejor manera en este país.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top