― ¡Una cita! ―exclamó Addy mientras golpeaba su frente con la palma de su mano. Inquieto, Craig la miró esperando su siguiente reacción― ¿Dices que quieres que vaya a una cita contigo?  ―cuestionó.

―Sé que dije que solo fingiríamos en la escuela, pero...

― ¡Exacto! Esto no es parte del trato, lo siento.

―Por favor, Ade-

― ¡Addy!

―Por favor, Addy.

―No tendré una cita contigo hasta que aprendas mi nombre.

―Si tienes una cita conmigo, empezaré a llamarte por tu nombre.

―¡Eso es trampa!

―Bianca aun no se cree la historia por completo, tiene un trabajo de medio tiempo en una cafetería en el centro. Podemos visitar ese lugar y decir que estamos en una cita ¿bien? Si quieres luego de eso puedes irte.

― ¿Solo entramos, fingimos tener una cita y adiós? ―alzó una ceja.

―Aunque... también podemos usar la cita para conocernos un poco más. Es incómodo que me pregunten sobre ti y no saber que responder. Tómalo como una salida de amigos ¿sí? ―rascó su brazo, sintiéndose nervioso. En realidad esperaba una respuesta positiva de parte de Addy. 

Ella dejó escapar un suspiro, rindiéndose. Craig tenía razón, no sabían nada el uno del otro. Sería una buena oportunidad para empezar a conocerse.

―Está bien, tengamos una cita. 

Craig sonrió. Pasó un brazo por sus hombros y la pegó a él, abrazándola.

―Será la mejor cita que tendrás, novia.