中毒 12: Between Friendship and Pain
Tzuyu nunca fue completamente cercana a nadie en el círculo social de Momo, excepto a Chaeyoung. A lo largo del tiempo, Tzuyu se había percatado de las diferencias de personalidad entre Mina, Momo y Sana, pero nunca le había dado mucha importancia. Su atención siempre estaba centrada en su pequeño grupo de amigas, junto a Chaeyoung y Dahyun.
Tzuyu, Chaeyoung y Dahyun eran las mejores amigas desde hacía años. A pesar de sus diferentes personalidades, habían formado un lazo inquebrantable que les permitía enfrentar cualquier desafío juntas. Tzuyu era la tranquila y observadora del grupo, Chaeyoung aportaba su espíritu artístico y creatividad, mientras que Dahyun era la chispa que siempre conseguía hacer reír a las demás.
Pasaban horas juntas compartiendo secretos, risas y aventuras. Habían vivido momentos de alegría y también habían apoyado mutuamente en tiempos de dificultad. Eran un equipo inseparable, unidas por una amistad sólida y una confianza profunda.
Cuando Dahyun les anunció que planeaba audicionar para un hospital psiquiátrico una vez cumpliera los veinte años, con el deseo de ayudar a otras personas, Tzuyu nunca se opuso.
Tzuyu siempre estaba orgullosa de Kim y su capacidad innata para ayudar a personas en situaciones problemáticas. La mayor tenía un corazón generoso y una disposición amable que la impulsaba a extender una mano amiga a quienes lo necesitaban. Ya fuera ayudar a un compañero de clase con dificultades académicas o brindar apoyo emocional a alguien en momentos difíciles, Dahyun estaba dispuesta a hacerlo sin dudarlo.
Cuando Dahyun anunció su decisión de solicitar un puesto en un centro psiquiátrico, Tzuyu la apoyó sin titubear. Sabía que la amiga a la que tanto admiraba tenía una vocación especial para ayudar a quienes enfrentaban desafíos de salud mental. Tzuyu había presenciado de cerca la empatía y el cariño de Dahyun hacia las personas en situaciones problemáticas, por lo que no le sorprendió su elección.
Cuando Tzuyu conoció a Momo y a su novia, Sana, notó de inmediato que ninguna de las dos estaba completamente bien. A pesar de las sonrisas en sus rostros y el afecto que compartían, Tzuyu pudo percibir que algo los preocupaba. Había un aire de inquietud y tensión en su presencia que no pasó desapercibido para su observador ojo.
Quería saber más, quería entender las razones detrás de las emociones que percibía en ellas. Sabía que había más en la historia de lo que sus amigas estaban dispuestas a revelar en ese momento, pero estaba lista para ofrecer apoyo y escuchar cuando decidieran compartir sus preocupaciones.
Tzuyu, a pesar de notar las preocupaciones en la vida de Momo y Sana, creía que la suya estaba en un buen lugar. Ella se sentía en control de su vida y disfrutaba de una sensación de estabilidad y bienestar. Había alcanzado un equilibrio entre sus estudios y sus amistades, y se sentía agradecida por la tranquilidad que había encontrado.
Pero todo en el mundo de Tzuyu se desmoronó cuando recibió aquel mensaje de Chaeyoung.
-Tzu, ya voy en camino, estoy comprando comida china, así que esperame!! -Tzuyu sonrió al leer el mensaje, rozando con la yema de su dedo la pantalla de su teléfono antes de apagarlo tranquilamente y ocuparse de sus quehaceres.
Tzuyu había notado que Chaeyoung estaba mucho más cercana con ella en comparación con otras personas en su vida. La amistad entre las dos había evolucionado a lo largo del tiempo, y Tzuyu se sentía afortunada de ser alguien en quien Chaeyoung confiaba profundamente. Chaeyoung compartía sus pensamientos, sueños y preocupaciones con Tzuyu de una manera especial, y esto había fortalecido su vínculo. Tzuyu valoraba la cercanía que tenían y hacía todo lo posible para ser un apoyo incondicional para su amiga, brindándole un hombro en el que apoyarse en los momentos difíciles y compartiendo alegrías en los buenos momentos.
Tzuyu también percibía la ligera tensión romántica que existía entre ella y Chaeyoung, pero no le molestaba en absoluto. Era consciente de que su relación era única y que había una conexión especial que trascendía la amistad. Aunque no habían explorado abiertamente sus sentimientos románticos, la atracción estaba ahí, añadiendo una capa adicional de profundidad a su amistad.
Pobres de ellas, ninguna sabía lo terrible que se volvería la situación.
Después de dos horas sin que Chaeyoung llegara, Tzuyu se tumbó en el sofá y tomó su celular para enviarle un mensaje preguntando si había habido algún problema con la comida.
Tzuyu era muy consciente de las indirectas que insinuaban una posible declaración de Chaeyoung. A lo largo del tiempo, había recogido pistas y señales que sugerían que su amiga podía estar desarrollando sentimientos románticos más profundos. Aunque las palabras directas aún no se habían pronunciado, la tensión romántica entre ellas era innegable.
Tzuyu se había arreglado cuidadosamente, prestando especial atención a los detalles, porque sabía que vería a Chaeyoung y que algo importante podría suceder entre ellas. Cada elección en su atuendo y su aspecto reflejaba su deseo de impresionar a su amiga y hacer que su encuentro fuera aún más especial. Se había esforzado para lucir radiante y atractiva, consciente de que Chaeyoung podría percibir su cuidado en su apariencia.
Al no recibir respuesta, decidió salir de casa, pensando que quizás había algún problema con la red.
Las calles estaban sumidas en un profundo silencio, interrumpido únicamente por el suave susurro del viento frío que acariciaba los edificios y las farolas parpadeantes. Era una noche despejada y estrellada, con la luna iluminando la ciudad con su pálida luz. Las aceras de concreto se extendían desiertas, como un lienzo vacío en medio de la noche.
El frío era implacable, penetrando hasta los huesos, y el aliento visible de Tzuyu delataba la temperatura gélida. Los edificios altos se alzaban como sombras imponentes, proyectando sombras alargadas en el suelo. Las tiendas y restaurantes habían cerrado sus puertas, y las calles, que durante el día bullían de actividad, ahora estaban desiertas y desoladas.
La noche era peligrosa, y Tzuyu era consciente de ello. A pesar de la belleza del paisaje urbano bajo la luz de la luna, sabía que las calles podían ser impredecibles y que el anonimato de la oscuridad a menudo daba paso a situaciones inciertas. La soledad de las calles la hacía sentir vulnerable, pero ir a buscar a su linda coreana la hacía sentir más fuerte.
Caminó unas cuadras hasta encontrarse con el cuerpo de Chaeyoung, herida y luchando en vano por apoyarse en una pared.
Chaeyoung parecía aturdida y su ropa estaba manchada de sangre. Sus ojos, normalmente llenos de vitalidad, ahora reflejaban dolor y confusión.
El corazón de Tzuyu latía con fuerza mientras se acercaba corriendo a su amiga. Su mente se llenó de miedo y preocupación al ver a Chaeyoung en ese estado. Se arrodilló a su lado y notó la herida en el costado de Chaeyoung, de donde la sangre fluía lentamente. Era evidente que necesitaba atención médica de inmediato.
Chaeyoung luchaba por hablar, y sus palabras eran apenas susurros entrecortados. Su mirada se encontró con la de Tzuyu, y en ese momento, la profundidad de su conexión se hizo más evidente. Tzuyu sentía una mezcla abrumadora de emociones: la culpa por no haber sido lo suficientemente cautelosa, la preocupación por la salud de Chaeyoung y el deseo de hacer todo lo posible para ayudarla.
Finalmente, Chaeyoung se desmayó en los brazos de Tzuyu, y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Con todas sus fuerzas, llamó a una ambulancia y, aunque con su corazón destrozado y la sangre en su ropa y manos, logró llevar a Chaeyoung de regreso a casa.
Tzuyu, con el corazón lleno de preocupación, cargó el cuerpo de Chaeyoung en sus brazos con cuidado y la llevó hasta su casa. Cada paso parecía un esfuerzo titánico, pero no se permitió flaquear. El peso de su amiga era insignificante comparado con la urgencia de la situación y su deseo de asegurarse de que Chaeyoung recibiera atención médica lo antes posible.
El camino hasta su casa pareció eterno, pero Tzuyu avanzó con determinación. La respiración agitada y el frío cortante en sus mejillas eran solo recordatorios de la gravedad de la situación. Su hogar se convirtió en un refugio de esperanza en medio de la angustia.
La recostó en el sofá y, al levantar su camisa blanca, descubrió una herida que le revolvió el estómago.
Tzuyu, al ver la herida de la coreana, quedó horrorizada. La vista de la sangre en la herida abierta le heló la sangre y le hizo comprender la gravedad de la situación. La herida era profunda y sangraba de manera alarmante, y Tzuyu luchó por mantener la calma ante la impactante imagen.
Su mente se llenó de preocupación y ansiedad mientras examinaba la herida, consciente de que cada minuto contaba. La idea de que Chaeyoung estuviera herida la estremeció, y un nudo se formó en su estómago. La angustia la embargó, pero sabía que debía mantenerse fuerte y concentrada para ayudar a su amiga en este momento crítico.
Sintiendo repulsión pero con un deseo ardiente de ayudar a su amiga, Tzuyu presionó la herida mientras esperaba la llegada de la ambulancia, tal y como le había indicado la recepcionista.
Diez minutos más tarde, la ambulancia llegó, pero Tzuyu no pudo acompañar a Chaeyoung. No se sentía con la capacidad emocional para enfrentar la situación.
Tzuyu observó con el corazón apretado y los ojos llenos de lágrimas cómo la ambulancia se llevaba el cuerpo pálido de su amiga. El sonido de las sirenas se desvaneció en la distancia mientras Chaeyoung era trasladada hacia el cuidado médico que tanto necesitaba. La sensación de impotencia la embargó mientras veía cómo se alejaban.
La preocupación y el miedo la acompañaban mientras la ambulancia desaparecía de su vista. Tzuyu deseaba con todo su ser que Chaeyoung se recuperara y que esta pesadilla llegara a su fin. La imagen de su amiga herida se quedó grabada en su mente, y la incertidumbre del momento la hizo sentirse vulnerable.
Aún con el corazón adolorido y la sangre en su ropa y manos, Tzuyu tomó su celular destrozado y, con la voz ronca y quebrada, llamó a Momo.
La voz de Tzuyu sonaba completamente rota cuando llamó a la mayor. Sus palabras eran un susurro tembloroso mientras intentaba explicar la situación y lo que había sucedido con su amiga. La preocupación y el miedo eran palpables en cada palabra que pronunciaba.
La japonesa, al escuchar la angustia en la voz de Tzuyu, respondió con comprensión y preocupación. La comunicación entre ambas era una mezcla de sollozos, preguntas y consuelo mutuo. Era un momento desgarrador en el que ambas compartían su preocupación por Chaeyoung y buscaban apoyarse mutuamente en medio de la incertidumbre.
Sin dar demasiados detalles, Momo llegó rápidamente, llena de preocupación.
Tzuyu, abrumada por la preocupación y el miedo, se limitó a temblar. Sus manos temblaban, y su cuerpo entero parecía estar bajo el control de una ansiedad avasallante. La angustia y la impotencia la habían dejado casi paralizada, sin saber qué hacer en medio de la situación.
Cada pensamiento se convirtió en un torbellino de emociones confusas, y su mente era un caos de preocupación y preguntas sin respuesta. Temblaba como una hoja en el viento, incapaz de encontrar consuelo o tranquilidad en ese momento crítico.
En tan solo diez minutos, llegaron al hospital y esperaron durante una hora a que Chaeyoung fuera operada. Por suerte, la cirugía fue exitosa, lo cual animó mínimamente a Tzuyu, a pesar de su estado pésimo.
Tzuyu suspiró con alivio al recibir la noticia de que Chaeyoung estaba bien. El peso que había estado aplastando su pecho se aligeró de inmediato, y una sonrisa de gratitud se formó en sus labios. La preocupación y la ansiedad que la habían atormentado durante tanto tiempo comenzaron a disiparse.
Esa noticia fue como un rayo de luz en medio de la oscuridad, y Tzuyu sintió un cálido rayo de esperanza iluminando su corazón. Saber que su amiga estaba a salvo y en buen estado le brindó un sentimiento de alivio y felicidad que era indescriptible.
Luego de que la enfermera le indicara a Momo que podía pasar, ignorando las súplicas y los gritos roncos y llorosos de Tzuyu, Momo salió de la sala. Aproximadamente treinta minutos después, volvió con la mirada vacía y baja, y simplemente le entregó a Tzuyu una carta con la clara letra Chaeyoung envuelta en una tela turquesa. Sin decir una palabra más, Momo se marchó.
Tzuyu se quedó confundida al ver las profundas ojeras bajo los ojos de Momo. La falta de sueño y el agotamiento eran evidentes en su rostro, y eso la preocupó. La imagen de su amiga con esa mirada cansada y desgastada la hizo cuestionar lo que podría estar sucediendo en la vida de Momo.
Tzuyu, confundida, comenzó a leer la carta mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.
Decía:
"Querida Tzuyu,
Hay algo que he estado guardando en mi corazón por mucho tiempo, y siento que ya no puedo ocultarlo. Desde el momento en que nos conocimos, mi vida cambió de una manera que nunca imaginé. Tu amistad ha sido un regalo inmenso, y no puedo evitar pensar en lo afortunada que soy de tenerte en mi vida.
A lo largo de los años, nuestra relación ha crecido y evolucionado de una manera que me ha llenado de alegría y gratitud. Cada momento que compartimos, cada sonrisa, cada mirada, ha fortalecido mi amor y mi aprecio por ti.
Hoy, no puedo evitar decirte lo que siento en mi corazón. Tzuyu, estoy profundamente enamorada de ti. Mi amor por ti ha crecido con el tiempo, y sé que no puedo imaginar mi vida sin ti. Eres mi apoyo, mi amiga, mi confidente, y también mi amor secreto.
Comprendo que nuestra amistad es preciosa y que esto podría cambiar las cosas. Pero no quiero esconder más lo que siento. Quiero que sepas que mi amor por ti es sincero y profundo. Tzuyu, te amo de una manera que es más que una amistad, y no puedo callar más este sentimiento.
Entiendo que esto puede ser sorprendente para ti, y respetaré cualquier respuesta que elijas. No quiero perder tu amistad, pero necesitaba que supieras lo que siento. Si alguna vez sientes lo mismo, estaré aquí esperándote. Si no, seguiré valorando nuestra amistad como siempre lo he hecho.
Gracias por escucharme y por ser una parte tan importante de mi vida.
Con amor,
Chaeyoung
Posdata: Te amo, linda."
Tzuyu estaba sentada en una sala de espera del hospital, con el corazón en un puño y una sensación de inquietud que la consumía. Habían pasado horas desde que supo sobre la condición crítica de Chaeyoung, y la espera era agonizante. La ansiedad la envolvía, y cada minuto parecía una eternidad.
Finalmente, una enfermera se acercó a Tzuyu con una mirada sombría en el rostro. Las palabras que la enfermera pronunció se sintieron como un golpe en el pecho de Tzuyu. -Lo siento mucho -comenzó la enfermera con voz apesadumbrada, - pero tenemos que informarte que Chaeyoung ha fallecido.
Tzuyu quedó en estado de shock, incapaz de procesar completamente lo que acababa de escuchar. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras la enfermera continuaba explicando la situación y ofreciendo sus condolencias. El dolor y la tristeza que inundaron a Tzuyu fueron abrumadores, y sintió como si el suelo se le hubiera escapado de debajo de los pies.
La noticia de la muerte de Chaeyoung la dejó sin palabras, y su mente se llenó de una mezcla de emociones abrumadoras. La tristeza, la incredulidad y el dolor se entrelazaron en su interior, haciendo que cada aliento fuera un esfuerzo. Chaeyoung, su amiga, su amor secreto, ya no estaba en su vida.
Tzuyu se encontró en medio de un torbellino emocional, incapaz de comprender completamente la realidad de la pérdida que acababa de experimentar. La habitación del hospital se convirtió en un lugar de dolor y luto, y el futuro sin Chaeyoung parecía sombrío y desolador.
Tzuyu lloró mientras leía la carta y recordaba aquel día con tristeza. El dolor se intensificaba, como si fuera la primera vez que lo experimentaba.
Tzuyu se sintió igual de mal que la primera vez que leyó la carta, al enterarse de la trágica noticia de que Chaeyoung había fallecido. La sensación de angustia y tristeza la invadió de nuevo, y el peso de la pérdida era abrumador. La carta de amor que Chaeyoung le había escrito ahora adquiría un significado aún más profundo y desgarrador.
Cada palabra en la carta cobraba vida de una manera que Tzuyu nunca habría imaginado. La confesión de amor secreto de Chaeyoung ahora se sentía como un testamento a su amor y a lo que podría haber sido. Tzuyu lamentó no haber tenido la oportunidad de corresponder a esos sentimientos, y el dolor de la pérdida se mezcló con el remordimiento.
Las lágrimas corrieron por sus mejillas mientras Tzuyu recordaba la amistad que compartió con Chaeyoung y las emociones que nunca llegaron a expresarse plenamente. La carta se convirtió en un recordatorio conmovedor de lo que habían compartido y de lo que podrían haber tenido juntas.
Ni siquiera seis años después.
Al escuchar el llanto desgarrador de Tzuyu, su novia, Mina, dejó todo lo que estaba haciendo y corrió hacia ella para consolarla. La angustia en la voz de Tzuyu era inconfundible, y Mina sabía que algo muy doloroso la estaba afectando.
Mina abrazó a Tzuyu con ternura y la sostuvo mientras ella lloraba. No necesitaban palabras en ese momento; el simple acto de estar allí y ofrecer apoyo era suficiente. La tristeza de Tzuyu era compartida por Mina, y su amor y preocupación por su pareja la impulsaron a estar a su lado en su momento de dolor.
-Tzuyu, cariño, estoy aquí. Estoy aquí para ti. ¿Qué pasó? ¿Por qué estás llorando de esta manera?-la voz de Mina era serena y calmada, llenaba todos los puntos débiles de la menor.
Tzuyu, después de recibir el consuelo de Mina, levantó la mirada y, en un gesto cargado de emoción, le dio un beso en los labios. Fue un beso lleno de amor y gratitud, un recordatorio de la fortaleza de su relación en medio de la tristeza y la pérdida que estaban experimentando juntas.
El beso fue un acto de cariño y apoyo mutuo, un vínculo que fortaleció su conexión en ese momento de dolor. Tzuyu y Mina se aferraron el uno al otro, encontrando consuelo y amor en medio de la tristeza que los rodeaba.
Mina rodeó con ternura la cintura de Tzuyu mientras continuaban abrazadas. Sus cuerpos se acercaron aún más, creando una sensación de intimidad y cercanía que les brindaba consuelo en medio de la tristeza. El gesto de Mina era una expresión de su amor y apoyo, un recordatorio de que estaban juntas en ese momento de dolor y que se cuidarían mutuamente.
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