Narra Tn

Mientras practicaba con Kamijo, le pedí que tocara una canción, pues parecía que sabía mucho del tema, así que quise escucharlo, el un poco tímido acepto y comenzó tocar las teclas del piano formando una hermosa melodía que nunca antes había escuchado, parecía que él estaba disfrutando del momento, yo simplemente lo deje seguir, cuando la canción termino el me miro, su rostro era tierno y su sonrisa era hermosa, yo le respondí con el mismo gesto, pero antes de que pudiera decir algo, él se acercó a mi uniendo nuestros labios, no pude apartarlo, no quería hacerlo, cerré mis ojos y seguí el beso, pude sentir su mano sobre mi cintura, mientras que yo puse las mías en su suave rostro, después de lo que fue un corto, pero significativo beso, nos separamos, en ese momento mi padre junto con Hizaki entraron al castillo, dirigiéndose a esa parte donde nos encontrábamos Kamijo y yo.

-veo que aún estaban practicando- dijo mi padre

-sí, ya es un poco tarde, será mejor que me retire, mañana volveré para otra clase, si están de acuerdo- él se levantó

-por supuesto- mi padre acepto, Kamijo se retiró y mi padre nos llamó al comedor para la cena

-¿Qué te pareció tu primera clase?- pregunto mi padre sentándose junto con Hizaki y yo

-increíble, Kamijo es un gran músico- dije

-ya veo hermanita, no dejas de sonreír- me ruborice un poco pues me di cuenta que lo que él dijo era cierto, tenía una sonrisa involuntaria

-que dices Hime- pocas veces me refiero así de él, pues es un apodo de cariño

-no será que no solo su música te gusta- dijo el tomando agua de su copa, mientras mantenía una mirada juguetona

-déjala Hizaki, claro que eso no es cierto, es solo que está emocionada- dijo mi padre, evitando el hecho de que alguien me gustara

-claro padre- fue lo último que mencione

La cena se llevó con toda tranquilidad, mientras que mi padre nos mencionaba sobre un toque de queda que se impondrá en el pueblo, por seguridad de los que ahí viven, este impone que después de la hora en que los guardias rondaran por el lugar, indicando que todos deben entrar a sus casas, sé que mi padre no es el único que impone esto, pues todos los reyes llegaron a este acuerdo, para que se llevara a cabo en sus tierras, después de la cena, me dirigí a mi habitación, después de unos minutos alguien llamo a la puerta y yo respondí con un simple "pase"

-hola Tn- gire y la vi allí

-Tea, no te vi en todo el día- dije sonriéndole, ella es una de las sirvientas del castillo, pero también es mi mejor amiga

-fui a un encargo de tu padre, solo vengo a ver algo-

-¿de qué se trata?- me senté en la orilla de mi cama

-hace un momento cuando llegue, las demás sirvientas estaban hablando de que un chico vino a visitarte, y que no era Víctor, ¿de quién se trata Tn?- pregunto ella con su mirada curiosa

-Ah sí, él es mi tutor de música, me enseñara a tocar el piano, se llama Kamijo- no pude evitar soltar un leve suspiro

-hm ya veo de que se trata- ella se sentó en una de las sillas que están frente a mí- Tn, ¿acaso no estarás enamorada?-

-para serte sincera no lo sé-me levante y dirigí al ventanal que daba al balcón- pero al estar con él, me siento tan diferente-

-parece que hace tiempo que lo conoces- dijo ella a mis espaldas

-no, la primera vez que lo vi fue cuando fuimos al reino del sur, este es nuestro segundo encuentro, pero es suficiente como para hacerme dudar de lo que siento-

- creo que también fue suficiente como para besarlo- gire rápidamente

-¿Cómo sabes de eso?- pregunte algo apenada

-una de las chicas me lo conto, iba a salón a ofrecerles algo y vio esa escena-

-qué pena, que hayan visto eso- dije

-que no te importe lo que digan- ella sonrió, estuvimos hablando de lo que paso en el día, y sobre lo que sentía por Kamijo, le dije que mañana el volvería para otra clase, y una loca idea salió de su mente

-tienes que verte increíble mañana-

-pero que dices Tea-

-sí, mañana antes de que despiertes, vendré y te arreglare, bueno ya es tarde descansa querida- dijo ella para después salir de la habitación sin dejarme hablar, yo solo sonreí, y no me negué al momento puesto que la idea paso como una opción probable en mi mente. A la mañana siguiente ella entro, ya vestía su uniforme y abrió las cortinas, me levante con pesadez, cuando estuve totalmente en mis sentidos, escogimos un vestido y ella me maquillo un poco, con maquillaje que ella había hecho, cuando termino, me mire al espejo, me veía un poco diferente de lo habitual, y el vestido podía resaltar el escote y lo ajustado que era, hacia resaltar las curvas de mi cuerpo, era algo penosos para mí, pues casi nunca usaba este tipo de vestidos, en parte lo hacía para ver la felicidad de Tea, y por otro lado para Kamijo, dios, Kamijo que me has hecho.