Sé dónde tiene el arma, justo en el lugar donde escondió las sogas que me siguen atando al soporte. Está en ese mueble al lado de la cama. Me siento tan estúpida, todo estuvo frente a mis ojos.

Doy un respingo cuando Ezra regresa de trabajar, ya que escucho la puerta. Aunque, ahora entiendo que no lo hace, solo va a recoger el dinero de esa organización de locos. ¿Luego? Ni idea.

―¡Mira lo que te compré! ―Llega al cuarto y me muestra un vestido de novia―. Cuando me casé con la desconocida ―refiriéndose a mí―, se hizo por civil y a las apuradas, ahora tenemos más tiempo.

―No me voy a poner eso.

Mantiene el ánimo con una enorme sonrisa de desquiciado.

―Hoy no, cariño, el cinco es el gran día. Estoy seguro de que es de tu talla, no te preocupes. Sé tus medidas a la perfección.

―¡¡Ni te atrevas a tocarme!! ―le grito.

Mueve los hombros sin importancia.

―Qué va, no soy de esos. ―Enarca una ceja―. ¿Tanto así desconfías de mí? Nunca lo he hecho sin tu consentimiento. Tienes una mente muy perversa ―se burla y golpea su índice dos veces en su frente―. Loquita.

Forcejeo con las cuerdas.

―Ezra, por favor...

―¿Qué no aprendiste? Eso no funciona conmigo. ―Agarra la manija para cerrar la puerta―. Y estamos en confianza, no necesitas ponerme un nombre. Buenas noches.

Oigo el portazo, entonces me sobresalto de nuevo.

Está decidido, no hay de otra, mi única oportunidad es el 5 de enero.

Toca decir que nos vemos el 5 de enero, para el anteúltimo día 💖

No puedo decir anteúltimo capítulo porque en el día puedo escribir tres 😂

Saludos, Vivi.