Sawamura llegó a la puerta de Kuramochi, quién lo recibió con una sonrisa hasta que notó el desastre en el que se había convertido el menor. En sus ojos se podía reflejar la tormenta de su corazón y de pronto el menor lo abrazó hasta dejarse caer en el piso, Youichi no pudo más que abrazarlo y verlo llorar, lo levantó y lo metió a su departamento, con todas las cosas que el pequeño traía. 

Después de sentarse en el sillón y ser el paño de lagrimas un rato más, se separó un poco de él y le preparó un baño con agua caliente.

Justo cuando estaba por llevarlo al baño, Sawamura se soltó en más llanto como si fuera un niño y lo abrazó por encima.

-Terminamos, he dejado a Miyuki-senpai.

-¿Qué?

A Kuramochi se le fueron los colores y se le revolvió el estomago cuando Eijun pronunció eso, pensó que quizá habían discutido, pero jamás imaginó que se dejarían, desde su perspectiva, el menor lo amaba tanto que podía rozar la codependencia y era imposible que dejara al catcher.

-Miyuki-senpai ya no me amaba y yo... no podía quedarme con él así, sabiendo que nuestra relación lo retenía, Kuramochi-senpai, amo tanto a Miyuki Kazuya, lo amo tanto que no se que voy a hacer con el agujero en mi corazón, como voy a despertar sin sentir su piel. Lo amo tanto, lo amo tanto que no sé que haré para respirar en un lugar donde su aroma no esta. Lo amo tanto, lo amo tanto...

Youichi le acarició la cabeza, y lo último que escuchó del menor antes de que se quedara dormido fue un 

-Kazuya...

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Miyuki seguía en shock, mirando la puerta y esperando que Eijun entrara por ella, sus lágrimas rodaron, y se preguntó por primera vez lo que sentía por ese pequeño sol.

-¿Es la costumbre o la rutina? No lo sé Eijun, sólo sé que duele aquí y que mañana dolerá más.

La lluvia arreció en la zona de residencia del joven de lentes.

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Pasaron 2 semanas antes de que Sawamura quisiera levantarse de la cama y dos más antes de que quisiera salir del departamento de Youichi; pasaron 3 meses antes de que volviera a hablar y 1 mes más para que volviera a sonreír.

Miyuki Kazuya aparecía en la televisión como el catcher receptor de los Hawks, parecía que todo en él estaba bien y eso le dio a Eijun la fuerza necesaria para salir adelante de su depresión.

Esa tarde, Kuramochi llegó hecho un desastre por su amor no correspondido, el menor de los Kominato, sus amigos de la preparatoria Seido, lo había rechazado y ahora le tocaba a él ayudarlo a sobreponerse, aunque nadie se imaginaba que las cosas iban a terminar como estaban ahora.

-You-senpai

-¿You?

-Estas borracho, no puedes estar así

-Lo dice el que casi se dejo morir

-Si, pero You-san es fuerte, varonil, masculino, poderoso... Quiero que mi senpai sea el hombre fuerte que admiro y en quien confío.

El mayor se rió y abrazó a Sawamura, finalmente le revolvió los cabellos.

-Esta bien, me recuperaré para ti.

-¡Ese es mi senpai!

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Después de unas semanas, el menor consiguió un nuevo trabajo y aunque pudo mudarse, Youichi le pidió que se quedara con él.

-Ei, ¿Cómo llevas lo de Miyuki?

-Creo que un día me di cuenta que ahora estábamos en caminos diferentes, dolió mucho, pero... finalmente lo acepté. Creo que ahora él es feliz y aceptar que estamos lejos por nuestro bien, es parte de amarnos mutuamente, es por los buenos recuerdos y parte de nuestro amor propio.

-¿Aceptar?

-You, aceptar y no hacer nada no es lo mismo. Aceptar es darte cuenta de como son las cosas en realidad y estar dispuesto a enfrentar esa realidad. Y no hacer nada es mirar como tu vida se va, como la vida de quien amas se va y preferir el dolor mutuo antes que el propio. Es lastimarte y maltratar a quien se supone deberías amar.

Y entonces Youichi pronunció.

-Esta bien, ahora que se que Haruichi no me ama, puedo aceptar que en esta vida no nos corresponde estar juntos y que es mejor buscar el amor donde lo puedo encontrar.