Capítulo 17
¿Juego?
La luz que se coló a través de la ventana le hizo despertar poco a poco. Estaba a punto de gritar, quejándose por despertar temprano, sin embargo, el bulto a su lado se lo impidió.
Se regañó mentalmente por despertar de esa manera. Usualmente, en las novelas de amor los protagonistas despertaban abrazados, y entonces estaban ellos: Cada uno por su lado, ambos con un hilo de saliva escapándose por la comisura de sus labios.
Al instante se acercó a Frank y lo apegó a su cuerpo, pasó sus manos a la cintura de su novio y respiró su aroma. Recordó cada momento vivido la noche anterior, sin poder evitar sonreír con una emoción y una felicidad que hace mucho tiempo no sentía.
El tatuado se removió lentamente, una gran sonrisa tomó lugar en su rostro al ser esos ojos esmeralda hipnotizadores lo primera que vieran sus ojos avellanas.
— Me duele el culo.
Ambos rieron al escuchar aquello, Gerard estuvo a punto de ser partido en dos, pero esto aún no acababa...
— Quiero comer. —El menor hizo un puchero.
El actor asintió y le regaló otra sonrisa; se besaron por primera vez en el día y comenzaron la mañana juntos.
Con calzoncillos como única prenda cubriéndolos, se encaminaron a la cocina. Prepararon tostadas y algo de café. "Un aguante", dijo el mayor, asegurando que más tarde saldrían a comer.
Ya sentados en el sofá, uno a lado de otro con las piernas sobre la pequeña mesa delante de ellos, se dispusieron a comer.
— Ahora entiendo por qué habías estado alejado de mí estos días. —Frank rompió el silencio.
Gerard asintió, aún comiendo- Esto era importante, Frankie. Realmente le agradezco a Jess por ayudarme, y también a tus amigos.
— Créeme que yo ya estaba preparándome para joder la vida de tu amiga, Gerard —aseguró el castaño—, me enojaba que estuvieras todo el tiempo con ella.
El mayor abrazó al castaño y lo hizo subir sobre sus piernas, quedando sus brazos en la cintura del menor, y éste, instantáneamente, posó sus manos en el cuello de su novio.
— Me gusta que me celes —dijo el pelirrojo.
No hubo algo más por decir, simplemente se unieron nuevamente en un beso, un beso que cobraba intensidad poco a poco. El castaño empezó a mover sus caderas, su pene comenzaba roces con el miembro ajeno.
Gerard detuvo el contacto antes de que pasara a mayores, provocando una mueca en el menor.
— Aún no. —Fue todo lo que dijo, para después irse a bañar y vestirse, pidiéndole al menor que hiciera lo mismo.
Una vez vestidos, salieron del lugar y caminaron calle abajo. Frank no sabía a dónde iban, pero tampoco le importaba. Sentir la mano cálida del mayor en torno a la suya, con dedos entrelazados.
Minutos más tarde llegaron a un centro comercial. Tienda tras tienda y nada les interesaba.
De pronto, el tatuado vio cómo Gerard sonreía con picardía y lo halaba hacia una tienda de lencería femenina.
Sus miradas veían atentamente cada prenda; luego, el menor casi pudo asegurar que sus ojos brillaron cuando vio que Gerard tomó otras bragas, similares a las del día anterior, pero estas eran de color negro.
— Aún falta algo, Frankie. —Murmuró el mayor, entrelazando sus manos nuevamente y saliendo de aquella tienda.
La emoción del tatuado creció cuando su vista se posó en el pequeño local que presumía aquellos accesorios sexuales que aumentaban el placer en el sexo, aunque bueno, con un actor pornográfico, el placer era extraordinario.
Luego de aquel ritual en el que compraron quién sabe qué juguetes, volvieron a su hogar temporalmente.
El tatuado debía aceptar que era simplemente preciosa, y apenas lo notaba. Con lo sucedido el día anterior, ni oportunidad de ver qué había en la casa tuvo.
Un jardín muy bello, acompañado de una pequeña alberca a su lado. Rodeado de árboles de todos los tamaños.
— Frank —dijo el actor, recibiendo la mirada atenta de su novio—, ¿qué hacías antes de que yo llegara a ti?
— Pues salía con Bo-
— No, no, no —lo interrumpió, negando varias veces con su cabeza—, quiero decir, ¿qué hacías para complacerte en lo sexual?
El menor quedó estático, con el ceño fruncido.
— Gee, no creo que eso sea...
— Dime. —Insistió.
— Bien... —el castaño bufó—, si había fiestas me cogía a alguien, y si no, sólo veía porno. Incluso con Matt y Bob nos reuníamos a ver porno a veces —añadió, riendo al recordar esos momentos.
— ¡Eso era todo lo que necesitaba escuchar! —exclamó el pelirrojo, sonriendo con gran felicidad.
Tomó la mano de su novio y lo llevó a la habitación compartida.— Hoy haremos algo especial, será como un juego, Frank. ¿Quieres jugar?
El tatuado asintió enérgico, sonriendo de igual manera.
— Bien, el juego consiste en que pondremos vídeos porno en el computador, y tú y yo vamos a imitar lo que pase allí, ¿de acuerdo?
— ¿Estás hablando en serio? —Frank alzó una ceja.
— ¡Claro que sí, Frankie! —respondió—, ahora ve a ponerte esto —agregó, dándole unas bragas.
Frank no esperó más y se vistió frente a Gerard, mientras éste preparaba los vídeos. Luego, acompañó a su novio con unas bragas similares.
El vídeo comenzó a reproducirse y después de unas risas por no poder acomodarse como debería, empezó el juego.
Frank se encontraba sentado en la orilla de la cama, el actor se localizaba dando toda su atención al pene de Frank.
Lamía desde la base hasta la punta, succionando esta. Sus ojos miraban atentos los avellanas, sabía que la mirada inocente que le daba a Frank le encantaba.
El miembro de Frank estaba duro, sus manos se pasaban al cabello rojo y lo acercaban más a su erección.
— C-cambio... —susurró. Gerard se levantó y se acomodó en la siguiente posición.
Se acomodó entre las piernas de Frank, apuntó el miembro erecto a su entrada y se sentó de una.
Un grito desgarrador se le escapó. Sin esperar más tiempo, comenzó a moverse de arriba hacia abajo. Entre jadeos, el menor tomó las caderas del actor y lo penetró con más fuerza.
La mano tatuada masturbaba el pene de Gerard, creando gemidos suaves en él.
— Má-ás... —pidió.
Frank negó, apretando los labios— Cambio...
— No puedo ahora... —susurró.
El actor se levantó rápidamente, soltando un grito, postrándose en la cama, en cuatro. Alzó el trasero, dejando sus nalgas y el ano dispuestos a todo.
El tatuado sonrió con malicia, embistiéndolo de una.
— ¡Ah! —gritó—, a-así sí mhm...
Frank tomó las caderas de su novio y lo empotró hasta el cansancio.
— Mhm... Te amo Gee...
— Yo-o más ah...¡Ah! Ahí Fra-ank.
Gimió aún más fuerte cuando el tatuado tocó su próstata con ese grande e hinchado pene. No pudo evitar mover sus caderas contra el miembro de Frank. El sonido de las pieles sudadas chocando con esa velocidad le excitaba, era como música para sus oídos.
El placer y el gozo se acumulaban, reflejándose cuando en unas cuántas estocadas más se corrió el actor, siendo seguido por su novio, quien soltó su semilla dentro suyo.
— Oh, Frank... Me pones tan duro.
El tatuado rió, abrazando al actor.
— Te amo tanto.
Gerard se sonrojó, acurrucándose más en el cuerpo de su novio.
— También te amo...
×~×~×~×
¡Hola! Antes de todo, lamento la espera, y les agradezco que estén aquí.
Y bueno, ¡Muchas gracias por las más de 1k de leídas!
La verdad es que no me la creo, no pensé que algo mío llegaría a algo así, incluso me sorprende que apenas en la primera historia (o bueno, segunda si contamos la que una vez publiqué) haya estado todo bien :')
Y por último, vengo a anunciar que a Actor sólo le quedan pocos capítulos.
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