Capitulo 8: Coney Island
-¡No los quiero ver sentados! ¡Arriba!- Grita Tony desde una de las bancas del metro mirando a sus amigos sentados en el piso.
-¡Ya nos cansamos!- Reclama un molesto Clint.
-¡No te pregunté!
-Solo falta que lleguemos a Coney Island, y sabes que ahí está Luna Park.
-¡A la mierda tu Luna Park, Steve!
Steve baja la mirada y Tony mira con mirada amenazadora a Clint.
Bucky toma su celular y toma una foto, el sonriente y con Tony avalanzandose sobre Clint de fondo y Steve tomándolo por la cintura.
"Te extrañamos, en realidad te extraño yo más que nadie, el club es un lío sin ti, vuelve pronto pequeño."
Duda un momento antes de enviar, le asustaba el como reaccionaria Zemo, sin duda era algo atrevido tomarse la molestia de apodarlo "pequeño" solo por qué le parecía adorable y el hecho de admitir que lo extrañaba, pero aún así lo hace, envía la foto y el mensaje y siente sus mejillas arder, su corazón acelerarse y el celular en su mano vibrar al instante.
"No veas Buck" "Seguro que ahora te quiere matar"
Su mente juega con el, deja el celular en sus piernas y lo mira fijamente, si volvía a vibrar, miraría, si no, simplemente esperaría estar recostado para poder morir cómodo de vergüenza.
Entonces el celular vibró, de nuevo.
-¿Lo dices enserio?- Dice en voz alta ganándose las miradas de todos.-¿Cómo puedes decir no al Luna Park, Clintsito?- dice tratando de disimular que ahora debía abrir sus mensajes y muy probablemente enfrentarse al rechazo.
Vuelve la mirada a su celular y se sorprende al ver qué Helmut ha adjuntado una foto y un texto, al igual que el.
Abre la conversación y ahí está, un Zemo sonriente con los hermanos Maximoff peleando de fondo, Bucky supone que están en casa de alguno.
"En contacto contigo, Soldat, volveré dentro de una semana, extrañame por ahora, tu me piensas, yo te pienso, así hay equilibrio."
Bucky sonríe, Zemo lo pensaba.
Pensaba en el, lo tenía en su mente tanto como el.
Su corazón se derrite ante el pensamiento de saber que ambos piensan en el otro, justo ahora.
Esta vez, ya no era un niño jugando a amar, lo está haciendo de verdad y le encanta.
-¡Vamos!
La voz de Nat lo saca de su mundo, pero sin dejar de sonreír.
-¡Coney Island, ya vamos!- Grita un emocionado Steve tomando la mano de Tony y subiendo al vagón con rapidez.
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-¡Vamos chicos! ¡Debemos subirnos al Thunderbolt!
Steve jala a Tony con el y todos los siguen.
Ven la fila frente a ellos, no es tan larga, pero tampoco es tan corta así que deben esperar aproximadamente una media hora para poder subir, Steve es el más entusiasmado, es como si el pobre chico se hubiera quedado congelado y no conociera nada. Pero a todos les da ternura ver cómo es feliz tomado de la mano de Tony y señalando cada cosa que ve.
El tiempo pasa volando y pronto se encuentran ya en una cuenta regresiva para que la montaña rusa comience a avanzar.
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-Ya, ya, está bien, sácalo.- Sam da palmaditas en la espalda de Bucky con una mano y con otra en la espalda de Clint, ambos inclinados sobre dos botes de basura.
Estaban muy mareados, y ambos vomitaban.
-¡A ninguno se le ocurra contar esto!- Grita Bucky con la cabeza aún dentro del bote de basura para después volver a su vómito.
-Ay, Jamie como crees.- Dice Tony con un tono fingido de sorpresa mientras toma con una mano su celular tomando fotografías y con la otra la mano de Steve.
-¡A otro juego!- Clint había sacado su cabeza del bote de basura y llevaba las mejillas rojas por el calor.
-¡Vamos a Deno's Wonder Wheel Amusement Park! ¡Esta aquí a un lado de Luna Park! Tienen la más hermosa rueda de la fortuna, puedes verla desde el boardwalk de Coney Island.
-¡Tenemos todo el maldito día!
-¡¿Sabían que esa rueda fue construida en 1920 junto con el Cyclone!?
-¿De verdad?- Pregunta una Nat interesada en las palabras de Bucky.- Es genial que nadie haya muerto ahí.
-No puedo asegurarte eso, no leí nada relacionado a accidentes.
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Casi es de noche, están agotados y cargan muchas cosas, bolsas de papas, varas de luz, una cubeta con arena que solo dios sabe de dónde salió, una tira con fotografías tomadas en una cabina de fotos, vasos, y las latas de pintura en aerosol de Sarah.
-¡Llama a Jarvis!
-¿Quién carajos es Jarvis?
-Mi chófer.
-¿¡Tienes un jodido chófer y nos trajiste caminando por toda la ciudad!?- Gritan Sam y Nat al unísono.
-Teniamos que vivir una aventura, además estuvo genial.
Todos sueltas risas cansadas, pero optimistas.
Clint agita su varita brillante haciéndola brillar.- ¿Podemos ir a cenar? Tengo hambre.
-Desde luego, ¿Pasta? ¿Pizza? ¿Shawarma?
-Shawarma.- Responden todos al unísono.
Todos avanzan con pereza, deben ir a la primera boca del subterráneo que encuentren para poder volver a casa de Tony y dormir hasta el día siguiente.
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-¡Me escribió!
Wanda pega un brinco al escuchar el grito de Zemo que mira con adoración su celular.
-¡Y me dijo pequeño!- La emoción en la voz del menor de los Zemo sorprende a todos en la habitación, a sus padres y a sus amigos.
-¡Responde!- Le dicen Pietro y Wanda con una sonrisa.
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Una estación más, solo una y estarán en la torre Stark, Bucky aún no creía que Tony realmente fuera quien vivía ahí.
-¿De verdad? Tiene su jodido apellido en enormes letras y lo dudas.- Se queja Bruce, va cargando a Nat en los brazos, la chica va acurrucada en el y el la carga sin dificultad alguna.
-Pues a mi que me importan las letras de los edificios.- Se queja Bucky quitándose las gafas verdes y el sombrero ridículo que había llevado todo el camino de regreso.
Tony se detiene y señala al enorme edificio frente a ellos.- Hogar dulce hogar.
Todos sueltan aire y entran, Pepper los espera ahí sonriente, era una pasante en la torre Stark y les tenía un gran cariño a todos los chicos.
-Hola Pepper.- Saludan todos al unísono con voz cansada.
-Hola chicos, ya saben que hacer, a la ducha, pónganse sus pijamas y tomen chocolate.
-Gracias Pepper. - Vuelven a decir al unísono.
Toman el elevador y suben al último piso, era grande, demasiado, pero era lindo.
Todos van a ducharse, hay varias duchas en el edificio, al salir cada uno se encuentra con una bonita pijama de franela roja con sus iniciales en el hombro izquierdo.
-Es muy lindo.
-Increiblemente le agradan a mi padre, así que cada uno tiene ya una habitación asegurada en este lugar, cuando necesiten un hogar, aquí lo van a encontrar.
-¡Gracias señor Stark!- Gritan todos.
-¡Déjenme trabajar!- El la respuesta que reciben con voz divertida.
Todos se hechan a reír.
Platican durante un rato, hasta que el sueño los vence y caen dormidos uno por uno, el último es Bucky, mirando la luna por el gran cristal que le permite ver toda la ciudad, sabiendo que, quizá, Zemo miraba la misma luna.
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